Apolo 11

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Apolo 11
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Insignia de la misión
Insignia de la misión
Datos de la misión
Misión: Apolo 11
Nombre de los módulos: Módulo de mando: Columbia
Módulo lunar: Eagle
Número de tripulantes: 3
Rampa de lanzamiento: Centro Espacial Kennedy, Florida
LC 39A
Despegue: 16 de julio de 1969
13:32:00 UTC
Alunizaje: 20 de julio de 1969
20:17:40 UTC
Mar de la Tranquilidad
0° 40' 26.69" N,
23° 28' 22.69" E
Tiempo AEV lunar: 2 h 31 min 40 s
Tiempo en la superficie de la Luna: 21 h 36 min 20 s
Cantidad de muestras: 21.55 kg
Aterrizaje: 24 de julio de 1969
16:50:35 UTC
Duración: 195 h 18 min 35 s
Tiempo en órbitas lunares: 59 h 30 min 25.79 s
Masa: MC: 30,320 kg
ML: 16,448 kg
Foto de la tripulación
Niel Armstrong, Edwin Buzz Aldrin, Michael Collins (piloto nave).
Niel Armstrong, Edwin Buzz Aldrin, Michael Collins (piloto nave).
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Apolo 10 Apolo 12

Apolo 11 o Apollo XI es el nombre y número de la misión espacial de los Estados Unidos que envió al espacio la primera misión tripulada a la Luna. Impulsada por un cohete Saturno V desde la plataforma LC 39A y lanzada a las 10:32 hora local desde de Cabo Kennedy, en Florida (Estados Unidos). Oficialmente conocida como misión AS-506. La tripulación estaba compuesta por el comandante Neil A. Armstrong, Edwin E. Aldrin Jr.; piloto del LEM, apodado Buzz; y Michael Collins, y piloto del módulo de mando. La denominación fue Eagle para el módulo lunar y Columbia para el módulo de mando.

El comandante Neil Armstrong fue el primer ser humano que pisó la superficie del satélite el 21 de julio de 1969 a las 2:56 (hora internacional UTC) al sur del Mar de la Tranquilidad (Mare Tranquilitatis), seis horas y media después de haber alunizado.

Antecedentes

Los antecedentes históricos y de leyendas se remontan a fechas tan antiguas como mitos chinos y personajes medievales como Cyrano de Bergerac. En la época moderna a escritores como Julio Verne, Robert Brown, Alexis Tolstoi. Pero fueron otros más recientes en el comienzo de la segunda mitad del siglo XX quienes hicieron posible un viaje al espacio exterior. Entre los primeros están Konstantin Eduardovich Tsiolkovsky, Robert Goddard, pero fueron Wernher von Braun y Serguei Koroliov los que realmente lo llevaron a la práctica del uso pacifico después de de la guerra.

Cohetes y la crisis

El cohete se volvió un arte militar para la guerra como arma ofensiva o defensiva y cuyo primer uso se remontan a 1232 en el asedio de Kaifeng en la antigua China. Pasa a Europa en 1805 con el inglés William Congreve en las Guerras Napoleónicas. Desde ahí hacia una aparición esporádica hasta la Segunda Guerra Mundial donde sí se empiezan a utilizar.

Al terminarse esta Guerra Mundial ya se estaban hacían estudios muy serios sobre la cohetería, sus principios, motores y combustibles, y usos combativos de las nuevas bombas desarrolladas. Los alemanes habían desarrollado los famosos V2 considerados bombas autopropulsadas, más tarde serían antecesores de los cohetes balísticos de mediano y largo alcance.

Un V-2 en su plataforma de traslado en la Segunda Guerra Mundial.

La ciudad de Peenemünde, cerca del Báltico, fue una meta para las dos potencias vencedoras de esta guerra, Estados Unidos y la Unión Soviética. Uno logró la mayoría del personal científico y el otro las instalaciones, los trabajadores y muchos técnicos. Y este fue un leño en la hoguera de la Guerra Fría y cuyo colofón más alto fue la Crisis de los Cohetes o de los Misiles (conocida también por la Crisis de Octubre o de los Cohetes Cubanos).

