Banco de Aragón

Banco de Aragón
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Institución con sede en Bandera de España España
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País:Bandera de España España
Dirección:Calle del Coso, 42, 50004 Zaragoza, España

Banco de Aragón Es un banco grande, amplio, que se fundó en 1917 con los dineros de la remolacha aragonesa y las ganas de crear empresas financieras de aragoneses de principios del siglo XX.

Reseña histórica

Comenzó sus operaciones el 2-V-1910, tras absorber los negocios de la banca familiar «Villarroya y Castellano»; el origen de los recursos que se aportaron para su constitución hay que buscarlo en buena parte en los capitales que se habían acumulado gracias al desarrollo del cultivo de la remolacha y a la consiguiente expansión de la industria azucarera, tal como se desprende de una de las memorias de la entidad: «el prestigioso hombre de negocios Leopoldo Lewin, que tomaba entonces una parte tan activa en la iniciación de la industria Azucareras de nuestra región, había concebido la idea de crear un banco de tipo comercial moderno que viniese a facilitar el desarrollo de los negocios producidos por la época de paz y restauración interior que siguió a los desastres coloniales, y a mediados de 1909 comunicó esta idea consiguiendo agrupar un núcleo de destacadas personalidades aragonesas decididas a llevar a cabo el proyecto».

El capital inicial suscrito fue de 5 millones de pts., de los cuales sólo se desembolsaron dos, aunque esta cifra era en 1910 el doble del capital que tenía el Banco de Crédito de Zaragoza y casi cuatro veces el del Banco Aragonés de Crédito, Banca. El primer consejo de administración, que se reuniría en el domicilio social de la Azucarera del Jalón, estaba presidido por Joaquín Delgado Pascual, y contaba entre sus miembros al conde de Bureta (vicepresidente), al marqués de Arlanza, a Basilio Paraíso Lasús, Leopoldo Lewin, Ricardo Lozano Monzón, Francisco Villarroya, Tomás Castellano Echenique, Jesús Elorz, José Alfonso, Antonio Portolés y José Aragüés. La suscripción de acciones se llevó a cabo con tal éxito que fue necesario prorratear las diez mil acciones iniciales entre más de treinta y cinco mil solicitudes, adjudicándose finalmente 5.941 títulos a accionistas de la región y los 4.059 restantes a solicitantes de las provincias de Navarra, Álava y Guipúzcoa. Entre 1911 y 1915 el desarrollo del Banco de Aragón no es muy rápido, destacando la apertura de su sucursal en Huesca en 1911, la compra del inmueble situado en el n.° 54 de la calle del Coso (para derribarlo y construir en el solar el edificio social), y la adquisición en 1913 de los negocios bancarios de la casa Clemente Soteras. A partir de 1915 la evolución del Banco va a acelerarse, creciendo rápidamente las distintas partidas de su balance tanto en este ejercicio como en los que le siguen hasta 1920, con incrementos medios anuales de sus depósitos, y de los beneficios obtenidos, del 50 %.

En 1920, cuando ya se reflejaba en las cuentas del Banco de Aragón las consecuencias de la crisis económica que siguió al período expansivo de la I Guerra Mundial, presidía la entidad Luis Higuera Bellido (marqués de Arlanza) y se había incorporado al consejo de administración Manuel de Escoriaza y Fabro; el proceso de expansión geográfica de la entidad hacía que se contara con sucursales en las tres provincias aragonesas, en Soria y Tortosa y en ocho localidades de la región tan importantes como Alcañiz, Barbastro, Calatayud, Caspe, Daroca, Ejea, Jaca y Tarazona; además, existía un elevado número de agencias con servicio de caja de ahorros que atendía a 102 pueblos no sólo de la región aragonesa, sino también de parte de las provincias de Castellón y Tarragona.

El Banco de Aragón, que a lo largo de su historia participó activamente en la creación de empresas en el interior de la región, conjugando así el carácter de banco comercial con el de banco de negocios, poseía en 1920 una cartera de valores en la que se encontraban obligaciones emitidas por compañías ferroviarias sobre todo de la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón así como de compañías que utilizaban materias primas procedentes de la agricultura azucareras y alcoholeras, compañías de tranvías y sociedades eléctricas.

En el año 1922 deja la vicepresidencia de la entidad Basilio Paraíso. Luis Higuera continuará al frente del consejo de administración hasta su muerte en 1936, tras veintidós años como presidente del Banco de Aragón; le sustituye en el cargo José Sancho Arroyo, y al morir éste, en 1945, ocupa la presidencia Manuel de Escoriaza y Fabro hasta su renuncia, cuatro años más tarde, en que es nombrado José Gascón y Marín. De una composición del consejo de administración en la que la práctica totalidad de sus miembros estaban domiciliados en la región aragonesa, se pasa, tras 1940, a una incorporación paulatina de accionistas residentes fuera de Aragón, que llegan a ocupar cinco puestos en 1950 y siete en 1960. Sin embargo, la cartera de títulos del banco muestra su predisposición a invertir dentro de la región y, así, en la memoria de 1950 puede apreciarse la importancia de las inversiones en sociedades como Tranvías de Zaragoza, Ebro, Compañía de Azúcares y Alcoholes, Compañía de Industrias Agrícolas, S.A., Eléctricas Reunidas de Zaragoza (E.R.Z.), Energía e Industrias Aragonesas, S.A. (EIASA), Material Móvil y Construcciones, y Consorcio Agrícola Industrial Textil Aragonés, S.A. (CAITASA).

La evolución del sector bancario en España, con un creciente proceso de concentración, es decisiva en el futuro de esta entidad. El 29-XII-1970, y cuando el Banco de Aragón ocupaba el puesto 14 dentro de la banca española, es absorbido por el Banco Central, desapareciendo por tanto como entidad de crédito. Además de la política de absorciones que propició el statu quo bancario, pueden citarse otras causas que llevaron a este desenlace: falta de adecuación a las exigencias que debía atender un banco de ámbito nacional en los años 60; reducción en sus tasas de crecimiento, tanto en depósitos como en beneficios; desafortunado resultado de algunas inversiones que comprometieron su liquidez, etc.; todo ello contribuiría a favorecer una nueva absorción por parte del Banco Central, que disponía previamente de un importante paquete de acciones del Banco de Aragón, además de la delegación que a su favor había hecho la familia Alfonso en 1941 como resultado de desavenencias entre el consejo de administración y los hijos de uno de los fundadores del Banco, quienes nunca llegarían a pertenecer al citado órgano a pesar de ser propietarios del 5 % del capital social.

Una junta general extraordinaria de accionistas del Banco de Aragón, celebrada el 21-IX-1970, aprueba finalmente su absorción tras el acuerdo previo del consejo de administración adoptado no sin algunas resistencias por parte de ciertos consejeros. El último presidente de la entidad fue Tomás Higuera, marqués de Arlanza (quien ocupaba el cargo desde la muerte de Gascón y Marín en 1962), y formaban también parte del consejo, entre otros, Fernando Lozano Blesa como vicepresidente, Mariano Lozano Colás, José Luis Sancho Arroyo, Miguel A. López-Madrazo, Luis Gómez Laguna (alcalde de Zaragoza durante varios años), José M.ª de Escoriaza Castillón, Antonio Rico Gambarte y Antonio Blasco del Cacho.

Fuentes