Alexandra David-Néel
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Alexandra David-Néel. Nacida en una familia de la burguesía decimonónica, tuvo una vida longeva, superó los cien años, exploradora, pianista, cantante de ópera, compositora, fotógrafa y conferenciante. Se dedicada a la meditación, la filosofía y el estudio del budismo. Fue la primera persona occidental en entrar en Lhasa , la ciudad prohibida disfrazada de peregrino tibetano.
Sumario
Síntesis biográfica
Alexandra David-Néel nació el 24 de octubre de 1868 en París. Su padre pertenecía a la burguesía acomodada francesa y su madre, de origen escandinavo, era una fanática católica. En un medio acomodado pero también muy estricto. A los cinco años de edad, sus padres se van a vivir en Bruselas. Con quince años ya había viajado por Holanda y había atravesado el Canal de la Mancha y a los diecisiete viajó a Suiza. Como aconteciera con su periplo inglés, su viaje suizo terminó cuando se le terminó el dinero. En 1886 ingresó en el Real Conservatorio de Bruselas donde se formó como cantante de Ópera y llegó a ganar un premio por su talento. Años más tarde se fue a estudiar a Londres y después a la Sorbona de París. Alexandra contactó con el mundo de la gnosis y el esoterismo. También los movimientos anarquistas radicales de la capital francesa empezaron a llamar su curiosidad. Escribió un libro que ninguna editorial se atrevió a publicar. Consiguió hacer una autoedición la cual fue traducida a cinco idiomas y sería muy conocida en los círculos anarquistas de todo el mundo. En 1891 Alexandra heredaba una importante suma de dinero de su abuela que invirtió en un nuevo viaje que cambiaría su destino. En la India, además de quedar fascinada por los cantos y los principios de los tibetanos, estudió sánscrito y yoga. Durante un tiempo se dedicó a la música realizando conciertos y giras como cantante de ópera. En 1900, Alexandra conoce al que se iba a convertir en su marido. Fue en Túnez, donde su vida se cruzó con la de un ingeniero de ferrocarriles, Philippe Néel. En Agosto de 1911 vuelve a la India. Su viaje vital la llevó a explorar los lugares más significativos del budismo. En 1912, tras encontrarse con un hombre llamado Sikkin al que creyó su maestro, decidió confinarse cerca del monasterio de Lachen dentro de una cueva. Su caprichoso encuentro con el Dalai Lama fue una experiencia única para aquella mujer que siguió explorando lugares como Katmandú o Benarés. Convertida en una gran conocedora del budismo, llegó a sentir situaciones sobrenaturales como la creación de un ser fantasmal, en 1914 fue ella la que fue identificada como maestra por un joven tibetano, Yongden, con quien pasó el resto de su vida. Yongden fue su más fiel subalterno quien no sólo la ayudaba en las tareas cotidianas, tambien en la traducción y el estudio de textos budistas. No en vano fue considerado su hijo adoptivo. Con cincuenta y siete años a través de una peligrosa y desconocida ruta, ataviada con un disfraz de peregrino y ocultando su rostro y sus manos con hollín, Alexandra, Yongden y unos pocos miembros de aquella extraña compañía, alcanzaron la ciudad prohibida de Lhasa y cruzaron sus puertas. Alexandra era la primera mujer occidental que había entrado en la ciudad santa. En Francia se conocían las aventuras de aquella mujer considerada una auténtica rara avis, gracias a sus escritos que se fueron publicando en distintas revistas francesas. Pero al llegar a París acompañada de Yongden, su fama fue tal que decidió retirarse a una casita de campo, en Digne-les-Bains en donde pasaría temporadas escribiendo y meditando y a donde volvería de sus aún muchos viajes
Libros publicados por Alexandra David-Néel
- "Diario de viajes" (Cartas a su marido) 2 tomos.
Artículos
- "Solidaridad".
Muerte
Su muerte se produce un 8 de septiembre de 1969 a la edad de 100 años. Un tiempo que Alexandra David-Néel supo regocijarse a su manera, apreciando la vida, observándola y buscando siempre su esencia de la mano de la meditación y el budismo que le dieron el sentido verdadero de su existencia.
