Andrés Vesalio

Andreas
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Médico
NombreAndreas Vesalius
Nacimiento31 de diciembre de 1514
Bruselas,Bandera de Bélgica Bélgica
Fallecimiento1564
Zante, Bandera de Grecia Grecia
Otros nombresAndries van Wiesel
OcupaciónMédico

Andreas Vesalius. Fundador de la anatomía humana moderna

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Nació el 31 de diciembre de 1914, en Bruselas, que por entonces formaba parte del Sacro Imperio Romano - Gemánico, actual Bélgica.

Su padre Andries, era hijo ilegítimo del médico real del emperador Maximiliano I, Everard Van Wesel. Andries sirvió también a Maximiliano como boticario, y luego a su nieto Carlos V, como valet de chambre. Animó a su hijo a seguir la tradición familiar y lo inscribió en la Escuela de los Hermanos de la Vida Común, en Bruselas, donde Vesalio aprendió griego, árabe, hebreo y latín. En 1528, Vesalio in­gresó a la Universidad de Lovaina (Pedagogium Castrensis) como estudiante de artes pero, cuando su padre fue nombra­do valet de chambre, en 1532, prefirió seguir estudios de me­dicina en la Universidad de París, ciudad a la que se trasladó en 1533. Allí estudió las teorías de Galeno, bajo la dirección de Jacobus Sylvius y de Jean Ferne. Fue en esa época cuando empezó a interesarse por la anatomía y para mejorar sus co­nocimientos sobre osteología se proveía de huesos en el Ce­menterio de los Inocentes.

Se vio obligado a abandonar París en 1536, a causa de la guerra entre Francia y el Sacro Imperio Romano Germáni­co, y regresó a Lovaina. Allí completó sus estudios bajo la dirección de Johannes Winter von Andernach, y se graduó al año siguiente. Permaneció en Lovaina poco tiempo, a causa de una disputa con su maestro. Se instaló transitoriamente en Venecia y en 1536 se trasladó a la Universidad de Padua, donde se doctoró, en 1537.

Se graduó magna cum laude el 5 de di­ciembre de 1537, a los 23 años de edad. Al día siguiente de su graduación fue nombrado explicator chirugiae, el equivalen­te catedrático de Cirugía y Anatomía, en la misma Universi­dad y empezó a dar conferencias a los estudiantes. Impartió también lecciones en las universidades de Bolonia y de Pisa. Su método de enseñanza era revolucionario: tradicio­nalmente el profesor enseñaba leyendo los textos clásicos (principalmente la obra de Galeno) y su exposición era segui­da de la disección de un animal, realizada por un barbero­cirujano bajo la dirección del profesor; Vesalio, en cambio, convirtió la disección en la parte más importante de la clase, llevándola a cabo por sí mismo, rodeado por sus alumnos.

Otra etapa de su vida

Recopiló sus dibujos de anato­mía, para uso de sus estudiantes, en tablas anatómicas ilus­tradas. Cuando descubrió que algunos de ellos estaban sien­do copiados, los publicó en 1538 con el título de Tabulae Anatomicae Sex (Venecia, 1538). Tres láminas osteológicas fueron realizadas por Kalkar, a instancias suyas; tres relati­vas a vísceras (hígado, porta y genitales; hígado y cava; co­razón y aorta) las realizó él mismo. En 1538, publicó una obra sobre la flebotomía o sangría, que era en la época un tratamiento que se aplicaba a casi cualquier enfermedad, existiendo un debate acerca de cuál era el lugar más adecua­do para la extracción de sangre. El procedimiento defendido por Galeno, consistía en extraer la sangre de un punto cerca­no al de la localización de la enfermedad. Sin embargo, la práctica musulmana y medieval prescribía extraer menor cantidad de sangre de un punto más distante. La obra de Vesalio apoyaba la opinión de Galeno, basando sus argu­mentos en diagramas anatómicos.

En 1539, un juez de Padua, interesado por los trabajos de Vesalio, hizo que se le facilitasen los cadáveres de los cri­minales ejecutados, para la disección. Esto le permitió mejo­rar sus diagramas anatómicos. En 1539, con el fin de aportar claridad a una polémica sobre la sangría en las afecciones neumónicas monolaterales, el médico de Carlos V, Nicolás Florena, encargó a Vesalio un exploración disectiva del siste­ma venoso endotorácico. Descubrió así, la vena ácigos ma­yor y su desembocadura en la vena cava superior (si segui­mos la idea galénica de la circulación de la sangre, sería el origen y no el final). Publicó los resultados ese mismo año (Epistola docens venam axillarem dextri cubiti in dolre laterali secandam) y también aceptó el encargo de la Giunta, una afa­mada casa editorial veneciana, para revisar la edición latina de varios escritos anatómicos de Galeno, concordando con una de las características del Renacimiento: revisar y corre­gir. Concluyó el trabajo apenas un año después. En 1539, pu­blicó una versión actualizada del vademécum anatómico de Galeno, Institutiones Anatomicae.

Todas estas actividades fueron muy apreciadas por el claustro de profesores y por los estudiantes. En el documento oficial que prorroga el nombramiento de Vesalio, se dice cla­ramente que «había suscitado gran admiración entre todos los estudiantes». El estrecho contacto con Galeno a través de sus obras, le llevó a darse cuenta de que dejaba traslucir en sus escritos su experiencia disectiva con monos.

Al comprobar personalmente en las disecciones tan­tos errores, en 1541, mientras estaba en Bolonia, Vesalio des­cubrió que las investigaciones de Galeno estaban basadas en la disección de animales, y no de seres humanos. Como la disección humana había estado prohibida en la antigua Roma, Galeno había disecado en su lugar, monos de Berbería, cre­yendo que serían anatómicamente similares al ser humano. Vesalio abandonó entonces, al indiscutible Galeno de la en­señanza de la anatomía. El hecho causó cierto revuelo en el claustro de Papua, pero Vesalio se comprometió a escribir un nuevo tratado de anatomía.

