Árbol de Navidad

Árbol de Navidad
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Árbol de Navidad. Es un árbol decorativo, tradicionalmente se utiliza un pino de hoja perenne, puede ser natural o artificial de plástico y otros materiales sintéticos. Cada 8 de diciembre se comienza a decorar el arbolito de Navidad, se le suma por lo menos un adorno nuevo, por tradición. Es un ritual que aún continúa uniendo a las familias y que marca el inicio de la Navidad que acaba el 6 de enero del año siguiente, tras la llegada de los Reyes Magos, se desarma el arbolito.

Historia del Árbol de Navidad

Cuentan las crónicas antiguas que los antiguos egipcios tenían la costumbre de celebrabar los fines de año con una ceremonia en la que era común llevar una penca de palma de doce hojas, simbolizando cada una a cada mes del año. Con todas ellas se realizaba una pirámide y se quemaba en honor a los dioses.

No obstante, el árbol de Navidad, tal y como hoy lse le conoce, tiene su origen en Alemania. Todo sucedió un día de Navidad de la primera mitad del siglo VIII. En aquel entonces San Bonifacio, un misionero británico, se encontraba predicando un sermón para convencer a los druidas alemanes de que el roble no era sagrado. En ese momento, un roble cayó destrozando todos los arbustos y árboles más pequeños que encontró a su paso. Del desastre consiguió salvarse solo un pequeño abeto: San Bonifacio lo consideró un milagro y le llamó 'el árbol del Niño Dios'. Así, en las sucesivas Navidades los cristianos celebraban la Festividad plantando abetos y, posteriormente, esta costumbre evolucionó hasta dar lugar a la actual decoración.

Leyendas del árbol de Navidad

  • El árbol del Niño Jesús. Cuenta la leyenda que, en la primera mitad del siglo VIII, un roble que los paganos consideraban sagrado cayó sobre un abeto. Milagrosamente, éste quedó intacto, por lo que fue proclamado el árbol del niño Jesús. Su forma triangular se dijo que era representativa de la Santísima Trinidad, con el Dios Padre en la cúspide.
  • El abeto del cristianismo. Una historia muy similar a la anterior dice que, también en el siglo VIII, el monje inglés Winfrid taló en Nochebuena un roble que era utilizado en las festividades paganas para ofrecer vidas en sacrificio. En ese mismo lugar brotó, 'milagrosamente', un abeto, por lo que se decidió tomar este árbol como emblema del cristianismo.
  • El árbol luminoso. Otra leyenda nos lleva hasta el rey Arturo. Se dice que Persifal, uno de los caballeros de la Mesa Redonda, descubrió un árbol lleno de luces brillantes, que se movían como estrellas, mientras buscaba el Santo Grial o cáliz de la última cena de Jesús. También el escritor alemán Goethe, en su libro 'Werther', hizo mención a un frondoso arbusto lleno de caramelos y figuras religiosas.
  • El árbol de la vida eterna. Algunos cuentan que el origen del árbol hay que atribuírselo al monje inglés San Bonifacio. Se dice que, en uno de sus viajes, encontró a un grupo de paganos alrededor de un gran pino en el instante en el que iban a sacrificar a un niño en honor al dios Thor. Para evitar el sacrificio y salvar al pequeño, San Bonifacio derribó el árbol con un poderoso y potente golpe de puño. El santo dijo a los allí congregados que ese pino era el árbol de la vida eterna de Cristo.
  • Luces de colores en el bosque. Cierta historia cuenta que Martin Luther King, caminando por un bosque en vísperas de Navidad, se quedó deslumbrado por la belleza de millones de estrellas que brillaban a través de las ramas de los árboles. Quedó tan impresionado que decidió cortar un pequeño árbol y llevárselo a casa. Allí recreó la misma belleza que contempló en el bosque colgando luces de colores.

Orígenes de la tradición del Árbol de Navidad

La tradición del árbol de Navidad tiene unos orígenes muy confusos. Desde la antigua creencia germana de que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas. Cuando llegaron los primeros cristianos a Europa, se encontraron con que los habitantes locales celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, con la decoración de un árbol de hojas perennes en una fecha cercana a la Navidad cristiana. Esta planta simbolizaba el Universo, denominado Yggdrasil.

Como una más de las acciones de evangelización, los cristianos tomaron esta idea pero le cambiaron totalmente el significado. Según estiman los historiadores, fue San Bonifacio (680-754) quien en Alemania tomó un hacha, cortó uno de los árboles que representaba al Yggdrasil, y plantó en su lugar un pino. Como era perenne, simbolizó con él el amor de Dios, y lo adornó con manzanas (que representaban el pecado original y las tentaciones) y velas ("la luz de Jesucristo como luz del mundo").

Se cree que el primer árbol de Navidad, como lo conocemos en la actualidad, se armó en Alemania en 1605. Desde allí, se expandió al resto de Europa. A España llegó, según los historiadores, en 1870, de la mano de la rusa Sofía Troubetzkoy, ex cuñada de Napoleón Bonaparte y casada en segundas nupcias con un aristócrata español.

Documentos que apoyan la tradición

Los primeros documentos que nos hablan de la costumbre de colocar en Navidad árboles de abeto o de pino en las casas, son del s. XVII y mencionan a la región de Alsacia, tierra que se encuentra como Alemania y Francia. En los países nórdicos, en el siglo XVI, se empiezan a reunir las familias en torno a un árbol de Navidad.

