Angkor Wat

Angkor Wat
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TipoCultural
Arquitectura
Estilo arquitectónicoangkoriano

Angkor Wat. Es el templo más grande y también el mejor conservado de los que integran el asentamiento de Angkor. Está considerado como la mayor estructura religiosa jamás construida, y uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo.

Historia

Suryavarman II reinó el imperio desde 1113 a 1150, mandó a construir Angkor Wat, que significa ciudad de los templos, en algún tranquilo lugar donde los dioses dieran su aprobación. Soltó un buey y esperó a que a su merced, bajo la influencia de los divina, se tumbara eligiendo el lugar ideal para la edificación, una obra que duraría unos 37 años. Tras años de crecimiento, en 1177 el confiado imperio fue saqueado por los Cham, un poblado de Vietnam que era enemigo natural de los jemer, pero pocos años después fueron expulsados del lugar y los jemeres ampliaron sus fronteras.

Aunque los templos fueran en principio hindúes, bajo el mandato de Jayavarman VII el lugar se convirtió al budismo, se remodelaron algunos edificios para adaptarlos a la nueva religión, y años después llegaron los primeros monjes budistas desde Sri Lanka. A pesar de la fuerza del imperio y haber llegado a tener más de 20 mil habitantes entre sus paredes, un período de decadencia llegó, donde Angkor fue siendo abandonada hasta que solo quedaron sus monjes, que seguían realizando sus prácticas religiosas en el recinto. Finalmente la ciudad fue abandonada en 1432, y la capital del afectado reino fue movida muy cerca de la actual Phnom penh.

La selva ocultó el yacimiento hasta que un francés llamado Henri Mouhot descubrió el templo, y a través de la publicación de sus cuadernos de viaje en París, el lugar fue dado a conocer en occidente. Un reportaje fotográfico hecho por expedicionarios, terminó de publicitar las ruinas que poco a poco fueron siendo más visitadas por adinerados occidentales. En 1908 empezaron las primeras labores de restauración, que los franceses hicieron poco a poco hasta que en los años 70 fueron interrumpidos por la terrible revolución de los jemeres rojos. Tras el paso de la revuelta, diferentes servicios arqueológicos continuaron los arreglos y en 1995 el Angkor wat fue declarado patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO.

Arquitectura

Desde un punto de vista estilístico, el templo se encuadra dentro del llamado "estilo angkoriano", que es la etapa artística más madura y refinada en la evolución de la arquitectura jemer y también la última de influencia puramente hinduista.

Los templos jemeres no se concebían como lugares para la reunión de los fieles sino que servían de morada para los dioses, por lo que solo la élite religiosa y política del país tenía acceso a los recintos centrales. Angkor Wat presenta además la particularidad de ser un templo cuya finalidad última era servir de tumba para el rey. Este planteamiento de los templos jemeres ocasiona que sus zonas más sagradas carezcan de grandes entradas o espacios ceremoniales, y que por contra se centre la atención en la percepción exterior del templo. Tanto las terrazas como las torres de Angkor Wat están diseñadas para ser percibidas armoniosamente desde el exterior, y sus alturas y modulación tienen en cuenta los efectos de la perspectiva. En los prasat se emplean estrategias como la de reducir paulatinamente la altura de las sucesivas terrazas o el tamaño de los detalles en la torre a medida que la construcción se eleva: esto produce en el observador la sensación de encontrarse ante una construcción más alta de lo que realmente es.

También la relación entre la distancia y altura de las torres de Angkor Wat está calculada para presentar una escenificación homogénea desde la entrada del templo, sin que los elementos más cercanos lleguen a ocultar a los más lejanos.

Angkor Wat materializa el esquema "clásico" del templo-monte jemer de la etapa angkoriana, consistente en un prasat (templo piramidal) central rodeado de varios patios concéntricos de altura descendente y forma cuadrangular (pues el cuadrado simbolizaba la perfección), y rematados en sus esquinas con nuevos templos menores. Completan el conjunto dos bibliotecas exentas en simetría con el eje central, siendo todo ello finalmente circunvalado por un nuevo muro y un lago. Esta configuración recrea un microcosmos del universo hindú: su gran lago perimetral evoca los océanos, mientras que los distintos recintos concéntricos simbolizan las distintas alturas del Monte Meru. Los Prasats o torres piramidales simulan los picos de las montañas, siendo el prasat central el propio monte Meru y los demás las montañas que lo circundan. El propio recorrido, con sus sucesivas subidas a través de empinadísimas escaleras, representa la ascensión al monte.

La construcción, de 1500 x 1300 m de lado, ocupa una extensión rectangular de aproximadamente 200 hectáreas, incluyendo un lago perimetral de 190 m de anchura. El complejo puede dividirse en dos zonas diferenciadas: el gran recinto exterior delimitado por el muro perimetral, y la plataforma central sobre la que se elevan el conjunto de tres recintos concéntricos, y que constituyen el "templo" en sí.

