Ataque al Cuartel de Quemado de Qüines

Ataque al Cuartel de Quemado de Qüines.
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Cuartel de Quemado de Guines.jpg
Fecha:8 de abril de 1958
Lugar:Quemado de Güines
Descripción:
Acción armada en apoyo a la Huelga General del 9 de Abril.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba

Ataque al Cuartel de Quemado de Qüines, acción armada en apoyo a la Huelga General del 9 de Abril, se escogió la noche, y la sorpresa, el silencio cómplice de los habitantes, la embestida de la moral, la dignidad de la espera, el afán por la victoria, y el futuro.

Antecedentes

En los primeros meses de 1958 la Dirección del Llano del Movimiento 26 de Julio, estimó que estaban dadas las condiciones para desatar una huelga general revolucionaria en todo el país, acompañada por acciones armadas que darían el golpe de gracia a la tiranía. La jefatura del Llano, sobrevalorando las posibilidades de la guerrilla clandestina, consideró que en abril de 1958 estaban dadas todas las condiciones para esa huelga. No obstante, la jefatura del Ejército Rebelde se oponía a las acciones precipitadas en las ciudades, una huelga, sin el apoyo armado necesario no lograría los objetivos propuestos, paralizar a la nación y desatar un movimiento de masas que propiciara el derrumbe de la dictadura de Fulgencio Batista. Independientemente de su criterio, en aras de la unidad de acción contra la tiranía el 12 de marzo Fidel Castro lanzó un manifiesto al pueblo para convocarlo a la huelga general y cursó órdenes a los comandantes y jefes de frentes para que desplegaran acciones de apoyo a la huelga. El Ataque al Cuartel de Quemado de Güines fue una de ellas.

Acción

Lo atacaros 17 compañeros. Once por el frente y seis por detrás. El combate se inició a la 1 y 26 de la madrugada del día 8 de abril de 1958. Julio Chaviano, con otro grupo de hombres, se ocupó de interrumpir la subestación eléctrica y eliminar las vías de comunicaciones. Necesitaban apoderarse de las armas que tenían los guardias para apoyar la huelga del 9 de Abril. El cuartel era una casa de madera en la zona norte del pueblo, custodiada por cerca de 20 guardias muy bien armados para la época, y quienes antes de los primeros disparos se apostaron dentro de la instalación y comenzaron a fortificar la defensa. Fracasado el intento, ya a punto de amanecer, Bordón supo que fuerzas de la capitanía de Sagua la Grande venían rumbo acá a fortalecer al enemigo, y ordenó regresar al campamento de Bermejal. No se había lamentado la pérdida física de ningún compañero.

Cente narra la retirada táctica: “Nos retiramos en la madrugada. Por suerte, fue la única vez en mi vida que he visto neblina hasta las diez de la mañana. A nosotros nos vieron varios campesinos que estaban ordeñando vacas y no fueron capaces de delatarnos. Abordamos después un camión y salimos al terraplén que va desde el central Ramona hasta Santo Domingo, y nos fuimos hasta el campamento de Bermejal, en la finca de Domingo Sanabria. Allí, habíamos dejado a varios compañeros fabricando balines. El camión lo enviamos para Corralillo para despistar al ejército.”

Factores del fracaso

El cuartel no se tomó por falta de los cocteles Molotov con el que se le hubiera prendido fuego y quemado la instalación de madera. Pero esta acción demostró que los guerrilleros presentes con un mejor armamento, eran capaces de tomar el cielo por asalto.

Represalia tomada por la tiranía

Como era de esperar, por la vileza de su proceder, la guardia rural, en los primeros claros de la mañana, tomó represalia y asesinó infamemente a los jóvenes:

A este último, por el solo hecho de ser testigo de una de esas detenciones.

Fuentes

  • Museo Municipal Francisco Peraza Delgado, Quemado de Güines.