Un resultado indirecto o directo que frenó esta crisis en la Guerra Fría fue el comienzo de las negociaciones del SALT en noviembre de 1969.

La era espacial

El Sputnik I lanzado el 4 de octubre de 1957 y que dio inicio a la Era Espacial.

A pesar de todo lo que se ha mencionado antes la llamada Era Espacial (Space Age) no empezó realmente hasta el 4 de octubre de 1957 cuando la Unión Soviética puso en orbita del Sputnik 1 como el primer satélite artificial del hombre en el espacio. Algunos autores plantean que esta fecha es el comienzo de la carrera espacial.

Hasta esos momentos Estados Unidos había dirigidos sus estudios hacia la guerra coheteril comienza a mirar hacia otras metas. Para ello crea la NASA en 1959 con la misión de investigar, planificar y dirigir todas las actividades aeronáuticas y espaciales del país, menos las que tuvieran fines militares en sentido estricto. Dwight David Eisenhower (18901969), Presidente de los Estados Unidos (19531961), fue uno de los artífices de la NASA. Sin embargo no es hasta la presidencia John Fitzgerald Kennedy (19171963), presidente (19611963), que se empieza a pensar en el hombre en la Luna.

Carrera de los cohetes

Después del 12 de abril de 1961, en el que el Yuri Alexéievich Gagarin (19341968), cosmonauta soviético, se convierte en el Primer Hombre en Volar en el Espacio, en los Estados Unidos cambian su enfoque sobre la conquista espacial. Empiezan los Proyectos Tripulados Freedom 7 (5 de mayo de 1961); Friendship 7 (20 de febrero de 1962); Faith 7 (15 de mayo de 1963); Gemini 4 (3 de junio 1965); Gemini 7 (4 de diciembre de 1965); Gemini 6 (15 de diciembre de 1965); Gemini 12 (11 de noviembre de 1966).

El programa Apolo comienza años antes del lanzamiento de la Apolo (AS – 201) el 26 de febrero de 1966 y culminó con la Apolo – Soyuz (ASTP – Apollo) lanzada el 15 de julio de 1975, la que debió ser la misión 22 de éste programa. Cada una de ella estableció un hito o peldaño en la Conquista del Espacio y fueron logros, menos la Apolo I (AS – 204) lanzada el 27 de enero de 1967 y que fue un fracaso con la muerte de Gus Grissom, Edward White y Roger Chaffee

Apolo 11

Apolo 11 es el nombre y número de la misión espacial de los Estados Unidos que envió al espacio la primera misión tripulada el 16 de julio de 1969, siendo en llegar a la superficie de la Luna. El Apolo 11 fue impulsado por un cohete Saturno V desde la plataforma LC 39A y lanzado a las 10:32 hora local del complejo de Cabo Kennedy, en Florida (Estados Unidos). Oficialmente se conoció a la misión como AS-506.

Comienza la preparación

Insiginia general del Programa Apolo aunque tuvieron cambios particularizando cada misión esta era la usada en las misiones no tripuladas.

Las misiones Apolo o su proyecto comienzan su concepción en los primeros años de los 60, pero no se hicieron realizables hasta el lanzamiento el 26 de febrero de 1966 de su primera misión no tripulada, la AS – 201, con un éxito parcial y una duración de 37 minutos y 19,7 segundos. La primera tripulada fue la Apolo I (código AS – 204) que fue un fracaso total al explotar y matar a sus tres tripulantes.

Si bien los lanzamientos de las Apolos sirvieron para perfeccionar la preparación de esta misión, tecnológicamente no todo estaba previsto. Las primeras tripulaciones generales para los proyectos Mercury y Gemini fueron escogidas de Pilotos de Prueba llamados "Los Primeros Siete" (the Original Seven) por la NASA desde el comienzo. En 1962 se escogieron nueve más (the New Nine) y en 1963 se añadieron 14 más (The Fourteen) todos considerados por parte del personal femenino como "Romeos". Aunque las primeras tripulaciones no parecen haber sido escogidas por su inteligencia, muchos completaban su perfil de piloto de prueba con alguna rama de la ingeniería para poder rendir un informe completo del resultado de la prueba.

