Alejandro Gaston Aravena Mori

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Nacimiento22 de junio de 1967
Santiago de Chile, Bandera de Chile Chile
Nacionalidadchilena
Otros nombresAndrea Avezzù
Ciudadaníachilena
Ocupaciónarquitecto


Alejandro Gaston Aravena Mori: Es un arquitecto chileno graduado en la Universidad Católica de Chile. Del 2009 al 2015 fue miembro del Jurado del Premio Pritzker 1 y fue nombrado International Fellow of the Royal Institute of British Architects.

Síntesis biográfica

Nació el 22 de Junio de 1967, en Santiago de Chile

Trayectoria

Nació y creció en una familia de clase media. El primer año de enseñanza básica lo realizó en una escuela pública, desde la que pudo trasladarse después a una privada de mejor calidad de enseñanza,(el Colegio Alemán) desde donde egresó de la secundaria con 17 años. Sus padres, ambos profesores, trabajaban allí y la administración del colegio concedió la familia una beca parcial para su hijo. Está casado con una arquitecto brasileña y tiene tres hijos.

Inclinación por la profesión

A los 17 años egresó del colegio Alemán y se encontró con el momento de decidir sus estudios. Era bueno dibujando y también para las matemáticas, por lo que supuso que arquitectura era una buena opción. Escogió la Pontificia Universidad Católica de Chile:”Mi paso por la universidad fue una mezcla de rebeldía con disciplina. Ahí te encuentras con buenos profesores, los que te enseñan a pensar, y también con los malos, esos a quienes les quieres probar que lo que están diciendo está mal. Ahí empecé a desarrollar una cierta independencia intelectual. En segundo año me fue tan mal que me dieron ganas de mandar todo a la cresta”; pero en tercero hizo un trabajo que todavía recuerda y que sintetiza lo que es como arquitecto hasta hoy. “Teníamos que hacerle la casa a un personaje que escogiéramos. Algunos de sus compañeros se la hicieron a escultores, cineastas o filósofos, arriba de cerros o alejados de la ciudad. Él se la hizo a Morales, un taxista amigo de su papá, en un lote en Santiago Centro”. Tenía que poder guardar su taxi dentro de la casa, porque era su herramienta de trabajo, y lo ubicó en el centro, de modo de optimizar sus tiempos con su tarea como taxista. “Menos mal me saqué una buena nota, si no quizás en qué estaría”. Así, su modo de ver la arquitectura es “construir pensando y sintetizando el problema”, adecuándolo a las distintas realidades. Una vez graduado, viajó a Venecia para conocer los edificios que estudiaba desde los libros. “Esos eran los verdaderos profesores”.Se hizo arquitecto “casi por descarte” en un país con escasa tradición: “Esto era un desierto. ¡Estudiábamos arquitectura con fotos! Aquí no ha habido ni una gran arquitectura colonial ni un movimiento moderno como en Brasil”. Su época de estudiante coincidió con los años finales de la dictadura de Pinochet, lo que reforzó un carácter que él reconoce como “rebelde”. “Me fui creando mi autonomía intelectual porque había un contexto que me obligaba a hacerlo”, relata. “Vivíamos en una tensión constante, todo el tiempo tenías que tomar una posición muy clara. La mía, totalmente a la izquierda, me ayudó a madurar muy temprano”. Tras finalizar la carrera, amplió estudios en Venecia y durante un tiempo regentó un bar. Desde el principio lo tuvo claro: “No quería imitar a nadie, sino buscar algo diferente”. Los proyectos de su estudio Elemental siempre parten del diálogo con los futuros usuarios. Y su propósito es combatir la desigualdad social: “Lo que genera conflicto no es la pobreza, sino la ine­quidad. Se habla de redistribuir los ingresos, pero eso toma al menos dos generaciones. En la ciudad, sin embargo, si identificas proyectos de espacio público, transporte, infraestructura o vivienda, puedes mejorar la calidad de vida”. Volvió a Chile entusiasmado.Abrió un bar. En 1997 decidió volver y participó del concurso para construir la iglesia del campus San Joaquín de la Universidad Católica, pero lo descalificaron por presentar su proyecto en una hoja que no correspondía. “Ya van a ver”, pensó. Un año más tarde le encargaron la Facultad de matemáticas de esa Universidad, edificio que terminaría siendo finalista de un concurso de arquitectura latinoamericana, y que le valdría una invitación para ser profesor visitante en Harvard, en el 2000. “La invitación era por un semestre, pero se quedo con cinco años”. Su taller en Harvard trataba sobre la política habitacional chilena y el rol que podía jugar la planificación de la ciudad en el combate a la desigualdad. Con lo que aprendió y vivió, tomó la decisión de hacer algo importante. En el 2009, y con sólo 41 años, se metió en las grandes ligas de la arquitectura y dio un paso hacia donde ningún otro chileno había llegado en esta disciplina. Todos los años, miembros del jurado Pritzker, la máxima distinción que puede tener un arquitecto en vida, recorren ciudades en busca de obras “que combinen talento, visión y compromiso, y que produzcan significativas contribuciones a la humanidad”. Las últimas exploraciones formales de Aravena, han estado dirigidas hacia diseños cuyo principio de composición parece determinarse por el apilamiento y el peso, como en el proyecto de Elemental para la casa Ocho quebradas. Esta línea de diseño se acerca también a las formas robustas y primitivas en el recientemente inaugurado Centro de Innovación Anacleto Angelini, seleccionado entre los 36 mejores proyectos del continente americano construidos en los últimos años y recientemente ganador del Premio Design of the Year que entrega el Design Museum de Londres, y elegido entre quince finalistas cuya lista incluía a grandes edificios diseñados por Jean Nouvel, Frank Gehry, Barozzi Veiga, Mvrdv, entre otros. A partir de 1994, ha ejercido su profesión de manera independiente. Desde ese mismo año se desempeña como profesor de la Escuela de Arquitectura en la Universidad Católica de Chile.

