Base naval en Guantánamo

Artículo destacado

Base Naval en Guantánamo
Información sobre la plantilla
Base Militar
Base naval de guantanamo.jpg
EntidadBase Militar
ComandanteMark M. Leary
Superficie 
 • Total117,6 km²
Ubicacion Base Naval de Guantánamo.jpg
La base en la península de Guantánamo
1Territorio cubano ocupado por los Estados Unidos contra la voluntad soberana del pueblo de Cuba.
Base Naval en Guantánamo en Cubadebate

Base Naval en Guantánamo. Instalación ubicada de manera ilegal en un área de 117,6 kilómetros cuadrados del territorio nacional de Cuba, ocupada desde 1903 en contra de la voluntad del pueblo cubano.[1]

Fue resultado de un Convenio para las Estaciones Carboneras y Navales firmado entre el Gobierno de Estados Unidos y el Gobierno de Cuba, presidido por Tomás Estrada Palma, en circunstancias en que la Isla no poseía prácticamente independencia alguna a partir de la imposición de una enmienda aprobada por el Congreso de Estados Unidos y firmada por el Presidente Mc Kinley en marzo de 1901, que se conoció como Enmienda Platt, mientras el territorio cubano estaba ocupado por el ejército de Estados Unidos, después de su intervención en la guerra de independencia del pueblo de Cuba contra la metrópoli española.

Historia

Antecedentes

En 1898, utilizando como pretexto la voladura del acorazado Maine, Estados Unidos le declara la guerra a España. El presidente William McKinley firmó la Resolución Conjunta del 20 de abril de 1898, la cual declaraba

“…que el pueblo de la isla de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente”, “…que los Estados Unidos por la presente declaran que no tienen deseo ni intención de ejercer soberanía, jurisdicción o dominio sobre dicha Isla, excepto para su pacificación, y afirman su determinación, cuando esta se haya conseguido, de dejar el gobierno y dominio de la Isla a su pueblo.”[2]

La Resolución Conjunta autorizó al Presidente el uso de la fuerza para eliminar el gobierno español en Cuba.

Luego de la firma del Tratado de París entre los representantes de la Reina Regente de España y los del Presidente de Estados Unidos, Cuba sería ocupada por Estados Unidos con un carácter temporal.

Leonard Wood. Gobernador militar de Cuba entre diciembre de 1899 y mayo de 1902.

Leonard Wood, gobernador militar nortamericano, dictó la Orden 301 del 25 de julio de 1900, por la que se decretó la realización de una elección general para delegados a una Asamblea Constituyente que debería reunirse en la ciudad de La Habana a las 12 del día del primer lunes de noviembre de 1900, con el objetivo de redactar y adoptar una Constitución para el pueblo de Cuba.

El general Wood, en representación del Presidente de Estados Unidos, declaró constituida la Asamblea. Wood les adelantó los propósitos que abrigaba el gobierno de Estados Unidos:

“Cuando hayáis formulado las relaciones que, a vuestro juicio, deben existir entre Cuba y Estados Unidos, el gobierno de Estados Unidos adoptará sin duda alguna las medidas que conduzcan por su parte a un acuerdo final y autorizado entre los pueblos de ambos países, a fin de promover el fomento de sus intereses comunes.”[3]

La Constitución de 1901[4]dispuso en su Artículo 2 que

“componen el territorio de la República, la Isla de Cuba, así como las islas y cayos adyacentes que con ella estaban bajo la soberanía de España hasta la ratificación del Tratado de París de 10 de diciembre de 1898.”

Redactada la Constitución, llegó el momento de definir las relaciones políticas entre Cuba y Estados Unidos. Al efecto, el 12 de febrero de 1901 se designó una comisión de cinco miembros encargada de estudiar y proponer lo que procediera al expresado fin.

