Anselm Kiefer
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Anselm Kiefer. Pintor y escultor alemán, adscrito al Neoexpresionismo, una de las corrientes del arte postmoderno surgida en los años 80.
Síntesis biográfica
Nació el 8 de marzo de 1945, en Donaueschingen, Baden-Württemberg, Alemania, y se crió cerca de la orilla este del Rin, en la región del Bosque Negro.
Vivió su infancia en Rastatt, pasando a estudiar artes plásticas en Friburgo de Brisgovia, en Karlsruhe con el profesor Horst Antes y en Düsseldorf, donde fue alumno de Joseph Beuys. También estudió Derecho y lengua francesa.
Trayectoria artística
Kiefer es uno de los artistas alemanes posteriores a la Segunda Guerra Mundial más conocidos, pero también de los más controvertidos. Famoso sobre todo por sus pinturas matéricas, en su obra Kiefer afronta el pasado y toca temas tabú de la historia reciente alemana, sobre todo del nazismo.
Kiefer es un ávido lector y profundamente interesado en cómo se producen la literatura y la filosofía y difundidos. Desde finales de la década de 1960, además de pinturas, dibujos y fotografías, que ha hecho una serie de gran escala, libros de artista únicas. Considera el medio de estos libros como algo fluido, algo así como el cine.
Su producción se inicia a finales de los años sesenta, cuando decide abandonar los estudios de derecho para dedicarse a su verdadera vocación, el arte, en el año 1966.
Inicialmente Kiefer basó su estilo en la obra de Georg Baselitz, trabajando gruesas capas de color con fuego o ácidos y combinándolas con vidrio, madera o elementos vegetales. En sus obras fusiona la pintura, la escultura y la fotografía, mediante técnicas como el collage o el assemblage, con una pincelada violenta y una gama cromática casi monocroma, mezclando materiales como alquitrán, plomo, alambre, paja, yeso, barro, ceniza o polvo, o flores y plantas.
En 1969 presentó su primera exposición individual con la serie de pinturas Ocupaciones, en Karlsruhe, donde organizó fotografías de sí mismo con trajes paramilitares en varios monumentos o paisajes de estilo romántico de toda Europa, en el oeste de Suiza, Italia, o el sur de Francia.
El uso de pantalones de montar y botas o un abrigo de color verde oscuro, Kiefer recrea el saludo nazi-el Heil Hitler, que es, por naturaleza propia germanidad de Kiefer y por la historia horrenda tal gesto evocaba, un tema muy provocativa.
Su producción de los años setenta y ochenta gira en torno a la mitología, la historia, la religión y la simbología alemana, temas que el artista investiga profundamente y que utiliza de forma recurrente en sus obras como medio para evitar el proceso de amnesia colectiva ante las brutalidades y tragedias históricas de una Alemania desmembrada por la Segunda Guerra Mundial y en plena lucha por la restitución de su identidad como país.
De esta forma, la cábala, los nibelungos, Adolf Hitler, el músico Richard Wagner o el arquitecto del nazismo, Albert Speer, son referencias comunes en su obra de este periodo que ha sido considerada un auténtico “teatro de la memoria”.
Sus trabajos, en los que se fusionan la pintura, la escultura o la fotografía, mediante técnicas como el collage y el asamblage, subrayan la solemnidad y la naturaleza trascendente de su contenido no sólo por sus cualidades táctiles, sino por la violencia de su pincelada y la opacidad que transmite una paleta de colores casi monocroma, mezclada con materiales poco ortodoxos y endebles como plomo, alambre, paja, yeso, barro, ceniza o polvo, o flores y plantas reales, en contraste con la transparencia de su significado.
No es hasta comienzos de los años noventa cuando Kiefer, tras una serie de viajes por el mundo, comienza a explorar temas más universales, todavía basados en la religión, los simbolismos ocultos, los mitos y la historia, pero centrándose ahora más en el destino global del arte y de la cultura, así como en la espiritualidad y los mecanismos y misterios de la mente humana.
Desde 1993 Kiefer vive y trabaja en Barjac, una pequeña villa de Francia, cerca de Avignon, donde este artista ha creado un auténtico laboratorio que le permite testar ideas y materiales y transformarlos en auténticas experiencias artísticas. Reconocido como uno de los más importantes artistas en activo, ha sido el protagonista en la últimas cuatro décadas de exposiciones de pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones en la instituciones y museos más relevantes de todo el mundo y sus trabajos forman parte de las más prestigiosas colecciones de arte públicas y privadas.
Él es mejor conocido por sus pinturas (1997.4ab), que han crecido cada vez más grande en escala con adiciones de plomo, vidrios rotos, y flores secas o plantas. Sus superficies incrustadas y gruesas capas de empaste son evocaciones físicas de los sedimentos de tiempo y lo que significa que transmiten. Los temas y los temas de estas imágenes a gran escala son desarrollados por el artista en obras asociadas en el papel de la serie de bocetos, acuarelas y fotografías alteradas o collage. Estos dibujos se desarrollan temas de la artista a través de la experimentación, como preliminares o intermediarias estudios-y dan lugar a trabajos bien acabados, independientes de arte.
