Posmodernismo

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Posmodernismo
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Concepto:Se trata de un movimiento global presente en casi todas las manifestaciones culturales, desde las películas a la arquitectura, literatura, la pintura, y desde la filosofía a la televisión.

El posmodernismo es un movimiento internacional extensible a todas las artes. Históricamente hace referencia a un período muy posterior a los modernismos, y en un sentido amplio, al comprendido entre 1970 y el momento actual.

Movimiento cultural surgido en el siglo XX como consecuencia de las críticas contra la Modernidad, caracterizado por una marcada disparidad con el pasado y la promoción de nuevos movimientos sociales: la preocupación por las graves consecuencias del desarrollo industrial es una de las características de la posmodernidad. El término posmodernidad nace en el domino del arte y es introducido en el campo filosófico hace más de una década por Jean-François Lyotard (1924-1998) con su trabajo "La condición moderna" (1983).

Características

En la literatura en lengua inglesa las teorías posmodernistas han sido empleadas a menudo por escritores enfrentados a la experiencia poscolonial, El movimiento se acercó también a formas populares como la novela policíaca.

Los teóricos de la posmodernidad sólo coinciden en un punto: que el escándalo radical provocado en su momento por el arte moderno ha sido asimilado y recuperado por esos mismos burgueses liberales que en un principio tan sorprendidos y críticos se mostraron con él. Lo moderno ha llegado a integrarse en la cultura institucional elevado a los altares en galerías de arte, museos y programas de estudios académicos.

En filosofía, el modernismo reacciona contra el positivismo. El filósofo francés Jean-François Lyotard considera que la explosión de las tecnologías de la información, y la consiguiente facilidad de acceso a una abrumadora cantidad de materiales de origen en apariencia anónimo es parte integrante de la cultura posmoderna y contribuye a la disolución de los valores de identidad personal y responsabilidad. Con todo, entiende la multiplicidad de estilos posmodernos como parte de un ataque al concepto representativo de arte y lenguaje.

La segunda Revolución Industrial: para referirse al desarrollo capitalista en el último tercio del siglo XX, con nuevas organizaciones empresariales (trusts, holdings, cárteles), nuevas fuentes energéticas (electricidad, petróleo) y nuevos sistemas de financiación.

Tercera fase de la Revolución Científico Técnica

Revolución de la información, cambios fundamentales en la elaboración y el uso de la información producidos a finales del siglo XX. A lo largo de la historia, las sociedades humanas han tenido especialistas en información (desde los curanderos tradicionales hasta los directores de periódico) y tecnologías de la información (desde las pinturas rupestres hasta la contabilidad); sin embargo, hay dos tendencias relacionadas, una social y otra tecnológica, que apoyan el diagnóstico de que en la actualidad se está produciendo una revolución de la información.

En primer lugar, están los cambios sociales y de organización. El procesado de información se ha vuelto cada vez más visible e importante en la vida económica, social y política. Una prueba es el crecimiento estadístico de las ocupaciones especializadas en actividades de la información. Estas ocupaciones suponen hoy la mayor cuota del empleo en muchas sociedades industrializadas. La categoría más extensa es la de los procesadores de información fundamentalmente trabajadores administrativos, seguida por la de productores de información, distribuidores y trabajadores de infraestructura.

En segundo lugar, está el cambio tecnológico. Las nuevas tecnologías de la información (IT) basadas en la microelectrónica, junto con otras innovaciones, como los discos ópticos o la fibra óptica, permiten enormes aumentos de potencia y reducciones de coste en toda clase de actividades de procesado de información (el término procesado de información cubre la generación, almacenamiento, transmisión, manipulación y visualización de información, que incluye datos numéricos, de texto, de sonido o de vídeo). Los aspectos de procesado de información de todos los trabajos pueden cambiar a través de las IT, por lo que la revolución no se limita a las ocupaciones relacionadas con la información; por ejemplo, los robots industriales cambian la naturaleza del trabajo en las fábricas.

