Banco de Crédito de Zaragoza

Banco de Crédito de Zaragoza
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Banco de Crédito de Zaragoza fue el banco más antiguo de la ciudad puesto que comenzó a operar, con distintas denominaciones, a mediados del siglo XIX. Su sede se instaló en el paseo de la Independencia 34, en un inmueble en el que compartía instalaciones con el “Café Ambos Mundos” y varias plantas de uso residencial.

Creación

La escritura social de constitución del Banco de Crédito de Zaragoza se otorgó el 31-III-1875. Pero el origen real de esta entidad hay que buscarlo varios años antes, ya que esta institución financiera (que acabaría su vida siendo absorbida en 1947 por el Banco Central), tiene su origen en la Caja de Descuentos que crea Juan Faustino Bruil y Olliarburu en Zaragoza en 1845, con un capital nominal de 5 millones de reales de vellón. Como consecuencias de la ley de 28-I-1856 -que había presentado el propio Bruil desde el Ministerio de Hacienda la Caja de Descuentos Zaragozana se convierte en un banco de emisión (el Banco de Crédito de Zaragoza) que nace con un capital inicial de 6 millones de reales de vellón efectivos; teniendo en cuenta la legislación de la época que autorizaba a poner en circulación un volumen de billetes equivalente a tres veces el capital desembolsado, el Banco de Zaragoza, en su calidad de banco de emisión, pudo emitir hasta un total de 18 millones, a través de la puesta en circulación de billetes al portador cuyos importes eran de 100, 200, 500, 1.000, 2.000 y 4.000 reales de vellón. La crisis financiera de 1866 afectó también a esta entidad, que vio en este año disminuida su cartera y sus cuentas de ahorro hasta menos de la mitad de los saldos existentes a final de 1865 recuperándose a comienzos de la década de los 70, en que se absorben las pérdidas anteriores.

Sería una nueva transformación legal la que iba dar lugar al nacimiento del Banco de Crédito de Zaragoza con este nombre: el decreto Echegaray de 19-III-1874, en virtud del cual se concedía el privilegio de emisión de billetes en régimen de monopolio al Banco de España, por lo que el gobierno declaró la liquidación del Banco de Zaragoza. Sin embargo, y siempre de la mano de Bruil, los accionistas acuerdan constituir una nueva sociedad con el nombre de Banco de Crédito de Zaragoza, que comenzará sus operaciones el 1-X-1875, consiguiendo así evitar su desaparición y unirse a la reducida lista de bancos que sobreviven tras el citado decreto, lista integrada por los bancos de Bilbao, Barcelona, Tarragona, Reus y Santander.

Historia

En los balances de los años 1875 y 1876, aún puede apreciarse la partida de billetes en circulación procedente del Banco de Zaragoza y que va liquidándose progresivamente sin que se produjeran los problemas legales que esta operación ocasionó en el caso del Banco de Bilbao.

A la muerte de Bruil, le sustituye en la dirección del Banco Íñigo Figueras y Mayral, perteneciendo a la junta de gobierno Joaquín Carderera, el marqués de Montemuzo y Marceliano Isábal y Bada. A lo largo de la década que comienza en 1880, el Banco de Crédito se vio afectado por una grave crisis como consecuencia de la escasa actividad económica existente en una región duramente afectada por la repetición de malas cosechas; por ello, el Banco se vio obligado a disminuir los tipos de interés que pagaba ya que la falta de posibilidades de inversión hacía que tuviera excesivos recursos ociosos y a invertir en la Bolsa como única alternativa posible. En los últimos años del siglo XIX, el Banco se ve aquejado por la crisis que afecta a toda la economía nacional, a la que es preciso añadir la propia situación de la región. Como consecuencia de ello, en 1896 los beneficios del Banco de Crédito son inferiores a los del año anterior, y se procede a la liquidación de la Sociedad Aragonesa «Ferrocarril de Francia por Canfranc», empresa en la que se habían puesto muchas esperanzas y que debe pasar a otras manos sin que esto suponga una aceleración de las obras que siguen a un ritmo tan lento que no serán terminadas hasta 1929.

Otra importante iniciativa en la que participa el Banco de Crédito de Zaragoza es la constitución, en el año 1900, de la Sociedad «Minas y Ferrocarriles de Utrillas, S.A.», para explotar los lignitos de las cuencas turolenses: supuso la inversión más importante de su época en Aragón, ya que surgió con una cifra de 12.000.000 de pts. de capital, que pronto se ampliarían a 15.000.000 de pts.; sin embargo, las previsiones en torno a los beneficios que reportaría Minas y Ferrocarriles de Utrillas pecaron de excesivo optimismo.

El Banco de Crédito de Zaragoza, que contaría entre sus directores a Francisco Castán y Borraz, Mariano Baselga Ramírez y Manuel Gómez Arroyo, tuvo como consejeros a distintos representantes de la burguesía aragonesa, como los Palomar, Marraco, Carderera, Aznárez, Aladrén, Royo-Villanova e Izuzquiza. La cifra de capital social de un millón de pts. existente en el año 1880 no se amplió hasta 1915, dato elocuente de su escaso crecimiento, sobre todo durante sus años de existencia en el siglo XX; y así, en 1925 el capital social se ampliaba a 12 millones de pts., cifra que tendría todavía veinte años después. En 1947, el Banco de Crédito de Zaragoza era absorbido por el Banco Central, entidad que al crearse, en 1919, había tenido entre sus promotores, paradójicamente, al propio Banco de Crédito.

Fuentes