Reconocimientos

Es invitado con frecuencia a impartir cursos y dar conferencias en distintos lugares del mundo, entre otros, en el Colegio de Arquitectos de Cataluña, Archilab 2001 en Orleans, el Iuav de Venecia, el World Bank y el Banco Iberamericano de Desarrollo en Washington. En el 2010 el Royal Institute of British Architects, RIBA, lo nombró International Fellow, integró el jurado del Pritzker y fue miembro de los consejos asesores del David Rockefeller Center for Latin American Studies y del Cities Program of the London School of Economics. Fue distinguido con premios como el Marcus Prize (2010) y la Medalla Erich Schelling (2006), el León de Plata 2008 en la Bienal de Arquitectura de Venecia, y el Premio Avonni a la Innovación 2009. El Colegio de Arquitectos de Chile, en el año 2000 lo eligió el “mejor arquitecto menor de 35 años”. Internacionalmente, la Fundación Rolex de Suiza lo nominó entre los 25 arquitectos más promisorios del mundo. También los estudiantes de Arquitectura lo eligieron como el “mejor arquitecto menor de 45 años”.

Obras

Practica la arquitectura como una empresa ingeniosa en comisiones privadas y en diseños para el ámbito público y representa el resurgimiento de un arquitecto más comprometido socialmente"Las obras más famosas de Alejandro Aravena, el arquitecto de los pobres, premio Pritzker 2016. El premio Pritzker, considerado el Nobel de la Arquitectura cada vez se parece más a los galardones que entrega la Academia Sueca, donde no siempre gana el literato que más libros vende o el político de moda. De ninguna otra manera se podría explicar que el arquitecto haya conseguido el mayor honor al que puede aspirar cualquiera que se dedica a la construcción de edificios. Aravena, de 48 años y uno de los premios Pritzker más jóvenes, no construye rascacielos ni museos para millonarios benefactores. Es más, el mismo ha reconocido que su fuente de inspiración no son los grandes arquitectos sino la sabiduría de las favelas y los barrios marginales. Así nació el Proyecto Quinta Monroy en 2004, su obra más reconocida. Hasta hace una década, era un arquitecto absolutamente desconocido fuera de Chile que se ganaba la vida levantando pequeñas obras públicas y facultades cuando le llegó lo que aparentemente era un encargo más: la construcción de viviendas para 100 familias desfavorecidas. En lugar de construir un gran edificio colmena lleno de pequeños apartamentos, decidió construir mitades de casas que cada familia podría ampliar con cierta flexibilidad. Tomó esta decisión después de consultar a los futuros residentes sobre sus preferencias y es que como él mismo ha reconocido “mi filosofía arquitectónica se basa en incluir a la comunidad en el proceso”.es el cuarto latinoamericano que gana el Pritzker, después del mexicano Luis Barragán 1980, y los brasileños Oscar Niemeyer 1988 y Paulo Mendes da Rocha 2006. Su obra arquitectónica incluye el diseño y construcción de centros de enseñanza, edificios institucionales, oficinas, plantas