El día 24 los niños eran llevados a pasear o de día de campo, mientras los adultos colocaban y decoraban con dulces y juguetes el árbol; a su regreso los niños eran sorprendidos con el árbol y así daba inicio la celebración de la fiesta de Navidad. Esta costumbre cobra fuerza y se extiende como moda cuando la Reina Victoria de Inglaterra para celebrar la Navidad hace colocar un árbol en el palacio decorándolo con velitas que hacen relucir una serie de bellos y finos adornos.

Con el paso del tiempo se tomó la costumbre de adornar el árbol de Navidad con luces, ángeles, lazos, guirnaldas, etc. en las casas y el día 6 de enero la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, dependiendo la leyenda de la región donde se encuentre los regalos son enviados por los Reyes Magos, Olentzero o Papá Noel.

Significado del Árbol de Navidad

Para los hombres los árboles tienen un significado muy especial. En todas las culturas encontramos que el árbol tiene cierto significado antropológico, místico y poético. Se le tiene cierta reverencia por los beneficios que aporta al hombre. Para algunas culturas el árbol tiene un significado místico ya que representa el medio de unión entre el cielo y la tierra: ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hasta el cielo; por eso en muchas religiones, sobre todo en las orientales, el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, del encuentro del hombre con la divinidad y de la divinidad con el hombre. Es muy común el que los árboles estén relacionados con la fecundidad, el crecimiento, la sabiduría y la longevidad.

En Mesoamérica el ahuehuete es considerado sagrado. Las tribus nórdicas europeas y americanas como los druidas, tenían árboles sagrados alrededor de los cuales se reunían para ritualmente entrar en comunión con Dios. Dios se ha valido de la forma en que los hombres ven a los árboles para dar a conocer su plan de salvación particularmente cuando se trata del misterio de la encarnación del hijo de Dios para salvar al hombre.

Algunas asociaciones según textos bíblicos

  • 1) En primer lugar se asocia al árbol de Navidad con el árbol de la vida, que lucía en medio en medio del Jardín del Edén y después de la caída desaparece; la fruta y las decoraciones nos recuerdan las gracias y dones que el hombre tenía cuando vivía en el Paraíso en completa amistad Dios.
  • 2) Por el nacimiento de Cristo, los hombres renacen y tienen acceso a la plenitud de la vida. El árbol de Navidad representa el haber recobrado dichos dones gracias al sacrificio de Jesucristo. Los adornos del árbol y las luces que se encienden representan el nuevo estado paradisíaco que el amor de Cristo nos prepara.
  • 3) En la Biblia, el árbol aparece como un símbolo de la Vida, árbol que Dios coloca en medio del Paraíso como fuente de la inmortalidad (Gen 2, 9,3,22). Pero el árbol puede también simbolizar la falsa sabiduría, la soberbia y la muerte cuando el hombre se aparta de Dios (Gen 2, 16-ss) seducido por la apariencia engañosa de este árbol y comiendo su fruto (gen 3, 2-6).
  • 4) Pero Cristo vino no únicamente a los hombres, vino como cabeza de una nueva creación, renovando todo lo que estaba caído.
    Por eso el árbol de Navidad representa esa naturaleza restaurada y engalanada para recibir a su redentor; el árbol perennemente verde quiere saludar en nombre de la naturaleza renovada a su Señor.
  • 5) Las luces representan la luz de Cristo en nuestra vida. y la estrella que en algunas ocasiones se coloca en la punta representa a la estrella de Belén que anuncia la redención a la humanidad.

Simbología de la decoración

La colocación en el hogar de un pequeño pino o abeto es uno de los actos más significativos de la Navidad en nuestros días. Sin embargo, no es suficiente su presencia, sino que es necesario llenarlo de adornos, entre los que se encuentran las esferas de cristal, las figuras diversas que se cuelgan o el popular espumillón. No obstante, si se quiere decorar de forma perfecta es necesario incluir iluminación, que le proporciona un aspecto más espléndido y navideño.

También se pueden citar una serie de elementos que forman parte de una simbología cristiana, como la estrella que se coloca en la copa del árbol, que representa el astro que siguieron los tres Reyes Magos y que les guió hasta Belén. Este elemento puede ser sustituido por un angelito, que podría venir a interpretar la paz que se vive en estas fechas, o el Arcángel, que comunicó a la Virgen su estado de buena esperanza.

El resto de los motivos también tienen su significado o constituyen la evolución de otros elementos simbólicos. De hecho, antes de colocarse luces eléctricas, la iluminación provenía de velas que simbolizaban purificación y la idea de que Cristo es la luz que guía al mundo.

Por su parte, las herraduras son otro objeto habitual y constituyen un antiguo amuleto de buena suerte. Tampoco se pueden olvidar las manzanas y bolas de colores, como una forma de atraer la abundancia para la época venidera y que aparecieron en Bohemia en el siglo XVIII, o las campanillas, que son muestra de la alegría de estas fechas.

  • Estrella: en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.
  • Bolas: rememoran las manzanas de San Bonifacio. Las actuales esferas simbolizan los dones de Dios a los hombres.
  • Luces: recuerdan las velas como luz de Cristo.
  • Colores: el azul representa la reconciliación; la plata, el agradecimiento; el oro, la alabanza; y el rojo, la petición.
  • La forma triangular del árbol está relacionada con la Santísima Trinidad.

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