Ídolo de Las Coloradas

Ídolo de Las Coloradas
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Religión o MitologíaAruaca
Patrón(a) o Dios(a) deSexualidad, Procreación masculina

Ídolo de las Coloradas. Deidad aborigen tallada en roca caliza, es un cemí antropozoomorfo, representa una mezcla de hombre y rana. La pieza es catalogada de excepcional dentro de la cultura en la región. Se destacan el excelente pulido en toda su cara frontal, además de la limpieza en sus rasgos, la percusión y el desbastado muestran el dominio del artista que supo ajustarlo al material.

Localización y hallazgo.

Se localiza actualmente en el Museo Municipal de Niquero. Fue encontrado en el barrio de Las Coloradas a unos 17 kilómetros de la cabecera municipal. En el mapa de Belic del Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía, a una escala 1:50: 000, se encuentra en las coordenadas X: 114,250; Y: 141,950; a unos dos km del sitio donde se produjo, el 2 de diciembre de 1956, el desembarco de los expedicionarios del yate Granma.

El lugar donde se produjo el hallazgo corresponde a un sitio de gran magnitud de los grupos subtaínos, muy numerosos en todo el territorio. Junto a esta importante pieza se colectaron en la superficie muestras de cerámica decorada: fragmentos de vasijas, restos de dietas y asas decoradas con representaciones zoomorfas, destacándose en éstas la imagen del murciélago.

Características

El ídolo está trabajado en una roca caliza marmórea. Sus medidas de 26 cm de largo, 14,5 cm de ancho, 7 cm de profundidad y un peso de 3680 gramos (8 libras), convierten a esta pieza en la más representativa de la colección de ídolos que posee el Museo Municipal de Niquero.

En sentido general, tiene forma ovalada, sus lados se encuentran perfectamente delimitados. Representa el sexo masculino. En la vista frontal, presenta en su parte superior la cabeza de un ser humano, completamente discernible, notándose visiblemente la nariz y los arcos superciliares por encima de sus ojos, trabajados en forma de grano de café. La boca ha sido trabajada de manera similar a los ojos, pero de un tamaño mayor.

En ambos laterales, aparecen las orejas que se encuentran representadas por dos grandes protuberancias, notándose la singularidad del estilo con que el artista quiso destacar en la deformación fronto-occipital que, según la tradición, se practicaba a sus semejantes.

En la parte inferior este ídolo adquiere una apariencia zoomorfa. Son perfectamente reconocibles las patas de un gran sapo, en cuyas terminales se han practicado pequeñas incisiones lineales que forman sus dactilares. Entre las patas, en la parte central inferior, aparece una gran protuberancia a relieve que puede representar el falo u órgano reproductor masculino. Como han señalado los investigadores Guarch y Queretejas que por la frecuencia con que aparecen las ranas no cabe duda que debieron tener cierto peso en el universo mítico de estos pueblos indígenas, además de un irresistible atractivo[1].

El ídolo, desde la vista lateral, nos ofrece un gran batracio en posición para efectuar el asalto, distinguiéndose perfectamente esta disposición en la forma de las extremidades inferiores.

El Ídolo de Las Coloradas constituye una pieza de gran valor excepcional dentro del resto de los objetos que forman la Selección de Arqueología del Museo de Niquero, siendo además la única en la provincia de Granma con estas dimensiones. Se destacan en la obra el excelente pulido en toda su cara frontal, además de la limpieza en sus rasgos. El artista dio muestras de su gran dominio en las técnicas de percusión y desbastado, ajustándolos al material.

Mitología

Según el mito pudiera tratarse de Cotocote, símbolo de la procreación masculina, raíz generadora de la sexualidad más absoluta, hermosa, exquisita, total, en todas sus posibles manifestaciones en ambos sexos.

Este cemí pertenecía al cacique Guamarote, quien tuvo muchos enemigos que querían poseer aquél cemí, el cacique lo guardaba en el alto de su caney y en las noches, esa deidad se potenciaba y al abandonar su reclusorio diurnio, bajaba para hacer el amor y yacer con las mujeres de la tribu en amorosa y orgiástica unión con el que cada noche se gestaban nuevas vidas.

Véase También

Fuentes

  1. Domínguez González Leonel. Ídolos aborígenes de Niquero. Bayamo, Granma: Ediciones Bayamo.2002
  2. De la Hera Jeréz Y. Estudio de la colección arqueológica del Museo Municipal de Niquero.2011

Referencias

  1. José Manuel Guarch y Alejandro Queretejas: Mitología aborigen de Cuba. Publicigraf, La Habana, 1992, p.21.