Adamila Jacomino Tejeda
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Adamila Jacomino Tejeda (Sancti Spíritus, 24 de septiembre de 1972) es una judoca cubana, Gloria del deporte cubano. Sus condiciones eran excepcionales tanto así que llegó a escalar el podio en la Olimpiada de Barcelona, 1992. Representó a Cuba en dicho evento en los 72 kg. Completaban la nómina Legna Verdecia en 48 kg, Beatriz Roger en 52 kg, Madelaine Zulueta en 56 kg, Ivania Yate en 61 kg, Ileana Beltrán en 66 kg y Daima Beltrán en más de 72 kg. Arribaron a Maiquetía el 10 de marzo luego de pasar tres días en Panamá. De 5 combates, 4 fueron ganados por ippón, solo el combate frente a la venezolana se dilató al tiempo máximo. Esta fue una de las ocasiones que como decía el conocidísimo técnico y preparador cubano Ronaldo Veitía, “hay que ganarle al contrario y al árbitro también”.
Sumario
Síntesis biográfica
Hija de Crispín Jacomino Núñez y Riselda Tejeda Valdivia, posterior al nacimiento de dos varones y tres hembras. Su familia residía en una zona agrícola aledaña al poblado de Guasimal, por lo que la actividad fundamental de su padre y sus hermanos fue el trabajo en el campo. Su madre dedicó toda su vida a las actividades domésticas y al cuidado de los hermanos. A la edad de dos años se mudaron a otra zona rural nombrada “Pojabito” por razones de mejoramiento laboral del padre y además vivían allí otros miembros de la familia.
En 1980, con la apertura de Mariel, muchas familias cubanas deciden abandonar el país para ir a los Estados Unidos, dejando atrás sus viviendas y bienes. El gobierno cubano automáticamente otorgó esas casas a trabajadores destacados y fue así, como al padre se le dio una en la calle Pancho Jiménez# 115.
Estudios
Cursó sus primeros estudios en la escuela primaria “Mártires del Granma” comenzó el primer grado hasta tercero. Su tránsito por este centro fue muy bueno con excelentísimos maestros y un buen debut en la lectura y escritura, así como en los cálculos, razón esta que le permitió estar siempre presente en los concursos y todo tipo de actividad que se realizó en la escuela, como al padre se le dio una en la calle Pancho Jiménez# 115, razón por la cual fue trasladada a la escuela “Rubén Martínez Villena”.
Allí solo cursó el 4to grado, pues buscando estar cerca de su abuela permutaron muy rápido para kilo 12 otra vez y retornó a la escuela “Mártires del Granma”. En esta escuela, gracias a los programas del INDER y Educación, practicó por primera vez deporte y fue en gimnasia artística con la profesora “Lily “ en el gimnasio de la antigua Escuela Formadora de Maestros, donde cursó el 5to grado.
Concluyó la educación primaria y matriculó en la secundaria “Ramón Leocadio Bonachea” Olivos 1 y cursó allí sin novedad el 7mo grado.
En 1985 abre sus puertas la EIDE Lino Salabarría Pupo que aún no había sido nombrada, demandando fuerza laboral y estudiantil, es así como su madre con necesidad de mejoramiento económico comenzó a trabajar como auxiliar de limpieza en el área de los gimnasios y por ende frecuentaba junto a ella todas las instalaciones, unas terminadas y otras por terminar.
Trayectoria deportiva
A mediados de octubre del año 1986 ya formaba parte del equipo 14-15 años de la EIDE. Ese curso fue de aprendizaje pues el equipo quedó conformado por 24 atletas de ellos 23 de nuevo ingreso, no obstante y como parte de la preparación los fines de semana se trasladaban a otras provincias a topar, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camaguey, Granma, Matanzas y Holguín fueron objetos de competencia.
Defendió la división de 56 kg y ese año en todos los topes se mantuvo invicta, mostrando mayor superioridad técnica, cumpliendo con los pronósticos ese año en los juegos INTER EIDE obtuvo oro, en los juegos escolares tuvo que conformarse con bronce.
En el siguiente curso comenzó el macrociclo de entrenamiento con un plan individual para erradicar las dificultades que habían atentado contra los pronósticos y sucedió que ese año se mantuvo igual invicta en topes y competencias y ganó oro en la fundamental.
