Ateneo Puertorriqueño

Ateneo Puertorriqueño
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Puerto Rico Puerto Rico
Logotipo Ateneo.jpg
Institución cultural multipropósito de San Juan, Puerto Rico
Fundación:30 de abril de 1876
Tipo de unidad:Ateneo Cultural
País:Bandera de Puerto Rico Puerto Rico
Sitio web
www. http://ateneopr.org/

El Ateneo Puertorriqueño es una de las principales instituciones culturales de Puerto Rico. Fundado en 1876 para el el fomento de las Ciencias, las Letras y las Bellas Artes, fue la primera institución de educación superior en la isla, como una filial de la Universidad de La Habana. El Ateneo funciona como un museo, escuela, biblioteca y sala de espectáculos para todo el país. Allí se organizan concursos, conferencias y exposiciones cada año, además de la presentación de lo mejor del arte, la literatura y la música que Puerto Rico tiene para ofrecer. .

Antecedentes

Desde mediados del siglo XIX, un grupo de puertorriqueños que realizaban estudios universitarios en Europa, llamaron la atención sobre la necesidad de conocer las raíces históricas del pueblo borinqueño. En 1851, fundaron la “Sociedad Recolectora de Documentos Históricos de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico”, formada entre otros por Alejandro Tapia y Rivera, Román Baldorioty de Castro, José Julián Acosta y Ramón Emeterio Betances. Aproximadamente en 1855 se retoma la necesidad de fundar un ateneo en Puerto Rico, al estilo del Ateneo de Madrid. Sin embargo, pasarían dos décadas, antes de que se alcanzara aquel sueño. No obstante La isla, sometida a los poderes dictatoriales de la metrópoli española, no había variado mucho para 1876.

Bajo la dirección de su presidente, D. Manuel Elzaburu, el Ateneo se dedicó con ahínco y alto sentido patriótico, al desarrollo de su propósito medular, que es, según reza su Reglamento y Constitución, el fomento de las Ciencias, las Letras y las Bellas Artes. Alejandro Tapia había tratado de abrir un Atheneum en Puerto Rico en el año 1856, pero sus esfuerzos quedaron frustrados, al parecer por la encubierta oposición del gobierno. El Ateneo Puertorriqueño fundó su Biblioteca bajo la dirección del escritor Don Ignacio Díaz Canejas. Con los años esta Biblioteca llegaría a ser una de las mejores de Puerto Rico.

Vinculos con los Estudios Superiores

En el 1888, buscando ampliar las opciones del centro, D. Manuel Elzaburu fundó una Institución de Enseñanza Superior, para ofrecer cursos de nivel universitario en Puerto Rico. El plan consistía en afiliar a los estudiantes a la Universidad de la Habana, la única que existía en Las Antillas bajo la bandera española. La Institución de enseñanza Superior se inauguró formalmente en sesión solemne celebrada en la noche del 10 de octubre de 1888, quedando bajo la administración del Ateneo. Los gastos serían cubiertos con fondos aportados por el propio Ateneo, subscripciones voluntarias y los derechos de matrícula y de exámenes de los estudiantes. Las clases se dictarían en el local del Ateneo, situado en un edificio frente a la Plaza de Armas mirando a la Alcaldía de San Juan. En el 1890, al celebrarse los exámenes, 204 alumnos aprobaron los cursos. Sin embargo los profesores de La Habana no pudieron continuar viajando a Puerto Rico, pero las clases del Instituto de Enseñanza Superior no se suspendieron. El programa de enseñanza se amplió y se varió de acuerdo con la demanda y las necesidades del país. Hacia el 1895 se dieron clases para parteras, las cuales al graduarse fueron a llenar una sentida necesidad a una población escasa de médicos.

En los primeros años del siglo XX, cuando se afirma en su agenda la identidad puertorriqueña es cuando se destaca el trabajo de la institución, sobre todo en pro del arte y la literatura nacional, por encima de todas las demás actividades convirtiendo así a la institución en la más comprometida sociedad defensora de los valores puertorriqueños.