Y aunque ya estaba en el proyecto general la Apolo 11 comienza su preparación el 23 de diciembre de 1968, cuando aún la Apolo 8 (21 de diciembre de 1968) con Frank Borman, James Lovell y William Anders estaba en el espacio. Niel Armstrong, comandante de la tripulación de reserva de la Apolo 8 fue preguntado por Deke Slayton, si quería ser el jefe de la Apolo 11. Incluiría a otro tripulante de su reserva a Buzz Aldrin como piloto del Modulo de Descenso y escogieron a Michael Collins como piloto del Modulo de Comando. Entre ellos se manejo que el porciento de probabilidades de logar hacer el descenso lunar para las Apolo 10, 11, 12 era de un 10%, 50%, y 40% respectivamente.

El lanzamiento

La tripulación del Apolo 11 estaba compuesta por el comandante de la misión Neil A. Armstrong, de 38 años; Edwin E. Aldrin Jr., de 39 años y piloto del LEM, apodado Buzz; y Michael Collins, de 38 años y piloto del módulo de mando. Las naves, fueron llamadas, el módulo lunar como Eagle y el módulo de mando como Columbia. Neil Armstrong fue el primer ser humano que pisó la superficie de nuestro satélite en julio de 1969 a las 2:56 (hora internacional UTC) al sur del Mar de la Tranquilidad (Mare Tranquilitatis), seis horas y media después de haber alunizado. Este hito histórico se retransmitió a todo el planeta desde las instalaciones del Observatorio Parkes (Australia).

Foto de la tripulación de la Apolo 11 con sus escafandras.

Inicialmente el paseo lunar iba a ser retransmitido con la señal que llegase a la estación de rastreo de Goldstone (California, Estados Unidos), de la Red del Espacio Profundo, pero por la mala señal se utilizó la estación Honeysuckle Creek, cercana a Camberra (Australia). Ésta retransmitió los primeros minutos del paseo lunar, tras los cuales la señal del observatorio Parkes fue utilizada de nuevo durante el resto del paseo lunar. Las instalaciones del MDSCC en Robledo de Chavela (Madrid, España) también de la Red del Espacio Profundo, sirvieron de apoyo en todo el viaje.

El vuelo

Despegue del Apolo 11

El 18 de junio, semanas antes del lanzamiento, comienza la carga de queroseno de la primera etapa. El 15 de julio, ocho horas antes de la hora prevista y para evitar pérdidas, se bombea el oxígeno líquido (LOX) e hidrógeno líquido (LH2) en las tres etapas del cohete.

El 16 de julio, los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins, son trasladados hasta la nave para proceder a su posterior lanzamiento. El director de vuelo, Gene Kranz, verifica las recomendaciones del ordenador y consulta a los miembros de su equipo. Entonces comienza la secuencia de ignición.

Cuando los cinco motores F-1 de la primera etapa se encienden, los sistemas de refrigeración se encargan de arrojar varias toneladas de agua sobre el cohete para protegerlo del calor. Con la vibración se desprende la escarcha que lo recubre, debido a las bajas temperaturas de los propergoles. Cuando el cohete alcanza el 95% de empuje total, los ganchos que lo retienen se sueltan; y con una ligera sacudida el cohete se despega y comienza a elevarse, y los cinco últimos brazos de la plataforma caen. Ya los motores F-1 consumen quince toneladas de combustible por segundo.

A las 10:32 de la mañana en Cabo Cañaveral el Saturno V abandona la rampa de lanzamiento. Durante la misión la tripulación establecerá contacto con el centro de control en Houston, y una vez que despega, Cabo Cañaveral traspasa el control a Houston.

Ciento sesenta segundos después, la segunda etapa se pone en marcha ya que la primera etapa agoto su combustible y se desprenden, iniciándose la segunda etapa, cuya tarea es que siga ganando mayor velocidad. También se produjo la separación del escape de emergencia en el módulo de mando, para continuar con la salida del campo gravitatorio. Tras nueve minutos del lanzamiento, los motores J-2 de la segunda etapa se separan. Y las turbo bombas de la tercera etapa envían combustible a su único motor, y el cohete vuelve a acelerar. Doscientos segundos después el motor se apaga y comienzan a notar la ausencia de gravedad. El Apolo 11 está en órbita.

