Bernard Haitink

Bernard Haitink
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Director de orquesta
NombreBernard Johann Hermann Haitink
Nacimiento4 de marzo de 1929
Ámsterdam, Países Bajos Bandera de los Países Bajos Países Bajos
Fallecimiento21 de octubre de 2021
Londres, Bandera del Reino Unido Reino Unido
EducaciónMusical
Alma materConservatorio de Ámsterdam
PremiosMiembro honorario de la Orquesta Filarmónica de Berlín


Bernard Haitink. Fue uno de esos privilegiados capaces de reproducir una sonoridad tan pulida y refinada que no deja lugar para vacilaciones casuísticas. Los artistas de los Países Bajos siempre se han destacado por su elaborada minuciosidad y precisión. Y Haitink es un digno heredero de una tradición tan ancestral como significativa.

Datos biográficos

Nació el 4 de marzo de 1929 en Ámsterdam, Países Bajos, en el seno de una familia aficionada a la música. Cuando apenas contaba con nueve años de edad, sus padres le llevaron a ver un concierto de Mengelberg en el Concertgebouw y desde ese mismo momento el pequeño Bernard quiso estudiar música.

No tardó mucho en materializar dicha proposición: Al día siguiente se hizo con un violín y empezó a tocar por su cuenta hasta que fue admitido en el Conservatorio de Ámsterdam como alumno de Félix Hupka, quien le introdujo en los secretos de la dirección orquestal. Graduándose de sus estudios en 1955.

Trayectoria

Ingresó como violinista en la Orquesta Filarmónica de los Países Bajos al tiempo que tomó parte de los cursos de dirección orquestal impartidos por Ferdinand Leitner en la Radio-Unie holandesa. Haitink destacó tanto en aquellos cursos que ese mismo año fue nombrado segundo director de la Orquesta de la Unión de la Radio Holandesa para dos años más tarde hacerse con la titularidad. Con todo, ya en 1956 Haitink tuvo a oportunidad de debutar al frente de la Orquesta del Concertgebouw durante un concierto en el que se vio obligado a sustituir a un griposo Giulini.

El éxito de la cita fue tal que Haitink fue requerido con insistencia para dirigir a dicha formación durante los años siguientes, llegando a realizar una gira al frente de la misma por Inglaterra en 1959. Ese mismo año, falleció de forma imprevista Eduard van Beinum, el entonces director titular del Concertgebouw, y se abrió la sucesión para el puesto.

Tras un breve período de transición, Haitink fue nombrado en 1961 director titular de la orquesta junto a Eugen Jochum. Luego de alternar la titularidad de la formación durante tres años con el veterano maestro alemán toda la crítica coincide en que aquello fue una jugada tan maestra como prudente. Jochum era treinta años mayor que Haitink y supo ejercer a la perfección como consejero del aún muy joven director holandés en 1964 Haitink fue designado único director titular y artístico de la formación.

La estancia de Bernard Haitink al frente del Covent Garden se prolongó hasta 2002 en un período caracterizado por luces y sombras. Si bien se alabó su alto concepto musical, no es menos cierto que recibió críticas por su falta de implicación en determinados asuntos extra-musicales. En 2002, y tras la inesperada muerte de Giuseppe Sinopoli, Haitink fue contratado como director titular de la Staatskapelle Dresden, aunque acabó presentando su dimisión un par de años después debido a las discrepancias surgidas con el intendente Gerd Uecker.

A partir de ese momento, Haitink centró su carrera como director invitado de las mejores formaciones mundiales y llegó a ser designado miembro honorario de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Ya en 2006, Haitink rechazó la propuesta de la Orquesta Sinfónica de Chicago para convertirse en su titular; pese a ello, la formación de Illinois le nombro director principal, un cargo que hubo de inventarse y que prácticamente se correspondía con la clásica figura de principal director invitado. Libre de todo compromiso a partir de 2010, Haitink tiene en la actualidad fijada su residencia en Lucerna y ha reducido de forma drástica sus apariciones: –” Todos los directores, incluido yo mismo, tenemos fecha de caducidad…”–

Es un caso cuanto menos curioso en lo que suele ser la trayectoria más común de un director de orquesta. A diferencia de lo que suele ser habitual, Haitink comenzó como director sinfónico para paulatinamente centrar su actividad en la ópera. Con todo, llegó un momento en el que Haitink pareció abrumarse un tanto del mundo operístico tras su paso por el Covent Garden y volvió a dirigir sus objetivos a la música sinfónica. Mozart, Richard Strauss y Wagner han sido sus piedras de toque en el repertorio operístico con unos resultados ciertamente desiguales.

