Agua de mar

Para otros usos de este término, véase Aguamarina (desambiguación).
Agua de mar
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Concepto:Solución acuosa de sales con una composición de elementos constante.
El agua de mar. Es una solución basada en agua que compone los océanos y mares de la Tierra. Es salada por la concentración de sales minerales disueltas que contiene, entre las que predomina el cloruro sódico, también conocido como sal de mesa. El océano tiene un 97,25% del total de agua que forma la hidrosfera.

Formación y composición

El agua del mar, que cubre casi las tres cuartas partes de la superficie terrestre, es amarga y salada, y su densidad es mayor que la del agua de los ríos y de casi todos los lagos. Las lluvias han llevado hasta los Océanos, durante millones de años, enormes cantidades de minerales disueltos, procedentes de las tierras. Se calcula que hay en las aguas oceánicas el equivalente de la quinta parte de todos los minerales contenidos en la corteza terrestre.

Cada día se evapora una gran cantidad de agua de los mares; el vapor de agua, al elevarse, deja los minerales en los océanos y regresa a las tierras en forma de lluvia, la que disuelva más materias minerales y las transporta a los océanos. Si se evaporan todas las aguas del mar, los fondos oceánicos quedarían cubiertos por una capa mineral de más de 70 metros de espesor.

Los minerales que contiene el agua del mar equivalen al 3.5% de su volumen. Los principales son la sal común (cloruro de sodio) que es el más abundante, magnesio, azufre, calcio, potasio, sílice y bromo. También contiene hierro, cobre, estaño, plata, níquel, oro y prácticamente todos los minerales conocidos en la superficie terrestre.

Además de los cuerpos sólidos, las aguas del mar contienen en suspensión diferentes gases, entre ellos oxigeno, nitrógeno y anhídrido carbónico.

Propiedades físicas

Básicamente, el agua de mar es una solución de electrolito concentrado con muchas sales disueltas. La proporción entre moléculas de agua y moléculas de sal es de 100 a 1. Como casi toda la sal existe en forma de iones conductores de electricidad, la proporción entre las moléculas de agua y los iones es más o menos 50 a 1. Alrededor de los iones existen campos eléctricos muy fuertes, por lo que las moléculas de agua cercanas a ellos se alinean; cuando éstas permanecen cerca de los iones por un periodo prolongado forman una capa de hidratación, y se dice que los iones se encuentran solvatados.

Las propiedades físicas del agua de mar difieren de las del agua pura a causa de la sal; la diferencia es directamente proporcional a la concentración de sal o la salinidad. La medición de la salinidad, junto con los datos sobre la temperatura y la presión, se utilizan para diferenciar las masas de agua. Al estudiar el movimiento de éstas en los océanos, así como sus patrones de circulación a pequeña y gran escala, incluido el flujo geostrófico, es necesario conocer propiedades como: la densidad, compresibilidad, coeficientes de expansión térmica y calores específicos, como función de la temperatura, la presión y la salinidad.

El alto valor de la presión osmótica del agua de mar es muy importante para la biología y la desalineación por osmosis inversa. La inversión del punto de congelación y la temperatura de densidad máxima del agua de mar, en comparación con el agua pura, son muy importantes para la formación de hielo y se relacionan con la presión osmótica. La temperatura de congelación es abatida a -1.9°C (28.6°F), y la temperatura de densidad máxima disminuye de poco menos de 4°C (39°F), en el agua pura, hasta aproximadamente -3.5°C (25.7°F) en el agua de mar con 35% de salinidad.

Color de las aguas del mar

El color del mar es generalmente azul porque las aguas reflejan mejor los rayos azules de la luz solar que los restantes; pero el color del mar varía según las circunstancias. Cuando la salinidad de las aguas aumenta, su color se hace más intensamente azul, como ocurre en los mares tropicales; en tanto que en los mares polares las aguas lucen verdes. El color del mar varía en un mismo lugar de una hora a otra, según la temperatura y el color del cielo.

El color del fondo influye también en el color de las aguas que lo cubren. Igualmente pueden variar el color de las aguas del mar las materias transportadas por los ríos, como ocurre en el Mar Amarillo, llamado así por las arcillas que arrastran los ríos que en él desaguan. El Mar Rojo debe su color y su nombre a las algas marinas que abundan en sus aguas.

En algunas áreas de la superficie del mar se observan algunas noches fosforescencias muy bellas, producidas por un número infinito de pequeños organismos luminosos que flotan sobre la superficie del océano. Este fenómeno es muy común en las aguas del Mar Caribe.

Salinidad y densidad de las aguas del mar

De todos los minerales contenidos por las aguas del mar, la sal común (cloruro de sodio) es el más abundante, pues presenta alrededor del 70% del total. Al cloruro de sodio se debe el sabor salado del agua del mar, mientras el sabor amargo lo originan las sales de magnesio.

La salinidad del mar varía de acuerdo con distintos factores. Los mares tropicales poco profundos, donde la evaporación es muy activa, son más salados que los mares polares, donde los glaciares aportan, al fundirse, grandes cantidades de agua dulce. También son menos salados que los mares donde desaguan muchos ríos cuyas aguas hacen disminuir la proporción de salinidad del mar.