De la Tierra a la Luna

El módulo de mando y el módulo lunar permanecen unidos en la tercera etapa S-IV B. Según las normas, las naves Apolo deben permanecer tres horas en una órbita llamada órbita de aparcamiento a 215 km de altura. Este tiempo se emplea en estibar los equipos, calibrar instrumentos y seguir las lecturas de navegación para comprobar que la trayectoria es la correcta. En el control de misión verifican la localización de la nave, dan instrucciones y reciben los datos de quince estaciones de rastreo de todo el planeta.

Cuando la Apolo 11 completa la segunda órbita y los astronautas han terminado sus tareas, Houston da la orden para poner rumbo a la Luna. Tras orientarse de forma precisa, la tercera etapa pone en marcha su motor, el cohete acelera gradualmente hasta los 45.000 km/h. Esta recibe el nombre de inyección trans-lunar, y es el segundo punto crítico de la misión.

Cuando se agota el combustible, comienza otra parte crítica de la misión. El módulo lunar esta oculto bajo un carenado entre la tercera etapa y el módulo de servicio. Hay que hacer la maniobra de transposición y colocar al LEM delante del módulo de mando. El LEM se separa del S-IV B y tras una complicada maniobra que se ejecuta con los propulsores de posición quedan los dos vehículos ensamblados. Esta maniobra dura alrededor de una hora, tras lo cual se desprende la tercera etapa y se sigue con la misión.

Durante tres días se supervisan de los aparatos de navegación, correcciones de medio rumbo y comprobaciones de los diversos instrumentos. Durante dos días, se va perdiendo velocidad regularmente debido a la atracción de la Tierra, y cuando a las cinco sextas partes del recorrido entre la Tierra y la Luna, el vehículo, con una velocidad de 3.700 km/h, comienza a acelerar hasta los 9.000 km/h, atraído por la gravedad lunar. El Apolo 11 va a esta velocidad hacia la Luna en una trayectoria denominada trayectoria de regreso libre, que permite a la nave pasar orbitando por detrás de la Luna y volver a la Tierra sin efectuar un encendido de motor.

El cuarto punto crítico de la misión es la ejecución de una maniobra conocida como inserción en órbita lunar o LOI. La trayectoria de regreso libre es útil cuando hay problemas al efectuar la LOI. Esta maniobra se realiza en la cara oculta de la Luna sin comunicación posible con Houston y consiste en un encendido de motor para una frenada y colocarse en órbita lunar. Desde tres inyectores distintos, fluyen tres productos químicos para mezclarse e iniciar el frenado denominado frenado hipergólico. Este combustible es empleado por el Apolo 11 para todas sus maniobras una vez ha perdido la tercera etapa que utiliza combustible criogénico (LOX y LH2).

El motor funciona durante cuatro minutos y medio, y luego se apaga automáticamente.

El comandante Neil Armstrong verifica en el panel de control la lectura de Delta-v que se refiere al cambio de velocidad y observa que el frenado ha situado al Apolo 11 a una velocidad correcta para abandonar la trayectoria de regreso libre y situarse en órbita lunar. También comprueba las lecturas del pericintio, y el apocintio; estas indicaban que orbitaban la Luna con un pericintio de 110 km y un apocintio de 313 km. En un par de revoluciones ajustarán la órbita hasta convertirla en una circunferencia casi perfecta.

Alunizaje

El Águila ha alunizado

Imagen de la Apolo 11 en la superficie lunar.

