Órgano oriental

Órgano oriental
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Instrumento musical de origen francés
En la imagen: La familia Ajo de Calixto García, Holguín, que tuvo en Tropicana su gran esplendor en la década del setenta.

El órgano oriental es un instrumento musical, especie de cajón de música, que llega desde Francia en 1885 por el puerto de Cienfuegos (centro de Cuba) y más tarde, pasó a Manzanillo (oriente de Cuba) donde se convirtió en el favorito de las fiestas. Se hizo tan popular en bailes y fiestas que actualmente lo acompañan timbales, pailas, tumbadoras, güiro, guayo y ya es parte del folclor cubano.

Su llegada a Cuba

Los primeros órganos llegaron a Cuba en el Siglo XVI, algunos con destino a las Iglesias, otros a las Ferias. En 1544, Miguel Velázquez, hijo de Diego Velázquez hiciese sonar este instrumento en la Catedral de Santiago de Cuba. Su llegada a La Habana se retrasa casi dos siglos y para el año 1794 el Papel Periódico de La Habana anuncia en sus páginas la venta de un órgano de cilindros, lo que permitió la comercialización de este novedoso instrumento musical.

Ya en [[1871]] el auge del instrumento obliga al cabildo y a la policía de la ciudad tomar medidas para los bailes con órganos y es cuando Manuel de Calde, Jefe de Policía, informa al Cabildo el cobro de bailes con órganos donde las tarifas se cobraban de forma diferenciada, a cuatro pesos los negros y a dos pesos los blancos.

Pero no fue hasta la primera mitad del Siglo XIX, a partir de la Patente italiana de Barbieri, que fábricas francesas, entre ellas, la Limonair, comienzan a construir los órganos de cartón, conocidos como neumáticos.

En Cuba fue vista la singular caja de música hacia 1850, en La Habana y Cienfuegos. La familia Borbolla, de Manzanillo (en la actual provincia de Granma), hizo posible que el instrumento llegara al Oriente cubano. Fue la iniciadora de lo que sería una tradición en esta parte de la isla.

Aceptación del órgano en la región de Oriente.

Fue tal la aceptación del órgano en la región oriental que los Borbollas se unieron a los fabricantes franceses para importar nuevos instrumentos, piezas para repararlos y, por supuesto, el repertorio actualizado de Valses y Polcas. Francisco Borbolla

Francisco Borbolla (Pancho) envía dos de sus hijos: Carlos y Francisco a recibir clases de piano y lecciones con reconocidos organistas franceses en el año 1926. Mientras en Manzanillo, el viejo Borbolla había logrado construir íntegramente un órgano en 1929, al que bautiza con el nombre de La Orquesta.

Mucho se le debe a esta familia en cuanto a la tradición del órgano oriental. Carlos, además de constructor, fue un compositor de excelencia con verdaderos clásicos, como El Barrilito, que aún perdura en el gusto musical del cubano. No solo había estado siguiendo el negocio de órganos que desarrollara su padre desde inicios del Siglo XX; sino que había logrado sustituir el repertorio de polkas, Mazurk y valses de los cartones perforados importados de Francia, por una música realmente cubana:Rumbas, Sone, Pregones y Danzones que hacen un total de 54 piezas, escritas entre 1937 y 1951, a las que él mismo llamó organeros y que estaban destinadas a amenizar cuanta fiesta se realizara en el pueblo de Manzanillo y sus alrededores, a esparcir la tradición del órgano de baile.

Los Hermanos Ajo fueron acogidos en Manzanillo por un grupo de músicos emprendedores, los cuales se cuenta que enviaron a uno de sus miembros a Francia a conocer el secreto de la imbricación de la madera con los fuelles y de la perforación de las cintas encartonadas donde se marcaban los acordes musicales.

Es por esto que los hermanos Ajo se convirtieron en fabricantes de órganos de manigueta a base de la propulsión del aire por tubos que daban hacia los agujeros, donde al salir este producían los diferentes acordes: violín, viola, chelo y voces. De esa forma, el órgano se convertía en instrumento acompañante, con paila y guayo de cuantas fiestas se diera en el golfo de Guacanayabo y los territorios aledaños de Puerto Padre, Las Tunas y Holguín.

Actualidad

No sería hasta los años noventa que llegara un órgano fijo a Palma Soriano, bautizado con el nombre de Brisas de Palma, cuando la casa de la cultura Ángel Peralta Telles adquirió dicho instrumento musical complejo, con paila y guayo; luego es trasladado a la casa municipal de la trova Juan Guirola, enclavada esta en la popular esquina Maceo y 26 de julio.

Del cajón de maderas finas salen las notas de Adiós Palma Soriano, la melodía de Ramón Cabrera que inmortalizara Benny Moré. Es como si se hubiera detenido el tiempo allá por los años 50 y alguien fuera a llegar a toda carrera para gritar a los cuatro vientos...!llegaron los caballitos!.

En la actualidad, el músico Lino Borbolla, sobrino de aquellos que fueron a París, tiene todas las partituras del repertorio que ellos hicieron especialmente para el órgano. Cuando suelta el saxofón, va enseguida a darle vuelta a su viejo órgano llamado El Son, con el cual nos ha visitado para regalarnos un encuentro con lo más genuino de la historia de este instrumento musical.

El modelo actual es de madera con dos grandes maniguetas. Una mueve los rollos de cartón que tienen caladas las notas musicales: un agujero para cada nota; la otra, acciona un fuelle el cual proporciona el aire necesario para hacerlo.

Curiosidades

El órgano oriental también tuvo participación en las guerras de independencia. En el interior de este instrumento, los patriotas trasladaban armas y medicinas de un pueblo a otro con el pretexto de ir a tocar en un baile.

Véase también

Fuentes