Armando Palacio Valdés

Armando Palacio
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Escritor español
NombrePalacio Valdés, Armando
Nacimiento4 de octubre de 1853
pueblo de Laviana,
región de Asturias,
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento29 de enero de 1938
ciudad de Madrid,
Reino de España Bandera de España
ResidenciaMadrid
Nacionalidadespañola
Ciudadaníaespañola

Armando Palacio Valdés (Asturias, 4 de octubre de 1853 - Madrid, 29 de enero de 1938) fue un escritor y crítico literario español, perteneciente al realismo del siglo XIX.

Síntesis biográfica

Hijo de un abogado ovetense, su madre pertenecía a una adinerada familia de Avilés, donde vivió hasta 1865, en que se trasladó a la capital de Asturias para estudiar el bachillerato (que entonces se cursaba en el mismo edificio de la Universidad de Oviedo). Tras pasar su infancia en Asturias, se estableció en Madrid a partir de 1870. En su obra se distinguen tres etapas. La primera, marcada por su amistad con Clarín y por la adopción de posturas democráticas, incluye sus primeros escritos en periódicos de signo republicano como Rabagás, periódico satírico-político publicado en 1872 junto con Clarín, Tuero y Rubín. En 1881 publicó la colección de artículos La literatura de 1881, escrito en colaboración con Clarín.

En septiembre de 1870 obtuvo el grado de bachiller en Artes y en octubre se trasladó a Madrid para seguir en la Universidad Central la carrera de Leyes, cursando los estudios de Derecho y de Administración, de los que se licenció en 1874, manteniéndose de estudiante en Madrid la relación con Clarín y con Tomás Tuero (en 1872 vivían en el mismo piso y sacaron tres números de Rabagás, 'periódico audaz', político satírico).

El propósito de dedicarse al estudio de materias filosóficas y económicas le llevó a ingresar en el Ateneo un año antes de acabar las carreras emprendidas; allí figuró desde el primer día entre los elementos más activos y de más asidua concurrencia: los que fueron fundadores de la famosa sala de conversaciones conocida por la Cacharrería. Al año de su ingreso se nombró a Palacio Valdés secretario de la Sección de Ciencias Naturales y Políticas, bajo la presidencia de José Moreno Nieto.

El medio en que se desenvolvía Palacio Valdés fue torciendo o desviando la que él consideraba su más verdadera vocación. A su espíritu afloraba una inclinación al cultivo de la literatura con intención humorística; recogió las primicias una revista de corta existencia que fundó con Alas y tuero bajo el título de Rabagás.

Dirigió la Revista Europea, donde publicó artículos que luego reunió en Semblanzas literarias. También hay buenos retratos literarios en Los oradores del Ateneo y en El nuevo viaje al Parnaso, donde desfilan conferenciantes, ateneístas, novelistas y poetas de la época. Escribió también como crítico, en colaboración con Leopoldo Alas (Clarín), La literatura en 1881.

Se casó dos veces: su primera esposa, Luisa Maximina Prendes, falleció en 1885 después de sólo un año y medio de matrimonio. Se casó en 1899 en segundas nupcias con Manuela Vega y Gil, que le sobrevivió. Al morir José María de Pereda en 1906, ocupó el sillón vacante en la Real Academia Española.

Armando Palacio Valdés era un gran creador de tipos femeninos y diestro en la pintura costumbrista; sabía también bosquejar personajes secundarios. Al contrario que otros autores concede al humor un papel importante en su obra. Su obra ha sido muy traducida, especialmente al inglés, e igualmente apreciada fuera de España; es seguramente junto a Vicente Blasco Ibáñez el autor español del siglo XIX más leído en el extranjero. Su estilo es claro y pulcro sin incluir neologismos ni arcaísmos.

En muy pocos años Armando Palacio Valdés se convirtió en uno de los novelistas españoles más admirados y conocidos en todos los países de lengua española y en otros extranjeros merced a las repetidas reediciones y las abundantes traducciones de sus obras a muchas lenguas.