En la decimotercera órbita lunar, el comandante Neil Armstrong y el piloto del LEM Buzz Aldrin pasan del módulo de mando al LEM. Mike Collins, piloto del Columbia, acciona el mecanismo de desconexión y el Eagle comienza a separarse de su compañero de viaje. Con unos cuantos disparos de los propulsores de posición, el Columbia se retira, permitiendo al Eagle realizar la complicada maniobra de descenso hacia la superficie lunar. Esta comienza con un encendido de quince segundos con el motor al 10%, seguido de quince segundos más al 40%. Con esto consiguen abandonar la órbita e iniciar una lenta caída hacia la superficie. El LEM sigue ahora una trayectoria de Hohmann casi perfecta y en unos cuantos minutos llegan a la vertical del lugar previsto para el alunizaje. A quince kilómetros de la superficie, control de misión indica que todo está listo para la maniobra de descenso final o PDI, consistente en activar por segunda vez el motor del LEM.

Todos los sistemas funcionan con normalidad. Neil Armstrong dispara una corta ráfaga de impulsos con los propulsores de posición y tres segundos después el motor principal del LEM entra en ignición y funciona al 10% durante veintiséis segundos mientras el sistema de control automático estabiliza la nave. Después el motor del LEM despliega toda su potencia.

El ordenador trabaja según su programa 63 que es el modo totalmente automático. Siete minutos después de iniciado el descenso y a una altura de unos seis kilómetros de la superficie, Neil Armstrong introduce el programa número 64. Con este, el empuje del motor desciende hasta un 57% y se sitúa en posición horizontal con la superficie de la Luna. El sitio exacto estaba a menos de veinte kilómetros al Oeste. Esos momentos, el oficial de guiado comunica al director de vuelo que el LEM viaja a más velocidad de la programada. Este hecho podía causar el aborto del alunizaje pero el director decide seguir con los procedimientos de alunizaje.

Debido a esto el LEM sobrepasa el lugar donde debería haber alunizado. Al parecer, se están conduciendo hacia un gran cráter con rocas esparcidas que causarían serios daños si el alunizaje se produjese. Armstrong desconecta el programa 64 e introduce el 66, este controla el motor semiautomático pero deja en manos de la tripulación la traslación lateral del LEM. El módulo lunar se desliza en horizontal buscando un lugar para el alunizaje mientras Aldrin va leyendo los datos del radar y el ordenador. El LEM pierde altura gradualmente y a menos de dos metros de la superficie, una las varillas sensoras que cuelgan de las patas del LEM, toca el suelo. El Eagle recorre el último metro en una suave caída gracias a la débil gravedad lunar. El terreno ha resistido bien el peso del aparato y todos los sistemas funcionan.

Houston…aquí base Tranquilidad, el Águila ha alunizado.

En Houston son las 15:17 del 20 de julio de 1969 (las 20:17:39 h UTC). El Eagle está posado sobre la superficie del satélite. En el momento del contacto el motor de descenso posee sólo unos 30 segundos de combustible restante, alunizando a 38 m de un cráter de 24 m de diámetro y varios de profundidad.

Un gran salto

Al sur del Mare Tranquilitatis y a unos noventa kilómetros al este de dos cráteres casi gemelos denominados Ritter y Sabine, concretamente en las coordenadas 0º40'27" Norte y 23º28'23" Este; es donde se halla en estos momentos la base lunar, denominada Tranquillitatis Statio, consistente en el LEM y su tripulación. Realizadas las comprobaciones pertinentes, Armstrong solicita permiso para efectuar los preparativos de la primera actividad extravehicular o EVA. Houston lo autoriza.

La única posibilidad de peligro para la misión era la sonda automática soviética Luna 15, que, lanzada el 13 de julio, había estado en órbita lunar de 100 por 129 km y 25º de inclinación y corría riesgo de interferir en la órbita del Apolo, que era de 112 por 314 km y posteriormente de 99,4 por 121 km y 78º de inclinación. La misión de esta sonda era el alunizaje suave y la recogida de muestras que luego enviaría de forma automática a la Tierra.

El primer paso en la Luna.

Seis horas y media después del alunizaje, los astronautas están preparados para salir del LEM. El primero en hacerlo es Armstrong, quien mientras desciende por las escaleras activa la cámara de televisión que retransmitirá imágenes a todo el mundo. Una vez hecho esto, describe a Houston lo que ve, y al pisar el suelo a las 2:56 del 21 de julio de 1969 (hora internacional UTC), dice la famosa frase: "Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad".

