Aproximaciones teóricas para el estudio de la Religión

Aproximaciones Teóricas para el Estudio de la Religión
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Concepto:La religión tiene su origen en el término latino religĭo y se refiere al credo y a los conocimientos dogmáticos sobre una entidad divina, implica un vínculo entre Dios y el hombre.

Aproximaciones Teóricas para el Estudio de la Religión. Es un sistema ideológico caracterizado por un conjunto de creencias, actividades e instituciones que se basan en la fe en una fuerza sobrenatural.

Introducción

La religión como fenómeno social es un hecho multicondicionado, estructurado y estructurante de la realidad. La complejidad del mundo contemporáneo y sus diversos discursos ideológicos y científicos han ubicado, de una forma u otra, al hecho religioso en un importante espacio de discusión e investigación.

Los estudios sobre religión en Cuba han logrado, en la última década, una saludable apertura que permite un acercamiento diverso y desprejuiciado a tan importante factor de nuestra cultura popular tradicional. La coyuntura de la crisis finisecular en Cuba redimensionó lo religioso en la sociedad y resulta significativo el desempeño de los sistemas religiosos, esencialmente como parte de su participación e incidencia social en todas las direcciones y como reguladoras del comportamiento social de sus actores.

Los estudios referentes al fenómeno de la religión han adquirido en nuestro país un terreno fértil, sobre todo después de dos décadas de positivismo provocados por la importación de los modelos errados del ateísmo mal llamado “Científico” que permeó casi todo análisis sobre este muy complejo fenómeno.

En toda sociedad tienen lugar diferentes formas religiosas y los creyentes hacen intervenir de una forma u otra lo sobrenatural en procesos naturales y sociales, con distintos niveles y tipos de elaboración de sus ideas, la interiorización de estas y compromisos con agrupaciones religiosas. Las creencias y prácticas religiosas, así como su organización, son heterogéneas en dependencia de la influencia de factores históricos, culturales, sociales, psicológicos y otros, los cuales inciden en mayor o menor medida en las relaciones que se establecen entre grupos o individuos, en las costumbres, las ideas morales, la conformación de ideales y concepciones, las explicaciones sobre el mundo y el ser humano.

De ahí que la temática religiosa generalmente despierte gran interés. En nuestra humilde opinión, conocer sobre ella, además de satisfacer una necesidad cognitiva a escala social, contribuyen en la práctica a eliminar incomprensiones y prejuicios que por determinadas razones se crean alrededor de la religión, además que permite adquirir un mayor conocimiento acerca de nuestras raíces y nuestra cultura popular tradicional, como expresión que nos identifica.

En medio de estas condiciones favorables para el análisis desprejuiciado de la Religión y el fenómeno religioso en su conjunto se inserta este trabajo que tiene como objeto de estudio el análisis de diferentes teorías aportadas sobre el origen y desarrollo de esta por investigadores de varias ramas: antropología, sociología, psicología.

1-Concepciones acerca del origen de la religión

1.1- Visión intelectualista / racionalista

En su obra fundamental The primitive culture (La cultura primitiva) de 1871, la cual constituye la investigación clásica sobre el origen de la religión, y a partir de un enfoque intelectualista o racionalista; Edward Burnett Tylor da a conocer su breve definición de religión. De acuerdo con esta, ‘’la religión sería la creencia en espíritus’’8. A él se debe también una importante e influyente interpretación del animismo. En su opinión este constituye: ‘’la forma más temprana de la religión, la cual se caracteriza porque tras las cosas de la realidad se oculta la actividad de numerosas almas y espíritus, que pueden ser favorables o desfavorables al hombre’’9.

Él considera el origen de la religión estrechamente relacionado con la creencia de que existe un alma cuya vida se prolonga más allá del descenso del organismo humano, es decir, en su inmortalidad. Los argumentos para sus afirmaciones los tomó de los estudios realizados por él sobre antiguas tribus de cazadores, las cuales habían sobrevivido hasta nuestros días bajo condiciones semejantes a los hombres primitivos,

Por otro lado Burnett Tylor explica el origen de la religión como una consecuencia de derivaciones lógicas, tal como lo exponemos a continuación; el punto de partida de Tylor son dos premisas importantes: La primera acepta la existencia de almas individuales, mientras que la segunda toma como cierta la existencia imaginada de espíritus y divinidades, ambos concebidos probablemente como seres semejantes.