Reconstrucción y ampliación

José de Diego, en ocasión de presidir la Cámara de Delegados de Puerto Rico, había conseguido la aprobación de un proyecto de ley cediendole al Ateneo para la construcción de su propia sede social una parcela de terreno en la capital, San Juan, radicado entre el edificio de la Asociación de Jóvenes Cristianos (YMCA) y la Biblioteca Carnegie. Un grupo de buenos ateneístas de la época, entre los que estaban su presidente Jesús María Lago, Epifanio Fernández Vanga y otros, habían conseguido fondos para la construcción del nuevo edificio.

La sede del Ateneo en la actualidad.

La edificación

En 1922 los Hnos. Real le solicitaron los planos para el edificio actual, al arquitecto aguadillano Francisco Roldán Arce. Un año despues de comenzados los preparativos, -el domingo, 27 de mayo de 1923, a las 5 de la tarde-, se llevó a cabo el acto solemne de la colocación de la primera piedra del edificio del Ateneo. El Presidente en ese momento de la institución, Jesús María Lago cedió gentilmente el honor de colocar la piedra angular del edificio al Lcdo. Don Francisco de Paula Acuña, quien había sido el primer Presidente de la Institución. El estilo de la estructura es el llamado Español Morisco, introducido en la isla de Puerto Rico por Pedro de Castro, un arquitecto fascinado por las características del tropico y opositor de la arquitectura importada de los Estados Unidos, dándole preferencia a la luminosidad del Caribe y a la continuidad visual de los espacios interiores, proyectados al exterior por medio de las galerías y los balcones, generando una transición armónica entre los interiores y el espacio exterior, conformado por el ambiente urbano, el campo o los patios interiores. Todo esto enmarcado por el colorido extraordinario de sus azulejos, tejas vitrificadas en color y los luminosos blancos de sus estucadas paredes. Don Ramón Carbia Burt fue el ingeniero constructor del edificio.

El crecimiento como Institución

El Ateneo es la institución cultural más antigua en Puerto Rico. Su principal objetivo es contribuir a fomentar las ciencias, las letras y las bellas artes. Esto comprendía múltiples funciones: la cátedra, la conferencia, veladas artísticas y musicales, y la creación de una biblioteca. Bajo la Presidencia de Samuel R. Quiñones, Vicente Géigel Polanco ocupó la dirección de la Sección de Historia de Puerto Rico. En 1936 bosquejó un programa de trabajo bajo el signo de "ponerle ruedas al Ateneo", que buscó realizar actividades culturales, no solo en el propio recinto de la Institución, sino que se propuso llevar el Ateneo a los mas remotos pueblos y caseríos de la Isla. Para dar promoción a esta gran programación cultural se consiguió un programa de radio en la estación W.K.A.Q. para divulgar lo que hacía el Ateneo. En colaboración con Emilio S. Belaval llevaron un grupo artístico de representaciones de "Esta Noche Juega el Joker", de Fernando Sierra Berdecía, a Río Piedras, Guayama, Ponce y Mayagüez. Celebraron en El Falansterio construido en Puerta de Tierra, con asistencia de centenares de sus moradores, un programa literario con la intervención del poeta Luis Lloréns Torres, la declamadora Carmen Marrero y otros participantes.

Ininterrumpidamente, desde 1877, las diferentes secciones que componen el Ateneo Puertorriqueño han convocado a Juegos Florales y Competencias Artísticas. En la actualidad esta contienda premia los talentos nacionales en los campos de la Literatura, el Teatro, las Artes Plásticas, la Música y las Ciencias. La gran mayoría de nuestros más reconocidos artistas y escritores recibieron sus primeros reconocimientos en los certámenes anuales del Ateneo.

Las conferencias son casi tarea semanal en el Ateneo desde su fundación. Desde el pasado siglo, se han organizado varios ciclos de conferencias para actualizar conocimientos sobre diversos campos del saber humano.