El reloj de Houston señala las 22:56. En un primer momento por seguridad los astronautas iban unidos a un cordón enganchado al LEM. Al ver que no corrían ningún peligro se deshicieron de él. Armstrong toma fotografías del paisaje aledaño y más tarde toma muestras del suelo lunar. Entretanto Buzz Aldrin se prepara para salir del LEM de la misma manera que su comandante, el segundo de a bordo baja por la escala, contempla a su alrededor y a continuación dice:

(Aldrin) "Hermoso... hermoso..."

(Armstrong) "La vista de una magnífica desolación."

(Aldrin) "Magnífica definición."

Los astronautas se percatan de la baja gravedad y comienzan a realizar las tareas que les han encomendado, instalar los aparatos del ALSEP, descubrir una placa con una inscripción que conmemora la efeméride, después se instala una cámara de televisión sobre un trípode a veinte metros del LEM. Mientras tanto se instala un detector de partículas nucleares emitidas por el Sol, que es una especie de cinta metalizada sobre la que incide el viento solar que deberán trasladar al LEM y analizarla en la Tierra. Más tarde despliegan una bandera estadounidense, con dificultad para clavarla en el suelo selenita e inician una conversación telefónica con el presidente de los Estados Unidos Richard Nixon.

El saludo de Buzz a la bandera que habían clavado en el suelo lunar.

Por último instalan a pocos metros del LEM un sismómetro para conocer la actividad sísmica de la Luna y un retrorreflector de rayos láser para medir con precisión la distancia que hay hasta el satélite. Mientras tanto, Michael Collins sigue en órbita en el módulo de mando con un ángulo muy rasante. Cada paso en órbita, de un horizonte a otro, sólo dura 6 minutos y medio pero no es capaz de ver a sus compañeros. Cada dos horas ve cómo cambia la Luna y también observa cómo orbita debajo de su cápsula la sonda soviética Luna 15 en dos ocasiones.

Restos y resultados

La EVA dura más de 14 horas, durante las cuales los astronautas realizan importantes experimentos científicos: instalan un ALSEP con varios experimentos, una bandera estadounidense de 100 por 52 cm, dejan un disco con los mensajes y saludos de todas las naciones del mundo, las medallas recibidas de las familias de Yuri Gagarin y Vladímir Komarov, las insignias del Apolo en recuerdo de Virgil Grissom, Edward White y Roger Chaffee, fallecidos en el incendio de la nave Apolo 1, sellan con un tampón el primer ejemplar del nuevo sello de correos de 10 centavos y recogen 22 kg de rocas lunares.

Entre las cosas que se quedaron allí esta la huella de Buzz.

Los aparatos que han llevado son: un reflector láser con más de 100 prismas de cristal destinado a efectuar mediciones desde nuestro planeta de la distancia Tierra-Luna, un sismómetro para registrar terremotos lunares y la caída de meteoritos, así como una pantalla de aluminio de 15 por 3 dm destinada a recoger partículas del viento solar.

El primero en regresar al módulo lunar es Aldrin, al que sigue Armstrong. Después los dos astronautas duermen durante 4:20 h, después de 13 horas se produce el despegue. El motor de la etapa de ascenso entra en ignición abandonando su sección inferior en la superficie, y se dirige hacia el Columbia

A las 19:34 del 21 de julio, el módulo de ascenso se eleva desde la Luna hacia su cita con C.S.M. Siete minutos después del despegue, el Eagle entra en órbita lunar a cien kilómetros de altura y a quinientos kilómetros del Columbia. Lentamente y utilizando los propulsores de posición, se van acercando ambos vehículos hasta que tres horas y media después vuelan en formación. El comandante efectúa la maniobra final con el Eagle y gira para encararse con el Columbia. Se acerca hasta que los garfios de atraque actúan y ambos módulos quedan acoplados. El módulo de ascenso es abandonado, cayendo sobre la superficie lunar.