Desde su perspectiva de investigador, dentro de los primeros hombres la diferencia entre un vivo y un muerto, entre aquel que sueña y el despierto luego de estar dormido, era la causa de la suposición de la existencia de un mundo humano al lado de uno poblado de espíritus. Pero Tylor también sostiene que:

la creencia en espíritus no implica todavía una religión. Por el contrario, esta sería una etapa anterior, pues para que la religión exista, sería requisito indispensable, una institución social promotora y controladora de los ritos, y el animismo no ofrecía ninguna señal de ello.

El tránsito de una simple cosmovisión que no va más allá de espíritus concretos y actuantes hacia otra más elaborada, en la cual existe un ámbito poblado de espíritus que finalmente desemboca en una creencia abstracta vinculada a ritos, se habría producido en la medida en que los hombres primitivos, según su parecer, llegaron a concebir y aceptar la superioridad de los espíritus y del mundo del más allá. El alma sobreviviría al hombre y se independizaría, una vez independizada del cuerpo, se desplazaría con rapidez de un lugar a otro.

Por esta razón Tylor presenta el animismo como la forma anterior a la aceptación de un más allá poblado de espíritus. Así pues, para fundamentar su tesis, se auxilia en la concepción que defiende la tesis de la existencia del espíritu posterior al descenso del hombre, los espíritus tendrían que permanecer en algún lugar después de la muerte del hombre, también podrían alojarse en otros cuerpos, idea de las creencias en la encarnación.

Tylor distingue la creencia en la encarnación como la condición para la aparición del fetichismo; pues si estos espíritus pueden alojarse en cualquier lugar, lo harían sobre todo en las cosas preferidas por ellos. Por ese motivo deben ser considerados y tratados de manera muy especial. A su vez, este fetiche, según Tylor, se convertiría posteriormente en ídolo, toda vez que él se manifieste de manera material para expresar la especial función que cumple como encarnación del espíritu.

Al fusionarse las cualidades de la imaginación fetichista con las materiales del fetiche, adoptan una forma antropomorfa. De esta forma, los espíritus se transforman en seres personificados de la naturalaza. El siguiente paso sería elevarlos al rango de dioses. Pero como inicialmente existían muchos dioses no era posible pensar que todos ellos fueran igualmente importantes; por tanto surgió una jerarquía entre ellos, lo cual conduce necesariamente a la constitución de un dios superior. Así las divinidades subordinadas irían desapareciendo gradualmente hasta el surgimiento del monoteísmo.

Esa teoría de Edward Burnett Tylor y sus conclusiones desencadenaron un debate muy violento, él cual no ha cesado aún en nuestros días. La antropóloga norteamericana Annemarie de Waal, en su libro ‘’Introducción a la antropología de la religión’’, señala: ‘’Tylor con esa secuencia del desarrollo de la religión, únicamente explicaría el fenómeno como algo individual y no como algo social‘’11. Ella sostiene que la experiencia religiosa es distinta según sea la edad, el sexo, la forma en que se vive, y consecuentemente, la explicación de Tylor no podría ser una generalización de ese proceso de mayor generalidad.

Otras críticas al animismo tyloriano se han centrado en poner de relieve que tal teoría no cubre, ni explica la amplia gama de las concepciones relativas al alma entre los primitivos. Pero también han sido muchos sus seguidores, personas eminentemente influenciadas por sus puntos de vista, dentro de ellos W. Mannhardt, quien se hizo famoso a partir de su estudio sobre los cultos agrarios y otros centrados en las divinidades de los bosques.

Según este, ‘’la religión surge a partir de las creencias religiosas espontáneas y populares en los espíritus (ánimas) del campo y de los bosques ‘’12. Todos los ritos derivados de estas creencias (la Ceiba o árbol frondoso con propiedades religiosas, o el espíritu del grano) tienen un carácter absolutamente primitivo y no se derivan de las creencias en las grandes divinidades del paganismo.