La informática y las telecomunicaciones y también campos como la radiotelevisión o la edición) eran en el pasado sectores bastante diferenciados, que implicaban tecnologías distintas. En la actualidad, estos sectores han convergido alrededor de algunas actividades clave, como el uso de Internet. Los actuales dispositivos informáticos y de telecomunicaciones manejan datos en forma digital empleando las mismas técnicas básicas. Estos datos pueden ser compartidos por muchos dispositivos y medios, procesarse en todos ellos y emplearse en una amplia gama de actividades de procesado de información.

El ritmo de adopción de nuevas IT ha sido muy rápido, mucho más que el de otras tecnologías revolucionarias del pasado, como la máquina de vapor o el motor eléctrico. A los 25 años de su invención, el microprocesador se había convertido en algo corriente en casi todos los lugares de trabajo y en muchos hogares: no sólo está presente en los ordenadores, sino en una inmensa variedad de dispositivos, desde teléfonos o televisores hasta lavadoras o juguetes infantiles. Por ejemplo, los motores eléctricos se utilizaron inicialmente como si fueran máquinas de vapor, propulsando numerosos dispositivos mediante un motor centralizado en lugar de usar un motor pequeño para cada aparato.

A menudo, las nuevas IT se han introducido en sistemas de trabajo o de vida bien establecidos sin alterarlos radicalmente. Llevado al arte y otras manifestaciones de la ciencia recibe el nombre de neobarroco.

Neobarroco, término usado en el campo de la reflexión estética para designar los principios dominantes en la composición y concepción de una obra literaria o artística en general, tomando en cuenta su inserción en el contexto de la cultura contemporánea. Usado por primera vez por el escritor cubano Severo Sarduy en el artículo El barroco y el neobarroco (1972).

La palabra posmodernismo es al mismo tiempo equívoca y genérica. Se usa para designar la reacción contra los principios funcionalistas y racionalistas en el ámbito de la arquitectura contemporánea. En literatura, equivale a antiexperimentalismo; en las artes, a la reacción frente a las vanguardias. El propio Jean François Lyotard, padre del posmodernismo filosófico, pone en cuestión el intento de transformar lo posmoderno en una moda o un estilo de pensamiento posterior o, peor aún, contrario a lo moderno.

Si el barroco, entendido como una actitud y una cualidad formal presentes en los mensajes más diversos, siempre fue considerado antónimo de clásico, neobarroco sería el término más adecuado para caracterizar constantes del arte y de la cultura contemporánea. En otras palabras, la conciencia de que es posible encontrar formas comunes en fenómenos sin relación aparente o explícita: literatura, pintura, arquitectura, cine, música popular, publicidad, telenovela, teorías científicas, tecnología, sistemas filosóficos. Estas formas comunes se repiten, recaen en diferentes áreas de la actividad y el conocimiento humanos.

En el conjunto social, cada elemento tiene una relación, ordenada jerárquicamente, con todos los otros, pero la visión general (la Enciclopedia) funciona como perspectiva general de orden, como idea global en la organización del saber.

Los rasgos definidores de la cultura neobarroca: ritmo y repetición; límite y exceso; detalle y fragmento; inestabilidad y metamorfosis; desorden y caos; nodo y laberinto; complejidad y disolución; más o menos y no sé qué; distorsión y perversión.

Ritmo y repetición

La difusión cada vez mayor de las series televisivas y la sofisticación cada vez más visible en los anuncios publicitarios tienden a crear en los telespectadores el gusto por la repetición. Hacer series, en el ámbito de la creación de objetos culturales, se corresponde con los recursos y mecanismos propios del sistema industrial. La repetición, por otra parte, variaciones mínimas y sutiles. En el ámbito musical, el minimalismo, tanto en las artes plásticas como en la música, ha explorado las posibilidades del ritmo basado en la repetición.

Límite y exceso

Frente a la tendencia del clasicismo, basado en el límite y en la armonía, el neobarroco representa la cultura del exceso y de las disonancias; rompe, incluso, con la rígida diferenciación entre buen gusto y mal gusto. El emblema de la inclinación por el exceso es la figura del monstruo. Tal vez porque significa diluir los límites entre los reinos (lo que ya es excesivo), el monstruo crea una sensación de pérdida de centro; destruye, además, la estabilidad que aseguran las normas fijas y los límites de lo concebible. Participa del animal y en ocasiones adquiere la consistencia y el color de los vegetales marinos.

