Alonso de Heredia

Alonso
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NombreAlonso de Heredia
Nacimiento1468
Cuenca, Bandera de España España
FallecimientoHacia 1540
Cartagena de Indias, Bandera de Colombia Colombia

Alonso de Heredia. Conquistador español del siglo XVI, como teniente de su hermano, Pedro de Heredia en Cartagena de Indias, fundó también las villas de Tolú y Mompox.

Síntesis biográfica

Perteneció a una familia hidalga de pocos recursos. Nació en Cuenca, en 1468. Era oriundo de Ojeda, cerca de Oña, en la merindad de Bureba. En su juventud estuvo al servicio del duque de Medinaceli, don Luis de la Cerda, como paje.

Alonso de Ojeda era pariente cercano de un alto miembro del Tribunal de la Inquisición, de su mismo nombre, quien le presentó al famoso obispo de Burgos, que fue después Patriarca de las Indias, don Juan Rodríguez de Fonseca. Participó en la toma de Granada, donde dejó constancia de sus dotes militares, de su destreza como espadachín y de su audacia.

El joven Ojeda se ganó en breve la buena voluntad del Obispo, quien ofreció dispensarle su protección a la primera oportunidad. Alonso tenía veintiocho años en 1494, era pequeño de estatura, ágil hasta causar sorpresa, y en todos los ejercicios de las armas, maestro consumado; tenía el genio pronto y la vista perspicaz; era valiente hasta la temeridad, vengativo hasta la crueldad, tierno de corazón con los débiles, y cortés con las damas; pendenciero y duelista, pero hondamente creyente y por extremo observante de sus deberes religiosos.

El Obispo supo distinguir en aquel joven una alma bien templada y un corazón generoso, pero también notó que su carácter tenía un fondo de ambición que podía servirle en los planes que por entonces maduraba para perder a Colón.

Trayectoria

Alonso de Ojeda, que ya había hecho una expedición en 1499, en la que se embarcaron Juan de la Cosa y Américo Vespucio, decidió continuar con la obra de Enciso y formó una nueva que salió de la Española y hacia enero de 1516 fundó, a orillas del Río Atrato, el segundo intento de asentamiento español en tierra firme, San Sebastián de Urabá. Un poco después, salió de la Española otra expedición comandada por Diego de Nicuesa, que se encontró con la de Ojeda a tiempo para rescatarla de un mal paso.

Al igual que La Antigua del Darién, ya despoblada, San Sebastián de Urabá también es abandonado por sus moradores, que se vuelven a destinos más atractivos como Santo Domingo, o a la misma España, dejando injustamente manchados los nombres de Nicuesa y Ojeda. Funda La población de Nicolás de la Paz cuya fecha se estima en el año de 1535 concretamente el día 3 de febrero, su nombre original era “La Cochinera”, siendo cambiado mas tarde por el de “San Nicolás de la Paz” y, a finales de 1535 funda La Villa de Santiago de Tolú.

Don Alonso en su primera incursión por tierra al Sinú,encontró un pobladísimo pueblo de indios regido por el cacique Tolú o Tulú, en lo que hoy es hoy el municipio de Toluviejo. Obsesionado como estaba por los tesoros del oro Sinuano, no confirió mayor importancia a este nuevo descubrimiento. el Río Cauca, después de visitar Ayapel. El 3 de mayo de 1540, funda junto al Licenciado Juan de Santa Cruzla ciudad de Mompox. Su nombre se debe a un gran cacique indígena llamado Mompoj.

Alonso había pasado al Nuevo Mundo al mismo tiempo que su hermano Pedro de Heredia, pero, dejando a Santo Domingo, se había ido a buscar fortuna en Guatemala, de la cual fue uno de los primeros conquistadores; más cuando tuvo noticia de la brillante posición de que gozaba don Pedro en Cartagena, resolvió ir a acompañarle.

El Gobernador, que ya empezaba a disgustarse de la gran popularidad que tenía Francisco César entre los soldados, le quitó el destino de Teniente General que tenía desde su llegada, para conferírselo a Don Alonso de Heredia.

Deseosos los Españoles de apoderarse del oro que había quedado en las sepulturas del Zenú, rogaron al Gobernador que volvieran pronto en persecución de los tesoros, y él nombró jefe de la expedición á su hermano don Alonso, el cual se puso en marcha en Agosto del misino año. Mucho tuvieron que sufrir durante la jornada al Zenú, por haber entrado ya el invierno; pero todo lo hubieran dado de barato, al no haber hallado vacíos los sepulcros.

Según tuvieron noticia entonces, los naturales temerosos, con razón, de que los invasores volviesen a allanar las tumbas de sus mayores escapadas de la rapiña, habían sacado los huesos y el oro, y ocultándolos en las montañas, en un sitio llamado Faraquiel, en donde se decía tenían otro templo.

Lo cierto es que los tesoros de los sepulcros se perdieron para siempre, pues nunca han podido encontrarse ni en épocas posteriores; por lo cual hay quien crea que los Españoles habían sacado todo el oro la primera vez, y que por jactancia decían que quedaban aún sepulturas sin abrir.

Desde la llegada de don Alonso a Cartagena, el cual tenía mucha influencia sobre el espíritu de su hermano, el carácter de don Pedro, que, desde su jornada al Zenú se había manifestado duro y cruel, empeoró visiblemente; de suerte que cometía muchas injusticias no sólo con los indígenas, sino también con los Españoles.

El odio que, sin ningún motivo, había cobrado el Gobernador a Cesar, fue creciendo a tal punto, que con un pretexto baladí le hizo prender, juzgar como desobediente y condenar a muerte. Pero, como hemos dicho antes, los colonos idolatraban al caballeroso Cesar, que jamás pronunció una palabra contra su jefe, y no se encontró quien quisiese ejecutar la sentencia de muerte.

Muerte

Alonso salió de Mompox en 1539 para un nuevo descubrimiento, pero se frustró por habérsela amotinado parte de la hueste dirigida por Andrés Zapata. El teniente de gobernador fue apresado y enviado de regreso a Mompox, desde donde volvió a Cartagena. Debió morir poco después en dicho puerto.

Fuentes