El antropólogo inglés, Robert R. Marett 1866-1943, propuso un perfeccionamiento del animismo, y llamó a esto animatismo. Después de estudiar las creencias de los melanesios de las islas del Pacífico y de los nativos de África y los Estados Unidos, Robert R Marett concluyó que en vez de tener la noción de un alma personal los pueblos primitivos creían que había una fuerza o poder sobrenatural impersonal que lo animaba todo; aquella creencia despertó en el hombre emociones de reverencia y temor que se convirtieron en la base de su religión primitiva. Para este, la religión era principalmente la respuesta emocional del hombre a lo desconocido.

Las teorías de Tylor fueron criticadas también por Marett, para quien esos pueblos primitivos no podían haber tenido un origen más emocional e intuitivo. Rechazaba la teoría de Tylor al respecto, de que todo objeto debía ser considerado como ser vivo.

Para Marett estos grupos primitivos debían haber considerado algunos objetos dentro de su teoría como inertes, y probablemente solo determinaron aquellos objetos con cualidades inusuales, o aquellos que se comportaban de forma impredecible o misteriosa durante su vida.

Este autor sostenía la idea de que el concepto de vitalidad no estaba lo bastante elaborado para incluir la noción de un alma o espíritu inherente al objeto. Los pueblos primitivos trataban a los objetos que consideraban animados como si tuvieran vida, sentimientos y voluntad propia, pero no distinguían entre el cuerpo de un objeto y un alma que pudiera entrar en él o abandonarlo. Marett denominó este punto de vista "animatismo" o "preanimismo", y afirmó que el animismo debía surgir del animatismo, el cual podía incluso convivir junto a creencias animísticas más evolucionadas.

No es mucha la diferencia entre Tylor y Marett, sólo la idea de este de que no todos los objetos tienen pasibilidad de ser poseídos por un ente externo, sólo algunos: los que cuentan con ciertas características, aunque no define cuáles.

1.2- La visión antropológica del fenómeno religioso

James Frazer, 1854- 1941, antropólogo escocés, experto en folklor antiguo, publicó en 1890 la influyente obra ‘’The Golden Bough ‘’(La rama dorada), y en ella afirmó que la religión se había desarrollado de la magia y mostró marcado interés en el estudio de los mitos y la religión, y principalmente por la magia. Desarrollando un análisis comparativo entre magia y religión.

Según Frazer: La mitología podía definirse como la primera tentativa del hombre de responder a sus más elementales inquietudes, la forma filosófica de su primera expresión, por ello la consideró como algo valioso relacionado a los inicios del pensamiento humano.

También consideró que al principio el hombre trató de controlar su propia vida y su entorno a través de la imitación de los sucesos que acontecían en la naturaleza. Por ejemplo, creyó que podría atraer la lluvia si rociaba agua sobre el terreno mientras le acompañaban golpes de tambor que imitaban el sonido de truenos, o que podría causar daño a su enemigo mediante la acción de meter alfileres en una efigie de él. Esto llevó al uso de ritos, hechizos y objetos mágicos en muchos campos de la vida.

Cuando nada surtía el efecto esperado, entonces el hombre trataba de apaciguar a los poderes sobrenaturales o suplicaba su ayuda, en vez de tratar de controlarlos. Los ritos y conjuros se convirtieron en sacrificios y oraciones, y así empezó la religión. Según Frazer, la religión es ganar el favor o la benevolencia de poderes superiores al hombre.

También demostró gran interés en el aspecto relacionado con los tabúes y su variabilidad, e hizo una descripción de las diversas formas de estos: los tabúes de actor, los que gravitan sobre determinadas personas, los que se representan en cosas y los que cobran significado en determinados nombres.

