Beremundo Paz Sánchez

Beremundo Paz
Información sobre la plantilla
Beremundo Paz Sanchez.JPG
Combatiente revolucionario cubano
NombrePaz Sánchez, Beremundo
Nacimiento8 de marzo de 1934
finca La Loma,
barrio de Neiva,
municipio de Cabaiguán,
provincia de Sancti Spíritus,
República de Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento10 de agosto de 1957 (23 años)
finca La Llorona,
municipio de Cabaiguán,
provincia de Sancti Spíritus,
República de Cuba Bandera de Cuba
Causa de la muerteasesinado por soldados batistianos
ResidenciaNeiva
Nacionalidadcubana
Ciudadaníacubana
Educaciónuniversitaria
PadresLucio Paz y Sabina Sánchez
Familiareshermanos y hermanas

Beremundo Paz Sánchez. Revolucionario cubano asesinado en la lucha contra la dictadura de Batista. Era un joven que poseía una gran nobleza e inteligencia. En medio de la lucha revolucionaria de su pueblo regresó a la Isla y se incorporó a la misma, abandonando así su carrera de ingeniería mecánica.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Nació en la finca La Loma del Potro, cerca del poblado de Neiva, en el municipio de Cabaiguán. Sus padres, Lucio y Sabina siempre se preocuparon por la educación de sus hijos y sobre todo por Beremundo, quien era el que mayores aptitudes tenía para la superación. Cursó los primeros estudios en la escuela rural # 5 de Neiva, donde alcanzó hasta el quinto grado y luego la preparatoria para el ingreso al bachillerato, culminando dichos estudios en el Instituto de Segunda Enseñanza de Sancti Spíritus donde se gradúa de Bachiller en 1955 y en ese momento sus padres le envían a los Estados Unidos para continuar estudios universitarios en la carrera de Ingeniería Mecánica, influída su decisión por los consejos y recomendaciones de su maestro de Ingles Félix O Farril, quien avaló su conocimiento y habilidades en este idioma.

Trayectoria revolucionaria

El 18 de octubre de 1956 llegó de vacaciones a Cuba. Había pasado al segundo año de su Carrera con calificaciones brillantes; pero ante la situación imperante en el país, renunció a continuar en la universidad y fuera de su tierra. Esa decisión generó largos días de regaños y conversaciones con su padre, el que trataba de convencerlo para que regresara a los Estados Unidos.

Desde su regreso este joven se había incorporado plenamente a la lucha, ingresando en el Movimiento 26 de Julio, echando sobre sus hombros la importante célula del poblado, donde, entre otras cosas, se habían recolectado armas y parque, destruido puentes, incendiado tiendas, y colocado banderas del Movimiento 26 de Julio. Con algunos de sus integrantes participó en el intento de tomar el puesto de la marina de Cayo Loco, en Cienfuegos, en mayo de 1957. Allí fue apresado, juzgado en la causa 562 de 1957 y finalmente absuelto.

Desde la tarde del 2 de agosto de 1957, convencido de la importancia de apoyar de todas las maneras posibles la huelga General Revolucionaria en protesta por la muerte de Frank País en Santiago de Cuba, salió de su casa con uno de sus hermanos para encontrarse ―en casa de Librado Castellanos― con algunos de sus compañeros, entre ellos Vitalino Calero Barrios, Enoel Salas, Isidro González Morales y Miguel (alias Mandarria). La madre le insistió en que cuidara a su hermano, pues ya había tenido problemas en Cienfuegos. En esta reunión se acordó partir en diferentes grupos a recoger las armas que se emplearían en la acción.

El monte de Fermín, en las afueras del pueblo, fue el lugar escogido para la concentración y desde allí partirían a ejecutar las diferentes acciones contra la dictadura. La toma del cuartel y de la jefatura de policía que se había planificado en apoyo a la huelga de los santiagueros y que se convertiría en huelga general, no llegaron a realizarse.

Al día siguiente, el grupo -dirigido por Félix Hurtado Manso jefe de acción y sabotaje del MR-26-7 en Cabaiguán- tomó la decisión de alzarse para formar un frente guerrillero en el Escambray. Beremundo que era el segundo al mando, no por nombramiento, sino por liderazgo natural, apoyó la decisión, luego de que la muerte de un batistiano en el intento de quitarle algunas armas complicara la situación en la zona y era de esperar un aumento de la represión.

