Acción en pueblo de Jiguaní y en caserío de Guisa (1869)

Acción en pueblo de Jiguaní y en caserío de Guisa
Información sobre la plantilla
Fecha:1868
Lugar:Bayamo
País(es) involucrado(s)
Bandera de España España y Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Donato Mármol Tamayo


Acción en pueblo de Jiguaní y en caserío de Guisa. Revelación de hechos históricos.

Antecedentes

Con la creación del Ayuntamiento en 1775, la factoría de tabaco y el montaje de un ingenio azucarero, Guisa cobra un importante auge, florecimiento que decayó para la primera mitad del siglo XIX, hasta tal punto que se convierte en el partido más pobre de la jurisdicción.

En Bayamo surgió la iniciativa de organizar el movimiento revolucionario, y de ella nació el Comité Revolucionario, el 14 de agosto de 1867, encontrándose en Jiguaní Donato Mármol Tamayo.

En este poblado y Manzanillo se constituyeron filiales. En cada pueblo establecían un comité, en cada caserío un delegado. Mármol era el máximo gestor de la rebelión contra el colonialismo Español en Jiguaní, y llevaba la tarea con máxima discreción en los poblados de Jiguaní, Santa Rita, la Concepción, Baire y otros lugares de la jurisdicción y mantenía un directo con el comité de Bayamo.

Donato Mármol fue informado de la reunión del 3 de agosto de 1868, donde los conspiradores, convocados en la finca San Miguel de Rompe, en Tunas, y presidida por Calos Manuel de Céspedes, recibieron orientaciones sobre el levantamiento.

Primera acción combativa

Las guerras de liberación encuentran en este pueblo el vértice del triángulo estratégico formado por Bayamo-Guisa-Jiguaní. La primera acción combativa de la Guerra de los Diez Años acaeció aquí el 13 de octubre de 1868, cuando un grupo insurrecto comandado por Francisco Maceo Osorio atacó y tomó el poblado.

Acciones similares se repitieron a lo largo de la guerra, como resultado de las cuales a partir de 1872 el Estado español decidió convertir a Guisa en un importante centro fortificado, lo que en vez de ahuyentar a los bravos jefes mambises fue motivo de aliento para continuar su hostigamiento. Antes de la medianoche del 17 de octubre de 1872 el general Calixto García consigue retomar el poblado en contundente victoria.

Años más tardes, en 1897, este general volvería a repetir la proeza, esta vez con creces, pues Guisa se había convertido en una plaza casi inexpugnable, con 7 fortines, un cuartel de Infantería y otro para la Guardia Civil, el fuerte del heliógrafo y una iglesia fortificada, obstáculos que Calixto García y otros jefes bajo su mando como Saturnino Lora y Adriano Galano, lograron tomar y destruir. Este suceso acontecido entre los días 28 y 29 de noviembre, resultó ser la última gran batalla de la Guerra del ´95 y la más importante de todas las ocurridas en el período de 1868 a 1898.

Al finalizar la guerra insurreccional los propios mambises se entregan a la reconstrucción del pueblo y con el advenimiento de la república neocolonial Guisa queda comprendida como barrio de Bayamo, cuya vida económica y social sigue dependiendo únicamente de la tierra. Durante la etapa neocolonial se producen varios episodios de sublevación contra las injusticias. Surge el Partido Unión Revolucionaria Comunista (URC), luego PSP, fundado en Guisa en 1938, que dirige su labor política ideológica hacia las montañas y organiza en sus filas a unos doscientos campesinos, quienes crean las asociaciones de Los Saos y Bejuquero y mantienen una lucha constante contra las prerrogativas y abusos de los terratenientes.

Revelación de hechos históricos

El Gral. Conde de Balmaceda, jefe de operaciones de las tropas españolas sobre este departamento, que acampa hoy con una fuerza de dos mil y pico de hombres en la incendiada ciudad de Bayamo, trató hace poco de ocupar militarmente este territorio, para cuyo objeto mandó una guarnición de quinientos hombres al pueblo de Jiguaní y otra de doscientos al caserío de Guisa. En vista de esto determiné atacar dichas guarniciones, sin embargo de nuestra escasez de pertrechos y de la inutilidad de nuestro armamento y dí órdenes al Gral Donato Mármol para que avanzase sobre Jiguaní, mientras el C. Gral. Modesto Díaz hostilizaba con sus fuerzas una columna enemiga de mil hombres, que desde Manzanillo conducía un convoy, y que ha sido muy bien batido en su tránsito, por el indicado Gral Díaz y sus subalternos inmediatos.

El C. Gral, Mármol, cumpliendo con lo que le mandé, cayó sobre la guarnición de Jiguaní y estuvo batiéndose tres días seguidos en las mismas calles de la población, hasta obligarla a atrincherarse en la plaza única que allí existe, donde le hacia fuego desde una loma con dos cañones, cuando él y sus soldados no se batían cuerpo a cuerpo en las trincheras enemigas. La llegada de un auxilio de quinientos hombres, enviados por Valmaseda, hizo retroceder a Mármol hasta la indicada loma, donde continuó sosteniendo el fuego hasta la llegada de otra columna enemiga de trescientos soldados que le hicieron agotar sus últimos pertrechos, al extremo de verse obligado a abandonar el puesto y retirarse con sus tropas a una legua de la referida población: lo acompañaron al combate los Grales, Gómez y Figueredo (Félix). Tuvo por su parte veinte bajas entre muertos y heridos y el enemigo cerca de doscientas; sin que esta enorme diferencia parezca extraña en atención a que Mármol tenía colocado sus cañones en buena posición, al arrojo de sus tropas, y al terror que a nuestros enemigos inspiran los ataques al machete.

Después de haber concluido el Gral Modesto Díaz de hostilizar hasta el mismo Bayamo la columna que conducía el referido convoy, le ordené que atacase con una fuerza de cerca de mil hombres en su mayor parte armada de machetes, a la guarnición que se hallaba en Guisa, lo que hizo inmediatamente, obligándola a retroceder desde una legua del caserío donde empezó a batirla hasta la iglesia del mismo, donde se encastilló, y la tuvo tres días sitiada, hasta obligarla a levantar bandera blanca, que no dio ningún resultado, porque a los pocos momentos de estar enarbolada, llegó una columna enemiga de quinientos hombres, que a costa de grandes pérdidas pudo, al fin avanzar hacía el mencionado caserío. El C. Gral. Díaz se retiró con muy pocas pérdidas por su parte, y casi ningún pertrecho, y hoy hace cuatro días que en unión de los Grales Gómez y Aguilera, se está batiendo con otra columna de ochocientos hombres, que desde Bayamo se dirigían a Manzanillo, la cual han batido completamente hasta hacerla retroceder al punto donde salió, sin que sepamos todavía las bajas que se le hicieron, teniendo por nuestra parte un muerto y cinco heridos.

Fuente

  • Carlos Manuel de Céspedes: Carta al Representante de Cuba en los Estados Unidos (fechada en el Cuartel General de Santa Rita el 22 de Marzo de 1869), en Fernando Portuondo del Prado y Hortensia Pichardo Viñals: Carlos Manuel de Céspedes: Escritos, ed. Cit. T. I. pp. 161-162.
  • Jiguaní: primer pueblo libre de Cuba. Disponible en: lademajagua.cu. Consultado el 27 de noviembre de 2018.
  • Historia y Cultura de Guisa. Disponible en: www.crisol.cult.cu. Consultado el 27 de noviembre de 2018.