Comenzó el curso 1987-1988 que fue el más productivo de su carrera deportiva, además había cumplido 15 años y su primera competencia se celebró en Moa Holguín donde participaron atletas de los centros nacionales ESPA y Cerro Pelado, esta vez en 66 kg. Este evento fue la línea divisoria entre la etapa escolar y de mayores. Cayó en el pase con una ex atleta del Cerro Pelado que la superaba en peso, pues siempre regaló 1 o 2 kilos, en edad y fundamentalmente en experiencia pero desde muy joven le han gustado los retos. Fue un combate muy reñido, todo estaba a su favor, el marcaje solo se mantenía unos segundos a favor de una u otra, no fue hasta los últimos segundos que la superó técnicamente obteniendo la victoria y cediéndole el paso a la semifinal frente a Odalis Revé, esta atleta formaba parte del elenco joven que había entrado ese año al Cerro Pelado. Sus condiciones eran excepcionales tanto así que llegó a escalar el podio en la Olimpiada de Barcelona, 1992. El combate con la Revé fue más difícil, aún igual para ella que tampoco pudo marcarle nada y fue decidido por votación de los jueces, dándola a ella como vencedora.
Este combate a pesar de no haberlo ganado despertó el interés de los técnicos Justo Noda y Ronaldo Beitía que inmediatamente se entrevistaron con ella y con el comisionado provincial a quien le orientaron que para el 16 de octubre ya debía estar en las filas de la preselección nacional y así fue.
Sus inicios en el Cerro Pelado fueron bastante difíciles, el cambio era demasiado brusco, comenzó a llevar una vida de adulto siendo una adolescente aún, el valor responsabilidad sufrió un desarrollo acelerado y brutal, el cumplimiento de los horarios era inviolable e individual, tenía que levantarse diariamente a las 6 am y nadie le despertaba, ya no estaba mamá, ni la compañera de formación integral que había en la EIDE y así otros aspectos que en su conjunto logró superar y cumplir sin mayores dificultades.
Todo esto quedó compensado con los resultados deportivos que rápidamente empezaron su ascenso. En los topes de control se impuso en la división de 72 kg y teniendo menor posibilidad en 66 kg quedó establecida como la primera figura.
Su primera competencia formando parte del equipo nacional fue la Copa ESPAen la categoría juvenil con sede en Sancti Spíritus. Corría el año 1987, el evento tuvo lugar en la Centro Deportivo Yara, tuvo el infinito placer de brindarle a nuestra provincia un espectáculo inolvidable. Todos los combates los ganó por Impón en el primer minuto, se alzó con el oro y además con todas las placas del evento, la más técnica, el mejor combate, la más destacada, todo esto con apenas 15 años. Luego de esta competencia permanecieron en Sancti Spíritus por 15 días como parte de la preparación con vistas al Torneo Centroamericano a celebrarse del ll al 15 de marzo en Puerto Ordaz, [Venezuela]].
Representó a Cuba en dicho evento en los 72 kg. Completaban la nómina LegnaVerdecia en 48 kg, Beatriz Roger en 52 kg, Madelaine Zulueta en 56 kg,Ivania Yate en 61 kg, Ileana Beltrán en 66 kg y Daima Beltrán en más de 72 kg. Arribaron a Maiquetía el 10 de marzo luego de pasar tres días en Panamá. De Maiquetía se trasladaron rápidamente a Puerto Ordaz donde la Compañía Venalum que patrocinaba el evento les proporcionó hospedaje y las demás provisiones. A este evento por ser centroamericano no dejaron de restarle importancia puesto que en él participaban atletas experimentados y la representación de Cuba fue la más joven, ya que el equipo principal se encontraba de gira por Europa para intervenir en justas programadas para Bulgaria, Polonia y Alemania Federal. En esta ocasión compartió viaje con el subcampeón olímpico espirituano José Rodríguez Carbonell quien iniciando la línea descendente en su carrera deportiva obtuvo bronce.
En cuanto a los 72 kg la figura más sobresaliente el evento fue la venezolana Lisbeth Hernández quien además era figura insigne de la ciudad porteña. De 5 combates, 4 fueron ganados por ippón, solo el combate frente a la venezolana se dilató al tiempo máximo. Todo el tiempo se escuchó al graderío corear a su favor, el arbitraje estaba parcializado como en la mayoría de los eventos donde participa un atleta local. Faltando apenas unos segundos logró una proyección que no dejó duda a árbitros ni a público, lo que le dio la victoria y la medalla de oro. Esta fue una de las ocasiones que como decía el conocidísimo técnico y preparador cubano Ronaldo Veitía, “hay que ganarle al contrario y al árbitro también”.
Luego de concluir esta competencia aprovechando la sede y la participación de todas las delegaciones se convocó a otro encuentro abierto donde podían presentarse más de 2 atletas por cada división y esta vez obtuvo bronce, fue derrotada por una atleta de mediano nivel técnico pero aprovechó alguna acción que le regaló. Concluido este evento regresaron a La Habana donde continuaban el ir y venir de cada día y la preparación para el Torneo Panamericano a celebrarse en Argentina.
En esta cita se presentó en mayo de 1988 luego de 5 o 6 días en Perú donde el profesor Justo Noda y Ronaldo Beitía hicieron sus contactos y consiguieron entrenar durante la estancia y así lograr mantener la forma deportiva y adaptarse al clima predominante. A esta competencia asistieron atletas de todo el continente americano.