El 15 de febrero el gobernador Wood invitó a los miembros de la comisión a una pesquería y les ofreció un banquete en Batabanó, ruta principal de acceso a la Isla de Pinos, como se le conocía, entonces ocupada también por las tropas de Estados Unidos que intervinieron en la Guerra de Independencia de Cuba. En el propio Batabanó les dio a conocer una carta del Secretario de la Guerra, Elihu Root, en la que estaban contenidos los aspectos fundamentales de la futura Enmienda Platt. Según las instrucciones recibidas de Washington, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos debían regularse por varios aspectos. El quinto de estos era que, para facilitar a Estados Unidos el cumplimiento de deberes tales como los que recaerían sobre ellos por las estipulaciones ya expresadas, y para su propia defensa, Estados Unidos podría adquirir título, y conservarlo, de terrenos para estaciones navales y mantener estas en ciertos puntos específicos.

Al conocer la Convención Constituyente cubana las condiciones exigidas por el gobierno de Estados Unidos, aprobó, el 27 de febrero de 1901, una posición opuesta a la del Ejecutivo norteamericano, en la cual se eliminaba el establecimiento de estaciones navales.

Enmienda Platt

El gobierno de Estados Unidos acordó con el senador republicano de Connecticut, Orville Platt, la presentación de una enmienda al proyecto de Ley de Presupuesto del Ejército que convertiría en hecho consumado la implantación en suelo cubano de bases navales norteamericanas.

La Enmienda Platt, incorporada como apéndice a la Constitución de 1901 de Cuba, planteaba en su articulado:

"Artículo I: La República de Cuba arrienda por el presente a los Estados Unidos por el tiempo que las necesitare para el objeto de establecer en ellas estaciones carboneras o navales, las extensiones de tierra y agua situadas en la isla de Cuba que a continuación se describen: (...)"
"Artículo III: Si bien los Estados Unidos reconocen por su parte la continuación de la soberanía definitiva de La República de Cuba sobre las extensiones de tierra y agua arriba descritas, la república de Cuba consiente, por su parte, en que, durante el período en que los Estados Unidos ocupen dichas áreas a tenor de las estipulaciones de este convenio, los Estados Unidos ejerzan jurisdicción y señoríos completos sobre dichas áreas (...)"

Esta enmienda daba a Estados Unidos el derecho a intervenir en Cuba, y fue impuesta al texto de la Constitución de 1901 como condición para la retirada de las tropas de Estados Unidos del territorio cubano.

Algunos miembros de la Convención Constituyente mantuvieron la tesis de que no estaban facultados para acordar la Enmienda solicitada por Estados Unidos, ya que ello implicaba limitar la independencia y soberanía de la República de Cuba. Entonces el gobernador militar Leonard Wood se apresuró a dictar una nueva Orden Militar, el 12 de marzo de 1901, en la cual se declaraba que la Convención estaba facultada para acordar las medidas de cuya constitucionalidad se dudaba.

Otros miembros de la Convención, como Manuel Sanguily, opinaron que la Asamblea debía disolverse antes de acordar medidas que de tal manera ofendían la dignidad y soberanía del pueblo de Cuba. Pero en la sesión del 7 de marzo de 1901 de nuevo se nombró una comisión para redactar una respuesta al gobernador Wood, correspondiendo la ponencia a Juan Gualberto Gómez, quien recomendó rechazar, entre otras, la cláusula relativa al arriendo de estaciones navales o carboneras.

Posteriormente, se eligió la comisión que viajaría a Washington integrada por Domingo Méndez Capote, Diego Tamayo, Pedro González Llorente, Rafael Portuondo Tamayo y Pedro Betancourt, quienes arribaron a Estados Unidos el 24 de abril de 1901. Al día siguiente fueron recibidos por Root y Wood, quien había viajado previamente a su país con ese propósito.

El Secretario de la Guerra de Estados Unidos envió una carta a la Constituyente cubana donde expresaba que la Enmienda Platt debía ser aprobada en su totalidad sin ninguna aclaración, pues así aparecía adicionada a la Ley de presupuesto norteamericana, y señalaba que, en caso contrario, las fuerzas militares de su país no serían retiradas de Cuba.