Principales obras
- Todo el mundo se encuentra bajo su propia bóveda del cielo (1970)
Parte de una serie de acuarelas relacionadas con estas fotografías, reinventa la figura ahora minúscula de la artista en un abrigo verde militar en medio de un campo vasto y es polvoreada de nieve.
El hemisferio transparente bajo las cuales esta pequeña cifra se sitúa lo aísla aún más del paisaje que lo rodea. Como ha dicho Kiefer, "Cada hombre tiene su propia cúpula, sus propias percepciones, sus propias teorías. No hay un dios para todos."
- Winter Landscape, 1970
Al igual que con otra obra de la misma época que representa un paisaje estéril congelada con experimenta Kiefer con el paisaje para generar capas de significado. Las capas de múltiples historias y los medios de comunicación son el sello distintivo de la obra de Kiefer.
- St. Eustace, 1974
Kiefer se refiere a la leyenda de San Eustaquio, un mártir cristiano del siglo II dC, que es objeto de un grabado famoso grande y meticulosamente detallado de Albrecht Dürer (ca. 1500-1501; 19.73.65). Según su leyenda, Eustace era un oficial de noble en el ejército del emperador romano Trajano, que, mientras que la caza de un día, se encontró con un ciervo. Este magnífico animal llevaba un crucifijo entre sus astas y se dirigió al soldado en el nombre de Cristo, la conversión al cristianismo Eustace. Basando su imagen de la despedida de soltero de fotografías que tomó de un reno que vio durante un viaje a Noruega en 1974, Kiefer reemplaza el crucifijo con la paleta de un pintor radiante.
- My Father Pledged Me a Sword, 1974–75
A lo largo de la década de 1970 y principios de 1980, Kiefer hizo numerosas pinturas, acuarelas, grabados y libros sobre temas interpretados por el compositor Richard Wagner (1813-1883).
Kiefer traslada la espada a un alto acantilado sobre un fiordo, donde el sol de medianoche brilla intensamente ilumina la escena. Como ha dicho Kiefer, la espada es tan peligrosamente inaccesible como Edelweiss, la delicada flor alpina y símbolo del amor que sólo creció en las montañas. (Los hombres jóvenes en los Alpes tradicionalmente arriesgaron sus vidas escalar acantilados para obtener esta ficha para sus amados.) Así como Siegmund finalmente muere en la batalla contra el pretendiente de Sieglinde, también lo fue la búsqueda de la Edelweiss menudo mortal, y la espada "necesaria" rompieron en piezas.
- Brünnhilde Sleeps, 1980
Kiefer retrata la Brünnhilde como la actriz francesa Catherine Deneuve en la película de François Truffaut Mississippi Mermaid, usando una fotografía, espetó en una sala de cine en el año 1969.. Aparte de los paralelos de amor y traición, tanto en la Trilogía del Anillo y la película de Truffaut, Kiefer pensaba que la elección de Deneuve por Brünnhilde tanto irónica y divertida: ella era para él "lo contrario de Brünnhilde. Muy delgada, muy francés, muy fresco, muy. sexy ", dando a entender que nadie iría a través del fuego para obtener corpulento, blindado Valquiria de Wagner.
- The Unknown Masterpiece, 1982
Está obra es un regalo de Cynthia Polsky Hazen, en memoria de su padre, Joseph H. Hazen, 2000 (2000.96.8)
Kiefer basa el telón de fondo de la acuarela en una representación del Salón del Soldado proyectado para Berlín que fue esbozado por primera vez por Adolf Hitler en 1936 Albert Speer encargó al arquitecto Wilhelm Kreis para diseñar su interior con bóveda de cañón en una escala enorme y sin precedentes. Nunca fue construido.
Destinado como un monumento y sala de ceremonias para celebrar las victorias del ejército alemán, ahora sus interminables columnas imaginarias están imbuidos de los horrores del Holocausto.
Para explicar la estratificación en sus propias obras arquitectónicamente inspirados de la década de 1980, el artista ha manifestado su profundo interés por la reutilización y el reciclaje de la arquitectura: "Sabes, normalmente no te destruye edificios ..
Por lo general, a transformar ellos, como los cristianos transformaron antiguos templos o el Panteón en iglesias cristianas. Eso es lo que estaba haciendo, también.... Porque nunca realmente tener éxito en la destrucción de algo, que siempre vive, y es más eficiente para transformar a destruir”.
==Galería==
Everyone_Stands
My_father
Sleeps
St_Eustace
The_Unknown
Winter_Lanscape