El día 6 de agosto, el grupo de combatientes tomó rumbo al Escambray. En ese intento se detuvieron para acampar en un lugar conocido como Loma de La Llorona donde pasaron la noche, con la idea de continuar viaje al día siguiente.

El combatiente que les servía de guía Dionisio Rodríguez estableció contacto con el campesino Santos Piñero, vecino de la zona, quien se comprometió a prepararles comida, pero en realidad lo que hizo fue delatarlos a las autoridades batistianas y el grupo fue sorprendido por fuerzas del ejercito, comandadas por el Capitán Mirabal; muy superiores en hombres y armas siendo dispersado el grupo en un desigual combate.

A partir de ese momento comenzó una verdadera cacería contra ese grupo de jóvenes, perseguido encarnizadamente y asesinados con saña cuando fueron capturados sus integrantes.

Muerte

Beremundo logró sobrevivir al ataque inicial en La Llorona y logró sobrepasar el cerco del ejército en su intento por escapar, junto a Vitalino Calero Barrios, permaneciendo ocultos por dos días hasta llegar a una casa campesina donde pidieron ayuda, respondiendo la dueña que los ayudaría pero que se ocultaran en una arboleda cercana, procediendo entonces a denunciarlos, mandando traer las tropas batistianas para su captura. Ambos se ocultaron en el follaje de un árbol de aguacates y los guardias los asesinaron el 10 de agosto de 1957.

Ambos jóvenes fueron los dos últimos mártires del Alzamiento de La Llorona.

Testimonios de su muerte

Testimonio de su hermana:

Onilda le dijo a los muchachos que se metieran en una arboleda, que ella los ayudaría, pero lo que hizo fue avisarle a Sención Hernández, un batistiano, que entonces llevó hacia ese lugar a los guardias. [...] Al triunfo de la Revolución (enero de 1959), el comandante René Rodríguez hace coger presa a Onilda. Entonces llevaron a mi mamá Sabina Sánchez a un careo con Onilda, pero esta negó todo, diciendo que eso era un error. Yo sé que mamá sufrió mucho por el asesinato de mi hermano Beremundo Paz y desde su misma muerte le siguió la pista a esa mujer. Allí mismo mi mamá le dijo a Onilda sin titubear: «Yo estoy al tanto de todo lo tuyo, desde hace dieciséis meses te conozco, fíjate que a los cuatro días de la muerte de Beremundo a ti se te quemó un hijo». Parece que Onilda se vio descubierta y en un arranque le gritó a mi mamá: «¡Bueno, a fin de cuentas lo hice, ¿y qué?!». Allí había un oficial del Che que, lleno de indignación, la llamó asesina, chivata y no sé cuantas cosas más. A principios de la Revolución, mamá pidió justicia; hasta en la revista Bohemia acusó a Onilda y a Sención Hernández; a los dos los condenaron a 20 y 30 años, respectivamente.
Mercedes Paz Sánchez
(hermana de Beremundo Paz Sánchez)[1]

Otro testimonio:

Beremundo tenía once tiros, uno de ellos en un zapato, ese le subió por la pantorrilla, en la pierna, y no apareció la salida. También recibió otros tiros en el pecho y en el muslo, y cuatro en la frente, como si fueran de gracia. Sobre estos tiros, uno de los doctores que realizaron su autopsia [aparentemente un médico batistiano] manifestó que los tiros se habrían realizado a unos veinte metros de distancia. Sin embargo se confirmó que había sido a veinte pulgadas, a boca de jarro: el calibre y el recorrido lo indicaban. En su estómago se encontraron semillas de guayaba.
José Esteban Castañeda Díaz (combatiente, compañero de Beremundo Paz Sánchez)[2]

Homenajes

  • Una importante calle de 10 cuadras en Cabaiguán lleva el nombre de Beremundo Paz.
  • La biblioteca pública municipal de la ciudad de Cabaiguán fue nombrada Beremundo Paz Sánchez.[3]

Fuentes

  • Expediente de Mártires de la Revolución. Archivo del PCC Provincial de Sancti Spíritus.
  • Archivo Municipal de Cabaiguán.
  • Mario López Isla: El alzamiento de La Llorona. Ediciones Jarao (colección Pérez Luna), 1997.
  • Recuerdan a mártires del Alzamiento de La Llorona Agencia Cubana de Noticias
  • Artículo publicado el 11 de enero de 1959 en la revista Bohemia (La Habana), edición de la Libertad.