El 12 de junio de 1901, en otra sesión secreta de la Asamblea Constituyente, fue sometida a votación la incorporación de la Enmienda Platt como apéndice a la Constitución de la República, aprobada el 21 de febrero: 16 delegados votaron que sí y 11 votaron en contra. Leonard Wood envió una carta confidencial a Theodore Roosevelt el 28 de octubre de 1901 en la que decía:

“Por supuesto que a Cuba se le ha dejado poca o ninguna independencia con la Enmienda Platt y lo único indicado ahora es buscar la anexión. Esto, sin embargo, requerirá algún tiempo y durante el período en que Cuba mantenga su propio gobierno, es muy de desear que tenga uno que conduzca a su progreso y a su mejoramiento. No puede hacer ciertos tratados sin nuestro consentimiento, ni pedir prestado más allá de ciertos límites y debe mantener las condiciones sanitarias que se le han preceptuado, por todo lo cual es bien evidente que está en lo absoluto en nuestras manos y creo que no hay un gobierno europeo que la considere por un momento otra cosa sino lo que es, una verdadera dependencia de Estados Unidos, y como tal es acreedora de nuestra consideración. “Con el control que sin duda pronto se convertirá en posesión, en breve prácticamente controlaremos el comercio de azúcar en el mundo. La isla se americanizará gradualmente y, a su debido tiempo, contaremos con una de las más ricas y deseables posesiones que haya en el mundo…”[5]

En virtud de la Enmienda fue suscrito el Convenio para las Estaciones Carboneras y Navales, firmado en febrero de 1903 en La Habana y Washington, respectivamente, que en realidad incluía dos áreas: Bahía Honda y Guantánamo, aunque nunca llegó a establecerse una base naval en la primera.

Tratado Permanente

En adición a este convenio de febrero de 1903, el 22 de mayo de ese mismo año, se firmó un Tratado Permanente de Relaciones entre Cuba y Estados Unidos, en el que las 8 cláusulas de la Enmienda Platt son tomadas textualmente y convertidas en los artículos del Tratado.[6]

En 1912 el Secretario de Estado de Cuba, Manuel Sanguily, negoció con la cancillería norteamericana un nuevo tratado por el que Estados Unidos renunciaba a sus derechos sobre Bahía Honda a cambio de una ampliación en los límites de la estación en Guantánamo.

En ese mismo año, cuando se produjo el alzamiento del Partido de los Independientes de Color, que el gobierno del presidente José Miguel Gómez del Partido Liberal reprimió brutalmente, salieron de la Base Naval en Guantánamo tropas norteamericanas que ocuparon diferentes poblaciones de la antigua provincia de Oriente, cercanas a las ciudades de Guantánamo y de Santiago de Cuba, con el pretexto de “proteger vidas y haciendas de ciudadanos estadounidenses”.

Así lucía la Base Naval de Guantánamo, en 1916

En 1917, con motivo del levantamiento conocido por “La Chambelona” en Oriente, llevado a cabo por elementos del Partido Liberal que se opusieron al fraude electorero que llevó a la reelección al presidente Mario García Menocal, del Partido Conservador, destacamentos yanquis procedentes de la Base se dirigieron a diversos puntos de aquella provincia cubana, para lo cual utilizaron como pretexto “la protección del suministro de agua a la Base”.

