Bernardo Vera y Pintado

Bernardo Vera y Pintado
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Poeta y prócer argentino
NombreBernardo Vera y Pintado
Nacimiento1780
Santa Fé de la Vera-Cruz, Bandera de Argentina Argentina
Fallecimiento27 de agosto de 1827
Santiago de Chile, Bandera de Chile Chile
NacionalidadBandera de Argentina
CiudadaníaBandera de Argentina
EducaciónDerecho
Alma materUniversidad de San Felipe
CónyugeMaría Mercedes de la Cuadra y Baeza
PadresJosé de Vera Mujica
María Antonia López Almonacid Pintado

Bernardo Vera y Pintado. Poeta y prócer argentino (1780-1827). Adhirió con entusiasmo a la causa de la independencia de Chile. Fue representante de la Primera Junta de Gobierno de Buenos Aires ante las autoridades de Santiago de Chile.

Síntesis biográfica

Nace en Santa Fé de la Vera-Cruz, Argentina, en el año 1780. Hijo de José de Vera Mujica y de María Antonia López Almonacid Pintado.

Estudios

Se graduó de abogado en la Universidad de San Felipe el 15 de septiembre de 1807. El gobernador Francisco García Carrasco lo hizo detener en 1810 y lo iba a mandar a Lima, acusado de mantener conversaciones subversivas, pero fingiéndose enfermo logró quedarse en Valparaíso.

Trayectoria

Después de la formación de la junta de Gobierno de 1810, el gobierno argentino lo nombró su representante diplomático en Chile. Colaboró con Camilo Henríquez en la redacción del periódico La Aurora de Chile, Fue secretario del gobierno en Hacienda 23 de julio de 1814 y de guerra 13 de septiembre de 1814.

A causa de la derrota en la Batalla de Rancagua (1814) emigró a Mendoza, regresando con el Ejército de los Andes. En 1819 compuso el primer himno patrio de Chile (Canción Nacional). Formó parte del Congreso como diputado por Linares 1824-1825 . Fue vicepresidente del Congreso 22 de enero de 1825 y presidente del mismo 23 de marzo de 1825.

En 1826 fue designado profesor de derecho civil y canónico del Instituto Nacional.

Matrimonio

En 1808 contrajo matrimonio con María Mercedes de la Cuadra y Baeza. En esa época, ya era un revolucionario y su cargo de Secretario del Cabildo le daba una importante posición política. Su participación en diversas conversaciones en las cuales se discutía la suerte de España y el derecho de los chilenos a formar -a imitación de lo que había ocurrido en la Península- una Junta de Gobierno, le valieron ser detenido por orden del Gobernador Francisco Antonio García Carrasco, junto a otros dos connotados personajes de la sociedad santiaguina: Juan Antonio Ovalle y José Antonio de Rojas. Hábilmente, Vera evitó ser embarcado hacia Lima al fingirse gravemente enfermo.

Representante de Buenos Aires

La experiencia de su detención moderó en algo sus bríos reformadores y no participó en el movimiento que terminó en la Primera Junta de Gobierno. En agosto de 1811, las autoridades de Buenos Aires decidieron nombrarlo como su representante. En el ejercicio de su cargo diplomático, logró que Chile remitiera importantes cantidades de pólvora para aprovisionar a las fuerzas trasandinas que combatían a las del Virrey del Perú.

Vera no fue complaciente con las autoridades chilenas. De ello dan prueba fehaciente todas las cartas y tramitaciones que realizó en el país, destinadas a obtener que Chile no continuase exportando trigo al Perú. Para él, la situación no podía ser más curiosa y extraña: Chile y las provincias del Río de la Plata se hallaban comprometidas en una alianza política y militar. Sin embargo, se abastecía de trigo al enemigo. Esta situación se prolongó hasta inicios de 1813, cuando estalló la guerra en el territorio chileno.

Auditor del Ejército de los Andes

Bernardo de Vera también se vio arrastrado por la ola del exilio en 1814, claro que en su caso debía retornar a su patria natal. En Mendoza fue acogido, al igual que muchos otros, por José de san Martín, quien lo nombró como su secretario y auditor de guerra.

Regresó junto al Ejército de los Andes y O'Higgins, una vez que hubo asumido como Director Supremo, le encargó la redacción de la Gaceta del Gobierno de Chile y también lo nombró en el cargo de auditor general del Ejército.

Se abocó entonces a sus labores y durante todo el año 1817 fue -como dice Domingo Amunátegui, uno de sus biógrafos- el poeta oficial de la República. Al año siguiente, partió hacia Mendoza cuando a llegó a Santiago la noticia del desastre de las armas revolucionarias en Cancha Rayada.

Su confinamiento

Su confinamiento en Mendoza también está asociado a la derrota en Cancha Rayada (1818). En los días inmediatos al enfrentamiento con los realistas en ese lugar, Vera y Manuel Rodríguez enviaron una carta al militar francés Ambrosio Cramer, quien había sido separado del ejército por San Martín debido a su indisciplina. La misiva fue interceptada y sus autores fueron detenidos, pues O'Higgins pensaba en el complicado ambiente que se había generado tras el fusilamiento de los hermanos Juan José y Luis Carrera en Mendoza- que ello podría ser el inicio de un complot en su contra.

Vera fue confinado a Mendoza. O'Higgins escribió a San Martín una carta en la que decía: "Vera no debe volver a Chile de ningún modo; porque, sobre tener la peor opinión de mala conducta, es el enemigo más decidido de usted, de mí, y de todo lo que no sea anarquía".

Canción Nacional

El Libertador comprendió su decisión había sido un error y lo reparó hidalgamente, permitiendo su retorno a Chile (1819). En tierra chilena, Bernardo de Vera y Pintado recibió el encargo de componer la primera Canción Nacional. Falto de rencores, continuó relacionándose con O'Higgins como si nada hubiese ocurrido, y este último, por su parte, en 1822 lo nombró miembro de la Legión al Mérito y también lo integró al Juzgado de Imprentas.

Vera dedicó el resto de su vida a las labores académicas y políticas: fue profesor de Derecho en el Instituto Nacional y se integró al Congreso Nacional como diputado por Linares (1824-1825), alcanzando incluso la presidencia de la Cámara de Diputados.

Muerte

Falleció en Santiago de Chile, el 27 de agosto de 1827

Fuentes