1.3- Las aproximaciones a la religión desde lo psicológico

Hasta el famoso psicoanalista austriaco Sigmund Freud 1856- 1939, en su libro ‘’Tótem y Tabú ‘’, trató de explicar el origen de la religión. Fiel a su profesión, explicó que la religión más antigua se desarrolló de lo que él llamó una neurosis colectiva: ‘’el intento de controlar el mundo de los sentidos en el que nos vemos inmersos por medio del mundo de nuestros deseos desarrollado en nosotros por impulsos de las necesidades psicológicas y biológicas humanas’’14.

Para Freud la religión surgió como respuesta encontrada por los hijos primitivos ante la acción de haber matado a sus padres. Teorizó que como sucedía entre los caballos y el ganado en condición salvaje, en la sociedad primitiva el padre dominaba al clan. Los hijos, que a la vez odiaban y admiraban al padre, se fomentaban contra él y lo mataban para adquirir su poder. Después, por remordimiento, inventaron ritos y ceremonias como expiación por lo que habían hecho.

Según la teoría de Freud la figura del padre llegó a ser Dios, los ritos y ceremonias llegaron a ser la religión más antigua, y el que los hijos se comieran al padre muerto se convirtió en la comunión que es práctica tradicional de muchas religiones.

Aunque el origen de la religión es sociológico (y en esto está de acuerdo con Durkheim), para Freud este origen está basado en experiencias psicológicas individuales y en la satisfacción de los instintos individuales, que se repiten en otros sujetos del clan.

1.4- La visión sociológica del fenómeno religioso

Francois Houtart Bélgica, 1925 expone en su obra Sociología de La Religión 2006 su perspectiva sociológica de dicho fenómeno. Para esto considera dos dimensiones fundamentales: la primera sería: la religión vista como parte de las identidades, es decir, de las diferentes representaciones creadas por el ser humano tanto del mundo que lo rodea, como de sí mismo, dentro de condiciones históricas y concretas, las cuales constituyen la forma de representar la realidad en la mente, por lo cual no se considera sólo como un reflejo, quizás como aquel que nos brinda el espejo, sino un producto de la mente humana en su incesante trabajo para interpretarla.

Desde este punto de vista Francois precisa: ‘’La religión es una de las representaciones que los hombres se hacen del mundo y de sí mismos. Es específicamente, la representación que hace referencia a un sobrenatural ‘’15.

Cuando se habla de hacer referencia a algo sobrenatural, según Francois, no significa necesariamente el hecho de que el sociólogo definina lo sobrenatural, este solamente puede observar la existencia de grupos humanos que hacen referencia a esto, y dejar a los mismos, la tarea de definirlo. Esta denominación puede ser a un Dios único, a un panteón de dioses; a un mundo de espíritus o de demonios, entre otras muchas formas. ‘’Pero de todas maneras es un referente a un sobrenatural, o si lo preferimos, a un sobresocial’’16.

La segunda dimensión considera la religión como un elemento de las representaciones y como fruto del actor social humano. Lo que resulta totalmente comprensible, ya que toda realidad social o ideal existe como un producto social.

Émile Durkheim 1858-1917 constituye sin lugar a dudas otro magnífico exponente de los estudios sociológicos de la religión. Su obra ‘’Las formas elementales de la vida religiosa’’ 1912 sobresale como una de las más importantes, 1858- 1917 y uno de los textos esenciales para comprender el origen del hecho religioso, en este la religión es concebida por Durkheim como un fenómeno que va más allá de sus manifestaciones particulares, es consustancial al ser humano. La esencia de la religión es la división entre lo sagrado y lo profano: ‘’La religión consiste en un sistema unificado de creencias y prácticas relativas a las cosas sagradas. El objeto de la religión es una realidad colectiva. La esencia y el alma de la religión es la idea de la sociedad’’17.

El fenómeno religioso no mantiene para el autor una relación necesaria con los conceptos de divinidad, trascendencia o más allá. No atañe únicamente a determinados individuos y culturas, sino que debe concebirse como un fenómeno universal, inherente a la condición humana, más allá de sus manifestaciones particulares. Los seres humanos necesitan de una relación con una realidad absoluta o sagrada que les permita fundar y desarrollar la búsqueda de su identidad personal y colectiva. En este sentido, para Durkheim, la religión estructura la sociedad.

