Ataques a Cascorro

Ataques a Cascorro Bandera de Cuba Cuba
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Numerosos ataques se produjeron durante las guerras de independencia al poblado de Cascorro, Camagüey.
Fecha:1873, 1874, 1895, 1896


Ataques a Cascorro. Durante las guerras por la independencia de Cuba se produjeron varios ataques y sitios al poblado de Cascorro y a sus fuertes defensivos. Los más significativos se produjeron en 1873, 1874, 1895 y 1896.

Localización

Cascorro es un pueblo situado a unos 18 km al noroeste de Guáimaro, en el actual municipio de ese nombre, en la llanura del norte de Camagüey. Está junto al río Cascorro, que fluye hacia el norte.

Contexto

Cascorro era un poblado de importancia estratégica por encontrarse situado en el camino hacia las provincias orientales, actual Carretera Central, por lo cual disponía de un fuerte y siempre contó con dotaciones bien armadas.

Desarrollo

Primer ataque. El 9 de mayo de 1873, fuerzas insurrectas bajo el mando del teniente Coronel Gregorio Benítez, atacaron y ocuparon temporalmente este pueblo, donde saquearon una tienda de víveres y se apoderaron de comestibles y otras vituallas de importancia para los mambises. Muchos habitantes del lugar se unieron a los mambises.

Segundo ataque. A las 07:00 horas del 18 de abril de 1874, Cascorro fue atacado por fuerzas del Ejército Libertador, bajo el mando superior del mayor general Máximo Gómez y la participación del mayor general Vicente García y el brigadier Antonio Maceo, entre otros jefes. Un destacamento de unos 50 hombres se apoderó de la trinchera principal enemiga, mientras otras fuerzas penetraban al poblado por diferentes puntos.

Los españoles se concentraron en el fuerte y los insurrectos quedaron dueños del pueblo, cuyos establecimientos fueron saqueados. En un intento de asalto al fuerte murió el teniente Coronel Miguel Maceo, hermano de Antonio. Las bajas de los cubanos sumaron siete muertos y 42 heridos. Los patriotas lograron apoderarse de 10 fusiles, municiones y otros medios. Muchas familias se incorporaron a los insurrectos. Alrededor de las 12:00 horas Gómez dio la orden de retirada, después de incendiar el poblado. No se conocen con exactitud las bajas de los españoles.

Tercer ataque. En las primeras horas de la mañana del 30 de noviembre de 1874, fuerzas de la División de Camagüey del Ejército Libertador, bajo el mando del brigadier Henry Reeve, el Inglesito, atacaron el poblado. Desde la noche anterior dos destacamentos a cargo del Coronel Gregorio Benítez y del comandante Augusto Arango, respectivamente, se habían apoderado de dos posiciones cercanas a la fortaleza para atacarla tan pronto el puente levadizo fuera bajado, lo cual solo se hacía de día.

Mientras, Reeve, con el grueso de las tropas, se preparaba para entrar en combate en el momento decisivo. El destacamento de Arango sorprendió con su ataque al enemigo y logró entrar en la fortaleza combatiendo al arma blanca. Cuando el Coronel Benítez se dirigió a la otra entrada, como estaba convenido, se encontró con que esta no tenía puerta de acceso. Los hombres de Benítez se arrojaron a la zanja para tratar de penetrar en el recinto; pero la resistencia enemiga lo obligó a ordenar el repliegue.

Reeve, al ver que Arango y su pequeño destacamento se batían solos en el interior de la fortaleza, ordenó abrir fuego con un cañón de madera que reventó al segundo disparo. Arango pudo evacuar a sus heridos y posteriormente salir de la posición sin mayores contratiempos. En la retirada los cubanos incendiaron el caserío. Las bajas españolas fueron nueve muertos y las cubanas, tres muertos y 10 heridos. Aunque no tuvo éxito, el ataque causó alarma en las autoridades coloniales, las cuales incrementaron el envío de tropas a la provincia.

Cuarto ataque. Entre los días 2-5 de julio de 1895, fuerzas del Ejército Libertador, atacaron este poblado, el cual no pudieron tomar, aunque sí saquearon algunos establecimientos y obtuvieron provisiones. Las bajas insurrectas fueron un herido y las del enemigo no pudieron ser precisadas.