Tratado de Relaciones cubano-norteamericano

El 24 de noviembre de 1933, el presidente Franklin Delano Roosevelt de Estados Unidos emitió una declaración oficial en la que alentó la conjura de Batista y el Embajador en La Habana, Sumner Welles, contra el gobierno de Grau, que incluía la oferta de firmar un nuevo tratado comercial y derogar la Enmienda Platt. Roosevelt explicó que

“…Sería bienvenido cualquier gobierno provisional en Cuba en el cual el pueblo cubano demuestre su confianza”.[7]

El 29 de mayo de 1934, como resultado de las luchas del pueblo cubano que derrocó al gobierno de pronorteamericano de Gerardo Machado y en el espíritu de la política norteamericana del "Buen Vecino", bajo la presidencia de Roosevelt, que buscaba continuar dominando América Latina en condiciones diferentes pero con los mismos objetivos, de una manera más favorable fue firmado un nuevo Tratado de Relaciones entre la República de Cuba y Estados Unidos de América que derogaba el de 1903, y con ello la Enmienda Platt.

Ya había sido derrocado el conocido como Gobierno de los Cien Días - que Estados Unidos nunca reconoció - por una conspiración desde la embajada norteamericana en la que jugó un papel protagónico Fulgencio Batista como representante de los intereses de Estados Unidos, tanto que al gobierno surgido del golpe se le conoce como Batista, Caffery, Mendieta, siendo Batista el jefe del ejército, Jefferson Caffery el embajador de Estados Unidos y Carlos Mendieta el presidente nombrado por los golpistas.

En este nuevo Tratado también quedaba excluida definitivamente Bahía Honda como posible base, pero se mantenía la permanencia de la base naval de Guantánamo y la plena vigencia de las normas que lo regían. El nuevo Tratado de Relaciones dispuso la supresión del derecho de intervención de Estados Unidos en Cuba y que:

“La República de Cuba y Estados Unidos de América, animados por el deseo de fortalecer los lazos de amistad entre los dos países y de modificar, con ese fin, las relaciones establecidas entre ellos por el Tratado de Relaciones firmado en La Habana el 22 de mayo de 1903, (…) han convenido en los siguientes artículos:
Artículo 3.- En tanto las dos partes contratantes no se pongan de acuerdo para la modificación o abrogación de las estipulaciones del Convenio firmado por el Presidente de la República de Cuba el 16 de febrero de 1903, y por el Presidente de Estados Unidos de América el 23 del mismo mes y año, en cuanto al arrendamiento a Estados Unidos de América de terrenos en Cuba para estaciones carboneras o navales, seguirán en vigor las estipulaciones de ese Convenio en cuanto a la estación naval de Guantánamo. Respecto a esa estación naval seguirá también en vigor, en las mismas formas y condiciones, el arreglo suplementario referente a estaciones navales o carboneras terminado entre los dos gobiernos el 2 de julio de 1903. Mientras no se abandone por parte de Estados Unidos de América la dicha estación naval de Guantánamo o mientras los dos gobiernos no acuerden una modificación de sus límites actuales, seguirá teniendo la extensión territorial que ahora ocupa, con los límites que tiene en la fecha de la firma del presente Tratado.”[8]

El Senado de Estados Unidos ratificó el nuevo Tratado de Relaciones el 1 de junio de 1934, y Cuba, el 4 de junio. Cinco días después, el 9 de junio, se canjearon en Washington las ratificaciones del Tratado de Relaciones del 29 de mayo de ese año, con lo que desapareció formalmente la Enmienda Platt, pero permaneció la Base Naval en Guantánamo.

El territorio de la “estación naval” fue fortificándose y acondicionándose poco a poco hasta que, en la primavera de 1941, la Base quedó establecida como estación naval de operaciones bajo la estructura siguiente: estación naval, estación naval aérea y base del cuerpo de marines y de almacenes. La Base se continuó expandiendo y en 1952, el Secretario de Marina de Estados Unidos decidió cambiarle el nombre de “U.S. Naval Operating Base” por el de “U.S. Naval Base”, y ya entonces tenía una estructura que incluía el Centro de Entrenamiento.

Constitución de 1940

A principios de 1938 se hizo público el acuerdo de Batista y Grau de realizar una Asamblea Constituyente. La Convención Constituyente quedó inaugurada el 9 de febrero de 1940 y terminó sus labores el 8 de junio de ese propio año.

