Ataque a Scapa Flow

Ataque a Scapa Flow
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Parte de Segunda Guerra Mundial
Trayectoria del U47.jpg
Ruta del U47 en Scapa Flow
Fecha 14 de octubre de 1939
Lugar Base británica de Scapa Flow, Bandera del Reino Unido Reino Unido
Resumen Acción llevada a cabo por Günther Prien, forzando las defensas de la principal base naval británica y hundiendo a uno de sus mejores acorazados
Resultado Victoria Nazi
Consecuencias Demostró que el submarino era un arma de gran potencial y que la expansión de las construcciones de este tipo era una prioridad urgente
Beligerantes
Bandera del Reino Unido Reino Unido Bandera de Alemania Nazi Alemania Nazi
Comandantes
Almirante Winston Churchill teniente de navío Günther Prien
Fuerzas en combate
1.400 hombres 40 hombres
Bajas
833 hombres perecieron, incluidos 24 oficiales


Ataque a Scapa Flow: Acción llevada a cabo por Günther Prien, forzando las defensas de la principal base naval británica y hundiendo a uno de sus mejores acorazados, se consideró en Londres que se había llevado a cabo gracias a una «quinta columna» y una red de espías nazis

Antecedentes

La base británica de Scapa Flow esta situada en una gran bahía de la isla Pomona, en el “archipiélago de las Orcadas”, al norte de Escocia. Esta gélida bahía está protegida por numerosos escollos e islotes, los cuales se encuentran cercanos unos a otros, impidiendo el paso. Los pocos canales que dan acceso a la bahía están protegidos con restos de naufragios, minas y redes antisubmarinos. Desde esta base, la flota británica controla el acceso al Mar del Norte y las rutas navales hacia el Océano Atlántico, pudiendo desde allí bloquear las rutas de abastecimiento marítimo alemanas.

Además de su gran protección contra amenazas navales, el mal tiempo y la densas nieblas que dominan en el archipiélago de las Orcadas, impiden que los aviones enemigos puedan volar a menudo hacia la base. En las ocasiones en que los bombardeos enemigos consiguen buen tiempo para atacar Scapa Flow, una nube de cazas y de fuego antiaéreo les espera, impidiéndoles dañar la base. Así pues la única forma de atacar efectivamente la base era mediante un ataque secreto submarino.

El plan alemán para atacar la base naval británica de Scapa Flow provenía ya de los tiempos de la Primera Guerra Mundial, tiempos en que la flota con base en Scapa Flow estrangulaba económicamente a Alemania, cortando todo su tráfico comercial naval, e impidiendo que llegaran abastecimientos.

En 1939, el Almirante Karl Doenitz, estaba convencido que era posible ingresar a Scapa Flow, pero como lo había demostrado la experiencia, sólo había una forma de entrar en la base y era de noche y utilizando un submarino. Doenitz le comunica al Gran Almirante Raeder los detalles de la “Operación Baldur” y Raeder firma la orden de ataque. Doenitz, escoge al hombre que puede realizar esta operación, el teniente de navío Günther Prien, un joven y experimentado comandante, de treinta y un años, que ingresó en la marina de guerra en 1933 y que mostraba una impecable hoja de servicios.

Historia

GUNTER PRIEN, COMANDANTE DEL U-47 fotografiado en 1940

El 14 de octubre de 1939 el submarino U-47, comandado por Günter Prien y con 40 hombres zarpó el 8 de octubre del puerto de Kiel y penetró sigilosamente en la base naval inglesa de Scapa Flow, en las Islas Orcadas (Escocia). Entró en la bahía a las 23:25 horas del 13 de octubre, maniobrando con gran habilidad entre la costa rocosa y el casco de uno de los barcos hundidos como obstáculos para proteger la base. Estaban tan cerca que pudieron ver a un hombre pasar en bicicleta por la senda costera

Una vez dentro de la base naval enemiga esperaron el momento el momento adecuado, a las 01:30 horas dispararon una salva de Torpedos. Uno impactó en la proa del HMS Royal Oak anclado en la bahía de Scapa Flow, buque de guerra de 30.000 toneladas. Prien espera unos minutos y luego ordena lanzar más torpedos desde una distancia de 1500 metros del objetivo, impactando 3 más en el acorazado, otro torpedo averió a un navío que no pudieron precisar, ubicado detrás. El otro buque era el Pegasus, un auxiliar de hidroaviones de 6.900 toneladas. Tras forzar las defensas de Scapa Flow, la base naval británica en las Orcadas, en una de las acciones más espectaculares y osadas de la guerra submarina y naval de la Segunda Guerra Mundial, el U47 divisó su presa, un acorazado que fue tomado inicialmente por el más moderno «HMS Repulse», disparando contra él una primera andanada de torpedos, de los cuales sólo uno alcanzó al HMS Royal Oak, produciéndole pocos daños. A pesar de este primer ataque, no cundió la alarma en la base por ataque enemigo, pues incapaces de concebir una acción de combate en un lugar tan protegido, los mandos consideraron que se trataba de una explosión interna. Prien, entre tanto, recargó tubos y lanzó una nueva salva de torpedos contra el mismo objetivo: dos de ellos dieron de lleno en el blanco produciendo el hundimiento del buque, con prácticamente toda su tripulación a bordo, en menos de quince minutos.