A juicio unánime de la crítica, Haitink siempre se ha sentido más a gusto sobre el podio que sobre el foso y nunca ha abordado nuevo repertorio sin tener un convencimiento pleno de sus posibilidades. De esta forma, tardó 19 años en volver a grabar la Sinfonía nº7 de Mahler — una obra que le producía muchas dudas — y se negó a grabar la Missa Solemnis de Beethoven alegando que aún no estaba preparado para ello.

Su minuciosidad le llevó a realizar un viaje a Viena con el único objeto de comprobar un pasaje de la Heroica de Beethoven con el que no estaba muy convencido conforme a lo escrito en las modernas ediciones de la partitura. Sus sospechas se confirmaron del todo cuando comprobó la recensión más antigua de dicha sinfonía.

Su fidelidad, por tanto, a la partitura siempre ha sido absoluta. Quien esto escribe, reconoce su frustración por no haber podido escuchar nunca a Haitink en directo con la Orquesta del Concertgebouw (aunque sí que llegué a verle en 1991 en Madrid al frente de la Staatskapelle en un concierto que resultó memorable).

Finalmente, el 11 de abril de ese mismo año, Haitink dirigió el concierto del Centenario con una solemne y espectacular versión de la Octava Sinfonía de Mahler.

Virtuosismo

Bernard tuvo una enorme virtud como director: Recogió a una de las mejores orquestas de Europa en 1961, cuando apenas contaba con 32 años de edad, y elevó su nivel artístico durante su mandato de más de un cuarto de siglo a la cúspide mundial (para muchos especialistas, el Concertgebouw es la mejor orquesta del planeta en términos absolutos).

Director auténticamente obsesionado por la precisión, Haitink logró establecer un inconfundible sonido orquestal que no ha tenido parangón en ninguna de las otras formaciones consideradas de primerísimo nivel (Filarmónica de Viena, Filarmónica de Berlín, Sinfónica de Chicago, Cleveland…). Haitink evita en todo momento los alardes visuales en su modo de dirección consiguiendo que sólo la música sea la protagonista en sus conciertos.

Su técnica de batuta era firme y segura, nada presuntuosa, y su mirada escrutaba en todo momento las distintas secciones orquestales para asegurar la máxima claridad expositiva. Haitink fue un director versátil y polifacético, capaz de encontrar la idoneidad de cualquier música ajustándola a su propio carácter interpretativo. Como un celebrado teórico de la instrumentación, Haitink trabajó el detalle como pocos y eso le permitió verter hasta el mínimo matiz de las obras más comprometidas por su elaborada orquestación.

Último concierto

La aparición de Haitink por la famosa escalinata del Concertgebouw, en lo que sería su último concierto como titular, fue recibida con un entusiasmo indescriptible por el público hasta el punto de que un hombre tan rígido como Haitink llegó a emocionarse por momentos.

Relación Haitink-Mahler

Hablar de Bernard Haitink es hablar de Mahler, compositor que siempre ha estado vinculado a la Orquesta del Concertgebouw desde los tiempos de Mengelberg. La relación Haitink-Mahler comenzó el mismo día de su debut al frente de la formación holandesa.

Desde entonces, se destacó como una de las mayores autoridades en la música de Mahler, algo perfectamente conjugable si nos atenemos a que la música del antaño director de la Ópera de Viena precisa justamente de esa claridad y minuciosidad con la que Haitink desarrollaba sus planteamientos.

Otro autor con el que se identifica es con Bruckner, compositor cuya música sinfónica deriva en cierto modo de una técnica constructiva basada en los distintos registros del órgano. Haitink se ha servido de un instrumento como el Concertgebouw para contrastar de forma eficaz las secciones orquestales, cuestión de suma relevancia en la música de Bruckner.

Por otra parte, la música de Ravel y Debussy siempre le ha venido como anillo al dedo debido al desarrollo sonoro que precisan sus minuciosas obras. Shostakovich fue otra de sus grandes pasiones, siendo el primer director occidental en acometer la integral sinfónica del ruso.

