Asamblea

Asamblea
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Concepto:Reuniones que se efectúan según la democracia socialista para tomar acuerdos colectivos.

Asamblea. Reuniones que no son producto de la espontaneidad, en que participa un grupo numeroso de personas, con un propósito definido, y están sujetas, a ciertas técnicas o normas para la discusión. A fin de que se obtengan los mejores resultados.

Origen

La palabra asamblea procede del francés assemblée y tiene como significado principal: reunión numerosa de personas convocadas para algún fin. Las asambleas se formaron para facilitar la participación democrática del pueblo en las decisiones que podían afectarles. Estas se remontan al origen de las sociedades y se encuentran en todos los pueblos que han gozado de alguna libertad.

En los primeros años de la fundación de Roma el pueblo romano se juntaba por subdivisión del pueblo o identificada con una tribu solamente y estas asambleas, las más antiguas y las únicas que tuvo por mucho tiempo, se llamaban en latín comitia curíata, esto es, juntas del pueblo romano por curias o cuarteles porque solo asistían a ellas los habitantes de la ciudad.

La otra especie de asambleas con que se reunía el pueblo mas adelante, compuestas de todas las tribus rústicas y urbanas, se llamaba comitia tributa, en las que además de los habitantes de Roma podían entrar todos los de las otras ciudades de Italia que gozaba del derecho de ciudadanos romanos. Estas las juntaban los tribunos. Estas asambleas las convocaba y presidía un magistrado romano que algunas veces se sacaba por suerte. Al principio las presidieron los reyes.

Las asambleas más solemnes eran las llamadas en latín comitia centuriata en las que el pueblo se reunía por centurias y en las que solo podían convocar los cónsules, los pretores, los censores y los dictadores, precediendo antes un decreto del Senado. Con el tiempo se fueron desarrollando asambleas de trabajadores como respuesta a la necesidad de organizarse de manera horizontal para emprender alguna acción colectiva. En la actualidad las asambleas son reprimidas en muchas partes del mundo, así como en los países con gobiernos autoritarios, las asambleas que son permitidas pueden tener ciertas prohibiciones, al exponer opiniones, o en la toma de decisiones.

Sesiones de la asamblea

El período que se consume en la discusión de los asuntos a tratar en la asamblea se llama sesión de trabajo de la asamblea. Estas sesiones pueden ser ordinarias y extraordinarias. Las primeras tienen fechas fijas; las segundas, se efectúan por iniciativa del comité ejecutivo del Organismo, o también, a solicitud de los miembros, siempre que estos cumplan lo que sobre el particular estipule el reglamento. Cuando las discusiones se prolongan suelen separarse en varias sesiones: sesión de la mañana, sesión de la tarde o sesión nocturna.

Convocatoria y orden del día

Los organizadores remiten a todos los participantes una información sobre la fecha en que ha de celebrarse, el lugar, y los asuntos que han de tratarse. Esto se llama convocatoria. Los asuntos que han de tratarse se enumeran en cierto orden de importancia que se llama el orden del día (no debe decirse la orden del día porque este es un miento de los temas y no una orden o mandato).

Funciones de los dirigentes

Las asambleas son dirigidas por personas responsables. El presidente es el encargado de orientar el debate, de conceder la palabra a los participantes y de resolver los asuntos de interpretación reglamentaria. Debe dar a conocer a la asamblea el orden del día o solicitarlo del secretario.

Ha de conducir la sesión en forma ordenada, tratando de que los asuntos que se planteen sean debidamente estudiados y que las discusiones se desarrollen en armonía. El secretario toma nota de lo que se plantea y acuerda y es el encargado de llevar al día las actas de las asambleas, así como la correspondencia, y otros documentos, cuando sea necesario en el transcurso de las sesiones. Por último, firmará las actas, que tendrán el visto bueno del presidente.

Estos cargos pueden ser fijos por corresponder a los que dirigen la organización que se reúne, o pueden ser electos por la masa al principio de la reunión, entre otros puede elegirse un colectivo de dirección, llamado comúnmente presidium, en el que distintos compañeros se alternan para dirigir la reunión.

