Atentado contra esclavos huelguistas en Güines (1883)

Atentado contra esclavos en la villa de Güines
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Fecha:31 de diciembre de 1883
Lugar:Central Providencia
País(es) involucrado(s)
Cuba
Líderes:
Pascual Goicoechea
Ejecutores o responsables del hecho:
Esclavos patrocinados


El 31 de diciembre de 1883, en la villa de Güines (en esa época, perteneciente a la provincia de La Habana) sucedió un hecho inaudito y poco conocido, durante el período de la Tregua Fecunda. En el ingenio Providencia fueron baleados dos negros patrocinados por negarse (de manera pacífica) a trabajar un 31 de diciembre, día festivo a nivel mundial.

El esclavista-integrista Pascual Goicoechea Peiret ―perteneciente a la aristocrática familia Goicoechea― desobedeció así las orientaciones de la Ley del Patronato que pretendía ir preparando a los esclavos para convertirlos en "libres", por lo que provocó reacción de rebeldía entre los patrocinados.

Partido Liberal

El patricio capitalino Pascual de Goicoechea y Peiret, hacendado habanero, propietario del ingenio Providencia y diputado a Cortes, siempre expresaba con orgullo: «¡Soy güinero!» y era amigo muy bien ponderado por el ilustre Enrique José Varona. Llegó a ser director del semanario Triunfo, órgano del Partido Liberal editado en la localidad güinera. Fue representante de dicho distrito, miembro y diputado ante la corporación administrativa provincial de dicha institución.

El 1 de agosto de 1878, pocos meses después de haberse firmado el Pacto del Zanjón (10 de febrero de 1878), en la ciudad de La Habana se había constituido el partido Liberal. En su plataforma programática solicitaba autonomía, motivo por el cual en 1881 tomó como segundo apelativo el de autonomista, convirtiéndose así la agrupación en liberal autonomista. Es muy justo afirmar como dicho movimiento liberal y autonomista llegó a alcanzar gran arraigo y fortaleza creciente en el partido de Los Güines, y apoyado por intelectuales y sectores pudientes, así como por las logias y pueblo en general, cosa muy bien rechazada por las fuerzas políticas y económicas e integristas que detentaban el poder.

Ley del Patronato

Debido a una enorme propaganda del mismo, se había logrado que el 13 de febrero de 1880 se aprobara la ley del Patronato, que en definitiva constituía una novedosa forma de encubrir la prolongación de la ya agonizante esclavitud durante otros años. Por junta magna del partido, ejecutada el primero de abril, se acordó realizar una amplia campaña de despliegue de propaganda para obtener la libertad inmediata de los patrocinados. Sobradas pruebas y lamentables testimonios nos aseveran de forma muy fidedigna las condiciones infrahumanas y tratos crueles y degradantes a que eran sometidos los esclavos, en que se les negaba todo tipo de derechos. Tras aprobarse el Patronato en 1880, proseguía el sometimiento a trabajos forzados, la privación de derechos cívicos, malas condiciones higiénicas, de alimentación y albergues,…

Como ha sucedido en todas las épocas, había mentes que no concebían ni se ponían a tono con los nuevos tiempos y proseguían con su mentalidad caduca y llena de rezagos; en este caso los patronos o patrones continuaban con su pensamiento en el chasquido del látigo y con sus sentimientos esclavistas, armados de atribuciones, pagando un salario irrisorio, considerándose señores y árbitros, con hábitos de ordeno y mando, sin tacto ni mesura y sin tolerancia alguna, sin respetar los derechos ajenos, y pretendiendo proseguir derrochando sus raudales a expensas del sudor y esfuerzo de los demás, sin armonía y con gran rigurosidad.

Por esos motivos se habían presentado quejas en el ingenio “Armenteritos” y otras fincas guineras, a tal punto que publicaciones de la capital se había hecho eco, y elevaron su voz de denuncia protestante. Mediante apoyo popular y masivo, en las elecciones salió electo como Alcalde Municipal el liberal Juan José Ocejo Eguía, quien además de poseer sus facultades en su condición de gobierno civil en la población, y como tal ocupaba la presidencia de la junta de Patronato, existían los motivos para fundamentar que debía haber sido informado y tener conocimiento de los hechos que a continuación relataremos, pero no fue así porque las facultades de su autoridad fueron ignoradas.

Suceso

El domingo 31 de diciembre de 1883, ocurrió un serio problema en el ingenio “Providencia”, -hoy granja azucarera nombrada “Osvaldo Sánchez Cabrera”-, que era propiedad del integrista Pascual Goicochea; este Patrono quiso obligar a que en dicho día festivo, -propio de fiestas y diversiones en todo el mundo-, sus negros Patrocinados salieran a trabajar; la dotación en pleno en forma pacífica se negó a laborar en un día como ese, haciendo uso de la resistencia pasiva. El sereno de la finca, colérico y salvaguardando los “sacrosantos” intereses de su amo, osó disparar con un fusil rémington, e hirió a dos patrocinados. Este hecho fue injustificable porque no hubo resistencia, ni conspiración, ni rebelión, ni plan sedicioso ni violencia por parte de la llamada “negrada”; el conflicto fue provocado por el subalterno del dueño. Todo el aparato represivo colonial temió por las consecuencias que podría acarrear la irregularidad cometida, y presumieron que se crearía una tragedia de mayor magnitud, motivo por el cual realizaron un verdadero derroche de prepotencia y poder.

Intervención de las autoridades

El celador de la Policía estaba en el ingenio y supo del caso, fue informado el juez de primera instancia, fue movilizado todo el aparataje de las autoridades militares, así como los voluntarios encabezados por el juez de paz, y hasta el cuartel de bomberos. Hubo gran movimiento de las fuerzas armadas, las leyes fueron desconocidas, se desplegaron todos los procedimientos militares y se acuartelaron todas las fuerzas, sonaron las alarmas con trompetas y tambores, se decretó el estado de alerta, se efectuaron detenciones, y Güines se convirtió en una verdadera plaza sitiada, provocando el malestar y la consternación de la población en altas horas de la noche, siendo postergada la autoridad civil. Todo el aparatoso y sobredimensionado despliegue fue provocado porque había que garantizar la tranquilidad y la defensa de los intereses y propiedades del influyente “Don” Pascual Goicochea.

Abolición del Patronato

Por coincidencia histórica, un 26 de Julio, pero del año 1886, se declaraba la libertad de los patrocinados; salía hecha ley en la Gaceta de La Habana, el 22 de agosto. Y la real orden suprimiendo dicho Patronato se firmaba en Palacio, en España, el 7 de octubre, ratificándose en la Gaceta el 29 de ese mismo mes y año.

Fuentes