Para desarrollar toda su exposición, el autor se propone como objetivo la elaboración de una teoría de la religión basada en el análisis de las instituciones más simples y primitivas. Escoge analizar desde la perspectiva evolutiva que ha heredado de Spencer y Comte el totemismo australiano como «la forma elemental de la vida religiosa». Previamente había señalado que el problema fundamental es explicar por qué esta distinción entre lo sagrado y lo profano se mantiene en todas las sociedades.

Según Durkheim, ese totemismo no es la religión de unos determinados animales o de unos hombres concretos, sino una especie de fuerza anónima e impersonal, la cual se encuentra en cada uno de ellos, sin que pueda confundirse con ninguno. Nadie la posee por completo, y todos participan de ella en particular. Es independiente de los sujetos que la encarnan, les precede y les sobrevive.

Los hombres mueren, las generaciones pasan y son sustituidas por otras, pero esa fuerza permanece siempre igual, viva e idéntica a sí misma, anima a las generaciones de hoy, a las de ayer y a las de mañana, es una interpretación de la sociedad misma. Si se tomara la palabra en un sentido muy amplio, se podría decir que es el dios que adora cada culto totémico, aunque es un dios impersonal, sin nombre, sin historia, inmanente al mundo, en definitiva, para Durkheim, todas las prácticas religiosas son esencialmente equivalentes a las prácticas totémicas.

Para Durkheim, la religión es un fenómeno íntimamente ligado a lo social. Finalmente, las sociedades adoran en el tótem a sí mismas y tienden a crear dioses o religiones en aquellos estados de exaltación que ponen de manifiesto la suprema intensidad de la propia vida colectiva. Toda sociedad implica por tanto una autoridad moral de la colectividad sobre el individuo, autoridad que se ejerce no a través de la coacción sino por el respeto. Este respeto es la fuente de lo sagrado y explica en consecuencia el fenómeno de la religión.

Durkheim, quien al final de su trayectoria intelectual desarrollaría una concepción espiritualista de la sociedad, legó en ‘’’Las formas elementales de la vida religiosa’’ un fecundo conjunto de problemas e interpretaciones que pasaría a formar parte del campo de desarrollo de la "sociología del conocimiento", haciendo indiscutible la importancia de este clásico de la sociología.

1.5 Otros acercamientos al origen de la religión

Jorge Ramírez Calzadilla, uno de los estudiosos más representativos de nuestro país, dice con respecto a la religión:

en la realidad social la religión no existe de forma abstracta, sino en formas concretas, cada una con sus propias peculiaridades, teniendo todas en común, como elemento que las identifica y une entre sí, la creencia en lo sobrenatural, que es el rasgo esencial de la religión.2

Aunque lo sobrenatural desde el punto de vista marxista no tiene referente alguno en la realidad objetiva sino en la subjetiva, para el religioso, si es objetiva su existencia, independientemente de cualquier fenómeno o proceso natural. Y es a partir del desarrollo de la postura materialista en correspondencia con los fenómenos de la vida social, elaborada por los fundadores del marxismo-leninismo, que se ha puesto en práctica un método verdaderamente científico del estudio de la religión y su esencia.

La más abarcadora y esencial de las definiciones, dentro de las tantas aportadas por los diferentes estudiosos del tema, es la expuesta por Federico Engels en el Anti- Dühring, donde según su punto de vista: ‘’La religión no es otra cosa que el reflejo fantástico que proyectan en la cabeza de los hombres aquellas fuerzas externas que gobiernan en su vida diaria, reflejo en el cual las fuerzas terrenales adoptan formas sobrenaturales’’3. Aquí expone claramente el núcleo de la esencia de la religión, su elemento identitario en cualquiera de las formas que adquiera, y la distingue de otras formas de la conciencia y fenómenos sociales; a partir de la creencia en lo sobrenatural, la idea de la existencia objetiva de fuerzas independientes de objetos y fenómenos naturales.

En la revisión efectuada encontramos también, definiciones claramente inadecuadas o problemáticas por su vaguedad y su ambigüedad. Definiciones de la religión como: ‘’una visión y explicación del mundo y del ser humano o el sentimiento de lo sagrado y lo minucioso’’4, son ejemplos de ello, pues son demasiado amplias y abarcadoras y no precisan la esencia del fenómeno.

