Alberto Pérez Lledía

Alberto Pérez Lledía
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Uno de los 12 hombres que integró la primera milicia cubana.
NombreAlberto Pérez Lledía
Nacimiento21 de enero de 1929
Viñales, Pinar del Río, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento21 de julio de 1992
Viñales, Pinar del Río, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteMuerte natural
ResidenciaCubana
NacionalidadCubana
OcupaciónCampesino

Alberto Pérez Lledía. Uno de los 12 hombres que integró la primera milicia campesina en Cuba conocidos legendariamente como Los Malagones.

Biografía

Infancia y juventud

Nació el 21 de enero de 1929, en Viñales, municipio de la occidental provincia de Pinar del Río. Con solo seis años Alberto andaba con una yunta de bueyes ayudando al padre con las tierras y constantemente resultaba arrastrado por los surcos a la par de los arados, pues sus pocas fuerzas no le permitían dominar a las bestias.

Desde los once hasta los catorce años estudió en la escuelita que en uno de los bohíos de Santo Tomás daba cobijo a algunos niños campesinos pobres de los alrededores pero sólo pudo alcanzar hasta el segundo grado, porque los maestros asistían muy inestablemente a su cita con los pequeños y a veces eran estos últimos quienes no podían ir al trabajo en el campo.

A todo ello se sumaba el cobro de las rentas por parte del dueño, con quien tenían comprometida siempre la cosecha futura porque nunca la que concluían satisfacía las demandas del pago. Aunque las relaciones de los Pérez Lledía con el dueño no eran malas, lo cierto es que se pasaban la vida endeudados porque tenían que pagar bajo cualquier circunstancia. Eran tiempos muy difíciles para el campesinado cubano.

Al triunfo de la Revolución

Con el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, la vida de Alberto y su familia se transformó totalmente. Se firmaba la primera Ley de Reforma Agraria y llegaba a todos los campesinos de Cuba la posibilidad de ser dueños de las tierras que trabajaban sin ser explotados. La firma de esta Ley constituyó una medida radical que agudizó la lucha de clases. La respuesta de la burguesía y el imperialismo sería utilizar todas las vías posibles para aniquilar al joven estado que contaba con pleno respaldo popular.

El fomento de las bandas armadas en diferentes provincias de Cuba se convirtió en una de las alternativas empleadas. En Pinar del Río el enemigo actuaría desde los primeros meses de 1959, por ello la lucha contra bandidos se convirtió en los primeros años de la Revolución en una misión que movilizó una parte importante del pueblo cubano, con el fin de derrotar los planes del imperialismo y la depuesta oligarquía que aspiraba a retomar el poder. En ella jugó un papel importantísimo la incorporación de los campesinos de la zona montañosa de la Cordillera de Guaniguanico, Alberto fue uno de ellos.

Uno de los Malagones

Había servido de práctico a Núñez Jiménez en la Gran Caverna de Santo Tomás, cuando aquel día de 1959, Leandro fue a verlo presto y le dijo:

"Prepárate, que mañana por la mañanita partimos para la Habana.
- ¡Pes, vamos!- ".[1]

Fue la respuesta de Alberto, quien desde ese instante integró el grupo de los primeros campesinos organizados en la Isla para llevar a cabo la lucha contra los alzados.

Leandro había conocido a Fidel el 31 de agosto de 1959 en un recorrido por la Gran Caverna de Santo Tomás, allí el líder de la Revolución cubana había conocido de los desmanes de Luis Lara Crespo ex – cabo de la recién derrocada tiranía batistiana que se encontraba alzado en las montañas de Pinar del Río sembrando el terror entre el campesinado de la zona, y le propuso al humilde campesino organizar unos cuantos hombres de su confianza para capturar al criminal, prófugo de la justicia revolucionaria. Enseguida Leandro pensó en Alberto y este agradecido del bienestar que a todos había traído la naciente revolución accedió a integrar la patrulla que luego quedó conformada por 12 campesinos de la zona pasando a la historia con el nombre de Los Malagones.

Alberto estuvo junto al resto en la preparación de Managua allí los visitaron los comandantes de la Sierra Maestra y cuando estuvieron listos Fidel fue a verlos y les encomendó la misión de capturar al cabo Lara en un plazo de 90 días. Fue suficiente con sólo 18 días.

Al conocer de la captura de Lara, Fidel mandó a buscar a Los Malagones y por el cumplimiento de la difícil misión fueron reconocidos públicamente en el acto celebrado en el Palacio Presidencial hoy Museo de la Revolución el 26 de octubre de 1959, ocasión en que se crearon las Milicias Nacionales Revolucionarias.

Muerte

Murió el 21 de julio de 1992 en Viñales, Pinar del Río. Sus restos reposan en la obra escultórico-monumentaria de carácter nacional erigida en los alrededores de la Gran Caverna de Santo Tomás, en la comunidad El Moncada del municipio de Viñales en la provincia de Pinar del Río. Monumento edificado con el objetivo de rendir homenaje a los primeros 12 milicianos de Cuba.

Véase también

Enlaces externos

Referencias

  1. Entrevista a Alberto Pérez LLedía

Fuentes