Aldo Batista Rodríguez


Aldo Batista Rodríguez
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NombreAldo Batista Rodríguez
Nacimiento26 de agosto de 1938
Chaparra, Las Tunas, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento26 de septiembre de 1958
Las Tunas, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteCaída en combate
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana

Aldo Batista Rodríguez. Mártir de Chaparra que entregó su vida en la lucha contra la tiranía del dictador Fulgencio Batista. Uno de los tantos héroes eternos de la Patria perteneciente al municipio de Jesús Menéndez.

Infancia y juventud

Nació el 26 de agosto de 1938, en el barrio de Palma Picada, de procedencia social campesina muy pobre. No tuvo instrucción escolar alguna. Debió por las condiciones imperantes en esa época, trabajar desde casi un niño para ganarse la vida en las labores agrícolas. Esta lucha por su existencia le fue forjando un carácter, redondeando su personalidad y creando en él su conciencia de clase.

Características personales. Rasgos, formas y gustos del combatiente

De aspecto físico de mediana estatura, característica normal del cubano, piel blanca, pelo y ojos negros, contextura física delgada.

Gozaba del respeto y la admiración de todos los que le rodeaban, sonriente siempre con sus amigos y familiares, de honradez a toda prueba, serio, combatía todo lo que no estuviera dentro del orden luchando contra toda manifestación incorrecta.

Gustaba del deporte y en especial de la pelota que se practicaba en el barrio, se le veía con frecuencia en los actos públicos y otras actividades que se desarrollaban en el campo.

Ideales y Movimiento 26 de julio

Su figura se crece y agiganta con la lucha revolucionaria que se gesta en el seno del Movimiento 26 de Julio (M-26-7). Así comienza a inquietarse y con el avance de la lucha ingresa en las células secretas (grupos clandestinos) y empieza las actividades revolucionarias que lo habrían de inmortalizar como Héroe Eterno de la Patria.

Corrían los convulsionados años de la criminal, explotadora, entreguista y miserable tiranía batistiana, se produce el Asalto al Cuartel Moncada, Aldo que ha sentido en su propia carne el látigo de la explotación, que como joven ha tenido que vivir la mitad de su existencia como un nómada, que sin evitarlo se ha hecho en él una plena conciencia de lo bueno y de lo malo, siente latir en su pecho el deseo de incorporarse a la lucha, y toca en lo más sensible de sus sentimientos, ve la posibilidad, el camino de lograr una vida mejor para los oprimidos, aún cuando su capacidad cultural no le diera para valorar en toda su magnitud y dimensión lo grande por lo que se manifestaba.

Se comienza la organización en la zona de los grupos del M-26-7 y encuentra en Aldo a uno de sus primeros baluartes.

Acciones

Muy reservado dada las circunstancias de la época y la peligrosidad que se cernía sobre el que se tuviera la más mínima sospecha de simpatía o asomo de afiliación Fidelista, supo enrolarse en el movimiento y comenzar a trabajar en cuantas misiones le fueran dadas.

Así comenzó su trabajo como agitador, captando compañeros para la lucha, organizando planes y demás actividades de carácter primario, posteriormente según avanzaba la lucha y crecía el movimiento, se le encargaron trabajos de mayores responsabilidades y envergaduras tales como: recogidas de armas, colocación de banderas del movimiento, llevar la propaganda con más amplitud, quemar puentes, arrancar rieles, realizar acciones que debilitaran más al régimen y fortalecieran e hicieran más consistente la lucha del movimiento en la zona, o sea, que esta fase superior la supo cumplir con éxitos, tenía una constante en su vida: ver caer la tiranía, ese era su sueño, ahí cifraba sus ideales.

Muerte

A finales de la decáda de 1950 la lucha se hizo más intensa en la Sierra, en el llano y en la clandestinidad, las tropas rebeldes necesitaban ser reforzadas con hombres de calibre, de entereza, de mayor disposición. Aldo fue uno de ellos y en la noche del día 5 de agosto de 1958 partió para el Campamento de Aguacatico en el “El Jobo”, ubicado en las cercanías de Santa María, en compañía de Santos Combast Rubiño y Alfredo Peña Almaguer.

Después de llevar algunas semanas en el campamento y encontrarse de guardia, fueron sorprendidos por la delación, se defendieron con todas sus fuerzas, muriendo junto a su primo y compañero de lucha Alfredo Peña Almaguer, a René Guzmán y otros cinco compañeros que también fueron muertos y asesinados ese día.

Allí regó con su sangre, la simiente que como tantos cubanos más, abonaron el camino para la liberación definitiva, llegada con la aurora del 1 de enero de 1959. Así el 26 de septiembre de 1958 murió este combatiente, el cual constituye un recuerdo perenne, un símbolo, una bandera. De haber sobrevivido aquella etapa, hoy de seguro la Revolución contara con un indiscutible baluarte en todos los campos.

Fuentes

  • Biografía de Aldo Batista. Comentarios de Alba Batista Rodríguez, hermana de Aldo Batista.
  • Investigaciones Históricas de Omar Villafruela Infante. Investigador Agregado. Historiador de Chaparra.
  • Sitio Web de los Joven Club de Computación y Electrónica en Jesús Menéndez.