Alzamiento de Jibacoa

Alzamiento de Jibacoa
Información sobre la plantilla
Fecha:9 de octubre de 1868
Lugar:Jibacoa
Descripción:
Alzamiento que propició, junto al alzamiento de El Dátil, lograr la organización y reclutamiento de los mambises que protagonizaron la toma de Bayamo.
Resultado:
Se unieron al grupo de Céspedes para organizar la toma de Bayamo.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba y Bandera de España España
Líderes:
Luis Marcano y sus hermanos Francisco y Félix.
Ejecutores o responsables del hecho:
Campesinos de los contornos de Jibacoa

Alzamiento de Jibacoa. Levantamiento que propició, junto al alzamiento de El Dátil, logar la organización y reclutamiento de los mambises que protagonizaron la toma de Bayamo.

Inicio y encuentro con Céspedes

El 9 de octubre de 1868, tan pronto Luis Marcano y sus hermanos Francisco y Félix conocieron la orden de alzamiento de Céspedes, transmitida a través de Rafael Caymari, reunieron a los campesinos de los contornos de Jibacoa, les explicaron la situación y que ya se estaba en pie de lucha por la independencia de Cuba [1]

Al día siguiente en horas del mediodía, se presentó en Jibacoa el brigadier Santiesteban que iba sublevando todos los sitios desde su salida de Palmas Altas. Ambas fuerzas, medianamente armadas, se encaminaron a las serranías de Nagua, punto acordado para la reconcentración, pero al llegar a la sabana de La Orilla escucharon el tiroteo de Yara, supusieron que era Céspedes tratando de apoderarse del pueblo y determinaron ir al Zarzal y de allí a Yara como fuerza auxiliadora. [2]

Por la hacienda Cabazán y cerca de la tienda del español Riera, sintieron gente que marchaban en dirección a ellos, tomaron posiciones y al divisarlos dieron el alto, descubrieron que eran Céspedes, Calvar, Hall y Masó, entre otros. Céspedes inquirió dónde iban y contestaron que a Yara a reunirse con él.

Decisión de tomar a Bayamo

Céspedes tenía la intención de tomar a Manzanillo, para ello había enviado comisionados para reclutar gente en los alrededores de la ciudad que pretendía atacar. Sin embargo Marcano, más práctico en cuestiones militares, le hizo desistir de sus propósitos, diciendo que sería de mucho más efecto posesionarse de la ciudad de Bayamo, pues era centro de comunicaciones terrestres y telegráficas y los bayameses estaban listos para cooperar. [3]

La idea de Marcano fue aceptada aunque Céspedes seguía esperando por los avisos enviados a Bayamo. El líder aconsejaba obrar con prudencia y pensaba que todavía no había llegado el momento oportuno para atacar a la ciudad bayamesa. [4]

En horas de la noche del día 15 llegó Pedro Figueredo con las noticias del los alzamientos de Donato Mármol en la finca Santa Teresa y la ocupación de Santa Rita, Jiguaní y Baire, así como el control de Cauto del Paso por Luis Figueredo. Para festejar aquellos sucesos, Céspedes ordenó encender una gran fogata. Luego de recibir las buenas noticias Marcano tocó de nuevo el tema de la toma de Bayamo, insistiendo en la necesidad de que fuera ésta y no la ciudad de Manzanillo la que fuera atacada, en ese momento Céspedes demostró su total aceptación diciéndole:

- Veamos, ¿quién es el jefe de operaciones?

- Usted me ha nombrado para ese cargo – contestó Marcano

- Pues cumpla usted con su deber – repuso Céspedes [5]

Enfrentamiento

El día 15 en la mañana parten a Barrancas por el camino de Manzanillo a Bayamo. Al llegar la comunicación de que Juaquín Tamayo al frente de treinta hombres entre milicianos y guardia civil, defendían la capitanía pedánea, quienes al divisar a los cubanos le abrieron fuego. Los alzados atacaron y las tropas españolas se dispersaron, llegado el medio día ya los cubanos tenían la victoria del enfrentamiento con solamente un herido entre sus hombres mientras el ejército contrario tenía una baja.

Citas y referencias

  1. Aguilera Rojas, Eladio. Desde La Demajagua a Bayamo, en Bohemia, 1 de octubre de 1971, p.100.
  2. Ibidem
  3. José Maceo Verdecia, Bayamo, Editorial El Arte, Manzanillo, 1936, t.1, p.163.
  4. Aguilera Rojas, op. cit. p.101.
  5. Ibidem.

Fuente

  • Naranjo, Aldo Daniel; Lago Vieito, Ángel. Hijos de la fraternidad. Los dominicanos en la insurrección cubana (1868-1878). Bayamo : Ediciones Bayamo, 2001, pp.26-29.