En el judo como en otros deportes imagino que tanto los eventos nacionales, como internacionales tienen sus características propias, para nada fácil, digo esto porque es un deporte muy fuerte tanto para hombres como mujeres, donde se necesita de una excelente preparación física, técnico- táctica y psicológica. Esta vez la competencia gozaba de una mejor organización, así como las instalaciones fueron más espaciosas y cuidadosamente decoradas, se respiraba un aire de mucho nivel técnico y rivalidad, el arbitraje mucho mejor capacitado, se trataba de un campeonato panamericano. A pesar de ser esta una competencia de mayor envergadura tuvo una buena actuación. Ganó el primer combate con una cerrada diferencia ante una atleta local y cayó en su segunda presentación frente a una reconocidísima y experimentada atleta brasileña que fue campeona panamericana en India Nápoles en 1986, habiéndose marcado wazari con una técnica de proyección.
Este hecho ocasionó uno de los actos de mayor conmoción en su carrera deportiva. Terminado el combate notó un ambiente medio raro entre sus compañeros de equipo y de sus entrenadores, un rato después fueron convocados para una reunión, se estaba sintiendo tensa a pesar de que todos sus compañeros la habían felicitado por su combate. Estaba preparada para que el profe en el análisis de la competencia le echara un regaño y cuál fue su sorpresa cuando sacó de un estuche un cinturón negro con unas letras doradas que decían judo y se lo otorgó junto con un ramo de flores, luego de una sonrisa y muchos elogios dijo: “este ascenso no puede hacerse esperar te felicito a pesar de quedar en 5to lugar cumpliste los pronósticos”.
Hechos como este alimentan la voluntad y la entrega necesaria para continuar adelante. Regresaron a La Habana donde tenían también compromisos docentes, los entrenamientos los realizaban durante el día y en las noches asistían a un centro a recibir clases. En ese momento cursaba el 10mo grado, competía en el grupo con LegnaVerdecia, Daima Beltrán. Ileana Beltrán, Idania Yate y Beatriz Roger. En el centro de entrenamiento Cerro Pelado quedaba muy poco tiempo libre, solo en el horario de 11 a 12 del mediodía compartían un juego de mesas o una conversación con otro atleta.
En el año 1988 se celebró en Bulgaria los juegos juveniles de la amistad que era un evento organizado por los países europeos del campo socialista, el aval para esta competencia lo daba los topes celebrados los fines de semana en la ESPA y en el Cerro Pelado, alteradamente tomando en cuenta que los atletas de la categoría juvenil tenían que eliminarse entre ellos. A finales de junio ya el equipo estaba conformado y le tocó representar una vez más a Cuba en los 72 kilos luego de superar diversos escaños, esto incluye regionalismo, favoritismo y una serie de factores que han existido siempre.
Partieron a Europa con el profesor Justo Noda con quien compartía más cómodamente por su carácter y porque lo veían un poco más flexible que Veitia. El cambio en este evento fue muy notable, los yudocas europeos tenían un desarrollo mucho mayor, se fogueaban mucho más, el factor clima los golpeaba bastante ya que hacía frío muy seco y además había varias horas de diferencia. A pesar de todos estos inconvenientes los cubanos se mostraron en excelentes condiciones. El segundo día hizo su primera presentación sin dificultades en el peso, cerca de las 9:00 am, no fue nada fácil pero logró vencer sin problemas. Luego se enfrentó a una atleta rusa que era muy jovencita de ojos azules y pelo muy corto, de constitución física muy fuerte; el combate estaba reñido y a la voz de mate clavaba los ojos en Justo buscando orientación y él estaba allí sereno y le decía que no había quién le ganara. En un descuido la joven se apoderó de uno de sus brazos aplicándole una llave que la dejó en una situación desventajosa aunque no había ganado aún.
Volvió el árbitro a cantar comenzar y buscó una proyección completa que le propinó el título del torneo más difícil de los que participó. Todo había acabado, se retiró para ser atendida por el personal médico pero con su medalla de oro en el cuello.
Vida laboral
Fue entrenadora del Gimnasio de Judo Roberto Victoria Jaramillo (Sancti Spíritus) y en estos momentos se encuentra laborando en la Dirección Provincial de Deportes en Atención a Atletas, cargo que desempeña favorablemente.
Distinciones
- Orden “Mártires de Barbados”.
- Medalla “Rafael María de Mendive”.
Fuentes
- Delgado Sánchez, Yonder, Ms.C. (2012): «Adamila Jacomino Tejeda una gloria del judo espirituano» (Asneyda Madrigal Castro: tutor), trabajo de diploma, 2012. Sancti Spíritus, 56 págs.
- CINID (Centro de Investigación de Informática del Deporte).
