Asesinato del miliciano Olivero Martín Valdivia

Asesinato del miliciano Olivero Martín Valdivia
Información sobre la plantilla
Fecha:22 de diciembre de 1963
Lugar:Finca Vegas del Arenal, Escambray
País(es) involucrado(s)
Cuba
Líderes:
Pedro González


Asesinato del miliciano Olivero Martín Valdivia. Pedro González, uno de los jefes de las bandas más criminales que operaron en el Escambray, asesinó el 22 de diciembre de 1963 al miliciano Olivero Martín Valdivia. Para lograr sus propósitos; tuvo que enfrentarse a varios miembros de la familia.

Hechos ocurridos

Olivero estaba en la cocina del bohío, en la finca Vegas del Arenal, Escambray, cuando escuchó una voz que ordenaba desde el exterior: "Ríndanse, están rodeados". Y acto seguido, comenzaron a disparar por diferentes direcciones. Momentos antes del ataque, los bandidos habían capturado a Riordano, hermano de Olivero, mientras se bañaba enel río. "Tú eres miliciano, pero no tienes porque preocuparte. A nosotros quien nos interesa es Olivero", le dijeron.

Desnudo, Riordano echó a correr con el propósito de escapar, pero un disparo le destrozó el tobillo izquierdo. La pérdida de sangre no lo detuvo. Más adelante encontró una camisa de trabajo abandonada, se cubrió parte del cuerpo y prosiguió la marcha hasta el pueblo para avisar a la milicia.

El hijo de Riordano de solo once años de edad cuando vio que su padre fue capturado, tomó el fusil que este había dejado en la casa y salió por el frente en busca de ayuda.

Por el camino encontró a su tío Galbán y le entregó el fusil. Este se parapeto en la cercanía del bohío e hizo retirar a los agresores. Luego montó sobre su caballo y fue avisar a la milicia.

Al pasar por la finca El Barral cayó en una emboscada, y los primeros disparos mataron al caballo. De nuevo combatió contra los bandidos y los hizo retroceder. Después prosiguió el camino a pie para informar de lo ocurrido.

Por la puerta trasera del bohío vio como Olivero Martín Valdivia, machete en mano, avanzaba con resolución hacia uno de los lugares desde donde disparaba un grupo de bandidos. Aproximadamente a quince metros de ellos, una ráfaga le destrozó el pie derecho y cayó hacia delante. Continuó a rastras sin desprenderse del machete, y otra ráfaga hizo blanco en su cabeza y lo fulminó. Uno de los bandidos se acercó a él y le gritó: "Yo soy Pedro González y así es como acabo con los comunistas", y descargó su arma en el cuerpo inerte.

Luego, tres bandidos imitaron a la acción y se retiraron. Eran catorce en total. Arquímedes, muy nervioso y moviéndose con dificultad por su herida, fue hasta donde había caído Olivero: Contó veintitrés impactos de balas en su cuerpo.

Fuente

  • Documentos de Archivo del Museo Municipal de Manicaragua.