Recinto exterior

El recinto exterior, rodeado por el lago, tiene unas dimensiones de 1025 x 800 m, ocupando 82 hectáreas. El perímetro del lago, que tiene una longitud total de 5,5 km, está escalonado con varias hileras de piedra. Dos pasarelas de 12 m de anchura y adornadas con una balaustrada con la típica forma de Naga (serpiente mítica con aspecto de cobra y 5 o 7 cabezas), cruzan el lago al este y al oeste, permitiendo la entrada y salida al templo.

El recinto está cerrado por un muro de laterita de 5 m de altura sobre el que se asienta un pórtico de 235 m de longitud que posee un corredor columnado en su parte exterior. En el pórtico destacan tres torres marcando sendas entradas: la principal consiste en una gopura o pabellón de entrada, precedida por un pequeño porche, flanqueada por dos entradas menores, habilitadas al parecer para permitir el paso de los elefantes y carruajes.

Quizá por ser un templo funerario para el rey, o quizá por estar dedicado al dios Vishnú (asociado al cuadrante oeste del universo), Angkor Wat, al contrario que el resto de templos, se orienta hacia el oeste. Por este motivo, la dirección de las historias narradas en los relieves del templo han de leerse en el sentido contrario a las agujas del reloj.

Desde la entrada oeste hasta los tres recintos concéntricos del templo central se desarrolla un camino elevado de 10 m de anchura y 352 m de longitud, también flanqueado con nagas. Cada 50 m la balaustrada se interrumpe con dos escaleras simétricas que permiten descender el metro y medio que separa el camino del suelo. En el amplio terreno de este primer recinto se ubicaba el palacio real y se alojaba la población permanente del templo, pero debido a lo perecedero de las estructuras en las que habitaban, hoy en día apenas quedan vestigios, aparte de los dos edificios de piedra exentos que cumplían la función de bibliotecas, situados también de forma simétrica al camino central. Los dos grandes lagos rectangulares de aproximadamente 50 m de anchura que aparecen al final de este recorrido central fueron construidos con fecha posterior al templo original. Actualmente el terreno alberga además un pequeño asentamiento de monjes budistas y otro pequeño poblado en el lado opuesto del templo, todos ellos de construcción mucho más reciente y sin interés arquitectónico.

El camino desemboca en una terraza de planta cruciforme con dos niveles, y esta a su vez conduce a la gran plataforma de 258 x 332 m sobre la que se asienta el templo central.

Templo central

El núcleo de Angkor Wat, o el templo principal, se denomina Bakan. Este sufrió una transformación a finales del siglo XVI para acomodarse a los requisitos de las estupas budistas. El templo se apoya sobre una gran plataforma, y está dividido en tres recintos de altura creciente, delimitados por corredores columnados y con pabellones en los extremos: el tercer recinto, o recinto exterior, carece de torres, y sus relieves están dedicados al rey constructor del templo, Suryavarman II. Los recintos segundo y tercero sí poseen torres sobre sus pabellones. El recinto segundo carece de bajorrelieves, mientras que los relieves del primero están dedicados al dios Vishnú.

Aunque los recintos son concéntricos, no son totalmente simétricos: entrando por el este existe más espacio entre el segundo y tercer recinto (el más exterior). En este lado se abrieron tres entradas en lugar de la única entrada practicada en el resto de orientaciones. Tres galerías comunican el tercer recinto con el segundo, continuando cada una de las tres entradas del lado este. Una galería conecta perpendicularmente las tres galerías por su punto medio, creando una estructura cruciforme denominada Preah Poan. Entre las galerías del Preah Poan aparecen cuatro fosos que originalmente estaban inundados y eran utilizados con fines rituales.

En los siglos posteriores, esta zona del templo adquirió especial relevancia, al servir como lugar de almacenamiento para multitud de estatuas de buda, recibiendo el nombre de "galería de los mil budas". La gran mayoría de estas estatuas fueron saqueadas, o retiradas por motivos de seguridad a principios de los años 70. Al norte y sur del Preah Poan aparecen dos nuevas bibliotecas exentas.

Se accede al segundo recinto subiendo unas empinadas escaleras, que según la iconografía hindú simbolizan el ascenso a la montaña de los dioses. En el segundo recinto, de 115 x 100 m, también aparecen dos nuevas bibliotecas más pequeñas. Este segundo recinto o nivel ya no era accesible para el pueblo, por lo que su arquitectura cambia: los muros exteriores son ciegos, y la galería solo se abre al interior mediante ventanas atravesadas por columnas de complejo relieve. Dentro del segundo recinto aparece la plataforma del recinto central, elevada entre 11 y 13 metros según las distintas fuentes, y a la que se accede mediante empinadísimas escaleras con pendientes en torno a los 70º, salvo en el lado oeste, siguiendo la dirección principal, donde la pendiente es de 50º.