De esta misma forma las definiciones de religión que precisan el término como cierto tipo de experiencia; por ejemplo: ‘’el sentimiento de absoluta dependencia del ser humano respecto a un ser superior’’5, son de poca utilidad, debido a la vaguedad de los términos experiencia o sentimiento. Hay también definiciones de religiones excesivamente restrictivas o limitadas. La religión como ‘’creencia en Dios’’6 constituye un ejemplo fehaciente, pues esta definición incluye además todas las religiones monoteístas, politeístas y las que no reconocen ningún Dios.

Para el desarrollo de nuestra investigación asumimos la definición que entendemos clásica por ser más completa y hasta ahora no superada, expuesta por Engels en el Anti- Dühring, concordando con el doctor Jorge Ramírez Calzadilla, el cual planteó: ‘’Una definición de religión es más completa si se determina su esencia, su estructura y sus funciones, tal y como lo hace el marxismo’’7

El estudio de la religión en un marco académico, no teológico, es considerado un fenómeno moderno. Que tiene como cimiento el período de la Ilustración, el desarrollo de las ciencias físicas y culturales y el descubrimiento de otras culturas.

Partió de la curiosidad reinante dentro de los intelectuales de la época, y esto permitió estudiar la religión desde la perspectiva de un observador, no siendo necesariamente religioso ni antirreligioso. La meta fue describir, comparar y explicar la historia y evolución de la religión, su diversidad y su persistencia en todas las culturas.

Este empeño en su momento nuevo de explicar la religión ayudó también a consolidar disciplinas tales como: la antropología y la sociología. Con excepción de la llamada fenomenología de la religión, este interés por la religión impulsó también la búsqueda de nuevas teorías sobre la religión.

Conclusiones

  • Diversas y contradictorias tendencias, escuelas y paradigmas emergen como resultado de la insostenibilidad del discurso clásico de la investigación social para interactuar con las nuevas exigencias de una realidad marcada por la necesidad de reconocimiento de sectores sociales, grupos étnicos, movimientos religiosos, y socioculturales que exigen espacios de participación e inserción en sus contextos.
  • El estudio del origen de la religión que ha adquirido una eminente relevancia científica a lo largo del siglo XIX y XX, parte de la observación de la experiencia religiosa, es decir, de la observación de los sentimientos y actos de hombres individuales tal y como se perciben a sí mismos cuando están en relación con cualquier cosa considerada divina.
  • La experiencia religiosa no es una justificación de la doctrina y práctica religiosas, sino que es en sí misma un producto de esta y las tradiciones.
  • El estudio del origen de la religión supone también implícitamente saber sobre qué se trata esta, es decir, presupone una definición de la religión.
  • Han sido muchos los investigadores y estudiosos de las disímiles ramas del conocimiento: psicología, la sociología, la antropología, etc., que han demostrado su interés en el estudio del fenómeno religioso, pero aún no se ha logrado un consenso entre las definiciones más completas y aceptadas. Aunque hay una serie de elementos que aparecen con frecuencia en las mismas.

Bibliografía

  • Engels, Federico. Anti – Dühring / Federico Engels. - - La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1978. - - 522p.
  • Houtart, Francois. Sociología de la Religión/ Francois Houtart.- - La Habana:Editorial Ciencias Sociales, 2006.- - 161p.
  • López Benítez, Suleed. Guillermina Montalvo y su familia religiosa/ Suleed López Benítez; Nereida Moya Padilla, tutor.-- Trabajo de Diploma, UCF,2004- 2005.- - 85h: ilus.
  • Sabater Palenzuela, Vivian M. Sociedad y Religión: Selección de Lecturas/ Vivian M. Sabater Palenzuela.- - La Habana: Editorial Félix Varela, 2003.- - -TI.- - -.- -258p.
  • Tókarev, Serguéi. Historia de la religión/ Serguéi Tókarev. - -Moscú: Editorial Progreso, 1990. - -438p.