El quórum

Antes de dar comienzo a la asamblea debe comprobarse si hay suficiente número de participantes para que las decisiones que se adopten tengan validez, conforme al reglamento de la organización. Cuando el número de asistentes llena este requisito se dice que hay quórum.

El quórum puede ser, generalmente, de la mitad más uno de todos los miembros. Pero hay ciertas reglas que alteran ese número. Por ejemplo, si en la primera convocatoria no hay quórum ya en la segunda convocatoria se puede efectuar la reunión con cualquier número de asistentes. También se da el caso de que ciertos asuntos más graves requieren un quórum de dos terceras partes o más de los miembros.

En las asambleas regulares de las organizaciones, el primer punto del orden del día suele ser la lectura del acta de la sesión anterior, que se somete a consideración de la asamblea para ser aprobada o modificada en algunas de sus partes. Luego de la aprobación del acta de la sesión anterior, se entra en el punto siguiente señalado en el orden del día. Algunos asuntos requieren un informe oral o escrito por parte del presidente o de otro compañero a quien atañe la cuestión. Después de expuesto el informe, el presidente concede la palabra a los miembros de la asamblea y comienza el debate.

La discusión

Nadie puede intervenir en una discusión a menos que oportunamente solicite el derecho al uso de la palabra. La persona que desee hablar debe dirigirse al que preside, levantando la mano. Esta le debe ser concedida si al momento de pedirla tiene derecho a la misma. Cuando dos o más personas soliciten la palabra a la vez, el presidente debe establecer turnos para otorgarla.

Por lo regular suele haber intervenciones a favor o en contra de la proposición presentada o de la cuestión central planteada en el informe. Cuando esto se produce, se acostumbra señalar un límite al número de turnos. Corrientemente, se establece la regla de dos turnos a favor y dos en contra, y luego se somete a votación el asunto que se debate.

En ocasiones, no se produce el debate porque hay concordancia de opiniones sobre el asunto presentado, y las intervenciones de los asambleístas se limitan a aclarar algunos aspectos, a profundizar en otros o a destacar la importancia de la cuestión planteada. La buena marcha de la discusión en una asamblea depende en gran parte, de la capacidad de dirección de quienes la presiden, y de la conciencia de los participantes en sus intervenciones.

Votación

Una vez cerrada la discusión, los asambleístas deciden los asuntos los asuntos planteados mediante la votación. Esta no es más que el acto colectivo por el cual una organización reunida en asamblea expresa su voluntad. Sólo los miembros de la asambleahttp://www.ecured.cu/index.php?title=Asamblea&action=edit tienen derecho al voto. Si este es emitido por una persona ajena a la misma, es nulo. Ninguna proposición puede someterse a votación sin que previamente se haya discutido. Terminado esto, se lee la proposición que ha de votarse. Cuando no se trata de asuntos graves, las mociones son aprobadas con el voto de la mitad más uno de los participantes. Otras veces se requiere el voto de las dos terceras partes. En casos muy extremos, la unanimidad.

Sesiones plenarias y comisiones

Una asamblea puede sesionar colectivamente, es decir, funcionar con todos sus participantes. Estas son las llamadas sesiones plenarias. Pero también una asamblea puede dividir su trabajo en comisiones. Las comisiones son grupos de trabajo que funcionan en asambleas menores con las mismas técnicas antes expresadas. Los acuerdos tomados por las diversas comisiones de trabajo son elevados después al conjunto de la asamblea, a la que se reintegran los miembros de las comisiones al final de sus sesiones. Esta sesión plenaria hace las conclusiones de todo el trabajo de las comisiones.

Las conclusiones son los acuerdos finales. Suelen estar a cargo del presidente de la asamblea o de la persona de más alto nivel, que somete a consideración de la masa, como proposiciones, el resultado del trabajo. Las asambleas de alguna trascendencia nacional suelen dividirse en varias partes. Tales son la apertura, las sesiones de trabajo y la clausura, que es el acto final.

Fuente

  • Ruiz de Ugarrio, Mario. Orizondo, María Julieta. Redacción y correspondencia. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 1974.