Vesalio, apoyándose en sus propias observaciones, publicó una corrección de las Opera omnia de Galeno, y co­menzó a escribir su propio texto de anatomía. En 1543, ya estaba redactado su conocido De humani corporis fabrica libri septem (Sobre la estructura del cuerpo humano). Dicha obra puede considerarse como el primer tratado moderno de anato­mía, tanto por su claridad como por el rigor expositivo de sus contenidos y uno de los libros más influyentes sobre anatomía humana. Basó sus estudios anatómicos en la observación directa, rechazando algunos errores anatómicos presentes en la obra de Galeno, por lo que es considerado el fundador de la anatomía moderna. Deben resaltarse especialmente los graba­dos de la Fabrica vesaliana. Son magníficos por su calidad, su exactitud anatómica, y la elegante y un poco teatral belleza que supo darles su autor, los de Jan Stefan van Kalkar, así como por su gran número, más de trescientos dibujos.

Los siete libros o partes de que se compone la Fabrica se consagran, los dos primeros, a la exposición de los que pue­den llamarse sistemas constructivos del organismo (huesos y cartílagos, ligamentos y músculos); los libros tercero y cuarto tratan de los sistemas conjuntivos: venas, arterias y nervios; los tres últimos se ocupan de la descripción morfológica de los órganos de la nutrición y generación y de los instrumentos de la facultas vitalis, cerebro y sentidos. En la descripción de los órganos internos, la exposición de Vesalio es nueva, reno­vadora en la explicación anatómica. Además de saber más y mejor la anatomía, Vesalio enseña a saberla de otro modo, el modo correspondiente a la intuición renacentista de la reali­dad visible, en general, y del cuerpo humano, en particular.

También en 1543 ,terminó el Epitome, una especie de Fabrica compendiada para uso de los estudiantes. El texto, al que se unieron trescientas planchas grabadas en madera por Kalkar. La Fabrica iba dedicada al emperador Carlos V y el Epitome al que después sería Felipe II. Vesalio tenía enton­ces 29 años. La obra originó una reacción airada de algunos galenistas. Uno de los que le atacó ferozmente fue su maestro parisino Jacobo Silvio, quien le propinó calificativos como desvergonzado, impío, calumniador e ignorante.

Vesalio, impertérrito, continuó provocando controver­sias,esta vez no demostrando los errores de Galeno, sino de Mondino de Liuzzi, e incluso de Aristóteles: los tres habían hecho suposiciones acerca de las funciones y estructura del corazón que eran claramente erróneas. Por ejemplo, Vesalio descubrió que el corazón tenía cuatro cavidades, que el híga­do tenía dos lóbulos y que los vasos sanguíneos comenzaban en el corazón, y no en el hígado.

Andrés Vesalio regresó a Padua pero, siguiendo la tra­dición familiar fue requerido por Carlos V para que formara parte de su servicio médico; por tanto, marchó a Bruselas. Allí se casó, ejerció la medicina y escribió. Publicó un opúsculo sobre el uso de la raíz de China o zarzaparrilla, donde aprove­chó para defenderse de quienes le atacaban por abandonar a Galeno. Mientras preparaba la segunda edición de la Fabrica (1551), también acompañaba al emperador en sus viajes; siendo su función la de médico “internista” y no de cirujano.

Tras abdicar Carlos V, en 1556, pasó al servicio de Felipe II, traslandándose a Madrid en 1559. Su estancia no fue demasiado grata por un desgraciado acontecimiento con el Infante, las relaciones con el resto de los médicos de la casa real y, quizás, por la ausencia de cadáveres para disec­ción. Tuvo en España, sin embargo, ardientes defensores como Pedro Jimeno y Luis Collado, profesores en la Uni­versidad de Valencia.

En 1556, obtuvo el título de Conde Palatino, y tras la abdicación del Emperador continuó prestando sus servicios en la corte de Felipe II, por lo que residió en España la ma­yor parte del tiempo. Un importante episodio de su labor profesional, como cirujano, es su intervención en el trata­miento de la herida sufrida por el príncipe Carlos.

Muerte

En 1561, encontrándose en Madrid, fue juzgado por un tribunal de la Inquisición y condenado a muerte por ha­ber iniciado una observación anatómica interna en un hom­bre vivo. Felipe II logró que le fuera conmutada la pena por una peregrinación a Jerusalén, pero durante el viaje de re­greso su barco naufragó cerca de la isla griega de Zante, a donde le arrastraron las aguas y en la que murió, el 15 de octubre de 1564.

Obras

  • De humani corporis fabrica 1543.

Su obra puede considerarse como el primer tratado moderno de anatomía humana, tanto por su claridad como por el rigor expositivo de sus contenidos y es uno de los libros más influyentes sobre este tema.

Aportes

Cinco puntos se destacan como los más significativos en el gran aporte que Andrea Vesalio hizo a la enseñanza y aprendizaje de la anatomía humana.

  1. Sustituye la anatomía libresca de Galeno por otra más fiel a la realidad y basada en su propia experiencia de disector. A Vesalio puede calificársele de disector, profesor, demostra­dor y dibujante.
  2. Corrige casi todos los errores descriptivos de Galeno. Las descripciones de Vesalio se refieren a la di­sección del cuerpo humano, no al cuerpo del mono o del pe­rro.
  3. Añade muchos descubrimientos nuevos.
  4. Describe con claridad las partes anatómicas del cuerpo humano;
  5. Utiliza con esplendidez, belleza y eficacia inéditas, la ilustra­ción anatómica.

Fuente