Bernardo Monteagudo

Bernardo Monteagudo
Información sobre la plantilla
Índice7865.jpeg
NombreBernardo Monteagudo
Nacimiento20 de agosto de 1785
Tucumán, Bandera de Argentina Argentina
Fallecimiento28 de enero de 1825
LimaBandera de Perú Perú
Causa de la muerteAsesinato
Ocupación.

Bernardo Monteagudo. Intelectual revolucionario, líder político, administrador, abogado y juez. Colaborador de San Martín y Bolívar en las guerras de la independencia americana. Infundió el respeto y la admiración de muchos por sus ideas revolucionarias, su elocuencia en expresarlas y su habilidad administrativa para llevarlas a la práctica.

Síntesis biográfica

Nació el 20 de agosto de 1785 en Tucumán. Cursó estudios de derecho en la Histórica Universidad de Chuquisaca, graduándose en junio de 1808. Tomó parte en la insurrección del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca. En 1819 se inicia una revolución en Buenos Aires, que se extendió al resto de América. Es llamado a la expedición al Norte; Castelli lo designa su secretario. Después del desastre de Huaqui baja a Buenos Aires. Dirigió La Gaceta, junto a Vicente Pazos Silva.

Trayectoria

En 1812 publica Mártir, o Libre, en cuyas páginas acentúa la propaganda en favor de la proclamación de la independencia. Fundó la segunda Sociedad Patriótica y fue miembro de la Logia Lautaro. Pertenece activamente a la fracción morenista, orientada por Alvear. Mendoza lo designa su representante a la Asamblea de octubre de 1812.

En 1815 edita el Independiente para sostener la política de Alvear de modo que cuando éste cae es desterrado. En 1818 , viaja a Chile, donde oficia de Auditor de Guerra del ejército del Libertador. Más tarde se traslada a Mendoza e interviene en el proceso a los Carrera. Pasa de nuevo por Chile, pero lo destierran a Argentina, permaneciendo durante cierto tiempo en San Luís.

En 1820 reaparece en Chile y se dedica a labores periodísticas. Pasa algún tiempo en Lima, pero la población está descontenta con su actuación, a causa especialmente de las convicciones monárquicas que abraza con su acostumbrado ardor desde su regreso de Europa. Y sus opositores de tendencia republicana, aprovechando la ausencia de San Martín, -quien fuera a celebrar su histórica entrevista con Bolívar, realiza con éxito un movimiento subversivo y lo deponen en julio de 1822.

Acompañó al ejército al Alto Perú, en carácter de auditor de guerra y pasó a ser secretario de Juan José Castelli y luego de la derrota del ejército patriota en Huaqui el 20 de junio de 1811 regresó a Buenos Aires, donde se convirtió en ídolo de los jóvenes patriotas porteños merced a sus apasionados escritos revolucionarios.

Como uno de los redactores de la Careta de Buenos Aires, Monteagudo denunció o apoyó vigorosamente diversas acciones de gobierno, de acuerdo con sus propias convicciones y ejerció considerable poder político.

Fue miembro activo de la Asamblea del Año 1813 y en 1815 apoyó firmemente a Alvear como director, pero la caída del gobierno de este último envió a Monteagudo al exilio en Europa durante dos años. De regreso a la Argentina en 1817, Monteagudo sé encaminó hacia Mendoza y Chile, donde San Martín, sin dilación, lo hizo auditor de su ejército. Por el resto de su vida estuvo vinculado a las guerras de la independencia de Chile y Perú, a excepción de un breve período, en 1818.

Después de la derrota de Cancha Rayada , cuando de vuelta en Mendoza, desempeñó un papel clave en el juicio y ejecución de los hermanos Carrera, y otro lapso en 1819 cuando, viviendo en San Luís, tuvo a su cargo el proceso de los prisioneros realistas comprometidos en la conspiración.

En 1820 ocupó su tiempo en redactar proclamas revolucionarias, hasta que acompañó al ejército de San Martín, nuevamente en carácter de auditor, al Perú y se hizo allí uno de los más íntimos colaboradores del Libertador, especialmente en la misión de establecer el nuevo gobierno revolucionario, desempeñándose primero como ministro de Guerra y Marina y luego como ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores.

San Martín lo dejó a cargo del gobierno cuando se embarcó para Guayaquil a fin de concretar su entrevista con Bolívar, pero los peruanos lo depusieron el 25 de julio, principalmente por razones personales, y se trasladó a Guayaquil; más tarde en 1824 Bolívar reconoció las virtudes de Monteagudo y sus conocimientos de los asuntos peruanos, y lo llevó de vuelta a Perú bajo su protección, como asesor.

Los escritos de Monteagudo lo señalan como un visionario revolucionario a la vez que como un jacobino doctrinario. En el primer período que siguió a la Revolución de Mayo perteneció al grupo morenista y poco después se unió a muchos de éstos en demanda de reformas y cambios revolucionarios, incluso, a costa de establecer un caudillo o dictador en el poder, de ser necesario. Su implacabilidad y rigidez de principios quedaron de manifiesto en su apasionada defensa de las ejecuciones ordenadas por Castelli, de Santiago de Liniers y otros líderes de la conspiración de Córdoba 1811 y sus propias acciones similares con respecto a los cabecillas de la revuelta de Alzaga y los hermanos Carrera. La amplitud de su visión, por otra parte, se revela por el hecho de que él fue uno de los únicos líderes de la independencia Argentina que propugnó una federación de las nuevas naciones de la América española. Asistió a Bolívar en el trazado de planes para el Congreso Americano que hubo de celebrarse en Panamá antes de su muerte.

Trata con Bolívar y se convierte en uno de sus hombres de confianza, regresando con él a Lima en diciembre de 1824.

Muerte

Fue asesinado el 28 de enero de 1825 en Lima, (Perú).

Fuentes