Los asuntos de importancia social y política han recibido en el Ateneo atención vital, y sirva de ejemplo para ello la convocatoria que hiciera la Docta Casa a los ciudadanos del pueblo de Puerto Rico para que se expresara en torno a los diversos proyectos y alternativas de descolonización que se discuten en el Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica sobre la solución final de nuestro status político.

Varios congresos sobre el tema del bilingüismo se han llevado a cabo con la participación de los más destacados lingüistas del mundo. Así como la realización de varios estudios sobre el uso y preferencia del idioma español en Puerto Rico.

En la actualidad el Ateneo cuenta entre sus facilidades con un teatro experimental que puede acoger a 200 personas, un laboratorio de edición de vídeo, una galería de arte, y una de las más importantes bibliotecas del país, que cuenta con con más de 30,000 volúmenes, especializada en temas y autores puertorriqueños e iberoamericanos. La biblioteca cuenta con una excelente hemeroteca, así como servicios de microfichas para periódicos antiguos y fotocopias.

Uno de los más preciados tesoros del Ateneo es su galería de Arte, que cuenta con más de 450 obras de arte, desde nuestros primeros maestros, tales como Campeche, Oller, Frade, hasta los exponentes más contemporáneos, luego de pasar por los Pou, Marín, Rodón, Báez, Tufiño, Alicea y Cruz, entre otros. El Ateneo ha publicado recientemente un catalogo completo de todas sus obras de arte, catálogo que ha sido ejemplo para que otras instituciones imiten.

El Festival de cine del ateneo

El tradicional Festival del Cine Puertorriqueño del Ateneo, que se celebra anualmente, ofrece un espacio de exposición a muestras de cine nacional desconocidas o de poca difusión.

Uno de los elementos que se pueden destacar de esta muestra es que las películas, todas de ficción, se han realizado en formato digital y éste se ha convertido en la modalidad del nuevo cine nacional ya sea por razones artísticas como por económicas.

El Ateneo Puertorriqueño -y su Sección de Cine- fue una de las primeras instituciones culturales que reconoció el valor del cine digital y del vídeo como expresión artística cuando en 1985 fundó la Sección de Cine y Vídeo, y comenzó trabajos de capacitación en producción y filmación, así como de difusión de las nuevas muestras del cine nacional.

Además, fue pionera en el ámbito cultural en producir cine de ficción cuando en 1990 produjo el cortometraje El curandero, como trabajo final de su primer Taller de Producción.

Luego, en 1996, produjo el largometraje Callando amores, una película de José Orraca basada en la obra de Roberto Ramos Perea. A través del trabajo de su Archivo Nacional de Teatro y Cine, el Ateneo mantiene estadísticas y expedientes de la continua creación cinematográfica en Puerto Rico.

Este Archivo ha detectado que un 80% de las producciones cinematográficas en vídeo o digital que se realizan en Puerto Rico nunca llegan a un medio masivo de difusión como la TV, y sólo un mínimo por ciento llega a las salas de proyección comercial. Esta realidad expone que un gran caudal de cinematografía puertorriqueña en digital se exhibe de manera muy limitada, a través de proyecciones pequeñas o copias en DVD.

Sin embargo, es en este cine donde se consolidan muchas de las más grandes preocupaciones creativas de la nueva cinematografía puertorriqueña como forma de arte. Muchas de estas muestras enfatizan su interés de filmar guiones de impacto social, político o cultural, así como la expresión de realidades sociales crudas y crueles que no podrían ser mostradas en la televisión comercial.

El controversial contenido de estas películas no complacería el gusto de los distribuidores de los cines comerciales, dominados por una infraestructura de mercadeo y distribución que sigue modelos estadounidenses. Es por ello que este cine busca continuamente una pantalla, un espacio de exposición que -aunque limitado- no es censurado ni sometido.

Fuentes