Batalla de Guadalete

Batalla de Guadalete
Información sobre la plantilla
Parte de conflicto entre el Reino visigodo y el Califato omeya
Batallaguadalete.jpg
Fecha Entre el 19 y el 26 de julio de 711 (fecha tradicional)
Lugar Cádiz (discutido),
península ibérica
Resumen Conquista musulmana a la península ibérica
Resultado Decisiva victoria del Califato omeya
Consecuencias Provocó el final del estado visigodo en la península ibérica
Beligerantes
Reino visigodo Califato Omeya
Comandantes
Rodrigo Táriq ibn Ziyad
Bajas
desconocidas desconocidas

La batalla de Guadalete tuvo lugar cerca del río Guadalete, en la región de la Bética (península ibérica), posiblemente entre el 19 y el 26 de julio de 711 (según la datación tradicional).

Fue decisiva para el futuro de la península ibérica.

En esa batalla, el rey godo Rodrigo fue derrotado y probablemente perdió la vida a manos de las fuerzas musulmanas del Califato omeya comandadas por Táriq ibn Ziyad.

Historia

Antecedentes

En el año 610, en el desierto de Arabia, un profeta llamado Mahoma afirmó haber hablado con el arcángel judío Gabriel, quien le transmitió todos el conocimiento del mundo, y le ordenó escribir el libro sagrado Corán. Mahoma convenció de su nueva religión a decenas de hombres y comenzaron la yijad, la guerra “santa” contra los infieles (o sea, los que no adoptaban la religión de Mahoma, el mahometanismo o islamismo).

De manera violenta, las ciudades árabes de La Meca y Medina (Arabia) se rindieron al ejército de Mahoma, cada vez mayor. Los países fueron sumándose a la nueva religión, cayó Israel, Jordania e Irán. A continuación el islamismo tomó Egipto, Libia, Túnez, los territorios del actual Marruecos.

En 698, los soldados de Mahoma tomaron Cartago, la capital de los cartagineses y después rodearon Ceuta y pasaron en barcos el estrecho de Gibraltar, de 14 km de anchura, donde comenzaba el continente europeo. La [[península ibérica iba a ser la siguiente conquista, un nuevo territorio donde difundir el mensaje de Mahoma. Los visigodos serían sus nuevas víctimas.

El caudillo Táriq estaba bajo las órdenes de Musa ibn Nusair, gobernador del norte de África, el cual en connivencia con el conde de Ceuta, Don Julián, gobernador y vasallo del rey godo Don Rodrigo pero con lazos de fidelidad con el anterior rey Witiza (tras la muerte de Witiza comenzó una guerra de sucesión y los Omeyas llegaron a la península en apoyo a los hijos de Witiza), habría planeado la invasión de península ibérica, facilitándole el cruce del estrecho de Gibraltar en la noche del 27 al 28 de abril del 711.

Aunque esto puede no ser más que una adaptación a la realidad de un poema medieval posterior que esgrimía la violación de la hija de Don Julián por parte de Rodrigo, lo cual habría incitado la traición de este. En todo caso, está claro que las fuerzas omeyas fueron llamadas por los hijos de Witiza.

Las antiguas crónicas sobrevaloran el número de efectivos de ambos bandos que participaron en la batalla, llegando a contar 100.000 soldados en el lado visigodo. Es muy probable que el general omeya Táriq desembarcase en Tarifa (Cádiz) unos 7000 soldados de a pie bereberes, tomando Carteia y posteriormente Algeciras, donde rechazó el ataque de Bancho o Sancho, sobrino de Rodrigo que había salido a su encuentro.

Mientras todo esto acontecía, el rey visigodo se encontraba en el norte de la península ibérica combatiendo a los vascones en Pamplona. La noticia tardó dos o tres semanas en llegar. La crisis que padecía el reino visigodo en aquellos fatídicos momentos, con continuas confabulaciones y guerras fratricidas entre la nobleza para hacerse con el trono, limitaron considerablemente el margen de maniobra de Rodrigo a la hora de reclutar un ejército con que hacer frente a la invasión, viéndose obligado a aceptar la interesada ayuda de los witizanos, cuya traición desconocía. Tal como fuere pudo organizar precipitadamente en Córdoba (España) un ejército de 40.000 hombres y partir al encuentro de Táriq.

