Abadía de Kleymore

La Abadía de Kylemore
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (edificio)
Kelemore .jpg
Es uno de los lugares más visitados del país
Descripción
Tipo:edificio
Estilo:neogótica
Localización:Kylemore, Connemara, Co. Galway, Irlanda
Uso inicial:Hogar Privado
Uso actual:Abadía
Datos de su construcción
Inicio:1867
Término:1871


La Abadía de Kylemore. Es un convento de monjas benedictinas fundado en 1920 sobre la base del castillo de Kylemore, en Connemara, condado de Galway, república de Irlanda.

Ubicación

La Abadía de Kylemore está situada a los pies del lago de Kylemore en la zona norte del Parque cerca del pueblo de Letterfrack. Galway, Irlanda

Historia

Inicialmente fue erigido como castillo. Mitchell Henry ordenó construirlo en el año 1867, enamorado de los paisajes de Connemara y gran amante de la caza y la pesca. En el año 1903 fue vendido a los Duques de Manchester, los cuales vivieron en el castillo muy poco tiempo. No fue entonces hasta el año 1920, cuando los monjes Benedictinos adquirieron el castillo y lo convirtieron en Abadía, Colegio para chicas y actualmente convento de monjas benedictinas en Connemara, condado de Galway, república de Irlanda.

El motivo de la adquisición fue nada menos que al acabar la I Guerra Mundial su antigua abadía en Bélgica había sido destruida.

El nombre de Kylemore es originario de las palabras irlandesas Coill Mór, gran madera. Fue construida entre 1863 y 1868 como hogar privado para la familia de Mitchell Henry, político y empresario de Mánchester, Inglaterra, que fue también parlamentario por el condado de Galway entre 1871 y 1885.

Tras cambiar de manos en dos ocasiones más, el castillo se transformó finalmente en abadía cuando las monjas benedictinas huyeron de Ypres, Bélgica durante la Primera Guerra Mundial.

La bella y triste historia de la Abadía de Kylemore

En 1867, el matrimonio Henry visitó el Parque Nacional de Connemara durante la estación de pesca para pasar sus vacaciones. Eran una familia de comerciantes que se habían vuelto ricos en Manchester. Estaban paseando tranquilamente a caballo cuando Margaret Henry le dijo a Mitchell: "Me encanta Connemara, hazme una casa aquí, Mitchell". Mitchell respondió: "No te haré una casa, querida, te haré un castillo". Tras 4 años de construcción, se inauguró el castillo de Kylemore. Pero Mitchell no se limitó al castillo. En los cenagales típicos de Connemara, donde sólo hay hierba y arbustos, plantó todos los árboles que formaron los bosques que rodean el lago Kylemore y además contrató a jardineros para completar el Jardín Victoriano de Kylemore. Lo que parecían años felices para la familia, pasaron a ser años amargos cuando Margaret Henry murió en 1874, y poco después falleció su hija pequeña, que era la favorita de Mitchell. Todas estas tragedias amargaron la vida al resto de la familia por lo que se marcharon de Connemara. Vendieron el castillo, el jardín y todas sus pertenencias a los Duques de Manchester. Ellos no eran como el matrimonio Henry. Hicieron multitud de fiestas y descuidaron el Jardín y los bosques de los alrededores. Poco después perdieron el Castillo jugándose su propiedad en una partida de cartas. El castillo estaba abandonado cuando las monjas benedictinas lo compraron por un precio simbólico a la gente local, medio siglo después de que fuese construido. Ellas lo arreglaron y lo convirtieron en una abadía y un colegio para niñas. También construyeron la pequeña Iglesia de estilo gótico que se encuentra en los alrededores de la Abadía. En la actualidad, todo el terreno pertenece a las monjas benedictinas y está destinado únicamente al turismo.

Los Jardines Victorianos y la Piedra de los deseos

Después de un pequeño paseo por los bosques que rodean el lago Kylemore llegamos a los Jardines Victorianos. Están rodeados por un muro que recuerda la cultura japonesa. Están muy cuidados y son muy bellos. Tienen además, tres invernaderos, donde hay plantas muy exóticas para el clima de Irlanda, como palmeras o sandías. Por otro lado, caminando por el bosque del Lago, cerca de la Iglesia Gótica está la Piedra de los Deseos. Se trata de una gigantesca roca en forma de triángulo. A unos pocos metros se encuentran 5 dedos de madera que salen desde el suelo. La leyenda dice que tienes que colocarte de espaldas a la Piedra de los Deseos, coger una piedrecita y lanzarla hacia arriba. Si logras que la piedrecita toque el vértice del triángulo tu deseo se cumple.

Restauración

El castillo estaba abandonado cuando las monjas benedictinas lo compraron por un precio simbólico a la gente local, medio siglo después de que fuese construido. Ellas lo Restauraron y lo convirtieron en una abadía y un colegio para niñas. También construyeron la pequeña Iglesia de estilo gótico que se encuentra en los alrededores de la Abadía.

Fuentes