Agricultura en Cuba después de 1990

La agricultura en Cuba
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Concepto:La producción y el mercado de productos orgánicos en el mundo ha crecido de forma constante a lo largo de las últimas décadas, particularmente en los últimos diez años La agricultura es la ciencia que aplica los principios científicos y técnicos, normas y procedimientos de las tecnologías de avanzada que permitan un uso más racional del suelo y alcanzar mayores rendimientos y preservar el medio ambiente de la forma más económica posible

Agricultura en Cuba después de los años 1990. La producción y el mercado de productos orgánicos en el mundo ha crecido de forma constante a lo largo de las últimas décadas, particularmente en los últimos diez años. Existen criterios de que el mercado de estos productos ha sido el gran impulsor de la agricultura orgánica, dado lo estimulante de los precios en este mercado diferenciado, que sin duda ha desempeñado un papel activo.

Agricultura cañera

A partir de 1990 y hasta 1993 comienza un proceso de reformas, caracterizado como un proceso de ajuste, administración de la crisis y de apertura externa. Se adoptó un cronograma de emergencia nacional denominado “Período Especial en tiempo de Paz”, cuya finalidad fue la de tratar de administrar de forma racional la crisis, así como reducir y distribuir los costos sociales, adecuar la economía interna las nuevas realidades y establecer las bases para un desarrollo futuro. Los aspectos más importantes de esta apertura económica en el plano externo fueron: la promoción y apertura a las nuevas inversiones de capital extranjero, al reestructuración del comercio exterior y el desarrollo acelerado del turismo internacional.

En 1993 se decreta la constitución de las llamadas unidades básicas de producción cooperativas UBPC, surgió tomando como fundamento organizativo el funcionamiento de las coopetivas de producción agropecuarias y como base económica el patrimonio fomentado por las diversas estructuras de producción estatal que la precedieron evolutivamente durante cerca de 4 décadas de desarrollo del sector estatal.

Agricultura urbana

Por agricultura urbana se entiende la producción de alimentos dentro de los confines de las ciudades: en los patios, terrazas, huertos comunitarios y huertas de frutales, así como en espacios públicos o no aprovechados. Incluye operaciones comerciales que producen alimentos en invernaderos y en espacios al aire libre, pero en la mayoría de los casos se trata de una actividad en pequeña escala y dispersa por toda la cuidad (FAO, 1996). Existen otras definiciones que no difieren mucho de esta, en cualquiera de ellas, el elemento más común y más complejo de enunciar es el límite del área urbana y periurbana a considerar dentro de la agricultura urbana.

Este límite se establece de diversas formas: unos, lo definen como “la distancia máxima entre el centro de la ciudad y las fincas que la abastecen cotidianamente de productos frescos”; otros como “el área hacia la cual los ciudadanos pueden desplazarse para la actividad agrícola”. Por ejemplo, en Cuba, el Programa Nacional de Agricultura Urbana ha establecido, según el tamaño del asentamiento, una distancia en su periferia, fijada en kilómetros, este límite es, además de un recurso para el trabajo, un elemento importante para evitar distorsiones en cuanto al tratamiento que merece la agricultura urbana.

La definición de agricultura urbana excluye deliberadamente aspectos importantes de este tipo de agricultura, como son la silvicultura, la pesca y las circunstancias específicas de la agricultura que sale del límite periurbano, que son actividades más “intensivas” en el sentido del monto de inversiones que requiere, de la agricultura rural o tradicional. Los productos de la agricultura urbana son tan diversos como los de la agricultura rural. La primera se especializa, sobre todo, en productos que no requieren grandes extensiones de tierra, que pueden sobrevivir con insumos limitados y que, con frecuencia, son perecederos. Por eso, en las ciudades pueden verse frutales y hortalizas, pequeños animales, alimentos de alto consumo como la yuca, el maíz y los frijoles, etc.

Para enfrentar la crisis económica e insertar en el mercado internacional se hacen necesaria una serie de reformas que se implantan en todas las esfera de la vida desde el año 1992, y son las que posibilitan la entrada de Cuba al mundo capitalista, dentro de estas reformas hay que destacar las siguientes: Cambios en la Constitución, Despenalización de la tenencia de moneda libremente convertible Ejercicio del trabajo por cuenta propia (Transformación de empresas estatales en Unidades Básicas de Producción Cooperativa Reorganización de los organismos de la Administración Central del Estado, (Sistema tributario), Mercado agropecuario (Decreto-ley 191), Mercado de artículos industriales y artesanales (Ley de minas, Ley de inversión extranjera, Zonas francas y el decreto sobre Arrendamiento de viviendas.

La respuesta inmediata fue la parcelación de la tierra, primero en forma espontánea, por parte de la población de la ciudad de La Habana y después, a partir de 1994 de forma organizada y centralizada por el estado como una de las alternativas para incrementar la disponibilidad de alimentos en el país.

Generación de nuevos empleos

A inicios del año 2005 laboraban en la agricultura urbana 384.000 personas. En el año 2002 se encontraban trabajando 326.000 personas, por lo que en menos de dos años se incrementaron en 58.000 empleos. Estas cifras se mantienen para el año 2009. En los empleos generados se destaca que el 21% son mujeres, el 10% son jubilados y el 20% son jóvenes (Rodríguez, 2005). Por lo que esta modalidad agrícola ha impactado decisivamente en el empleo total y, en especial, en la ocupación de la mujer. Además le ha dado una revalorización a las personas de la tercera edad posibilitándole su reincorporación a la sociedad y, por último ha hecho viable la incorporación de los jóvenes a la vida económica del país. El promedio de trabajadores por hectárea oscila entre 8 y 15 en los huertos intensivos y entre 14 y 20 en los organopónicos. El salario básico es algo más de 200 pesos mensuales, pero vinculados al sistema de producción-estimulación que le permite alcanzar un 50 % o más de las ganancias que se obtengan por la venta de los productos a los trabajadores.

Generación de Infraestructuras de riego

El desarrollo de nuevos sistemas de riego se prevé con la puesta en marcha de la agricultura urbana. En las provincias orientales se creó el “Plan Especial” que comenzó en el año 2001 con 3.000 hectáreas de organopónicos y huertos intensivos en el 2005 sumaban 5.750 hectáreas, con modernos sistemas de riego localizado o semi-estacionario. Este proyecto se extiende a todos los territorios del país, pero con mayor énfasis en las provincias orientales, a Villa Clara, Camagüey, Pinar del Río y Ciudad de La Habana, lugares donde se hacía necesario fomentar la producción agrícola.

Se está promocionando, con esta modalidad agrícola, sistemas de riego ahorradores de agua debido a que, son sistemas de riego por goteo o por aspersión que, consumen menos agua pero, además se aplica en el momento preciso a partir de las necesidades del cultivo, de forma localizada y en dependencia del cultivo en cada momento dado.

Fuente

  • Dra. Angelina Herrera Sorzano.