Tras una caída en 2018 en el Concertgebow, se retiró con un concierto de la Séptima de Bruckner dirigiendo a la Filarmónica de Viena en el Festival de Lucerna en septiembre de 2019. Además, en ese año publicó el libro Dirigieren ist ein Rätsel (literalmente, Dirigir es un misterio) junto con los periodistas Peter Hagmann y Erich Singer que incluye reflexiones sobre su vida y carrera.

Muerte

Falleció el 21 de octubre de 2021, en Londres, a los 92 años.

Discografía

  • El castillo de Barba Azul de Bartok, junto a Von Otter, Eles y Tomlinson, y dirigiendo la Filarmónica de Berlín (EMI 56162)
  • Lintegral sinfónica de Beethoven dirigiendo la Sinfónica de Londres (LSO 598 — integral sinfónica);
  • Fidelio de Beethoven, junto a Muff, Diener, Sacca y Gallo, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Zurich (OPUS ARTE 1023)
  • Los 5 Conciertos para piano de Beethoven, junto a Vladimir Ashkenazy y dirigiendo la Filarmónica de Londres (DECCA 991509)
  • Carmen de Bizet, junto a Holloway, McCauley, Ewin y McLaughlin, y dirigiendo la Filarmónica de Londres (KULTUR VIDEO 2843)
  • La integral sinfónica de Brahms dirigiendo la Sinfónica de Londres (LSO 70 — integral sinfónica)
  • Los 2 Conciertos para piano de Brahms, junto a Claudio Arrau y dirigiendo la Orquesta del Concertgebouw (PHILIPS 438320
  • Doble Concierto de Brahms, junto a Henryk Szeryng y Janos Starker, y dirigiendo la Orquesta del Concertgebouw (PHILIPS 464369)
  • La integral sinfónica de Bruckner dirigiendo la Orquesta del Concertgebouw (PHILIPS 530902 — integral sinfónica en 9 CD´s)
  • Pelléas et Mélisande de Debussy, junto a Von Otter, Holzmair y Naouri, y dirigiendo la Orquesta Nacional de Francia (NAIVE 4923)
  • Sinfonías nº2, 3, 4 , 6, 7, 8 y 9 de Mahler dirigiendo la Orquesta del Concertgebouw (PHILIPS 442050 — integral sinfónica en 10 CD´s)
  • Las bodas de Fígaro de Mozart, junto a Finley, Hagley, Fleming y Schmidt, y dirigiendo la Filarmónica de Londres (KULTUR 2039)
  • Don Giovanni de Mozart, junto a Allen, Van Allan, Vaness y Ewing, y dirigiendo la Filarmónica de Londres (EMI 47037)
  • La flauta mágica de Mozart, junto a Thomaschke, Lutton, Goecke y Lott, y dirigiendo la Filarmónica de Londres (ARTHHAUS MUSIK 101085)
  • El amor de las tres naranjas de Prokofiev, junto a Brayson, Lea, White y King, y dirigiendo la Filarmónica de Londres (KULTUR 4460)
  • Selección de piezas orquestales de Ravel dirigiendo la Orquesta del Concertgebouw (PENTATONE 5186167)
  • La integral sinfónica de Schumann dirigiendo la Orquesta del Concertgebouw (PHILIPS 442079 — integral sinfónica)
  • La integral sinfónica de Shostakovich dirigiendo la Filarmónica de Londres (DECCA 444430 — integral sinfónica en 11 CDs)
  • Selección de piezas orquestales de Richard Strauss dirigiendo la Orquesta del Concertgebouw (PHILIPS 442281)
  • Escenas de ballet de Stravinski dirigiendo la Filarmónica de Berlín (PHILIPS 422415); la integral sinfónica de Vaughan Williams dirigiendo la Filarmónica de Londres (EMI 86026 — integral en 7 CDs)
  • Falstaff de Verdi, junto a Terfel y Frittoli, y dirigiendo la Orquesta del Covent Garden (KULTUR 823)
  • Don Carlo de Verdi, junto a Lima, Cotrubas, Zancanaro y Lloyd, y dirigiendo la Orquesta del Covent Garden (KULTUR 2844); y, finalmente
  • El Anillo del Nibelungo de Wagner, junto a Morris, Marton, Jerusalem y Adam, y dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera (EMI 19479 — integral en 14 CD´s). Nuestro humilde homenaje a este excepcional director de orquesta.
  • 8ª Sinfonia de Bruckner (Herbert von Karajan y Bernard Haitink

Fuentes