El primer recinto, accesible solo para el rey y el sumo sacerdote, es un cuadrado de 60 metros de lado que contiene, dispuestos en quincuncio, los 5 Prasat o templos piramidales que representan los picos del Monte Meru. Los cinco templetes están conectados entre sí mediante nuevos corredores que generan cuatro patios, similares a los del Preah Poan. El prasat central es mayor que los demás, y en su base alberga un amplio nicho de 4,6 m de lado donde se alojaba una estatua de Vishnú. El nicho disponía originalmente de aperturas a los cuatro puntos cardinales, pero tras la reconversión al culto budista, se trasladó la estatua y se cegaron las puertas para esculpir en ellas imágenes de Buda.

En 1908 se abrió una de las cuatro entradas del prasat central, y en 1934 se descubrió un foso de 25 m de profundidad, bajo el lugar donde debía haber descansado la estatua de Vishnú. El foso guardaba únicamente dos hojas de oro y cuatro más pequeñas junto con dos zafiros blancos, por lo que se cree que el tesoro fue saqueado con anterioridad.

Decoración

La mayor parte de las paredes del templo están decoradas con frisos en bajorrelieve de gran tamaño y muy buena factura.

Los bajorrelieves del recinto exterior, que adornan el corredor columnado perimetral (o quizás, mejor dicho, para cuyo visionado se habilitó el corredor perimetral), poseen dos metros de altura, y ocupan una extensión total de más de 1000 m². La parte nordeste del recinto exterior quedó sin esculpir a la muerte de Suryavarman II, siendo finalizada en el siglo XVI con bajorrelieves de inferior calidad artística. Con la excepción del muro sur, dedicado al rey, los relieves narran historias de los libros épicos hindúes Ramayana y Mahabharata, y al menos desde el siglo XVI estuvieron policromados, e incluso pudieron recibir algún tipo de barniz protector. Actualmente solo se aprecian restos parciales de color en zonas puntuales: se conoce la existencia de al menos tres colores: rojo, negro y dorado.

Entre los motivos esculpidos destaca la abundancia de figuras femeninas: algunas fuentes hablan de devatas, o diosas femeninas hindúes, de las que contabilizan 1500 en todo el templo, y otras de apsaras o bailarinas celestiales, contabilizando unas 2000.

Prácticamente toda la superficie del templo está ornamentada: en las zonas donde no aparecen bajorrelieves se esculpen formas y adornos arquitectónicos y geométricos de gran complejidad, y al igual que ha sucedido en otros lugares del mundo, el tallado en piedra ha importado parte de su repertorio formal de los materiales tradicionales: es común observar cómo en los tejados de las galerías, la piedra se esculpe imitando las tejas cerámicas, y también las puertas y ventanas de piedra imitaban las formas generadas por sus equivalentes en madera. En el repertorio formal del templo aparecen también motivos florales, limitados a decorar esquinas.

Bajorrelieves exteriores

Los bajorrelieves del recinto exterior se dividen en ocho enormes escenas principales (dos escenas por muro) y varias escenas menores, ubicadas en los pabellones de las esquinas. Recorridas desde la entrada principal y en sentido antihorario, las escenas principales se denominan.

  • Batalla de Kurukshetra.

Este friso de 49 m describe un pasaje del libro Mahábharata en el que se narra la terrible batalla final de Kurukshetra entre los clanes rivales Pandavas y Kauravas. El ejército Kaurava avanza desde la izquierda y el Pandava por la derecha, y a medida que se encuentran en el centro se empieza a desarrollar la batalla.

  • Procesión histórica.

Friso de 94 m que muestra un desfile del rey constructor del templo, Suryavarman II, junto con sus tropas. Se cree que este relieve fue esculpido poco después de su muerte.

  • Cielos e infiernos.

En sus 64 m, muestra la escena del juicio de Yama, el dios de la muerte hindú, separando los merecedores del cielo o del infierno, así como escenas de los 37 cielos y los 32 infiernos de la religión hindú.

  • Batido del océano de leche.

Un friso de 49 m que escenifica el exótico pasaje del Batido del océano de leche; una escena del Bhagavata-Purana en la que los dioses y los asuras se unen para batir el mítico "océano de leche" (kshirodadhi), utilizando para ello una montaña y a Vasuki, la reina de las nagas, como cuerda para hacerla girar. El relieve muestra cómo una vez que, tras batir el océano durante miles de años, aparece una copa llena de amrita o néctar de la inmortalidad, los dioses y los asuras empiezan a pelear por ella.

  • Victoria de Vishnú sobre los asuras.

Muestra a Vishnú luchando contra un ejército de asuras. Es un relieve más tardío y de inferior calidad artística.

  • Victoria de Krishna sobre el asura Bana.

Escena de 66 m, y también de inferior calidad, que muestra la batalla de Krishna y un asura de mil brazos llamado Bana, al que Krishna corta todos menos dos.

  • Batalla de devas y asuras.

Friso de 94 metros donde figuran casi todos los dioses del panteón hindú luchando contra un ejército de asuras en una batalla sin determinar.

  • Batalla de Lanka.

Muestra el clímax del libro Ramayana, en el que el dios Rama (encarnación de Vishnú), ayudado por un ejército de monos, derrota al demonio Ravana y rescata a su esposa Sita.

Fuentes