La Constitución fue firmada el 1 de julio de 1940 y promulgada el 5 de ese mes. La nueva Ley de Leyes establecía en su Artículo 3:

“El territorio de la República está integrado por la Isla de Cuba, la Isla de Pinos y las demás islas y cayos adyacentes que con ellas estuvieron bajo la soberanía de España hasta la ratificación del Tratado de París de 10 de diciembre de 1898. La República de Cuba no concertará ni ratificará pactos o tratados que en forma alguna limiten o menoscaben la soberanía nacional o la integridad del territorio”.[9]

La oligarquía se esforzaría por impedir la materialización de los postulados más avanzados de esa Constitución o al menos por restringir al máximo su aplicación.

Después del Triunfo de la Revolución

Desde el triunfo de la Revolución el Gobierno Revolucionario ha denunciado la ocupación ilegal de esa porción de su territorio.

A partir del 1 de enero de 1959 Estados Unidos convirtió el territorio usurpado de la Base Naval en Guantánamo en foco permanente de amenaza, provocación y violación de la soberanía de Cuba, con el propósito de crearle dificultades al proceso revolucionario[10]. Dicha Base siempre ha estado presente en los planes y operaciones concebidos por Washington para derrocar a la Revolución.

El pago simbólico anual de $3 386.25 dólares por el arrendamiento del territorio que ocupa la Base Naval en Guantánamo se mantuvo hasta 1972, cuando la parte norteamericana lo reajustó por su cuenta a $3 676 dólares. En 1973, se hizo una nueva corrección del valor del antiguo dólar de oro de Estados Unidos, y por tal razón el cheque emitido por el Departamento del Tesoro fue elevado desde entonces a $4 085.00 dólares anuales. Ese cheque se carga a la Marina de Estados Unidos, responsable operacional de la Base Naval.

Los cheques que hace el gobierno de Estados Unidos como pago por el arrendamiento, se dirigen a favor del “Tesorero General de la República de Cuba”, institución y funcionario que desde hace muchos años dejaron de formar parte de la estructura del gobierno de Cuba, y se remiten por vía diplomática cada año. El correspondiente a 1959, por simple confusión, fue convertido en ingreso nacional. Desde 1960 hasta hoy jamás se han cobrado y quedan como constancia de un arrendamiento impuesto.

Agresiones desde la Base Naval

  • Lanzamientos en territorio libre de materiales inflamables desde aviones procedentes de la Base.
  • Provocaciones de soldados norteamericanos, incluyendo insultos, lanzamientos de piedras, de latas con material inflamable y disparos con pistolas y armas automáticas.
  • Violación de las aguas jurisdiccionales de Cuba y del territorio cubano por embarcaciones y aeronaves militares norteamericanas procedentes de la Base.
  • Elaboración de planes de autoagresión en la Base para provocar una lucha armada en gran escala entre Cuba y Estados Unidos.
  • Inscripción de las frecuencias radiales utilizadas por la Base en el Registro Internacional de Frecuencias, dentro del espacio correspondiente a Cuba.
  • El 6 de enero de 1961 fue torturado bárbaramente por soldados yanquis en la Base Naval en Guantánamo, por el “delito” de ser revolucionario, el obrero Manuel Prieto Gómez, quien laboraba allí hacía más de 3 años.[11]
  • El 15 de octubre de ese año, fue torturado y luego asesinado el obrero cubano Rubén López Sabariego.
  • El 24 de junio de 1962 fue asesinado por los soldados de la Base el pescador de Caimanera Rodolfo Rosell Salas.[12]

Igualmente, la pretendida intención de fabricar una autoprovocación y desplegar las tropas norteamericanas en una “justificada” invasión punitiva contra Cuba, en todo momento tuvo como elemento detonante la Base en Guantánamo. Ejemplo de ello es una de las acciones incluidas dentro de la denominada “Operación Mangosta”, cuando el 3 de septiembre de 1962 soldados norteamericanos estacionados en Guantánamo debían disparar contra las postas cubanas.