Ubicación geográfica

Algunos estudiosos contemporáneos negaron la ubicación tradicional de la batalla y sostuvieron que tuvo lugar entre Medina-Sidonia y la laguna de La Janda, lo que hizo que en tiempos más recientes se haya conocido también como “batalla de la laguna de La Janda” o “batalla del río Barbate”. Sin embargo, el historiador español Claudio Sánchez-Albornoz (1893-1984), que reconstruyó los hechos a partir de los archivos cristianos y las crónicas árabes, aportó nuevos datos y testimonios que respaldaban que el río llamado por los árabes Wadi Lakka era efectivamente el río Guadalete, y que sería cerca de la despoblada ciudad hispanorromana de Lacca (acaso el Castrum Caesaris Salutariensis), junto a la fuente termal del Cortijo de Casablanca, a 7 km al sur de Arcos de la Frontera, en la junta de los ríos Guadalete y Majaceite, precisamente donde los antiguos habían situado el encuentro bélico.

La batalla

Mientras don Rodrigo de dirigía, desde los valles navarros a Cádiz, el ejército de Tarik avanzó ocupando los distritos de Algeciras.

El 19 de julio de 711 se inicia la batalla decisiva que abrirá definitivamente las puertas de Hispania a 8 siglos de dominación musulmana. El lugar del enfrentamiento aparece en las fuentes árabes con varias denominaciones: Wadi Lakk o Río del Lago, identificado tradicionalmente con el Guadalete; Wadi-l-Buhayra (o río de La Albufera), que puede corresponder al río Barbate o a la laguna de La Janda. Los españoles se refieren a ella siempre como la “batalla de Guadalete” o la “batalla de la Janda”.

Por un lado tenemos al ejército godo con unos 40.000 soldados, que en principio deberían ser suficientes para derrotar a las fuerzas invasoras. En el cuerpo central, y al mando del ejército el rey don Rodrigo. En los flancos, los hermanos de Vitiza, la traición estaba cerca y don Rodrigo fue un ingenuo o tuvo un exceso de confianza al situar en las alas de su ejército a los que recientemente habían pugnado por su trono, él creyó en la lealtad a la causa goda frente a la invasión musulmana.

Por otro lado 13.000 hombres muy motivados e impacientes por iniciar el combate. Determinados a la victoria y alcanzar el paraíso eterno. Los bereberes eran muy buenos guerreros y excelentes jinetes, creían en su superioridad y tenían la ventaja moral para conseguirla.

Se enfrentaban dos culturas con dos ideas muy diferentes de la vida, la espada frente al alfanje, la cruz frente a la media luna. Un imperio en expansión se abría paso a codazos, motivado, joven e impulsado por una idea común. En frente, la decadencia de una monarquía vieja, cansada, dividida y sin objetivos comunes; iba a llegar la revolución al viejo reino visigodo.

La batalla se prolongó entre el 19 y el 26 de julio. La ribera del río Guadalete se llenó de muertos. Se enfrentaron la caballería visigoda y la musulmana, con mucho ímpetu y determinación. Los días iban reduciendo los recursos de ambos contendientes, el resultado era incierto. Los godos hacían valer su superioridad numérica y los musulmanes no podían resistir muchas jornadas más.

Consecuencias

La conquista de la península

Ante la extraordinaria noticia, Muza envió nuevas tropas a la península. 18.000 nuevos soldados que reforzarían las tropas de Táriq. Con aproximadamente 28.000 efectivos, Táriq inicia la conquista de Hispania, en pocos meses van sometiendo toda la península ibérica.

Los vitizanos reciben en Toledo a los musulmanes con vítores como liberadores, por fin van a conseguir el trono godo. Toledo, ni si quiera presenta batalla, son recibidos como aliados de la corte. La leyenda dice que en Toledo los hombres de Táriq se apoderaron de la “Mesa del rey Salomón”.

Curiosidades

Lo que Roma necesitó dos siglos para conquistar, cuando no existía un estado que la defendiera, los musulmanes pudieron conquistarla en sólo unos meses, luchando contra un estado y su ejército, y apoyada por miles de traidores al cristianismo.

Fuentes