Ataque a la Garita

EL ATAQUE A LA GARITA
Información sobre la plantilla
Garita.jpeg
Fecha:11 de marzo de 1869
Lugar:Situado en la margen izquierda del Río La Yana, en la finca La Garita, a seis kilómetros al este de Morón.
Descripción:
La primera guerra por la independencia cubana tuvo una duración de diez

años. Pero no fueron diez años plagados de largas treguas y conversaciones en busca de arreglos diplomáticos, sino que fue una

década de cruentas luchas, en la que el fusil y el machete no dejaron de estar en ristre ni siquiera un momento.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
coronel Manuel Sánchez Lamela Comandante Salomé Machado
Ejecutores o responsables del hecho:
Batallón de San Quintín, compuesto por las tres armas: infantería, caballería y Artillería,
Organizaciones involucradas:
Ejército Rebelde

EL ATAQUE A LA GARITA.

Antecedentes históricos

La primera guerra por la independencia cubana tuvo una duración de diez años. Pero no fueron diez años plagados de largas treguas y conversaciones en busca de arreglos diplomáticos, sino que fue una década de cruentas luchas, en la que el fusil y el machete no dejaron de estar en ristre ni siquiera un momento. A lo largo de todo el país, se libraron históricos y grandes combates, pero también hubo -en rincones apartados- batallas y escaramuzas que no fueron tan grandiosas, pero sí históricas. Nos referiremos precisamente a una de esas batallas.

Desarrollo del ataque

Amanecía el 11 de marzo de 1869 cuando, al frente del Batallón de San Quintín, compuesto por las tres armas: infantería, caballería y artillería, salía de Morón el coronel Manuel Sánchez Lamela, con el fin de atacar un campamento insurrecto situado en la margen izquierda del río La Yana, en la finca La Garita, a seis kilómetros al este de Morón. Allí se encontraban acampados el general Honorato del Castillo, con cuarenta hombres de su escolta, el comandante Salomé Machado Marín. Doscientos hombres mal armados y pésimamente equipados era todo el ejército con que contaban los jefes ya mencionados. Cuando el comandante Salomé Machado, que era el jefe del campamento mambí, se enteró de que Sánchez Lamela se dirigía a su encuentro, mandó a construir una trinchera de rajas de jiquí y aportó en la misma un cañón de madera (júcaro) que le había hecho un carpintero llamado Modesto Andrés Villavicencio. Con estos medios de defensa, Machado estimó inexpugnable su campamento y se dispuso a esperar al enemigo. Un explorador le dio el aviso de que los españoles estaban cerca, entonces el comandante insurrecto mandó a cargar el cañón y dio la orden de que todos cubrieran sus puestos. El combate no se hizo esperar. Sánchez Lamela atacó con su artillería y el comandante Machado ordenó que se disparara el cañón. El soldado que lo manipularía prendió fuego a la mecha y, grande fue la sorpresa, cuando vio que el cañón explotó al primer disparo. Este incidente hizo que el jefe cubano cambiara la táctica ya que era imposible confrontar fuego con el enemigo dado el mal armamento y al poco parque disponible. La nueva orden llegó de inmediato a cada uno de los soldados: retirada con dirección a la loma de La Cunagua. No había otra alternativa.

Fuentes

  • Entrevista a Historiador de la Ciudad de Morón Larry Morales
  • Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510 1868) Tomo II Acciones Combativas. Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana, 2004.