Durante la Crisis de Octubre, la Base fue reforzada en técnica militar y efectivos, elevándose el número de estos últimos a más de 16 000 infantes de marina. Ante la decisión del Primer Ministro soviético Nikita Jruschov de retirar los cohetes nucleares desplegados en Cuba sin consultar ni informar previamente al Gobierno Revolucionario, Cuba fijó la firme posición de la Revolución en los denominados “Cinco Puntos”. En el quinto se demandaba la retirada de la Base Naval de Guantánamo.

El 11 de febrero de 1964 el presidente Lyndon B. Johnson redujo el personal cubano que trabajaba en la Base en 700 trabajadores aproximadamente. También confiscaron fondos acumulados del retiro de centenares de obreros cubanos que habían trabajado en la Base y suspendieron de modo ilegal el pago de las pensiones a los obreros cubanos jubilados.

  • El 19 de julio de 1964, en grosera provocación de centinelas fronterizos norteamericanos contra las postas cubanas de Guardafronteras, fue asesinado a mansalva el joven soldado de 17 años Ramón López Peña, en la casamata donde cumplía con su turno de guardia.
  • En circunstancias similares, el 21 de mayo de 1966, disparos provenientes de la Base dieron muerte al soldado Luis Ramírez López.

En apenas 21 días del mes de mayo de 1980, más de 80 000 hombres, 24 barcos y unos 350 aviones de combate participaron en las maniobras Solid Shield-80, que entre sus dinámicas incluyó el desembarco de 2 000 infantes de Marina en la Base Naval y el reforzamiento de dicha instalación con otros 1 200 efectivos.

En octubre de 1991, durante la celebración del IV Congreso del PCC en Santiago de Cuba, aviones y helicópteros procedentes de la Base violaron el espacio aéreo cubano sobre la ciudad.

En 1994, la Base sirvió como punto de apoyo para la invasión a Haití: la aviación militar norteamericana utilizó los aeropuertos de ese enclave. Más de 45 000 emigrados haitianos llegaron a ser concentrados en la Base a mediados del siguiente año.

Del mismo modo, en el año 1994 se produjo la conocida crisis migratoria provocada por el endurecimiento del bloqueo y los años más duros del período especial, el incumplimiento del Acuerdo Migratorio de 1984 suscrito con la administración Reagan, la considerable reducción en las visas acordadas y el estímulo a la emigración ilegal, incluida la Ley de Ajuste Cubano, facturada por el presidente Johnson hace más de 40 años.

Como consecuencia de la crisis desatada, una declaración del presidente Clinton del 19 de agosto de 1994 convirtió a la Base en un campo de concentración migratorio para los balseros cubanos en cifra cercana a los 30 000.

Finalmente, el 9 de septiembre de 1994 se suscribió un Comunicado Conjunto entre la administración de Clinton y el gobierno de Cuba, mediante el cual Estados Unidos se comprometió a impedir la entrada a su territorio de los emigrantes ilegales interceptados y a otorgar un mínimo de 20.000 visas anuales para la reunificación familiar, los que viajarían por vía segura a Estados Unidos.

El 2 de mayo de 1995, como parte de las negociaciones migratorias, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos acordaron adicionalmente lo que esta vez se llamó Declaración Conjunta, estableciendo el procedimiento para la devolución a Cuba de todos los que continuaran intentando emigrar ilegalmente hacia Estados Unidos y fueran interceptados por los Guardacostas norteamericanos.

Quedaban establecidas las bases para un siniestro negocio: el tráfico de personas. La Ley Asesina se mantuvo. Cuba sería el único país del mundo sometido a tal látigo. Mientras 250 000 personas aproximadamente han viajado por vía segura sin el menor riesgo, es en cambio incalculable el número de mujeres, niños y personas de todas las edades que han perecido en el próspero tráfico de inmigrantes.