Regreso a la Tierra

El transbordo de las muestras y la desconexión de parte de los sistemas del módulo Eagle, ocupa a la tripulación durante dos horas, y cuando se sitúan en sus puestos, se preparan para abandonar al Eagle en la órbita de la luna. A las 6:35 del 22 de julio encienden los motores del módulo iniciando el regreso a la Tierra. Es la maniobra denominada inyección trans-tierra, es un encendido hipergólico de dos minutos y medio y que sitúa al Columbia en una trayectoria de caída hacia la Tierra que concluirá en sesenta horas.

Durante el viaje de regreso se realizan leves correcciones de rumbo. Houston les informa de que hay posibilidades de temporal en la zona prevista para el amerizaje y redirigen al Apolo 11 a una zona con tiempo estable, concretamente a 1.500 km al sudoeste de las islas Hawái, donde serán recogidos en el Océano Pacífico por los tripulantes del portaaviones USS Hornet, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, tras efectuar 30 órbitas a la Luna.

Los equipos de recuperación se preparan para recoger a la tripulación del Apolo 11. A unos kilómetros por encima, el módulo de mando con la tripulación en él, se ha separado del módulo de servicio y se preparan para la reentrada. En esta parte de la misión no hacen falta motores de frenado puesto que es el rozamiento el que se encarga de disminuir la velocidad de la cápsula desde los 40.000 km/h iníciales a unos pocos cientos, de modo que puedan abrirse los paracaídas sin riesgo de rotura. Hay que tener en cuenta que la reentrada es un proceso en el que la inmensa energía cinética de la cápsula se disipa en forma de calor haciendo que esta alcance una elevadísima temperatura, alcanzando los 3000 °C.

Unos minutos después de la pérdida de comunicaciones, se reciben en Houston las primeras señales procedentes de la nave. A ocho kilómetros se abren los dos primeros paracaídas para estabilizar el descenso. A tres kilómetros, estos son reemplazados por tres paracaídas piloto y los tres paracaídas principales de veinticinco metros de diámetro. Por fin consiguen amerizar a las 18:50 del 24 de julio, exactamente 8 días, 3 horas, 18 minutos y 35 segundos después de que el Saturno V abandonó la rampa del Complejo 39.

Esta misión fue un rotundo éxito para el gobierno estadounidense comandado por el Presidente Richard Nixon, y un homenaje a su inductor, el Presidente John Kennedy que no pudo disfrutar del mismo tras ser asesinado en 1963. El 24 de julio, los tres astronautas amerizaron en aguas del Océano Pacífico poniendo fin a la misión.

Placa conmemorativa

Esta placa está colocada en una de las patas de la fase de aterrizaje del módulo lunar que todavía permanece allí. Está firmada por la tripulación del Apolo 11 (Neil Armstrong, Buzz Aldrin, Michael Collins) y por el entonces presidente de los Estados Unidos (Richard Nixon).

En inglés: "Here Men From The Planet Earth First Set Foot Upon the Moon, July 1969 A.D. We Came in Peace For All Mankind".


En español: "Aquí, unos hombres procedentes del planeta Tierra, pisaron por primera vez la Luna en julio de 1969 d.C. Vinimos en son de paz en nombre de toda la humanidad".

Teorías de la conspiración

Es una teoría surgida desde el principio de los años 70 que niega el alunizaje afirmando que es un engaño mediático fabricado por la misma NASA. Esta creencia afirma que los alunizajes del Apolo 11 del 20 de julio de 1969 y las siguientes misiones Apolo nunca ocurrieron, sino que fueron filmadas en la Tierra. La idea adquirió bastante popularidad después del estreno de la película de ciencia-ficción Capricorn One (Capricornio Uno, en castellano), que muestra a la NASA intentando falsificar un aterrizaje en Marte. También es posible que una corta secuencia de la película de James Bond, Diamonds Are Forever (Diamantes para la eternidad, 1971) que parece mostrar a Sean Connery caminando a través de un estudio donde se simulan los alunizajes coincida con las primeras insinuaciones de que los alunizajes fueron falsificados. En 1967, el dramaturgo británico Desmond Lowden escribió un guion llamado The News-Benders en el cual todos los principales avances tecnológicos de 1945 eran simulados. El guion fue presentado en enero de 1968 y mostraba la falsificación de un alunizaje con maquetas.

