Batalla de Cambrai

Batalla de Cambrai
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Parte de Primera Guerra Mundial
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Uso de tanques de guerra en una operación combinada por parte de los británicos
Fecha 20 de noviembre - 8 de diciembre de 1917
Lugar Cambrai, Norte de Bandera de Francia Francia
Resultado Victoria táctica alemana.
Consecuencias Retirada británica de los territorios que habían ganado, excepto porciones de la línea Hindenburg en los alrededores de Havrincourt y Ribecourt, los teutónicos ganaron una entrada al sur del cerro Welsh.
Bajas
Bandera de Inglaterra Inglaterra Británicos 45.000 bajas Bandera de Alemania Alemania Alemanes unas 34.000

Batalla de Cambrai. Cambrai, en el norte de Francia el 20 de noviembre de 1917, fue el lugar en el que por primera vez hicieron su aparición los tanques a gran escala, marcó definitivamente un paso adelante en la historia militar, y un cambio rotundo en la manera de entender la nueva guerra tecnológica.

Los alemanes ya conocían el tanque, de sus otras apariciones en el Somme, de hecho no consideraban al tanque una seria amenaza, ya que hasta el momento no había demostrado ser una máquina demasiado útil en la guerra.

Devastadoras batallas

Luego de dos antológicas y devastadoras batallas como fueron las Batalla de Verdún y Batalla de Somme, tanto aliados como alemanes no concebían semejante grado de brutalidad que se había visto en el frente occidental. Las pérdidas, tanto materiales como humanas, habían sido ingentes y ambos bandos estaban llevando sus esfuerzos al límite. Lo que es más, finalizadas las dos batallas mencionadas, no hubo enfrentamientos de grandes consideraciones y no era para menos pues debido a todo lo apostado en ellas, el frente quedó paralizado y los ejércitos maltrechos.

Se llegó a decir que los ejércitos alemanes y anglosajones enfrentados en Somme, terminada dicha batalla, se transformaron en simples milicias, sea como sea, ya iban poco más de tres años de conflicto y parecía no tener un fin cercano.

Así llegó 1917, y nuevas y mortíferas armas, tales como los gases, tanques y cañones gigantes, causaban penurias, mortandad y miseria, tanto en militares como civiles. Pero a pesar de todo esto, ambos bandos también sabían que presionar al enemigo era el único modo posible de hacerse con la victoria, no quedaba otra alternativa. Por ende, el Alto Mando Británico, planea una nueva y modesta ofensiva a comparación de las anteriores, pero esta vez con los carros de combate usándose como una herramienta eficaz, organizada y hasta letal.

En 1917, Cambrai, un pueblo del norteste de Francia, era un punto importantísimo de abastecimiento alemán y el cerro Bourlon, en las cercanías, un terreno elevado estratégico de observación. La intensión de los británicos era tomarlo para luego poder amenazar la retaguardia alemana.

Plan de batalla

El coronel Fuller, jefe del Cuerpo de Tanques, una unidad nueva en el ejército británico y en el mundo bélico, sugirieron que la situación en el frente, luego de la tercera Batalla de Ypres había sencillamente llegado a un punto muerto. Tanto los bombardeos como las lluvias habían convertido al terreno en algo inaccesible para los tanques, bastante lentos y rústicos en aquellas época, imposibilitando un despliegue óptimo de los mismos.

Por ende, antes de la llegada del invierno de 1917 se debía programar un ataque el cual, primero se planeó sobre St. Quentin, donde el terreno permitiría un accionar de los tanques realmente efectivo. Pero debido a que en dicho lugar se necesitaría de la infantería francesa, haciendo perder la esencia y la sorpresa del ataque, el lugar designado fue cambiado a Cambrai.

Los generales ingleses se negaron a prestar tropas, por ende si el ataque se llevaría a cabo, sería con limitada infantería, es más, la ofensiva sobre Cambrai propuesta ni siquiera cobró forma hasta que se reconoció totalmente el fracaso de la ofensiva de Ypres. Así se dio el visto bueno para iniciar una ofensiva el 20 de octubre.

En efecto se trataba de una ofensiva en la que participarían por primera vez, un conjunto de tanques en un ataque coordinado, la infantería solamente apoyaría para arremeter contra algunos soldados, hacer prisioneros y capturar artillería. Además se atacaría en un pequeño frente, de preferencia protegido por canales para evitar el ataque por los flancos y además de evitar una dispersión de los blindados.

Inicio de la batalla

Luego de múltiples retrasos el ataque comenzó el 20 de noviembre a las 8 de la noche. Los alemanes ya habían recibido una advertencia y estuvieron bien preparados a pesar del fuego artillero aliado que recibieron en un inicio. El ataque en conjunto estaba compuesto por 6 divisiones de infantería, los del III Cuerpo a la derecha y el IV Cuerpo a la izquierda, mientras que el Cuerpo de Blindados estaba compuesto por 381 tanques (si bien a lo largo del combate se usaron casi 500).