También se integran en el campo del exceso las imágenes insólitas de la sexualidad. También ellas desestabilizan, es decir, se salen del centro (la norma, la convención). El tercer aspecto de la búsqueda del exceso se encuentra en la exploración de las imágenes de violencia y de horror. En este caso, más allá de la valoración estética, habría que incluir las películas protagonizadas por profesionales de karate. Sin duda, la cultura surgida del punk rock y la moda del piercing y del tatuaje son también manifestaciones del exceso. Para Sarduy, finalmente, el escritor es un tatuador y la literatura, el arte del tatuaje.

Detalle y fragmento

Detallar significa hacer un corte, destacar una parte para llegar a una mayor comprensión del todo al que pertenece, como los estudiantes de medicina que, en la sala de disección, cortan una parte del cuerpo para entender mejor la anatomía del conjunto. El fragmento, en cambio, es el hallazgo de la forma inacabada de un objeto. Detalle y fragmento son también constantes de la estética neobarroca. Diferente del collage, en el que se construye un nuevo objeto por la unión de partes de objetos dispares, el disfrute reside en captar lo recortado en sí mismo, no necesariamente como representación de un todo. Sus instalaciones suelen explorar las recaídas del arte en la ciencia y viceversa.

Inestabilidad y metamorfosis

Los monstruos no sólo generan inestabilidad; ellos mismos son también inestables, formas informes, según el matemático francés René Thom, creador de la teoría de catástrofes que, a su vez, se relaciona con la teoría del caos. En ambos casos, no se trata de metamorfosis evidentes, sino de la pérdida de los límites entre una identidad (la humana) y otra (la animal). Desde el punto de vista de las conductas y estéticas sociales, el travestismo puede considerarse como una manífestación del gusto por las metamorfosis.

Desorden y caos

En la cultura y la estética neobarrocas ha influido también la matemática de los fractales. Benoît B. Mandelbrot, creador de la teoría de los fractales, descubrió que podían llegar a medirse objetos y relieves no mensurables mediante la geometría euclidiana: costas sinuosas, los perfiles de los copos de nieve, los agujeros del queso gruyère. La poesía recae en la matemática y ésta, a su vez, otorga orden al caos de lo no mensurable.

Muchos fenómenos de la vida contemporánea han sacado partido de la belleza de los fractales: en la pintura; en el cine gracias al recurso del ordenador: en el computer art; en las discotecas y en la herencia de los efectos psicodélicos de la década de 1960; en la sucesión de imágenes a la manera de un caleidoscopio; en la incorporación en los hábitos cotidianos del zapping Nodo y laberinto.

La informática, con la llamada ruta de acceso, ha dado nueva vida al concepto físico de nodo, dispositivo conectado a la red, capaz de conectarse con otros dispositivos de la misma. Las posibilidades de navegación en Internet, el clic capaz de comunicar un concepto con otro es, por un lado, conexión nodal; por otro, entrada en una estructura laberíntica. ha desarrollado el tema del pliegue, una de las imágenes del laberinto, las bibliotecas, como la enciclopedia, son laberintos El pliegue también se extendió al ámbito de la moda masculina y femenina, desde el lema la arruga es bella, propone ropas plisadas y abandona los patrones tradicionales que definen nítidamente cada parte del cuerpo.

El interés contemporáneo por el laberinto, según Deleuze, no reside en encontrar la salida ni la solución, sino en explorar la diversidad que ofrece el enigma. Esta misma enciclopedia implica la realización de los conceptos de nodo y laberinto: ruta de acceso y tránsito por las intrincadas estaciones que conectan un conocimiento con otro.

Complejidad y disolución

Premio Nobel de Química en 1977, Ilya Prigogine investigó los estados de equilibrio y no equilibrio en la disolución química y habló de los procesos irreversibles que explican por qué una sustancia nunca vuelve a ser la que era cuando vuelve al estado inicial después haber sufrido un cambio.