Quinto ataque. Entre los días 21 de septiembre y el 3 de octubre de 1896, Cascorro fue atacado y sitiado por fuerzas del Ejército Libertador, bajo el mando directo del General en Jefe Máximo Gómez. La guarnición de esta plaza se componía de 170 soldados de línea y su jefe era el capitán Francisco Neyla. Las fuerzas cubanas disponían de un cañón de 12 libras llegado con la expedición del Coronel Rafael Cabrera. Esta pieza estaba servida por una dotación de jóvenes norteamericanos bajo el mando del Capitán Frederick Funston.

Al amanecer del 21 de septiembre se abrió fuego con la pieza sobre las edificaciones del poblado, con muy poca efectividad pues muchos proyectiles no estallaban y su efecto se reducía a lo que se conoce como bala rasa. Gómez ordenó acercar la pieza al pueblo para reducir la distancia de tiro, lo cual sureste hizo; pero esto no podía resolver la deficiencia de los proyectiles y los daños a las edificaciones eran mínimos debido a la solidez con que estas estaban construidas.

El jefe de la guarnición, a pesar de estar en una situación difícil, decidió resistir al percatarse de que la artillería cubana era insuficiente y disponía de abastecimientos para soportar el asedio. En dos oportunidades Gómez lo intimó a la rendición y su respuesta fue negativa. Durante los días de sitio la caballería cubana desmontada realizó algunos asaltos nocturnos, pues no había infantería. Estas pequeñas acciones no tuvieron resultado y la guarnición continuó resistiendo valientemente sin acceder a la rendición.

Así se mantuvo la situación hasta el 4 de octubre en que una columna fuerte, de las tres armas y unos 3 000 efectivos salieron del pueblo de Minas en auxilio de los sitiados en Cascorro. Gómez decidió impedir, o al menos retardar, el avance de estas tropas y envió parte de sus fuerzas a interceptarlas produciéndose combates en La Marina y Machuca, que no pudieron evitar que el enemigo lograra entrar en Cascorro el propio 4 de octubre.

El jefe de esta columna era el general español Adolfo Jiménez Castellanos. El refuerzo se mantuvo en el pueblo hasta el día 7 en que emprendió la marcha de regreso a Nuevitas, después de fortalecer las defensas de los sitiados. Este fue el término del sitio porque Gómez se lanzó en persecución de Jiménez Castellanos, contra quien combatió al día siguiente en El Desmayo.

El asedio a Cascorro duró 17 días. El pueblo no pudo ser tomado debido a las dificultades que confrontaron los insurrectos y por la tenacidad con que su guarnición resistió.

Sexto ataque. Entre los días 3 de octubre al 6 de noviembre de 1896, fuerzas del Ejército Libertador, bajo el mando del General José Manuel Canote, cumpliendo órdenes del General en Jefe Máximo Gómez asediaron este poblado del SE de Camagüey. El sitio terminó el día 6, cuando los españoles, después de incendiar el pueblo, emprendieron una marcha precipitada hacia Sibanicú.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Diccionario enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Tomo II. Acciones combativas. Centro de Estudios Militares de las FAR, 2006.
  • Francisco Pérez Guzmán. La guerra de liberación, Máximo Gómez, La Habana, 1986. Pág. 11.
  • José Luciano Franco. Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, 3 t., La Habana, 1973. Tomo I. Págs. 82-83.
  • Víctor Manuel Marrero. Vicente García. Leyenda y realidad, La Habana, 1992.Pág. 158.
  • Máximo Gómez. Diario de campaña, La Habana, 1968. Págs. 58, 114-312.
  • Enrique Ubieta. Efemérides de la revolución cubana, 4 t., La Habana, 1920. Tomo 2. Pág. 287; Tomo 4. Pág. 40.
  • Gilberto Toste Ballart. Reeve, el Inglesito, La Habana, 1978. Págs. 140-142-258.
  • Raúl Izquierdo Canosa. Cronología sobre los principales acontecimientos de la Guerra de independencia de Cuba (1895-1898), La Habana, 1994. Pág. 27