Tan sigilosamente como había entrado en la rada, el U47 logró abandonarla, regresando sin mayor problema a su base en Wilhelmshaven, donde Prien y su tripulación fueron recibidos como héroes, recibimiento que se hizo extensivo a toda Alemania, catapultando a Prien a la categoría de mito y héroe nacional. En Gran Bretaña, el hundimiento del HMS Royal Oak que había participado en las patrullas navales del Comité de No Intervención en aguas españolas durante la Guerra Civil produjo una profunda conmoción, amplificando los temores sobre la posible presencia de una quinta columna en las islas británicas, con el apoyo de una sólida red de espías nazis, que parecía confirmarse con las sospechas de sabotaje en la acción de Prien. Confiados en la supuesta inexpugnabilidad de Scapa Flow, se pensó inicialmente en el Almirantazgo (entonces dirigido por Winston Churchill) que era imposible que se hubiese realizado tal arriesgada operación sin ayuda desde tierra, aunque el posterior análisis detallado de todas las circunstancias por parte de los servicios de inteligencia británicos y por las propias autoridades de marina condujo a la conclusión de que una sucesión de fallos en la organización de las defensas de la base era la única causa de la hazaña realizada por el U47.

Los tripulantes del U-47

Prien y su tripulación perecerían en acción de combate en marzo de 1941, si bien su muerte, al igual que su acción de Scapa Flow, aún daría pie para alimentar mitos y leyendas sobre la Segunda Guerra Mundial.

Consecuencias del ataque

A las 01:16 AM, del 14 de octubre, tres torpedos fueron disparados desde el U-47, todos impactaron y en el lapso de 15 minutos el buque se escoró y se hundió. Tan desconcertados dejó el intrépido ataque a los confiados británicos, que el U-47 logró salir del puerto indemne. El submarino retornó a Alemania y su tripulación fue recibida como héroes.

Los torpedos del U-47 abrieron un boquete de 9 metros en el Royal Oak, que no tardó en hundirse. De la tripulación de 1.400 hombres, 833 hombres perecieron, incluidos 24 oficiales de su tripulación.Su Comandante, el Contralmirante H. F. C. Blagrove, también murió. Un total de 391 sobrevivientes fueron rescatados del buque impactado. El haber estado fondeado en las aguas comparativamente "seguras" de Scapa Flow, motivaron que muchas escotillas, ventiladores y portas estuviesen abiertas. Si estos elementos hubiesen estado cerrados en el momento del ataque, el Royal Oak se hubiese hundido no tan rápido, y por lo tanto se hubiesen salvado mayor cantidad de vidas.

Después del de el ataque

El U-47 atracó en Wilhelmshaven el 17 de octubre de 1939, donde Prien es ascendido y condecorado personalmente por Adolf Hitler con la Cruz de Hierro de 1ª Clase. La tripulación, con la Cruz de 2ª clase.

U47 en Wilhelmshaven

El U-47 durante la 2ª Guerra, en menos de un año y 7 meses hundió un total de 30 buques que totalizaron 162.769 toneladas. Indudablemente este hundimiento del orgullo de la Marina británica puede considerarse como la mayor hazaña que jamás haya perpetrado un submarino en la Historia.

El HMS ARK Royal orgullo de la Royal Navy se fue a pique junto con sus 1400 tripulantes

El Royal Oak yace sobre su banda de babor en 25 metros de agua, a 1000 metros de la costa. Actualmente el lugar del hundimiento es una tumba de guerra protegida y cada año el 14 de octubre, una bandera blanca es colocada sobre su casco por buzos de la "British Navy".

Lo cierto es que los ingleses se vanagloriaban de su supremacía en el mar en general y de Scapa Flow en particular. Gran Bretaña había levantado dos clases de defensas para proteger las dársenas de la base -la hilera exterior, con siete bocanadas estaba día y noche patrullada; en el interior de las diversas y laberínticas rías habían redes, cadenas, minas y barcos hundidos-. El punto vulnerable se hallaba en Kirk Soud, una entrada minúscula en donde había dos navíos hundidos que bloqueaban el canal en su punto más estrecho y en donde las fuertes mareas llegaban a alcanzar diez nudos. El U-47 de Günter Prien, logró entrar y destrozó el acorazado HMS Royal Oak e inició la huída, fue toda una hazaña bélica.

Gran Bretaña ocultó a su pueblo el ataque del submarino a la base naval porque demostraba la debilidad de la marina británica. Recién se enteraron cuando se publicaron las Memorias de Churchill.

Consecuencias

Scapa Flow era uno de los más importantes símbolos del poderío de la marina de Gran Bretaña, y durante la Primera Guerra Mundial había sido la base de la Grand Fleet de la Royal Navy, que desde allí había partido para combatir a la Kriegsmarine en la batalla de Jutlandia. Tras el fin de la Gran Guerra, Scapa Flow fue testigo de la forzada entrega y posterior barrenamiento de las unidades de superficie de la marina de guerra del Kaiser.

Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Scapa Flow, fue elegida de nuevo como la principal base de la Royal Navy, con sus defensas tenidas por formidables y la vigilancia de su perímetro, constante. Sin embargo, en lo que se conocería posteriormente por los británicos como el Sábado Negro, Prien, tras navegar por el estrecho de Kirk, forzó la entrada a la rada, navegando en superficie, para evitar las medidas antisubmarinas, y pasó desapercibido entre la maraña de buques que formaban la muralla protectora de la base. Superó así las que se demostraron posteriormente escasas y desatendidas medidas defensivas. El hundimiento del Royal Oak demostró que el submarino era un arma de gran potencial y que la expansión de las construcciones de este tipo era una prioridad urgente

Fuentes