Esto ocurre en sistemas complejos, en los que existe turbulencia y caos. El mismo Prigogine señala una analogía entre el universo de las transformaciones físicas y el de los sistemas sociales. Sirve de ejemplo el juego dialéctico en las sociedades entre crisis, inestabilidad y construcción de un nuevo orden. En las artes, el estudio de la utilización de la basura, de los escombros, de los envases no retornables, permitiría vincular a Antoni Gaudí y el uso de tazas y platos rotos.

“Más o menos” y “no sé qué”

En la ciencia y la filosofía contemporáneas, está cada vez más difundido el principio de incertidumbre, el reconocimiento de lo impreciso, de lo indefinido, de lo que no niega la verdad sino que la multiplica al infinito.

Las relaciones entre física y literatura mística (de los universos paralelos de Jorge Luis Borges o Julio Cortázar a los experimentos con un gato moribundo que revelan los dos estados posibles del animal, muerto y vivo); el realismo sucio estadounidense; el arte de los graffiti y otras formas como la bad painting y el arte público (pintadas de textos o simplemente firmas decorativas en las paredes) son algunas de las manifestaciones de una práctica basada en la rapidez, en la imprecisión, en el más o menos y en el no sé qué.

Lo efímero etimológicamente, lo que dura un día, al mismo tiempo que no retornable, resurge a través de la repetición del acto. Algunos autores de graffiti neoyorquinos llegaron a realizar exposiciones en galerías de arte, pero, de vez en cuando, volvían al metro para preservar un no sé qué, siempre diferente, a través del anonimato y la fugacidad.

Distorsión y perversión

Este último par de rasgos del neobarroco puede ser considerado la síntesis conceptual de los anteriores y del conjunto de esta tendencia estética. Que los sistemas de pensamiento abandonen la clausura del dogma y sea posible transitar sin límites de una esfera del conocimiento a otra se debe a que el discurso del orden resulta obsoleto y, así, el orden del discurso (véase Michel Foucault) se disuelve para transformarse en otro orden diferente. Frente al discurso tradicional, aparece una versión distorsionada del mismo. El texto per/verso, como ya observara Roland Barthes, inaugura una nueva visión de los hechos y abre una brecha en el campo de lo plano y previsible.

El dogma se disgrega también a favor de una lectura de los procesos culturales contemporáneos, la cual consiste en recaídas de un sistema en otro. El lector se sumerge en el laberinto del saber, ese laberinto de donde no debería haber salido nunca y el hilo de Ariadna sirve ahora, en todo caso, para no separar las áreas de la gran enciclopedia del mundo en compartimientos estancos.

En la historia, significa la consagración del sistema capitalista, obviando sus recurrentes crisis, sus contradicciones insalvables – relación entre el carácter cada vez más privado de la apropiación de los bienes materiales y de los medios de producción y el carácter cada vez más social de la producción; contradicción entre los intereses y posiciones sociales de las clases fundamentales: burguesía y proletariado; producción y daño al medio ambiente creando condiciones de irreversibilidad en las condiciones de vida del planeta; afán consumista excesivo de una minoría mientras la mayoría planetaria carece de los más elemental, etc, enarbolando conceptos tales como la sociedad post industrial, la teoría de la convergencia, el fin de la historia, etc.

Fin de la historia, apareció después del derrumbe del modelo socialista de Europa del Este, que no significa el fracaso del ideal socialista vislumbrado por los comunistas de cualquier época, sino de una forma, una vía, una estrategia económico social de este sistema. No es el momento para explicar las causas de su fracaso, sus debilidades, pero los ejemplos sobran que muestran que sólo es necesario buscar el modelo adecuado según las características de la época y de cada país en particular. Otras experiencias de fracaso de modelos han existido en la historia: los falansteiros de Owen y Fourier y la Comuna de París, uno a principios del siglo XIX, y el otro en la segunda mitad de ese siglo.

Véase también

Modernidad Posmodernidad

Fuente

  • Enciclopedia Océano. Editorial Libertad.
  • Abbadano,Nicolás: Historia de la filosofía (tomo III).
  • Nikittin: Diccionario filosófico.