Ataque terrorista contra la embajada de Cuba en Washington (2020)

Ataque terrorista contra la embajada de Cuba en Washington (2020)
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Lugar:Washington, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Blanco(s):Embajada de Cuba en Washington
Fecha:30 de abril de 2020
Arma(s):Rifle semiautomático Century Arms Inc., de estilo AK-47

Ataque terrorista contra la embajada de Cuba en Washington (2020). Ataque terrorista perpetrado el 30 de mayo de 2020 contra la sede diplomática cubana en Washington, Estados Unidos, por Alexander Alazo, ciudadano de origen cubano, quien realizó 32 disparos que impactaron en el frente de la Misión, principalmente en la puerta y columnas de la entrada, el asta de la bandera y la estatua del Héroe Nacional, José Martí. Varios proyectiles, penetraron al interior del edificio en la escalera principal, techo y paredes.

Antecedentes

El atentado ocurrió en un escenario de creciente hostilidad contra Cuba por parte de la administración estadounidense, la que desde junio de 2017 multiplicó la agresividad de su lenguaje, las estratagemas y las medidas de profundización del bloqueo económico, comercial y financiero[1]

Más de 80 medidas contra Cuba fueron adoptadas sólo en el transcurso de 2019; entre ellas, la activación total de la Ley Helms-Burton y las sistemáticas sanciones contra navieras, buques y aseguradoras que garantizan la transportación del combustible que Cuba necesita para su transporte público y una parte de su generación eléctrica.

Estas medidas se mantuvieron en medio de la pandemia de la COVID-19, afectando seriamente la capacidad de Cuba de adquirir equipos médicos y medicamentos para salvar vidas.

Se unió a ello la retórica hostil contra la isla, en la que están involucrados de forma pública y sistemática, tanto el Secretario de Estado de los Estados Unidos, como altos funcionarios de ese departamento, algunos congresistas anticubanos y hasta la propia Embajada estadounidense en La Habana.

A esto se añade un clima de intolerancia y odio generado en las redes sociales por medios y personajes financiados por los programas subversivos de Estados Unidos, quienes incitan al linchamiento de todo el que defienda a la Revolución Cubana, e incluso, a aquellos que se pronuncien en Estados Unidos por una relación civilizada entre los dos países, sin bloqueo de por medio.

No es la primera vez que la representación diplomática cubana en Washington, la Misión en la ONU y funcionarios del servicio exterior cubano son objeto de agresión en suelo estadounidense.

Cabe apuntar que el 8 de mayo de 1979 fue lanzado un artefacto explosivo contra la sección de intereses de Cuba en Washington (actual embajada), que al estallar causó considerables daños materiales en el inmueble. Esta acción fue realizada por la organización terrorista Omega-7.

La diplomacia cubana tuvo un 11 de septiembre en Nueva York, mucho antes de aquella jornada terrible de 2001. Un día similar de 1980 fue ultimado a balazos el diplomático cubano Félix García. Tres veces se intentó asesinar al Embajador de Cuba ante la ONU y 17 actos de agresión se ejecutaron contra la Misión Cubana ante el máximo organismo internacional en Nueva York.

El Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado (CIHSE) recopila 83 agresiones contra embajadas cubanas por el mundo y 29 agresiones contra funcionarios diplomáticos cubanos (8 de ellos muertos), como resultado del terrorismo alentado, financiado o permitido por Washington.

Ataque

A partir de la noche del 29 de abril de 2020 y hasta la madrugada del 30 de abril, el ciudadano estadounidense de origen cubano, Alexander Alazo, condujo a la Embajada de Cuba, ubicada en 2630 16th Street, NW, Washington, DC, de Middletown, Pensilvania, con el objetivo de realizar el ataque contra la legación diplomática[2][3].

A las 02:05 am del 30 de abril de 2020, llegó en su vehículo y parqueó frente a la Embajada, donde está prohibido hacerlo. Alazo se acercó a la puerta de peatones con una bandera cubana en la mano empapada de gasolina, que trató de encender pero no pudo porque estaba lloviendo, y la arrojó contra la puerta gritando frases inaudibles para el personal diplomático que se encontraba dentro de la sede. Después regresó al vehículo y extrajo un rifle semiautomático Century Arms Inc., de estilo AK-47. Comenzó a disparar contra la fachada de la embajada y cuando vació aproximadamente la mitad del cargador cambió de posición y siguió disparando en dirección al lobby. Cuando se le acabaron las balas lanzó el fusil contra la misma puerta de entrada de la reja exterior, regresó al auto, tomó una bandera estadounidense que se puso sobre los hombros y comenzó a gritar frases y gesticular parado en medio de la Calle 16.

Aproximadamente a las 02:13 am, los oficiales del Departamento de Policía Metropolitana (MPD) llegaron a la Embajada para investigar los informes de disparos en el área. Después de un análisis posterior, se determinó que ShotSpotter (detecta y geolocaliza el 90% de los incidentes detectables al aire libre dentro del área de cobertura con precisión dentro de un círculo de 25 metros) había grabado 32 disparos.

Los oficiales encontraron al atacante parado frente a la embajada y lo detuvieron sin incidentes. Alazo llevaba una sudadera a la que había colocado las letras del FBI.

El ataque causó daños exteriores extensos al inmueble, entre ellos, a la puerta y columnas de la entrada, el asta de la bandera y la estatua del Héroe Nacional, José Martí. Varios proyectiles, penetraron al interior del edificio en la escalera principal, techo y paredes.

Referencias