de empresas, sedes de servicios públicos, museos, bibliotecas y viviendas. Entre las últimas destacan tanto proyectos de vivienda social de bajo presupuesto, como amplias y cómodas residencias en la ciudad o casas de veraneo en sectores campestres y en balnearios. El enfoque más novedoso de su trabajo en el área pública es la idea de viviendas sociales con posibilidad de crecer, las viviendas “expansibles”. Si el presupuesto es estrecho, la idea de Aravena es construir “media casa grande” en lugar de una casa pequeña y apostar a la capacidad que tendrán las familias para ir realizando mejoras sucesivas. Sus libros incluyen Los Hechos de la Arquitectura, El Lugar de la Arquitectura y Material de Arquitectura. Entre las publicaciones sobre su obra se cuentan la monografía Alejandro Aravena, progettare e costruire publicada por Electa; la cuarta edición de Historia Critica de la Arquitectura Moderna de Kenneth Frampton; 60 Innovators Shaping Our Creative Future de Thames & Hudson; así como libros de Phaidon y Taschen. También hay publicaciones en revistas sobre arquitectura de más de treinta países. Se han presentado exhibiciones sobre su obra en Harvard GSD 2004, la Bienal de San Pablo 2007, la Bienal de Arquitectura de Venecia y la Trienal de Milán 2008, entre otras. Desde 2006 es Director Ejecutivo de ELEMENTAL S.A., una empresa que realiza proyectos sociales de infraestructura, transporte, espacio público y vivienda, en cooperación con la Universidad Católica de Chile y Copec. Entre las obras construidas más relevantes se cuentan: Facultad de Matemáticas de la Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile proyecto: 1998; construcción: 1999 Colegio Huelquén Montessori (proyecto y construcción:2001 Viviendas sociales «Quinta Monroy», Iquique, Chile (proyecto: 2003; construcción: 2004 Torres Siamesas, Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile (proyecto: 2003; construcción: 2005) Residencia para la Universidad St. Edwards, Austin, Texas, Estados Unidos (proyecto:2006;construcción:2008) Viviendas y centro comunitario en Temuco, Chile (2008) Proyecto de reconstrucción de edificios públicos de la ciudad de Concepción (tras el terremoto y tsunami, en obras desde 2010) Viviendas sociales en Monterrey, México (construcción: 2010, proyecto premiado en 2011 ) Conjunto de viviendas y centro Comunitario, Lo Barnechea, Santiago, Chile (construcción:2012) Escuela Aurelia Rojas Burgos, La Pintana, Santiago, Chile (construcción: 2013) Centro de Innovación Anacleto Angelini, Campus San Joaquín, Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile (2013) Facultad de Medicina de la UC Parque Periurbano, Calama, Chile (en construcción en 2016)

Premios

Entre los premios que ha recibido se cuentan, entre otros, la Medalla de Arquitectura Erich Schelling 2006 Alemania, el León de Plata 2008 en la Venice Architecture Biennale, el Premio Avonni a la Innovación 2009 y el Premio Marcus de Arquitectura.

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