Temperatura de las aguas del mar

La temperatura de las aguas depende de la cantidad de insolación que recibe su superficie, pero como el agua demora más en calentarse y enfriarse que la tierra, la temperatura de los océanos es más uniforme que la de las tierras. A esto se debe el carácter moderado de los climas marítimos.

Al depender de la insolación, la temperatura de las aguas del mar es más alta en la superficie que en las profundidades, y más alta hacia el ecuador, disminuyendo según nos alejamos en dirección a los polos.

Los hielos en el mar

Iceberg
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En los mares polares se congelan grandes masas de aguas superficiales durante los meses de invernales. Estos bancos de hielos alcanzan varios metros de espesor y muchos kilómetros cuadrados de extensión. Debido a que el agua de mar requiere para congelarse temperaturas más bajas que el agua dulce, las aguas menos saladas próximas a las costas se congelan primero.

Estos hielos polares al formarse en placas aisladas son llamados floes por los marinos, pero cuando se unen cubriendo extensas áreas de la superficie del mar son denominados pack por los ingleses y banquise por los franceses. La llegada del verano disloca la banquise polar, y grandes masas de hielo son arrastradas por las corrientes hacia los mares de las latitudes medias. Estos hielos a la deriva no deben ser confundidos con los icebergs, que son aún más peligrosos.

Los icebergs (montañas de hielo) son grandes masas de hielo desprendidas de los glaciares que llegan a las costas; su origen es terrestre y están constituidos por agua dulce congelada. Las dimensiones de los icebergs son enormes y como una pequeña parte de su volumen aparece sobre la superficie del agua, un iceberg que parece tener 80 metros de altura tiene otros 560 metros debajo de la superficie del mar.

La fusión de los icebergs en los mares más calientes disminuye la salinidad de las aguas y hace descender su temperatura.

La flora del mar

Los vegetales solamente se encuentran cerca de la superficie del mar, pues como necesitan luz y oxígeno, es difícil que vivan debajo de los ochenta metros de profundidad. En la vegetación marítima figuran especies microscópicas que flotan libremente en los mares, como parte del plankton. Son muy abundantes las diatomeas, que representan el inicio del ciclo alimenticio en el mar, las peridineas, parecidas a las diatomeas se encuentran en los mares tropicales, las algas verdes y numerosas especies más.

Las plantas fijas son casi todas algas, que presentan tamaños, formas y colores variados. Las algas oscuras, como los sargazos, pueden alcanzar centenares de metros de largo. Hay también algas azules y rojas. Las algas fijas, denominadas hierbas del mar, viven sujetas a las rocas costeras o al fondo de los mares poco profundos, formando verdaderas praderas submarinas. Los agricultores de las zonas costeras las utilizan como abono, por su gran riqueza en minerales. También se extraen de las algas agar, yodo, sodio y otros productos.

Fauna marina

Peces marinos
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La variedad de la fauna marina es enorme, y todavía no la conocemos sino parcialmente. En el estudio de la fauna del mar se emplean dos métodos principales de clasificación: atendiendo a la forma en que se mueven los animales marinos y tomando como base las zonas en que viven.

De acuerdo con sus movimientos, los animales del mar son divididos en tres grandes grupos: Los pequeños animales que, junto con los vegetales, huevos y larvas, andan errantes por los mares a merced de las olas y corrientes (plankton). Los que se mueven utilizando sus propios medios de locomoción, entre los cuales predominan los peces (newton). Los Moluscos y otros animales que viven arrastrándose u ocultos en el fondo de los mares (benthos); p. ej Actinia striata:animal que se fija al substrato marino pues la base es muy musculosa y en forma de ventosa.

La fauna marina varía mucho de una región a otra, de acuerdo con las diferencias de temperatura, salinidad, presión y profundidad de las aguas. Según las regiones donde vive la fauna marina es dividida en:

La fauna litoral comprende mamíferos como las focas y morsas de los mares fríos; aves como los pingüinos, y peces de gran valor comercial como el bacalao, el salmón, el pargo y las sardinas, y crustáceos como la langosta y el cangrejo.

La fauna pelágica es muy abundante y variada. Incluye desde masas enormes de plankton que cubren extensas áreas de la superficie de los mares, hasta las ballenas, los cachalotes, los delfines, tiburones, agujas, rayas, toninas, pulpos, calamares y otras especies de gran tamaño. El plankton es el alimento preferido de muchas de estas especies y constituye el principal alimento de las enormes ballenas.

La fauna abisal está formada por animales que viven bajo enormes presiones y en completa oscuridad. Son notables las formas extrañas de estos seres de los abismos oceánicos, muchos de los cuales poseen fosforescencia y ojos extrañamente dispuestos para aprovechar la escasa luz que llega a las regiones donde viven. También abundan los animales provistos de enormes antenas.

Fuente

  • Marrero, Leví. La tierra y sus recursos. Publicaciones Cultural, S. A