Alberto Sánchez Méndez

Alberto Sánchez Méndez
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NombreAlberto Sánchez Méndez
Nacimiento26 de febrero del 1915
Gabriel, Güira de Melena, Artemisa, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento26 de julio de 1937
Batalla de Brunete, Madrid, Bandera de España España
Causa de la muerteCaída en combate
NacionalidadCubana
OcupaciónMilitar
TítuloComandante

Alberto Sánchez Méndez. Revoluccionario cubano, que luchó contra la dictadura de Machado. Integró las Brigadas Internacionalistas Comunistas en España, donde participó en numerosas batallas contra los invasores fascistas.

Síntesis biográfica

Nació el 26 de febrero de 1915 en el Gabriel (Güira de Melena)|Gabriel. Fue un gran revolucionario que ocupó un lugar destacado en el Quinto Regimiento.

Estudios realizados

A los 5 años fue a residir a la provincia de Pinar del Río donde cursó la Secundaria Básica. No pudo matricular en el Instituto Preuniversitario.

Trayectoria laboral y revolucionaría

Trabajó con su padre en una tienda y posteriormente en un estudio fotográfico, desde muy joven comenzaron sus inquietudes revolucionarias. Se vincula con los trabajadores, sufre persecuciones durante la dictadura de Machado, participó en huelgas y mantiene una estrecha relación con Antonio Guiteras, se ve obligado a salir del país viajó por Centroamérica. Al regresar a Cuba es encarcelado, posteriormente pasó a la clandestinidad hasta abandonar el país para proteger su vida.

Viajó a España y allí integró dignamente las Brigadas Internacionalistas Comunistas, participando en numerosas batallas contra los invasores fascistas.

Ocupó un lugar destacado en el Quinto Regimiento, donde alcanza un gran prestigio por su valor y coraje, fue corresponsal de guerra.

En agosto de 1931, formó parte del alzamiento fallido que promoviera el partido Unión Nacionalista contra la tiranía de Machado, en las montañas pinareñas.

Integró la policía técnica durante el Gobierno de los Cien Días, creada para garantizar la seguridad frente a las intentonas golpistas que se sucedían una y otra vez, con el respaldo de Estados Unidos.

Con la caída del gobierno, tuvo que pasar a la clandestinidad.

En mayo de 1935, estaba junto a Guiteras y Carlos Aponte en El Morrillo, cuando ambos fueron asesinados mientras trataban de salir del país, para reorganizar la lucha desde el exterior.

Consiguió escapar con vida gracias a que un carbonero de la zona le prestó las ropas de uno de sus hijos, y les dijo a los soldados que el joven era empleado suyo.

Por fin consiguió salir de Cuba, pero se vio obligado a saltar de un país de Centroamérica a otro, para evadir la persecución que había iniciado contra él Fulgencio Batista.

De Jamaica pasa a Panamá, luego a El Salvador, después a México, donde momentáneamente cesa el peligro gracias a la protección del general Lázaro Cárdenas.

De manera clandestina vuelve a Cuba, y nuevamente tiene que marchar al exilio para salvar su vida.

Durante un breve periodo se establece en Estados Unidos, y de allí viaja a España, donde ingresó en la Asociación de Revolucionarios Antimperialistas Cubanos.

En tierras españolas, se vincula a las fuerzas progresistas y el 18 de julio de 1936, participa activamente en la toma del Cuartel de la Montaña.

Su valor y su capacidad para el combate durante la guerra civil que se libra en la nación ibérica, hacen que la prensa de la época lo trate como a un héroe. La mayoría de los documentos lo ubican como comandante, aunque algunos periódicos también se refieren a él como teniente coronel.

Su papel en las tropas antifascistas, sin embargo, fue mucho más relevante de lo que significaban ambos grados, según les contara él mismo a sus padres, en una carta que hoy se conserva en el Museo de Historia de Pinar del Río: «De nuevo estoy en las trincheras, pero ya mandando una Brigada, o sea, 3 000 hombres, con la categoría de General, aunque solamente soy Comandante, porque hay una orden de que los que no somos profesionales, no podemos pasar de ese grado todavía…».

Además de mostrarse como un excelente combatiente, envía artículos a los periódicos que se distribuyen en el frente. Pablo de la Torriente Brau contacta con él en varias ocasiones.

Alberto Sánchez junto a su esposa, la comandante Luna.


En España también encuentra el amor. La joven que lo cautiva, y con quien se casa en medio de la guerra, es la capitana de ametralladoras Encarnación Hernández Luna.

Tras combatir en Somosierra, Buitrago de Lozoya, Guadalajara, Alfambra, Ciempozuelos, Portalrubio, Quijorna y Pozoblanco, se le ordena marchar a Brunete, donde se libraría una batalla encarnizada, y es precisamente allí, al cabo de 18 días, que recibe heridas en el rostro y una mano durante un bombardeo.

A pesar de su estado, Alberto decide permanecer en el frente, hasta que a las cuatro de la tarde del día siguiente, otra bomba enemiga termina con su vida. Es el domingo 25 de julio y tiene apenas 22 años.

Al enterarse de su caída en Brunete, Pablo Neruda escribiría un emotivo poema en el que lo llama «héroe» y «preferido de mi alma», y afirma que «allí yace para siempre un hombre que entre todos destacó (…) como una flor de violentos pétalos abrasadores».[1].

Muerte

El 25 de julio muere en la Batalla de Brunete en Madrid, España 1937. Había alcanzado los grados de Comandante.

Referencias

Véase además

Fuentes

  • Historiador de la localidad.