Andrés Leal

Andrés
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Personaje de la cultura Sancristobalence
NombreAndrés Leal
Nacionalidadcubana

Andrés Leal. Tuvo un quehacer constante en la música y como pequeño agricultor. En la Asociación Nacional Agricultores Pequeños (ANAP), fue responsable de créditos y secretario de organización en su base. Su asimilación al canto y la música comienzan en su mocedad, interpretando aquellas canciones y boleros que otrora lo hicieron popular y que hoy, en el marco de una Revolución que respeta los valores tradicionales, se yergue el trovador y se escucha ya en sus dieciséis presentaciones el aplauso cerrado y el estribillo a porfía: Otra, otra, otra”.

Niñez

El caserío de Chirigota fue fundado en 1850 por Don Antonio Pérez de Leo, y debe su nombre sugestivo a una pequeña tienda situada a la orilla del camino real. Cerca del crucero de la línea ferrocarrilera emprende su carrera musical con dos de sus hermanos.
Sus primeros estudios los realiza en una escuela primaria de La Chirigota, donde se recuerda a Cirilo Manuel Bugalla como uno de sus maestros.
Andrés Leal trovador de las verdes campiñas, con sabor a tabaco a agrestes palmeras. Andrés se caracteriza por su franca y agradable charla que denota un agudo sentido de modestia, sinceridad, que lo retratan como un genuino valor pinareño.


Su vida como cantante

Eran tres hermanos, y el mayor confecciono una marimba, el otro un par de claves y yo las maracas. El trío amenizaba fiesteritas familiares, casi siempre en la casa de Atanasio Camacho. Posteriormente, mi hermano pasó a tocar en un sexteto; pero yo no lo hice, porque lo que me gustaba era aprender el tres.

El primer baile

El primer baile que amenice fue en la finca “El Oriente”, cerca del faldeo de las lomas como bongosero. Luego Félix Martínez me enseño los secretos del tres. Con estos conocimientos rudimentarios me iniciaba ya en el bolero y la canción. A los 17 años ya sabía tocarla y participe en un baile de enramada que se efectuó en “Las tres Esquinas”

El Trovador

En el año 1942, durante una visita a San Cristóbal me encontré con José Cheo Páez, ya que Kamel Olivera le había hablado de mi, Cheo me invito para que le acompañara a una actividad en el salón de Capetillo donde se efectuaría un baile titulado “Mi bote en el cuarenta y dos” un pasillo muy popular en la época. Con los “Ases del 40” que dirigía Cheo Páez permanecí por un espacio de veinte años. Ese mismo año, con el grupo me inicie en la Emisora local CMAC, y del cuarenta y nueve al cincuenta y ocho actué como trovador.

El salario que ganaba yo tenia que conseguir anuncios comerciales para poder sostenerme. Hacía cuatro actuaciones semanales, que el mes sumaban dieciséis. Cada anuncio me lo pagaban a peso semanal y tenia, cinco o seis. El pago que recibia era principalmente del público oyente que enviaban muchas cartas, tanto de Santa Clara, Isla de Pinos y el resto de la provincia.

Las interpretaciones más solicitadas

Al público le gustaba escuchar más “Una rosa de Francia” y “Como arrullo de palmas”.

Lo que significaba la trova para él

Entiendo que hay mucho entusiasmo, pero nos hace falta un local para ensayar y descargar.
“La trova ha ido al rescate de nuestra genuina música tradicional”.

Un pasaje anecdótico emocionante

Cuando me presente en el programa Buscando Estrellas de CMQ que animaba Germán Pinelli, cante allí “Llevarás la marca” y alcance el segundo lugar. La que obtuvo el primero con el paso doble “Francisco Alegre” la premiación con cinco pesos; y a mí, dos cincuenta y media libra de café “Rex”. Recuerdo que Pinelli en un tono jocoso, al olvidarse de mi apellido me presentó como Andrés del Real o de los diez pesos por lo menos, dijo, refiriéndose a la estatura.

Referencias

Archivos históricos de Museo del municipio de San Cristóbal.

Fuentes

  • Equipo de Investigadores del Museo Municipal de San Cristóbal.
  • Equipo de historiadores del municipio de San Cristóbal.