Alonso Briceño

Alonso Briceño
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Fray alonso briceño.JPG
Alonso Briceño
Nacimiento1587
Santiago de Chile, Bandera de Chile Chile
Fallecimiento15 de noviembre de 1668
Trujillo, Bandera de la República Bolivariana de Venezuela Venezuela
NacionalidadChileno
CiudadaníaChileno-peruano-venezolano
OcupaciónTeólogo, filósofo, escritor, obispo, doctor en teología y catedrático
TítuloObispo de Venezuela
Término1661-1668
SucesorGonzález de Acuña
PadresAlonso de Arévalo Briceño y Jerónima Arias de Córdoba

Alonso Briceño. Chileno de nacimiento, peruano de formación y ejercicio, y Obispo de Nicaragua y Venezuela, es considerado por muchos como el primer filósofo de América. Su vida y obra resulta todavía hoy desconocida.

Biografía

Infancia y juventud

Nació en Santiago de Chile, Chile, en el año 1587. Era descendiente de conquistadores del Perú, su abuelo paterno, el zamorano Alonso Arévalo Briceño, fue uno de los quince que apresaron al inca Atahualpa; el materno, Francisco de la Peña (y natural de Valdepeñas), es aludido por el censor Ortega Sotomayor como mencionado por Ercilla en la Araucana. Su padre, el capitán Alonso de Arévalo Briceño, nacido en la castellana Guadalajara, viajó a Chile, donde casó con la santiagueña Jerónima Arias de Córdoba.

Cuando tenía cinco años, la familia se trasladó a Lima; en el viaje nació su hermano Agustín, que siguió la carrera militar y llegó a ser Gobernador de Santiago de Chile. Él costearía, en su momento, la edición de los escritos de Alonso.

En Lima, donde mueren sus padres, Alonso realizará todos sus estudios y el 30 de enero de 1605, toma el hábito franciscano, haciendo su profesión en febrero del año siguiente.

Fue alumno del también franciscano Jerónimo Valera, quien le habría inducido en la vía escotista.

Muerte

Falleció el 15 de noviembre de 1668 en Trujillo, Venezuela, luego de la visita pastoral hacia tierras malsanas, enfermó de «calenturas» palúdicas y luego de innumerables remedios de la época, falleció rodeado de personalidades eclesiásticas y civiles. Revestido de los ornamentos eclesiásticos correspondientes fue enterrado con pompa de difuntos «...en la Capilla Mayor al lado del Evangelio...»

Vida religiosa

Su ingreso a la orden franciscana se produjo en Lima. Además de doctor en teología y catedrático por más de 15 años, fue erudito, crítico, políglota e indigenista, orador y literato.

En Lima se inicia como guardián del Colegio y definidor de su provincia, para seguir en calidad de comisario, visitador provincial y coadjutor. Poco después preside el Capítulo de la provincia franciscana del Perú, evangeliza y visita los conventos y establecimientos diseminados en el Perú, Chile y Bolivia, como Cajamarca y Charcas.

Designado procurador ante Roma para la canonización de San Francisco Solano, se le nombra juez de apelaciones de las provincias de España y representante de su Majestad Católica el rey de España en el Capítulo General de Roma, donde frente a autoridades defiende unas conocidas «conclusiones teológicas» y también le representa ante el Capítulo cisterciense de España. Fue igualmente, consultor del Santo Oficio en Roma.

Por todos sus merecimientos y por ser además «hijo, nieto y bisnieto de conquistadores del Perú» es consagrado en Panamá como obispo de la diócesis de Nicaragua y Costa Rica, luego de ser presentado por el Rey y aceptado en consistorio por el papa Inocencio X, en 1644.

Después de residir en la ciudad de León, en el año 1651 es trasladado como obispo para ocupar la silla de Caracas. Tras una demora llega a Maracaibo, el 27 de diciembre de 1660. Luego sin entenderse con el gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela, Pedro de Porres y Toledo, ni con el Cabildo Eclesiástico de Caracas, arriba a la ciudad de Trujillo el 14 de junio de 1661, toma posesión de la Diócesis y se queda allí en busca de la paz anhelada y para trabajar en la redacción de sus escritos y en el beneficio de los fieles. De acuerdo con los testimonios de la época al llegar trae entre sus pertenencias una biblioteca de más de 1.000 libros de grueso porte, catalogada entre las mejores que existieron en el período colonial. Hará beneficios materiales y espirituales a la grey y permanecerá al lado de familiares y clérigos, pero sin querer viajar a la sede de la Diócesis.

En territorio venezolano transcurren 8 años de vida activa, hasta que luego de unas conclusiones teológicas que presidiera en la iglesia matriz de Trujillo.

Los bienes que dejó tras su deceso dieron origen a numerosos pleitos por varios años, entre el Cabildo Eclesiástico, la orden franciscana y los familiares del extinto.

Obras

Se destacó por su pensamiento, por la originalidad de sus tratados y por haber sido el primer americano en obtener dispensa para publicar un voluminoso estudio sobre los fundamentos filosóficos y teológicos de la corriente escotista en la cual era erudito. Entre 1638 y 1642 publicó en Madrid sus «Controversias sobre el Primero de las Sentencias de Scoto», obra aparecida en latín en 2 volúmenes, en la que analiza el pensamiento de Juan Duns Scoto (1266-1308), teólogo inglés y padre de la escuela que entonces seguía la Orden Franciscana Mendicante en sus enfrentamientos con la Orden Dominica seguidora de las ideas de Santo Tomás de Aquino. Además de lo anterior, dejó inéditas algunas obras, entre las cuales figuran «Brizeño in Scot» y «Brizeño in Sententiis» y otros papeles y sentencias que demuestran su preocupación por el estudio de la filosofía y la teología en los años de la Colonia.

Fuentes