A partir de la crisis migratoria de 1994, por acuerdo de ambos gobiernos se iniciaron los encuentros regulares entre los mandos militares de cada parte. Una franja del territorio sembrada de minas a veces era inundada por tormentas tropicales y ríos desbordados. No en pocas ocasiones los zapadores cubanos arriesgaron sus vidas para salvar a personas que atravesaban esa zona militar restringida por aquellos parajes, incluso con niños.

Entre 1962 y 1996, se registraron 8 288 violaciones principales desde la Base Naval en Guantánamo, incluidas 6 345 violaciones aéreas, 1 333 violaciones navales y 610 violaciones territoriales. Del total de violaciones, 7 755 se produjeron entre 1962 y 1971.

La Base Naval en Guantánamo a partir de la promulgación de la Ley Helms-Burton

La Ley Helms-Burton, firmada por el presidente William Clinton el 12 de marzo de 1996, en el Título II sobre la “asistencia a una Cuba libre e independiente”, la Sección 201 relacionada con la “política hacia un gobierno de transición y elegido democráticamente en Cuba”, establece en su inciso 12 que Estados Unidos debe

“estar preparado para negociar con un gobierno elegido democráticamente en Cuba la devolución de la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo o renegociar el acuerdo actual bajo términos mutuamente convenientes”.

En el manifiesto Juramento de Baraguá, del 19 de febrero del 2000, se expresó que

“a su debido tiempo, ya que no constituye objetivo prioritario en este instante aunque es justísimo e irrenunciable derecho de nuestro pueblo, el territorio ilegalmente ocupado de Guantánamo debe ser devuelto a Cuba”.

En esos tiempos el pueblo cubano estaba enfrascado en la lucha por el regreso del niño secuestrado Elián González y las consecuencias económicas del brutal bloqueo.

Base de detención y tortura

Han ocurrido dos acontecimientos y hechos nuevos en la esfera internacional que han incidido sobre la situación en esa base: la Guerra de Kosovo en 1999 y la guerra en Afganistán y más tarde en Irak después de los atentados terroristas del 11 de septiembre. En ambas, Estados Unidos ha desempeñado un papel protagónico.

En la primera se produjo un gran número de refugiados kosovares. El Gobierno de Estados Unidos, tomó la decisión de utilizar la base como albergue para un número de ellos. Tales decisiones se toman siempre unilateralmente. Nunca se solicita a Cuba opinión previa, ni siquiera se le informaba. Pero en esa ocasión, por vez primera, se comunicó la decisión tomada, argumentándose los motivos de la misma. La respuesta fue constructiva. Aunque opuesta a aquella guerra, Cuba no tenía razones para oponerse a la ayuda que pudieran necesitar los refugiados kosovares. Ofreció incluso la cooperación si fuese necesario para la atención médica o cualquier otro servicio que necesitaran los mismos. Finalmente no fueron enviados a la base naval de Guantánamo.

Camp Delta, Base Naval de Guantánamo (Foto AP)

Comenzando el 2002, una pequeña porción de la base fue usada para albergar dentro de los campos X - Ray (Rayos X), Delta y Echo (Eco), a prisioneros sospechosos de nexos con Al - Qaeda y el ejército talibán que fueron capturados en Afganistán.

El estatus legal tan peculiar de la Base Naval de Guantánamo fue un factor para elegirla como centro de detención. Debido a que la ilegal Base de Guantánamo reside en Cuba , el gobierno estadounidense argumentó que la gente detenida en Guantánamo se encontraba legalmente fuera de su país y no tenían los derechos constitucionales que tendrían si estuvieran detenidos en él. Durante 2004, la Corte Suprema rechazó este argumento en el caso Rasul contra George W. Bush, con la decisión mayoritaria, y se estableció que los prisioneros en Guantánamo tengan acceso a cortes estadounidenses, citando el hecho de que Estados Unidos tiene el control exclusivo sobre la Base de la Bahía de Guantánamo.