Muerte

Fallece el escritor en Madrid el 29 de enero de 1938, a los 84 años de edad, en plena guerra civil.

En los primeros años del franquismo la difusión de sus obras y su fama fue en aumento. En 1945, el año en el que se trasladaron sus restos desde Madrid al cementerio de La Carriona, en Avilés, la editorial Aguilar publicó sus Obras completas en dos gruesos volúmenes. Ediciones FAX [de la Compañía de Jesús, Zurbano 80, Madrid] reeditó numerosas veces los 31 volúmenes de su edición de las Obras completas en tomos sueltos. Las distintas y exitosas adaptaciones cinematográficas hicieron alcanzar a sus narraciones gran popularidad:

José (1925), La hermana San Sulpicio (Florián Rey, muda en 1927, sonora en 1934; nueva versión en color en 1952), La fe (Rafael Gil, 1947), Las aguas bajan negras (adaptación de La aldea perdida, José Luis Sáenz de Heredia, 1948). En 1953 la conmemoración del centenario de su nacimiento supuso que se le dedicaran bustos y calles en numerosas ciudades de España e Hispanoamérica, y que numerosas instituciones se bautizaran con su nombre.

Al final del siglo XX, la figura de Armando Palacio Valdés parecía haber caido en el olvido, pero merced al impulso del Ayuntamiento de Laviana, que restauró su casa natal en Entralgo para convertirla en museo y Centro de interpretación Armando Palacio Valdés, el año 2003, sesquicentenario de su nacimiento y centenario de La aldea perdida, supuso el inicio de un renovado interés por su obra (congreso Palacio Valdés, un clásico olvidado, inicio de la reedición de sus obras, &c.)

Obra

En sus obras, como otros de sus contemporáneos, pintaba la realidad,pero de una forma suave, ponderado, sin mucha profundidad, pero con gran simpatía humana y gran humorismo. Su obra literaria guarda consonancia con su aspecto físico: ojos grandes, de azul suave,tranquilos, de rostro rubicundo (colorado), una sonrisa agradable, y una hermosa barba bien recortada y cuidada. Sus novelas, entre las que más se destacan por su gracia andaluza y su naturalidad están:

  • Marta y María
  • La alegría del capitán Ribot
  • La hermana San Sulpicio.

Estas obras fueron muy estimadas por el público y traducidas a varios idiomas.

En la producción cuentística de este autor sobresalen por su profundidad algunos relatos como:

  • El potro del señor Cura
  • El cachorrillo y Polifemo.

En esta última se demuestra un estilo cuidadoso y limpio, el fondo humano, la sensibilidad y la mesura de este autor.

Entre sus obras se encuentran:

  • Semblanzas literarias (1871).
  • Los oradores del Ateneo (1878)
  • El nuevo viaje al Parnaso (1879)
  • La literatura en 1881, con Leopoldo Alas, Clarín
  • El señorito Octavio (1881).
  • Marta y María (1883).
  • Aguas fuertes (1884).
  • El idilio de un enfermo (1884).
  • José (1885).
  • Riverita (1886).
  • Maximina (1887).
  • El cuarto poder (1888).
  • La hermana San Sulpicio (1889).
  • La espuma (1890).
  • La fe, 1892.
  • El maestrante (1893).
  • El origen del pensamiento (1893).
  • Los majos de Cádiz (1896).
  • La alegría del capitán Ribot (1899).
  • La aldea perdida (1903).
  • Tristán o el pesimismo (1906).
  • Los papeles del doctor Angélico (1911)
  • Años de juventud del doctor Angélico (1918)
  • La novela de un novelista (1921).
  • Cuentos escogidos (1923).
  • La hija de Natalia (1924).
  • El pájaro en la nieve y otros cuentos (1925)
  • Santa Rogelia (1926).
  • Los cármenes de Granada (1927).
  • Testamento literario (1929).
  • Sinfonía pastoral (1931).
  • El gobierno de las mujeres (1931)
  • Obras completas (1935).
  • Álbum de un viejo (1940).

Fuentes