Principales proponentes

  • Bill Kaysing: antiguo empleado del Departamento de Publicaciones de Rocketdyne (empresa contratista de la NASA). Aunque era licenciado en literatura inglesa y no tenía formación técnica, publicó en 1974 el libro Nunca fuimos a la Luna, que lo convirtió en el padre de la hipótesis del fraude lunar.
  • David Percy: experto en fotografía y audiovisuales. Autor del documental ¿Qué sucedió en la Luna?, sostiene que los errores en las fotografías lunares son tan obvios que él cree que fueron hechos a propósito por personal interno de la NASA para avisar al público sobre el montaje.
  • Ralph Rene: inventor autodidacta y editor. Autor del libro NASA Mooned America (1992).
  • Bart Sibrel: periodista y director de cinematografía. Autor del documental Algo extraño sucedió en el viaje a la Luna. Afirma que ninguno de los viajes tripulados a la Luna tuvo lugar.
  • Richard Hoagland: ufólogo y denunciante de la conspiración. Sostiene que los astronautas encontraron extraterrestres en la Luna y la NASA decidió ocultarlo trucando las fotografías.
  • Jack White: fotógrafo profesional. Denunciante de aparentes irregularidades en las fotografías tomadas en el satélite. Analiza detalladamente en su publicación [18] las muchas fotografías de los vuelos Apolo comparándolas entre ellas y mostrando coincidencias que según él prueban que aún siendo ciertos los alunizajes, las imágenes mostradas no proceden de la Luna.

Defensores de los alunizajes

  • Todos los astronautas de las misiones Apolo (que alunizaron) han corroborado que estuvieron en su superficie con sus testimonios, en múltiples entrevistas y conferencias, siendo el más activo Edwin Aldrin.
  • La comunidad científica internacional en general respalda la veracidad de los alunizajes, y en concreto varios científicos han respondido con mayor detalle las acusaciones de fraude:
  • Phil Plait: astrofísico y divulgador científico. Mantiene la página web Bad Astronomy, que rebate creencias y «teorías» pseudocientíficas, dedicada a rebatir creencias pseudocientíficas sobre astronomía y ciencia en general.
  • James Oberg: ingeniero, escritor y experto en historia espacial (sobre todo en el programa espacial de la URSS).
  • Harald Lesch: físico, profesor de la Universidad Sternwarte de Múnich y presentador del programa de divulgación científica Alfa Centauro, donde ha realizado explicaciones físicas al respecto.
  • James V. Scotti: astrónomo estadounidense.
  • Jay Windley: ingeniero aeroespacial, quien ha participado en documentales como The Truth Behind the Moon Landings, además de disponer una página web, Clavius Moon Base, donde se rebaten los argumentos conspiradores.
  • Miembros de agencias espaciales y organizaciones científicas ajenas a la NASA, como Prakash Chauhan, de la Organización de Investigación Espacial India (ISRO), quien ha afirmado comprobar mediante observaciones independientes (de la sonda Chandrayaan 1) los restos de los alunizajes.

Reacción de la NASA

La reacción inicial de la NASA ante las acusaciones fue de indiferencia general. Finalmente encargó en 2002 al ingeniero espacial y escritor James Oberg la publicación de un libro en el que se refutaran las afirmaciones de conspiración. Sin embargo, pocos días después la NASA se retractó, por miedo a la mala publicidad. Oberg anunció que continuaría con el libro de manera independiente, analizando también en él los orígenes socioculturales de las «teorías» sobre conspiraciones.

Philip Plait, uno de los más entusiastas refutadores de las creencias sobre conspiraciones acerca del viaje a la Luna, dice que sería apropiado que la NASA diera respuesta a las preguntas hechas, y según él la NASA se niega a responder a las preguntas de los acusadores porque considera de «escasa dignidad» el verse obligada a hacerlo. Por otro lado, James Oberg afirma que la reacción oficial de la NASA en la televisión ha sido bastante torpe y contraproducente cuando Brian Welch, un alto funcionario del departamento de relaciones públicas de la NASA, afirmó que todas las acusaciones eran falsas pero no se molestó en proporcionar demasiada evidencia.

Véase también

Fuentes