Mapa de la Batalla de Cambrai

El éxito fue inmediato, pues la Línea Hindenburg fue penetrada hasta unos 8 kilómetros, considerable para la época y teniendo en cuenta los poco efectivos apostados. Los alemanes abandonaban sus posiciones despavoridos, si bien ocasionaron algunas bajas con su artillería, pronto se vieron obligados a abandonarlas. En el flanco derecho el ataque prosiguió y tomó un puente muy importante en el canal de St. Quentin.

En Masnieres, sin embargo cuando los tanques intentaron atravesarlo, el puente colapsó, lo que hizo desperdiciar todo el tiempo ganado. Por la parte central del frente la 6 División capturó Ribecourt y Marcoing sin embargo luego se vieron obligados a retroceder hasta la zona de Noyelles.

Probablemente la peor parte se la llevaron los de la 51 División, en el frente del IV Cuerpo, pues Flesquieres estaba bien resguardada y los alemanes atacaron con todo lo que tenían, es más algunos tanques se separaron muchos de otros, perdiendo su fuerza de choque unida, siendo blancos fáciles de los alemanes y su artillería, otros fueron tomados por asalto. A los británicos les costó 40 tanques tomar dicha localidad, los alemanes se vieron obligados a abandonarla pero bastante satisfechos.

En el oeste de este pueblo se pudo legar a Havrincourt y Graincourt un poco después. Hasta aquel momento ya 180 tanques, es decir sólo durante el primer día, habían sido puestos fuera de combate, pero la infantería debió reconocer que el avance rápido y efectivo se debió al uso en masa y organizado de los mismos.

Ya desde entonces se empezaba a reconocer la efectividad de estas máquinas, aunque fueron luego los alemanes, los primeros en usar dicha táctica con efectividad. No hay que desconocer sus defectos tampoco, las máquinas, pioneras en su género, casi más de cien sufrieron muchos desperfectos, varios otros tuvieron que ser abandonados. En cuanto a pérdidas humanas se registraron 4 mil, pero se tomaron un número similar de prisioneros, y teniendo en cuenta el avance rápido y relativamente profundo, se demostró así que la operación iba por buen rumbo.

El fracaso

El 21 de noviembre empezaron las penurias. La gran algarabía había durado sólo un día, pues los alemanes, alertados, empezaron a traer refuerzos y pronto la desorganización invadió las filas aliadas, se tuvo que abandonar Flesquieres y Cantaing. El esfuerzo principal se dirigió hacia Bourlon donde las peleas fueron fieras y costosas, así como en Anneux. Las divisiones inglesas fueron suplantadas pues estaban muy agotadas, mientras las pérdidas se incrementaban, sin tener en cuenta que el contraataque alemán aún no había llegado. La siguiente semana fue totalmente infructífera para los aliados quienes no pudieron avanzar más allá de los bosques y las colinas.

El día 28 la ofensiva británica estaba acabada. En realidad los británicos gastaron sus fuerzas intentando tomar la cima de Bourlon lo cual le dio un tiempo precioso a los alemanes para reorganizarse. Desplegaron 20 divisiones en el área, y sus primeros contraataques fueron contra Havrincourt y el mismo Bourlon. Usando técnicas de infiltración, los germanos consolidaron su avance y se aseguraron información indispensable acerca de la situación de los aliados, bastante penosa por cierto. Con siete divisiones de infantería desplegadas en todo el frente que los británicos habían abierto, los alemanes atacaron con renovadas fuerzas el 30 de noviembre a las 7 horas.

Los alemanes avanzaron imparables, al sur por ejemplo cerca de 13 km, pues los aliados eran muy débiles y fueron tomados casi por sorpresa. Sólo en las elevaciones de Bourlon los alemanes sufrieron muchas bajas antes de tomarlo. Algo de la línea británica fue salvada, pues llegó la noche e intervinieron algunos blindados. De ahí en más hasta el día 3 de diciembre, los alemanes continuaron presionando y resistiendo pequeñas contra-ofensivas, las cuales fueron todas rechazadas.

Sin embargo el ímpetu alemán se fue perdiendo y la línea quedó nuevamente restablecida, inclusive los germanos tomaron La Vacquerie y reubicaron a los ingleses cerca al canal de St.Quentin. Luego de esto la orden de los aliados fue retroceder definitivamente en todo el frente antes de verse totalmente exterminados, con excepción de las zonas alrededor de Havrincourt, Rivecourt y Flesquieres. A cambio de esto los alemanes capturaron algunas porciones de terreno al sur.

Al final la tan esperada ofensiva resultó en un nuevo fracaso por obvias razones, la falta de apoyo y material. Nadie creyó en la ofensiva desde el inicio y allí radicó su fracaso, pues los propios aliados se vieron sorprendidos por el avance efectuado en tan poco tiempo gracias a los tanques, aparato bélico que sorprendió y llamo la atención especial de los alemanes, quiénes se percataron primero que en los blindados reposaba la oportunidad de quebrar líneas y trincheras. Al final ese fue el mejor fruto de esta batalla, una lección para el futuro, pues la misma significó la pérdida de unos 45 mil soldados y casi 200 tanques en acción, así como más de 11 mil alemanes y 9 mil ingleses prisioneros.

Véase también

Fuentes