Alcibiades Mengana Rubio
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Alcibiades Mengana Rubio. Combatiente revolucionario cubano que ante la posibilidad de caer en manos del enemigo después de haberle sido destrozada una pierna por una mina antipersonal, se privó de la vida.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en Yerba de Guinea (Songo - La Maya), pequeño poblado situado en la carretera que va desde La Maya hacia Guantánamo, actual municipio Songo - La Maya, provincia Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1954. Fue Alcibíades el segundo de cinco hermanos, nacidos en el seno de una humilde familia campesina integrada por Juan Mengana y Martina Rubio.
Sus primeros años fueron iguales que los de cualquier niño pobre y campesino; los que pasó en su pueblo natal, con los juegos propios de la edad y la alegría innata de la infancia, que no pueden borrar ni las privaciones ni el duro trabajo del campo que conoció desde su más tierna edad.
Comienza sus primeros estudios en una escuelita rural, cuando tenía siete años. El pequeño Alcibíades se incorpora de inmediato a la Unión de Pioneros de Cuba, organización en la que comienza a desarrollar aquellas cualidades que de adulto lo caracterizarían: la responsabilidad y el espíritu de trabajo. Solo logra alcanzar el tercer grado. La enfermedad del padre y la situación económica de la familia lo obligan a abandonar la escuela y la organización pioneril para dedicarse de lleno a las duras faenas del campo.
Al arribar a la edad requerida se integra a los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), donde desarrolló las actividades convocadas por esta organización. Una de las más importantes sería su incorporación a la Brigada Juvenil Campesina, creada por las zonas cederistas para realizar trabajos voluntarios que sirviesen de apoyo e impulso a la economía del país.
Fue un joven alegre y entusiasta, que gustaba del beisbol, el mar, el cine y las fiestas, lo cual no se contradecía con la seriedad, modestia, sencillez y decisión que conformaban su carácter.
Trayectoria revolucionaria
En enero de 1971, se incorporó de forma voluntaria en la Columna juvenil del Centenario (CJC). Por su actitud ante el trabajo y gran sentido de la responsabilidad, ingresó en junio de 1972 a las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). En esta organización juvenil despliegó una intensa actividad y llegó a ocupar el cargo de responsable de recreación de su comité de base.
En agosto 1973 es desmovilizado de la CJC y teniendo en cuenta sus cualidades revolucionarias y la madurez de su carácter, es captado para integrar las filas del Ministerio del Interior. Es enviado para La Habana, donde culmina satisfactoriamente un curso de cocinero genérico A, en el Hotel Habana Libre, donde mantuvo una actitud ejemplar ante el trabajo. En mayo de 1974 concluye el curso y fue ubicado en el Departamento de Protocolo de la Dirección General de Operaciones Especiales. Allí se ganó la estimación de sus compañeros y la consideración de los jefes por su dedicación al trabajo y la disciplina mantenida en el cumplimiento de las tareas asignadas.
Misión internacionalista en Angola
Al iniciarse la Operación Carlota como respuesta al llamado de ayuda solidaria que el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) hiciera al gobierno cubano, parte para ese país el 9 de noviembre de 1975 como miembro del Batallón de Tropas Especiales del MININT.
Alcibíades combate bajo las órdenes del capitán Jorge Luis Estevanell Díaz, y a pesar de sus 20 años pone en alto sus convicciones revolucionarias y reafirma su condición de militante comunista.
Muerte
El 12 de diciembre de 1975, pocos días después de su llegada a Angola, participa en un misión de exploración; es entonces que el joven Mengana cae en una Mina antipersonal que le destroza la pierna. Sus compañeros tratan de sacarlo de la línea de combate, mientras el enemigo se acerca peligrosamente. Ante esta situación, Mengana ordena, más que pedir, que lo dejen con una pistola.
No han avanzado mucho cuando escuchan la detonación con la que Alcibíades, en un acto de bravura y heroísmo, puso fin a su vida, ante la posibilidad de caer en manos del enemigo.
De este modo, Alcibíades repetía el gesto de Calixto García el legendario y valiente general mambí, ganador de mil batallas contra las huestes españolas, quien atentó decididamente contra su vida ante la repulsiva inminencia de caer en manos enemigas y grababa, con su sangre generosa, su nombre en la historia de Cuba y de Angola.
Fuentes
- Colaboradores
- Libro: Mártires del Minint. Semblanzas biográficas, t. II, Editora Política, La Habana, 1990
