Augusto B. Leguía

(Redirigido desde «Augusto Leguía»)


Augusto B. Leguía
Información sobre la plantilla
Augusto B. Leguia .jpg
NombreAugusto B. Leguía
Nacimiento19 de febrero de 1863
Lambayeque, Bandera de Perú Perú
Fallecimiento6 de febrero de 1932
Lima, Bandera de Perú Perú
OcupaciónPolítico peruano

Augusto B. Leguía. Político peruano.

Síntesis biográfica

Cursó estudios primarios en Lambayeque, trasladándose luego a Valparaíso (Chile) para estudiar comercio. A su regreso a Perú, inició su vida profesional en la casa Prevost y Compañía. Al estallar la guerra, en 1879, se incorporó en el Ejército, y combatió en las batallas de San Juan y en la de Miraflores.

Más tarde volvió a su trabajo en la casa Prevost y en la New York Insurance; en representación de esta compañía viajó a Ecuador y Estados Unidos. Finalmente emprendió su propia andadura empresarial, que le permitió, en el curso de unos pocos años, hacerse una posición holgada en lo económico y encumbrada en el ámbito social. Leguía se estrenó en la lid política como miembro del Partido Civil, que en ese momento lideraba Manuel Candamo. Durante el gobierno de éste y el de José Pardo, Leguía fue ministro de Hacienda. En 1907 lanzó su propia candidatura presidencial, contando con el apoyo de parte de su partido.

Llegó a la presidencia de la República en septiembre del año siguiente, y poco después comenzaron los problemas. Los seguidores de Nicolás de Piérola lo tomaron preso en palacio el 29 de mayo de 1909, obligándolo a renunciar tras ser conducido por las calles de Lima hasta el Congreso; pero fue al fin liberado por acción de un pelotón militar. La inestabilidad política, sin embargo, marcaría el resto de su gestión. En el terreno de la política exterior, Leguía buscó resolver los conflictos con Ecuador, Brasil y Bolivia, y cortó las relaciones diplomáticas con Chile; por otra parte, dio especial importancia al desarrollo de la agricultura y la minería. En 1912 entregó el gobierno a Guillermo Billinghurst; al año siguiente fue desterrado a Panamá.

Cuando en 1919 José Pardo concluía su mandato presidencial, Leguía reapareció en el primer plano de la escena política peruana. Lanzó nuevamente su candidatura, con el apoyo del Partido Constitucional y de algunos sectores del civilismo. Leguía ganó las elecciones, pero sin esperar la transferencia de poder, y con el apoyo de los militares encabezados por el coronel Álvarez, en julio de 1919 dio un golpe de Estado y depuso a Pardo.

Aspecto Internacional

Las relaciones con Chile, ya tensas por el problema pendiente de las provincias cautivas de Tacna y Arica, se complicaron aún más con el llamado «incidente de la corona». Bajo el gobierno anterior de Pardo se había inaugurado la Cripta de los Héroes de Lima en honor a los caídos en la guerra del Pacífico, ocasión en la que el ministro chileno José Miguel Echenique Gandarillas ofreció a nombre de su país una corona de laureles de bronce para que fuera colocada en la Cripta. El canciller peruano de entonces consideró que era un deber de cortesía aceptar la ofrenda, pero tras el cambio de gobierno en 1908, el nuevo canciller Melitón F. Porras rechazó tal homenaje, pues no respondía sinceramente a los sentimientos de Chile, en momentos en que se atentaba contra los residentes peruanos de las provincias cautivas del sur. El ministro chileno se retiró ofendido a su país y se rompieron las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Al mismo tiempo recrudecieron los conflictos fronterizos con Bolivia, Brasil, Ecuador y Colombia. Existen serios indicios de que detrás de todos ellos estaba Chile como azuzador, que llegó incluso a proporcionar armas al Ecuador en plena tensión peruano-ecuatoriano del año 1910.

Con Bolivia hubo peligro de guerra, a raíz del laudo arbitral expedido por el presidente de Argentina José Figueroa Alcorta, que determinaba la frontera entre Perú y Bolivia. Turbas bolivianas atacaron a la legación peruana en La Paz y se movilizaron las fuerzas militares en ambos lados de la frontera, pero felizmente se reiniciaron las conversaciones, que culminaron con la firma del Tratado Polo-Bustamante (17 de septiembre de 1909), poniéndose de acuerdo ambas partes para la ejecución del laudo arbitral.

Con Brasil se fijaron definitivamente los límites en el Tratado Velarde-Río Branco, suscrito entre el canciller brasileño José María da Silva Paranhos de Río Branco y el plenipotenciario peruano Hernán Velarde (8 de septiembre de 1909).

Con Ecuador la situación fue más crítica pues este país se negó a aceptar el laudo arbitral del rey de España, que aún no se emitía, pero cuyo contenido se llegó a conocer y que aparentemente era contrario a los intereses ecuatorianos. La prensa ecuatoriana inició una violenta campaña para desprestigiar dicho arbitraje. El 3 y 4 de abril de 1910 hubo graves atropellos contra las legaciones peruanas en Quito y Guayaquil. Se llegó incluso a la movilización de tropas por ambas partes, pero la intervención de Estados Unidos, Brasil y Argentina evitó la guerra (22 de mayo de 1910). Ante la actitud ecuatoriana, el rey de España se inhibió a pronunciar sentencia, por lo que el problema limítrofe quedó pendiente.

Con Colombia, se llegó a un enfrentamiento armado, a raíz de que tropas colombianas ocuparan la margen derecha del río Caquetá en territorio peruano y se negaran a abandonarla. El ejército peruano, al mando del coronel Óscar R. Benavides, derrotó a los invasores en La Pedrera y ocupó Puerto Córdoba (1911). Sin embargo, en cumplimiento de un acuerdo suscrito en Bogotá días antes de aquel encuentro de armas, el Perú desocupó Puerto Córdoba y reconoció a La Pedrera como puesto colombiano.

Fuente