Ángel de Saavedra (Duque de Rivas)

Ángel de Saavedra
Información sobre la plantilla
Duque de rivas.jpg
Nacimiento10 de marzo de 1791
Córdoba, Bandera de España España
Fallecimiento22 de junio de 1865


Ángel de Saavedra (Duque de Rivas). Poeta y dramaturgo español cuya obra es considerada emblemática del romanticismo hispano. De ideas liberales, luchó contra los franceses en la guerra de independencia y más tarde contra el absolutismo de Fernando VII, por lo que tuvo que exiliarse a Malta. Estas experiencias inspiraron algunos de sus poemas, como Con once heridas mortales, al modo de los antiguos romances pastoriles. Sus primeros versos (reunidos en Poesías, 1813) y obras teatrales, como Ataúlfo (1814) y Lanuza (1822), se encuadraban dentro del orden neoclásico. Sin embargo, durante su exilio maltés conoció la obra de William Shakespeare, Walter Scott y Lord Byron y se adscribió a la corriente romántica con los poemas El desterrado y El sueño del proscrito (1824), y El faro de Malta ([[1828[[).

Síntesis Biográfica

(Ángel de Saavedra, duque de Rivas; Córdoba, 10 de marzo de 1791-Madrid, 22 de junio de 1865).

Saavedra en España

Vivió en Francia de 1830 a 1834, año en que pudo regresar a España y heredar el título nobiliario y una gran fortuna. Inició entonces su evolución hacia el ideario conservador. Tras los sucesos de La Granja, renunció a su cartera de Gobernación y se exilió en Lisboa.

Obras

Sus obras más representativas: El moro expósito o Córdoba y Burgos en el siglo XI (1834), «leyenda en doce romances» sobre el tema de los infantes de Lara y el bastardo Mudarra que es considerada pieza fundacional del romanticismo en España, y el drama en prosa y verso Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), cuyo estreno conoció un estruendoso éxito que recuerda el que en Francia había obtenido Victor Hugo con su Hernani. Don Álvaro o la fuerza del sino inauguró el teatro romántico español y con ello el teatro moderno en España. En esta obra aparecen todos los elementos típicos del romanticismo, como la melancolía o el pesimismo, y se desarrolla un tema característico: el del hombre arrastrado a la desgracia por un destino contra el que su voluntad nada puede hacer. Los principios románticos de fatalidad y rebeldía surgen, como en la tragedia clásica, como expresiones de un sistema social y acaso cósmico determinado por la injusticia como trasunto del destino, el cual, como fuerza irresistible fruto de la misteriosa combinación de azar y necesidad, gobierna los actos de los personajes.

Otras Publicaciones

Con posterioridad, el duque de Rivas fue embajador en Nápoles (1846) y en París (1859), y director de la Real Academia Española. De su última etapa son la comedia Tanto vales cuanto tienes (1840), el drama El desengaño de un sueño (1842) y el estudio histórico Historia de la sublevación de Nápoles (1848). En 1841 publicó sus Romances históricos: destaca de esta colección de sesenta y nueve romances un gusto por lo decorativo y descriptivo, por las sensaciones casi pictóricas en las que se reconocía su afición por este arte, del que llegó a ser un notable maestro, así como la variedad temática. De entre los de ambiente medieval merecen mencionarse romances como Don Álvaro de Luna y Una antigualla en Sevilla; otros se sitúan en la época de los Austrias: Un castellano leal, Una noche en Madrid, Recuerdos de un gran hombre, El mayor desengaño y El Conde de Villamediana. Escribió también por esos años algunas leyendas románticas al estilo de Zorrilla, pero con menor soltura, como La azucena milagrosa (1847).

Fuentes