Abstinencia

Abstinencia
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Abstinencia es una renuncia voluntaria de complacer un deseo o un apetito de ciertas actividades corporales que se experimentan extensamente como placenteras. Generalmente, el término refiere a la renuncia a la cópula sexual y otras relaciones sexuales, al consumo de bebidas, -normalmente alcohólicas- así como de comidas y alimentos. La práctica puede presentarse por prohibiciones religiosas o consideraciones prácticas.

Formas de Abstinencia

La abstinencia tiene formas diversas. Se refiere comúnmente a una abstinencia temporal o parcial de alimento, como en el ayuno. Como el régimen se piensa que es un acto consciente elegido libremente para realzar la vida, la abstinencia se diferencia a veces del mecanismo psicológico de la represión. Éste es un estado inconsciente que tiene consecuencias malsanas. Freud llamó sublimación al acto de encauzar las energías sexuales en actividades más culturalmente o socialmente aceptables.

La abstinencia en la religión

La abstinencia puede presentarse como un elemento ascético, presente en la mayoría de las religiones o una necesidad subjetiva de disciplina espiritual. En su contexto religioso, la abstinencia se utiliza para elevar al creyente más allá de la vida normal del deseo hasta un ideal elegido siguiendo una trayectoria de renuncia.

En el ámbito judío

Hay numerosos textos del Antiguo Testamento que tratan de la abstinencia y fue causa de un testimonio especial ante los paganos, por ejemplo, durante el gobierno de Antíoco IV Epífanes. Dos clases de abstinencia de alimentos: la que corresponde a algunas carnes siempre sin importar de quién los tome y aquellos que estaban prohibidos durante algún período o para ciertas personas. En el primer caso se encuentran los animales impuros: los cuadrúpedos que no rumían y que no tienen hendidas las pezuñas;2 los peces que no tengan escamas ni aletas también son impuros;3 en cuanto a las aves existe una lista exhaustiva: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, el buitre, el halcón, el cuervo, el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán, el búho, el somormujo, el ibis, el cisne, el pelícano, el calamón, la cigüeña, la garza, la abubilla, el murciélago


En el ámbito cristiano

En el cristianismo primitivo se planteó, debido al proselitismo realizado entre no judíos, el tema de las comidas impuras. Primero con el sueño que los Hechos de los Apóstoles narran que tuvo Pedro (cf. Hch 10, 10-16), luego con el Concilio de Jerusalén se decidió abolir las categorías de animales impuros aunque se mantuvo el no beber sangre ni comer animales sacrificados o ahogados (cf. Hch 15, 20). La Iglesia católica mantiene una tradición de evitar comer carne los días viernes de Cuaresma, el Miércoles de ceniza y el Viernes Santo y toda la Semana Santa.

Fuentes

Artículos