Estados Unidos clasifica a los prisioneros encerrados en los campos Delta y Echo como combatientes enemigos ilegales, pero no contemplan al artículo 5 del tribunal que se requiere por la Ley Internacional para avalarlos. Esto otorga a los prisioneros los derechos de la Cuarta Convención de Ginebra (GCIV), en oposición a la Tercera Convención de Ginebra (GCIII), que trata exclusivamente sobre prisioneros de guerra. El 9 de noviembre de 2004, el juez James Robertson de la Corte de Distrito de Estados Unidos estableció que la administración de George W. Bush sobrepasó su autoridad al tratar a dichos prisioneros como combatientes enemigos en un tribunal militar y negarles el acceso a las pruebas usadas contra ellos. Está comprobado que muchos prisionersos fueron trasladados a la Base en vuelos secretos de la CIA con complicidad de varios gobiernos europeos.

El 30 de noviembre de 2004, The New York Times publicó extractos de un memorando interno de la administración de Bush , en el que se refería a un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El informe indicaba varias actividades en las que, se dice, eran "equivalentes a tortura": exposición de ruidos o música molesta, temperaturas extremas por tiempo prolongado o palizas. También se informó de la existencia de un equipo científico de comportamiento (BSCT), también llamado Biscuit, y la comunicación de información médica confidencial a los equipos de interrogación por parte de los médicos de la base (debilidades, fobias, etc.), dando por resultado la pérdida de la confianza a los médicos por parte de los presos en la base.

El acceso del CICR a la base fue condicionado, dado que es normal para las operaciones humanitarias del CICR que los informes sean confidenciales, algunas fuentes informaron sobre discusiones que tuvieron lugar en los cuarteles generales del CICR, ya que algunos de los involucrados querían hacer público el informe, o enfrentarse a la administración de Estados Unidos. Los periódicos publicaron que la administración y el Pentágono vieron el informe del CICR en Julio de 2004, pero rechazaron sus conclusiones . La historia apareció originalmente en varios periódicos, incluyendo The Guardian, del Reino Unido , y el CICR reaccionó hacia el artículo cuando éste se filtró en mayo.

En mayo del mismo año, el Comité de la ONU contra la Tortura pidió a Estados Unidos que cerrara el centro de detención de Guantánamo por violar la legislación internacional. El 10 de junio del 2006, tres prisioneros musulmanes (dos sauditas y un yemenita) se suicidaron dentro de la base. El contralmirante de la base naval mencionó que se trató de "un acto de guerra asimétrica"; sin embargo estos suicidios levantaron las críticas de la Unión Europea, que a través de su representante, Javier Solana, calificó como una ligereza considerar los suicidios como un acto de propaganda.

En noviembre de 2010 el expresidente estadounidense George Bush defendió públicamente el uso de interrogatorios con métodos violentos en la cárcel, insistiendo en que la información que obtenida de esta manera ayudaba a evitar atentados terroristas[13].

El después presidente Barack Obama, anunció, durante su campaña electoral, el cierre definitivo de la Prisión de Guantánamo en un plazo no mayor a un año. al llegar al poder suspendió los juicios que se desarrollaban en la misma. Sin embargo, cuatro meses después de dicho arreglo, anunció el restablecimiento de la prisión. A finales de 2010 el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, declaró que la prisión en la base americana de Guantánamo no sería cerrada en un futuro cercano. Argumentó problemas de carácter jurídico y legislativo que impidían transportar y mantener después a los presos.

En 2011 el exprisionero turco - alemán Murat Kurnats denunció a la prensa que en la Base se llevaban a cabo experimentos médicos ilegales contra los prisioneros. En marzo de ese año quedaban 170 prisioneros en Guantánamo[13].

Referencias