Amatista

Amatista
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Prisma romboedro, trapezoedro, bipirámide, trigonal de color violeta en diversas tonalidades.

Amatista. Es un mineral de origen magmático e hidrotermal. Se forma en filones con soluciones ricas en óxidos de Hierro, que le dan su color morado característico a temperaturas inferiores a los 300ºC. Lo más habitual es encontrar la amatista tapizando el interior de ágatas en forma de geodas, a veces gigantescas. También se pueden encontrar en forma de drusas (cristales que recubren la superficie de una piedra) o en filones, acompañada de otros minerales.

Historia

El nombre ‘amatista’ proviene del griego amethystos (no borracho), ya que esta piedra era considerada un potente antídoto contra la embriaguez.

Según la mitología griega, Un día, llegó una expedición con el fin de investigar sobre las piedras preciosas, para ver qué contenían y encontraron una piedra y vieron que era muy fuerte. Su energía era impresionante, era la amatista. Investigaron y descubrieron que se podía usar en anillos y otras joyas. Una vieja leyenda explicaba que los talismanes de amatista tenían el poder de proteger de los envenenamientos y borracheras a quien los portara. Muy singular la leyenda con la cual Aristóteles explica el origen de la virtud antialcohólica de la piedra.

Ametis, era una ninfa bellísima, un día durante una orgía suscitó el deseo de Dionisio. Alcanzada por él, mientras el Dios estaba a punto de poseerla, rogó a Artemisa que la salvara. La diosa escuchó su plegaria y el perseguidor al pretender sujetarla encontró en sus manos una joya. Lleno de remordimiento por lo que había hecho, Dionisio quiso dar a la piedra el color purpúreo del vino y estableció por amor y en recuerdo de Ametis, que la violácea piedra evitara desde entonces los insanos efectos del alcohol y mantuviera la castidad. Precisamente debido a esta leyenda, el uso de esta gema se extendió en poco tiempo.

La magia de las piedras es tan antigua como el tiempo. Comenzó cuando los primeros seres humanos sintieron alguna fuerza o poder atrapado en el interior de las piedras que los rodeaban. Estas probablemente fueron usadas en un principio como amuletos, objetos que se llevaban puestos para desviar la negatividad o el "mal". Más tarde se las reverenció como deidades, se las ofreció como sacrificio, y se las sepultó para lograr bendiciones y la fertilidad de la tierra.

Su uso está íntimamente conectado con la religión, los ritos y la magia. Los Druidas, los Bretones, los Indios, etc., todos acostumbraban a celebrar ritos con las Piedras. Se llegó a adorar incluso a los grandes meteoritos; La Kaaba santa de La Meca, llamada la mano derecha de Dios (Yamin Allah) y la Piedra Negra de Pesinunte, imagen icónica de la Gran Madre Frigia, llevada a Roma durante la última de las Guerras Púnicas. Con el tiempo, las piedras fueron perdiendo el aura mágica que las rodeaba; bajo una capa de polvo quedó el uso terapéutico que practicaban hábilmente los Chamanes, Alquimistas y hasta monjes como la benedictina Santa Hildegarde.

En la actualidad, gracias a determinadas disciplinas especiales, definidas por algunos un tanto despectivamente como alternativas, las gemas han recuperado en parte su función primitiva. La amatista es una piedra empapada en la magia antigua. Es quizá tan popular hoy como lo fue hace dos mil años.

Características

La amatista es una variedad macrocristalina del cuarzo. Su color violeta característico puede ser más o menos intenso, según la cantidad de hierro (Fe+3) que contenga. Puede presentarse coloreada por zonas con cuarzo transparente o amarillo. Las puntas suelen ser más oscuras o degradarse hasta el cuarzo incoloro.

A pesar de que es muy resistente a los ácidos, la amatista es muy susceptible al calor. De hecho, al calentarla a más de 300 °C cambia su color a café pardo, amarillo, anaranjado o verde, según su calidad y lugar de origen:
450 °C: se vuelve amarilla
500 °C: toma un color anaranjado fuerte (amatista quemada)
600 °C: se vuelve muy lechosa

Estos cambios en la coloración se deben a los cambios en el número de oxidación del hierro que contiene, entre otras cosas. Se puede recuperar el color original de la amatista sometiéndola a irradiaciones. Se diferencia de otras piedras tratadas al calor en que presenta un dicroísmo púrpura azulado y púrpura rojizo.

No tiene una absorción del espectro lumínico característica. Suele presentar inclusiones en forma de marcas paralelas, conocidas como rayas de cebra y arañazos de tigre, causadas por maclas romboédricas.

Sus usos mágicos

La amatista es un cuarzo púrpura que es utilizada, desde tiempos remotos, para fines mágicos y hasta curativos.

Los griegos dedicaron esta piedra semipreciosa a Dionisio y los romanos a Diana y ya desde esa época se consideraba que la amatista ayudaba a que el Alcohol no se subiera a la cabeza. Resulta curioso que la palabra provenga del latín amethystus, a su vez del griego amézistos (sobrio).

