Antonio Fernández Molina

Antonio Fernández Molina
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Nacimiento20 de noviembre de 1927
Alcázar de San Juan, Ciudad Real,Bandera de España España
Fallecimiento2005
Zaragoza,Bandera de España España
OcupaciónPintor, grabador, crítico de arte y escritor

Antonio Fernández Molina (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 20 de noviembre de 1927 - Zaragoza, 2005). Pintor, grabador, crítico de arte y escritor. Tras residir 11 años en Palma de Mallorca vive en Zaragoza desde 1975, ciudad en la que ya tenía una estrecha amistad con el poeta Miguel Labordeta.

Biografía

Como escritor comienza a publicar antes de 1951, año en que funda la revista de poesía Doña Endrina. Muy vinculado desde entonces con el ámbito poético y artístico zaragozano, fue redactor jefe de Despacho Literario 3, la revista de Miguel Labordeta. Entre 1964 y 1972 fue secretario de redacción de Papeles de Son Armadans y en la actualidad dirige la revista Almunia. Algunos de sus textos en verso y prosa, con alrededor de seis mil colaboraciones no recogidas en libro, han sido traducidos al portugués, italiano, francés, inglés, alemán, holandés, danés, rumano y búlgaro. Su obra está considerada como una de las más destacadas aportaciones a la vanguardia española. Ha recibido premios de poesía y novela, recientemente el Premio Jano de Ensayo por un trabajo relacionado con la obra literaria de Picasso, bajo el título Picasso, escritor, que es el primero sobre el tema. Ha creado heterónimos poéticos cual Mariano Meneses, Robergo Goa..., y publicado traducciones de poetas como Laforgue, Pessoa, Max Jacob, Reverdy..., y de la poesía de algunos pintores como Max Ernst, Wols, Arp, Klee.

Entre España y América ha publicado cerca de cuarenta libros. Entre ellos:

Novelas:

  • Solo de trompeta, 1965
  • Un caracol en la cocina, 1970
  • El león recién salido de la peluquería, 1971
  • Adolfo de perfil, 1976
  • Rin-tin-tin cruzando los Alpes
  • La hoja de la alcachofa es una lechuza
  • Los frutos de la noche
  • Pasodoble del enigmático
  • Una hoja amarga
  • La liebre mecánica.

Poesía:

  • Una carta de barro, 1953
  • El cuello cercenado, 1955
  • Semana libre, 1956
  • Las fuerzas iniciales, 1956
  • Sueños y paisajes terráqueos, 1963
  • Platos de amargo alpiste, 1973
  • La flauta de hueso, 1979
  • Humo de pensamientos y sueños, 1980
  • Entre las cañas huecas, 1981
  • Carpeta azul
  • Fuego húmedo
  • Cantata en el iceberg

Relatos:

  • En Cejunta y Gamud, 1969
  • Dentro de un embudo, 1964
  • Arando en la madera, 1975
  • Pompón, 1977.

Ensayo:

  • La generación del 98, 1972
  • Dalí, 1972
  • August Puig, 1974
  • Ribera-Begur, 1977
  • Picasso, escritor, 1988

...y numerosas monografías.

Teatro: Cuatro piezas sumergidas, 1967, y otros como Todos los días son espléndidos y la tabla de multiplicar.

Antología:

  • Poesía cotidiana, 1966
  • Los poetas románticos, 1975
  • Antología de la poesía modernista, 1981 Y Metalírica.
  • Antología de Miguel Labordeta.

Como pintor es autodidacta y comienza desde 1951, mientras que sus estampas, linóleos, aguafuertes y serigrafías las inicia en 1972. Dichos medios tienen, como es lógico, el mismo mundo artístico. En sus comienzos la línea se retuerce con placentera agilidad o cruzándose entre manchas. Al mismo tiempo la disimulada y esquemática figuración, siempre dentro del surrealismo, representa a peces y símbolos antropomórficos. Lo poético está ya muy presente, para iniciar, finalizando los cincuenta, la obra que le caracteriza. Una obra cada vez más abarcadora en su temática. Pinta primero las líneas con sus correspodientes manchas, que potencian la temática hasta concluir el cuadro.

El espacio se refleja por medio de paisajes con dos planos. En ocasiones el fondo es neutro. El olor se integra impecablemente con la temática y su vivacidad se congestiona de pureza; todo se completa mediante un ingenuismo aparente de los temas para obtener el idóneo impacto. Y si gusta por recargar la composición, otras claves se aprecian por el reposo y la distorsión en lo representado. Un elemento dominante en sus figuras es su generalizada incomunicación. Incluso, a veces, la tristeza y el asombro, cual seres indefensos, aromatizan el cuadro. También se interesa por la pareja distante o enlazada con tierno amor, que circula en ocasiones. Para concluir, emergen las combinaciones de dos elementos que motivan la aparición del sol-pez, la luna-hombre, el pie-rueda y el hombre-lobo bicéfalo, así como la incorporación sobre la superficie del cuerpo humano de estrellas, lunas, corazones, coches, soles-peces y otros rostros.

Así mismo ha ilustrado revistas y libros.

Fuentes