Antonio Gimbernat y Arbós

Antonio Gimbernat y Arbós
Información sobre la plantilla
(197 × 255 píxeles; tamaño de archivo: 5 KB; tipo MIME: image/jpeg)
Nacimiento1734
Cambrils Tarragona, Bandera de España España
Fallecimiento1816
Madrid, Bandera de España España
OcupaciónCirujano

Antonio Gimbernat y Arbós. Cirujano español del siglo XVIII, quien trabajó en los Colegios de cirugía de Cádiz, Barcelona y Madrid.

Síntesis biográfica

Nació en Cambrils (Tarragona) en 1734. Después de estudiar filosofía y latín en la Universidad de Cervera, marchó a Cádiz para formarse como cirujano, obtuvo el título en 1762. Ese mismo año pasó al Colegio de Barcelona para explicar anatomía y poco después fue nombrado cirujano mayor del hospital. Unos años más tarde, en 1774, pensionado por el rey, emprendió un largo viaje de estudios por el extranjero. Estuvo en los hospitales de la Charité y en el Hôtel Dieu de Paris. Después se trasladó a Londres donde estuvo en varias instituciones asistenciales y siguió un curso impartido por John Hunter.

De éste recuerda el propio Gimbernat que "...cuando fui su oyente... al tiempo que he referido, se lo expliqué (la técnica de operar la hernia crural), concluida la lección en que se trataba de esta hernia, demostrándolo detenidamente y con la posible claridad en su presencia, y ante algunos de sus discípulos, en la misma pieza seca y bien preparada de una hernia crural, sobre la cual acababa de hacer una exacta demostración con sabias reflexiones prácticas. Fue grande mi satisfacción al ver que, concluida mi demostración, respondió el mismo Hunter: You are right, Sir. Señor, usted tiene razón y añadió: yo lo haré público en mis lecciones y lo practicaré así cuando se me presente ocasión de operar sobre el vivo". Más tarde continuó su viaje por Edimburgo y por Leyden. Regresó a España en 1778.

De nuevo en nuestro país le fue encargado el proyecto para establecer un Colegio de Cirugía en Madrid. Después de muchos años de planificación éste comenzó a funcionar en 1787 y Gimbernat fue nombrado su director junto a Mariano Ribas. Allí fue catedrático de operaciones y de "álgebra quirúrgica". En 1789 también fue elegido como cirujano de cámara. En los años de la invasión napoleónica Gimbernat colaboró con los franceses, lo que le supuso el cese de los cargos a la vuelta de Fernando VII. Sus últimos años fueron penosos: con una situación económica francamente mala, casi ciego y con la razón perturbada. Murió en Madrid en 1816.

Muerte

Falleció en Madrid, España, en el año 1816.

Contribuciones más destacadas

Las aportaciones de Gimbernat fueron de dos tipos: su labor como organizador docente y como publicista. Se le considera como el ideólogo de las nuevas instituciones docentes que fueron los colegios de cirugía. Para él los pilares básicos de la formación teórica de los nuevos cirujanos eran la anatomía de Jacob Winslow, la fisiología de Albrecht Haller y de Hermann Boerhaave, la patología y la materia médica de éste último, el tratado de partos de Jean Astruc, y las obras de cirugía de Joannes Gorter. También tenía muy claro que las enseñanzas teóricas debían acompañarse de una buena práctica. Gimbernat era consciente de su adhesión a la corriente renovadora de la cirugía del Siglo XVIII y se consideraba heredero de la brillante cirugía española del Renacimiento. El verdadero motor de este movimiento fue la Academia de Cirugía de Paris y su principal embajador en el país fue Pedro Virgili.

Publicó unos cuantos trabajos de corta extensión, entre estos destaca el que lleva por título “Nuevo método de operar la hernia crural” (Madrid, 1793). En su segunda parte expone con precisión la anatomía de la región inguinal, donde describe el ligamento que lleva su nombre, también llamado Ligamentum lacunare. Lo hace con estas palabras:

"Después que el pilar inferior se separa del superior para formar el anillo inguinario, va a fijarse en un tubérculo del pubis, que han llamado espina, la cual da principio a la cresta del ramo superior de este hueso, y es la continuación de la línea ileopectínea; pero este pilar, no sólo se ata a la espina por un conjunto considerable de fibras aponeuróticas, sino que, siendo aquí mucho mayor el doblez del arco, se continúa hacia adentro, atándose a la cresta del pubis, mediante un notable pliegue que se forma de la porción de aponeurosis que le corresponde".

Esta obra fue traducida al inglés, alemán, francés y recibió elogiosas reseñas en muchas revistas de medicina.

Fuente