La amatista fue empleada, durante la Edad Media, por los obispos lo que le dio cierta dimensión sagrada y fama como piedra «curandera». En este sentido, se le atribuye a la amatista el poder de curar la gota, atenuar las jaquecas y los dolores del parto.

En el campo espiritual, la amatista permite dejar atrás el sufrimiento y los sentimientos de culpa.

Según la magia renacentista, las amatistas que tenían grabadas la imagen de un oso se usaban como amuletos protectores y aún, en la actualidad, se emplean para evitar ser víctima de los ladrones.

Agudiza, también, el aspecto psíquico o adivinatorio. Por ello, se utiliza en conjunto con los Naipes de Tarot o monedas de I Ching.

La amatista puede ser utilizada, también, por los hombres que desean atraer mujeres sinceras y formales. Igualmente, es empleada por aquellas personas envueltas en juicios legales para asegurarse de que se haga justicia en su caso

Propiedades físicas

  • Tipo básico: Ígneas, sedimentarias y metamórficas
  • Grupo: Silicatos. Óxidos
  • Sistema Cristalino: Estructura Hexagonal. Su estructura es cristalina.Debido a su estructura, son más parecidos a un líquido que a un sólido: Se conocen como líquidos súper enfriados. Los cuarzos que se hallan en estado natural, tienen todos estas bases que presentan un aspecto más tosco, como si hubieran sido arrancados. También pueden aparecer imperfecciones o trozos de otros cristales o minerales, sobre la superficie de sus caras. En fin, cuando cristal no ha recibido la acción de la mano del hombre, presenta una energía diferente, poderosa, plena. Si tiene la oportunidad de tomar en sus manos un cristal en bruto, y uno tallado y pulido, y captan por un rato su energía, van a percibir la diferencia. Algunos más sensibles lo captarán a simple vista.
  • Composición química: Variedad fenocristalina o macrocristalina del cuarzo bajo. Con óxidos de Fe(III) (oligisto) y menores cantidades de otros elementos (alcalinos, calcio, magnesio, boro, fósforo y aluminio).
  • Formación u origen: Se forma en filones con soluciones ricas en óxidos de hierro que le dan ese color característico a las temperaturas inferiores a los 300° C.
  • Estructura: Cristalina
  • Dureza: Según la escala del alemán Friedrich Mohs es de una creciente dureza del número 7, capaz de resistir la deformación o abrasión de su superficie.
  • Textura: Rugosa
  • Densidad: 2.65
  • Color: De violeta pálido a violeta rojizo.
  • Brillo: Vítreo graso

Diferentes rituales con la amatista

  1. Ritual para alejar el insomnio y las pesadillas: Poner debajo de la almohada una piedra de amatista.
  2. Ritual con amatista para cuando existe un ambiente de discusión o de violencia en el hogar: Sostener una amatista en la mano izquierda (o en la derecha si es zurdo). Dejar que las vibraciones calmantes, relajantes y pacíficas lo invadan. Decir siete veces en voz alta “Deseo que en mi hogar reine el amor, la armonía y la paz”.
  3. Ritual con amatista para calma los miedos y levantar el espíritu: Colocar en la noche, de un jueves con Luna creciente, una amatista pequeña en un recipiente que contenga agua cristalina (preferiblemente de un manantial). Dejar en el agua la amatista por tres días. Después de ese tiempo, colocar la amatista en una bolsa de tela de color púrpura donde no sea visto por otras personas. Cargar esta bolsa siempre consigo.
  4. Ritual para propiciar la meditación: Colocar una pieza de amatista delante de una vela blanca y un incensario dentro del que arde incienso de sándalo
  5. Ritual para aumentar la conciencia psíquica y para agudizar el "sexto sentido" : Colocar una piedra de amatista en el agua de la bañera Mientras se baña, hacer arder una vela de color púrpura claro y, si se desea, para potenciar los efectos, se puede poner tres amatistas más alrededor de la vela.
  6. Hechizo de belleza para desaparecer los granos y la piel áspera: Humedecer la amatista con saliva y pasarla sobre el rostro.
  7. Ritual con amatista para sanar heridas de amor: Dirigirse a un sitio al aire libre donde pueda estar solo. Sostener una amatista en la mano izquierda (o derecha, si es zurdo). Luego, recoger un puñado de tierra y verter sobre la piedra. Realizar este proceso dos veces más.

A medida que se realiza, visualizar como va depositando su sufrimiento en la piedra. Cuando la piedra esté casi a punto de estallar por la negatividad, arrojar con tanta fuerza como se pueda. Lanzar un grito cuando se arroje la piedra. Cuando su mano suelte la amatista, suelte también el dolor. Después, respirar profundamente, meditar unos instantes y agradecer ala Tierra por su ayuda, luego debe dar la vuelta y dejar la piedra y el sufrimiento atrás.

Referencias

Fuentes