Alejandro II (papa)

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Alejandro II
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Papa de la Iglesia católica
30 de septiembre de 1061 - 21 de abril de 1073
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Alejandro II, Papa de la Iglesia Católica del siglo XI
SedeRoma
IglesiaCatólica
OrdenaciónSacro Imperio Romano Germánico
PredecesorNicolás II
SucesorGregorio VII
Información personal
Nombre secularAnselmo de Baggio
Nombre religiosoAlejandro II
TítulosObispo de Lucca
Nacimientohacia 1010
villa de Baggio,
condado de Milán,
península itálica
Fallecimiento21 de abril de 1073
ciudad de Roma,
península itálica

Alejandro II. Papa de la Iglesia Católica del siglo XI. Reformó las costumbres y robusteció la independencia de la Iglesia respecto al Imperio, oponiéndose a Enrique IV.

Síntesis biográfica

Primeros años

Nació en una familia aristocrática de Baggio, cerca de Milán (Italia). Su nombre de nacimiento era Anselmo da Baggio siempre se mostró como uno de los grandes defensores de la reforma de Cluný.

Trayectoria sacerdotal

Fue pontífice de 1061 a 1073, como sucesor de Nicolás II. Reformó las costumbres y robusteció la independencia de la Iglesia respecto al Imperio, oponiéndose a Enrique IV.

Partidario acérrimo de la reforma cluniaciense. Vivió mucho tiempo en la corte de Enrique III. El partido imperial de Roma, de acuerdo con la emperatriz Inés, madre y tutora de Enrique IV, se opuso a su elección y eligió papa a Cadalvo, obispo de Parma, con le nombre de Honorio II.

Elección papal

Cuando el movimiento reformista patarino comenzó en el año 1056 parece que se unió al mismo. El arzobispo Guido lo trasladó enviándolo a una embajada en la corte imperial, donde se ganó la confianza de Enrique III, quien influyó para que ocupara el episcopado de Lucca en 1057.

Fue envido en ese año y en 1059 a Milán como legado en conexión con las cuestiones surgidas por los patarinos.

A la muerte de Nicolás II, la nobleza romana y los obispos lombardos se dirigen al emperador para que en uso a su derecho designe un nuevo papa. Pero el cardenal Hildebrando, futuro papa Gregorio VII, sin tener en cuenta el derecho imperial y basándose en los decretos que sobre elección papal se habían aprobado en 1059 en el sínodo de Melfi, se adelantó haciendo elegir papa al obispo de Lucca, Anselmo di Baggio que toma el nombre de Alejandro II.

Continuó, como sus predecesores, la lucha contra la simonía y el nicolaísmo, así como su enfrentamiento con el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Enrique IV, a quien obligó a mantener su matrimonio con Berta de Saboya; y, en lo que podemos considerar un precedente de la Querella de las Investiduras, excomulgará a los consejeros del emperador al considerarlo instigadores de la consagración como arzobispo de Milán del candidato imperial. En este sentido, apoyó a los partidarios del movimiento patarino milanés, contrarios a las intervenciones de los poderes laicos en las cuestiones eclesiásticas.

Su gobierno dio empuje a la reforma de la iglesia y a su emancipación del poder secular. Aprobó que los obispos de Francia se opusieran al asesinato de judíos. Obligó a los normandos a restituir las tierras que le habían quitado.

Ayudó a los normandos en el norte y sur de Europa en su carrera de conquista, ayudando a Guillermo el Conquistador a consolidar su recién ganado poder en Inglaterra, al nombrar su legado a normandos para las sedes episcopales de ese país. Sus afirmaciones de jurisdicción universal estuvieron en agudo contraste con su debilidad dentro de Roma misma, donde las turbulentas facciones mantuvieron una incesante lucha contra él mientras vivió.

Guerra «Santa»

El papa Alejandro II movilizó, bajo su égida, e hizo predicar la Guerra Santa: la primera vez fue cuando los normandos empezaron su conquista de Sicilia, en 1061, bajo la bandera del papa y su bula general para los combatientes; mientras que la segunda se realizó, en la Marca Superior, con la aparatosa cruzada franco-aragonesa de Barbastro ocurrida en 1064, que fue reconquistada por los andalusíes al año siguiente.

En 1063, transformó la Reconquista española en guerra santa al conceder indulgencia plenaria a los soldados que partiparan en la toma de Barbastro.

Estas acciones del papado y la Cristiandad motivaron la entrada de los almorávides en al-Andalus.

Fallecimiento

Murió en el palacio de Letrán, en Roma, el 21 de abril de 1073.

A su muerte le sucedió Gregorio VII.

Fuentes